“Asesinaron a mi sobrino Ali, de 16 años: un cohete disparado por un dron lo despedazó a él y a seis miembros de nuestra familia extensa mientras estaban sentados afuera de la última casa que nos quedaba, la única que aún no había sido reducida a polvo.
Ali quedó partido en dos. No es una metáfora: es literalmente lo que el cohete le hizo a su cuerpo. Un niño que intentaba escapar del calor sofocante dentro de una casa sin electricidad, sin agua, sin seguridad. Un niño cuyo único delito fue estar sentado en una silla de plástico en un pasillo con sus tíos —hombres sesentones— intentando respirar, intentando vivir, intentando encontrar un resquicio de consuelo en un lugar donde incluso la comodidad se ha convertido en una amenaza.
“¿Por qué los mataron? No eran combatientes. No tenían armas. No se escondían. No eran “escudos humanos”. Ni siquiera se movían. Simplemente sentados en silencio, quizá tomando té, quizá sudando y esperando la brisa nocturna. Y entonces... un dron. Un cohete. Un destello. Un cráter. Un silencio eterno. No hay ningún “error” aquí. Ningún disparo por accidente. El dron no adivinó. Se quedó suspendido. Observó. Eligió su objetivo. Apuntó. Y dio en el blanco. Directamente”.
Genocidio en Gaza, Día 640. El genocidio israelí-estadounidense en Gaza continúa devastando a seres humanos palestinos de todas las edades. Tan solo la semana pasada, Israel obligó a decenas de miles de palestinos a huir de nuevo de sus hogares sin tener adónde ir. Impuso un bloqueo mortífero y bombardeó los hospitales que los gazatíes necesitan desesperadamente. Masacró a cientos de civiles, y mercenarios estadounidenses les dispararon cuando intentaban conseguir algo de comida. Asesinaron a médicos y a niños que ya se morían de hambre. El número de muertos desde el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio de Salud de Gaza, es de 57.012, con 134.592 heridos.
Todo ello no sólo con el respaldo, sino con el aliento y participación directos de Estados Unidos, especialmente del régimen fascista de Trump y MAGA.
Órdenes de evacuación: desplazamiento forzado, bombardeos indiscriminados
La semana pasada, Israel emitió nuevas órdenes de evacuación para la densamente poblada ciudad de Gaza, desplazando a cientos de miles de personas. Estas órdenes buscan quebrantar el espíritu y la cohesión de la sociedad palestina y desplazar por la fuerza a la población a zonas cada vez más pequeñas en el sur. Israel las ha utilizado para tomar el control de más del 80 por ciento de Gaza, convirtiendo estas áreas en zonas prohibidas para los palestinos — y zonas de fuego libre para el ejército israelí.
Según el escritor palestino Muhammad Shehada,
Las órdenes de evacuación solo sirven de pretexto para permitir que Israel arrase completamente con bombas, bombardee indiscriminadamente una zona entera sin parar. Así que mis colegas en el terreno llevan una semana diciendo que la intensidad del bombardeo israelí es la mayor que han visto en meses. Básicamente hay un ataque aéreo cada dos minutos. Hay fuego de artillería, disparos y ametralladoras incesantes, además de drones cuadricópteros israelíes que pululan por Gaza disparando a la gente al azar.
La masacre de docenas de personas en un café junto al mar
El Café y Restaurante Baqaa de la ciudad de Gaza se encuentra en la playa con vistas al mar Mediterráneo. Es un lugar aireado y uno de los pocos lugares donde los gazatíes pueden refrescarse, relajarse, tomar un café o picar algo, charlar con amigos y tener acceso a internet. El 30 de junio, este pequeño oasis de vida palestina se convirtió en un infierno de devastación y masacre cuando Israel lo bombardeó con una bomba estadounidense de 225 kilos.
Su último cuadro. Su último momento. La artista visual Frans (Amina) al-Salmi asesinada en el Café Baqaa de la ciudad de Gaza, 30 de junio de 2025. Foto: @LandPalestine IG
Niños que celebraban un cumpleaños fueron asesinados. También lo fueron el destacado artista visual Frans al-Salmi y el fotoperiodista Ismail Abu Hatab. “Los testigos describieron haber visto a un niño de cuatro años muerto, a un anciano con ambas piernas amputadas y a muchos otros con heridas graves. Las fotografías mostraban charcos de sangre y carne entre columnas de hormigón y techos destrozados”, informó The Guardian.
Ese día, asesinaron a más de 100 palestinos en toda Gaza, incluidos al menos 39 en el Café, donde otros 50 resultaron heridos1.
El asesinato selecto del cardiólogo Marwan al-Sultan, director del Hospital Indonesio de Gaza
Los crecientes ataques de Israel mataron a más de 300 palestinos —en su gran mayoría, si no todos, civiles— dentro de 48 horas, el 1 al 3 de julio. Entre los muertos, 11 en un ataque aéreo contra una escuela donde palestinos desplazados buscaban refugio, y 13 muertos en un campamento de tiendas de campaña cerca de Jan Yunis, entre ellos una pareja y sus cuatro hijos2.
Otro fue el Dr. Marwan al-Sultan, reconocido cardiólogo y director del Hospital Indonesio de Gaza. Murió tras el impacto de un misil contra el bloque de apartamentos de la ciudad de Gaza donde él y su familia se alojaban tras ser desplazados del norte de Gaza. Su esposa, hija, hermana y yerno también murieron en el ataque, según informa The Guardian .
The Guardian escribe: “Lobna, la hija sobreviviente [del Dr. al-Sultan], dijo que el ataque aéreo tuvo como objetivo específico la habitación donde se encontraba su padre. ‘Todas las habitaciones estaban bien, excepto la suya, a la que el misil dio justo en el blanco’ dijo ella. Su hijo Ahmed dijo que ‘no había otra explicación’ que la de que su padre fue atacado deliberadamente por las fuerzas armadas israelíes. También añadió que las plantas donde se alojaban su padre y su familia fueron las únicas partes del bloque alcanzadas por el ataque aéreo”.
Su asesinato no fue un caso aislado. El Dr. al-Sultan era uno de los dos únicos cardiólogos que quedaban en Gaza, y era entrevistado regularmente por medios internacionales, advirtiendo del colapso del sistema sanitario de Gaza debido a las acciones israelíes. Ahora se convierte en el 70º trabajador sanitario asesinado allí por Israel en los últimos 50 días. Según la ONU, han asesinado a más de 1400 trabajadores sanitarios en Gaza desde octubre de 2023.
En otras palabras, es muy probable que el Dr. al-Sultan fuera una víctima civil de una ejecución selecta por parte de Israel, como parte de su campaña para destruir sistemáticamente la infraestructura médica de Gaza y ejecutar a quienes denuncian sus crímenes: elementos clave de un genocidio. (Desde octubre de 2023, Israel ha asesinado al menos a 227 periodistas palestinos y ha prohibido la entrada a Gaza a todos los medios de comunicación internacionales).