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Crimen Yanqui Caso #68: La invasión yanqui de la República Dominicana de 1965

Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver "3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor").

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui

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Participaron en el levantamiento del 24 de abril un caldo complejo de fuerzas políticas. Había sectores del ejército dominicano, agrupaciones de reformadores radicales, gente bajo la influencia de la revolución cubana de 1959 así como auténticos revolucionarios que defendían a Mao y a China, un país socialista revolucionario en aquel entonces. Miles de personas antes desorganizadas y comunes se tomaron las calles en medio del levantamiento.

EL CRIMEN

El 28 de abril de 1965, Estados Unidos mandó a sus marines a invadir a la República Dominicana, un asalto que llevaba el nombre de “Operación Power Pack”. En 10 días, Estados Unidos desembarcó más de 22.000 soldados formados por la Infantería de Marina y la unidad anti-insurgente élite de la 82ª División Aerotransportada, Fuerzas Especiales, unidades de operaciones psicológicas y una flota de 41 buques para bloquear la isla. En total, 40.000 soldados estadounidenses participaron en la invasión. Además, Estados Unidos juntó entre 2.000 y 3.000 soldados de sus aliados latinoamericanos, que denominaron “Fuerza de Paz Interamericana”.

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U.S. troops in the streets of Santo Domingo, 1965.   

El 28 de abril de 1965, Estados Unidos invadió a la República Dominicana con miles de soldados para aplastar brutalmente el levantamiento armado de masas que estalló el 24 de abril.

El objetivo de la invasión estadounidense de 1965 fue aplastar brutalmente el levantamiento armado de masas que estalló el 24 de abril de 1965 en la República Dominicana. Este levantamiento nació de un golpe de estado para derrocar al dictador Donald Reid Cabral, respaldado por Estados Unidos, y restituir a su puesto a Juan Emilio Bosch, un reformador liberal elegido en 1962. Lo que comenzó como un golpe de estado se convirtió rápidamente en un levantamiento armado de decenas de miles de personas.

Durante el asalto, los cazas yanquis F-4 Phantom bombardearon puentes y otras partes de la capital, Santo Domingo y tropas estadounidenses llevaron a cabo redadas de casa en casa y dinamitaron edificios enteros en barrios residenciales. Pero, a pesar de tal salvajismo y una enorme ventaja militar, Estados Unidos tardó días en retomar a Santo Domingo y meses en derrotar a la insurgencia. Si bien empezaba a retirarse lentamente algunos de sus fuerzas militares a finales de mayo de 1965, las últimas fuerzas invasoras no salieron hasta septiembre de 1966 cuando pusieron en la presidencia a Joaquín Balaguer, un proestadounidense.

Hasta hoy no se conoce todo el alcance de las muertes y daños materiales causados por la invasión en la población dominicana, pues nunca se registró. La mayoría de las estimaciones son de 3.000 a 4.000 muertos; otros calculan que de 6.000 a 10.000 dominicanos murieron durante la invasión.

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Durante la embestida, los aviones estadounidenses bombardearon puentes y otras partes de la ciudad capital de Santo Domingo, sus soldados llevaron a cabo redadas de casa en casa y dinamitaron edificios enteros en barrios residenciales. Pero a pesar de tal salvajismo y la enorme ventaja militar, a los yanquis les costaron varios días retomar a Santo Domingo y meses para derrotar la insurgencia. Arriba, Estados Unidos monta un retén y registran a los civiles en Santo Domingo.

Hasta hoy no se conoce todo el alcance de las muertes y daños materiales causados por la invasión en la población dominicana, pues nunca se registró. La mayoría de las estimaciones son de 3.000 a 4.000 muertos; otros calculan que de 6.000 a 10.000 dominicanos murieron durante la invasión.

Después de la fase inicial de la invasión, las fuerzas armadas estadounidenses ocuparon la República Dominicana por 14 meses más, durante los cuales guiaron misiones de bombardeos y brutalmente desintegraron las manifestaciones populares.

Después de la retirada de las tropas estadounidenses, el nuevo régimen apoyado por Estados Unidos desató una oleada de terror. En la década del 1970 bajo Balaguer, se calcula que en promedio había un desaparecido cada 34 horas. Generaciones de dominicanos tuvieron que abandonar la isla y buscar refugio en otro lugar, y muchos acabaron en las entrañas de la bestia, en barrios como Washington Heights en la Ciudad de Nueva York.

El año 1965 no fue la primera ocasión en que Estados Unidos invadió a la República Dominicana, un país que consideraba una parte de sus intereses estratégicos en “su patio trasero” en todo el territorio que está al sur de la frontera entre Estados Unidos y México. Esa fue la cuarta ocasión que invadió a la República Dominicana, la primera fue en 1916 y duró hasta 1924.

LOS CRIMINALES

El presidente yanqui Lyndon B. Johnson (LBJ), quien dio las órdenes para la invasión militar y orquestó la participación de la Organización de Estados Americanos (OEA) como parte de movilizar apoyo para el asalto asesino a nivel internacional y nacional.

El embajador estadounidense en la República Dominicana, W. Tapley Bennett, Jr., quien tildó de “locura colectiva” al levantamiento y le exhortó a LBJ a que enviara tropas diciendo: “Recomiendo… una intervención armada para restaurar el orden más allá de una mera protección de vidas...”.

Las fuerzas armadas estadounidenses, con numerosos generales que personalmente comandaron el ataque y cometieron crímenes de guerra durante la invasión asesina y la posterior ocupación de 14 meses. Entre los más importantes figuraban: Bruce Palmer Jr. y Robert York, comandantes de la 18ª Cuerpo Aerotransportado y de la 82ª División Aerotransportada, respectivamente. También estuvieron presentes los generales y las fuerzas de la OEA, y las propias fuerzas armadas y los reaccionarios de la República Dominicana que participaron en la represión de la gente durante y después del levantamiento del 24 de abril.

Joaquín Balaguer, que desató una ola de violencia contra la izquierda dominicana, utilizando escuadrones de la muerte y expulsando a miles de personas del país. Entregaba la mayor parte de los minerales y el azúcar de la República Dominicana en los almacenes de las empresas de Estados Unidos. En general, creó condiciones infernales de vida y trabajo para el pueblo dominicano (por ejemplo, una tasa de desempleo de alrededor del 30%).

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LA COARTADA

El presidente yanqui Lyndon B. Johnson hizo declaraciones públicas en las ruedas de prensa de la Casa Blanca con la prensa y los medios de comunicación nacionales e internacionales, de que la invasión era necesaria “para darle protección a la vida de cientos de estadounidenses”. En junio de 1965, dijo que el propósito era de parar una situación en la que “1.500 personas inocentes fueron asesinadas y fusiladas, y decapitadas, y seis embajadas latinoamericanas fueron atacadas con armas de fuego durante un período de cuatro días antes de que entráramos”.

EL VERDADERO MOTIVO

Si bien el presidente Johnson hizo declaraciones sobre salvar la vida de estadounidenses (solo estadounidenses) y dio órdenes para la evacuación de cientos de ciudadanos estadounidenses, el verdadero motivo de Estados Unidos fue el de preservar su dominio estrangulador imperialista sobre la República Dominicana.

El comandante del Estado Mayor Conjunto estadounidense, el general Earle Wheeler, escribió en sus órdenes a Bruce Palmer sobre el propósito dual de la invasión: “Su misión anunciada es de salvar la vida de estadounidenses. Su misión no anunciada es de impedir que la República Dominicana se vuelva comunista. El presidente ha declarado que no permitirá otra Cuba — usted debe de tomar todas las medidas necesarias para cumplir con esta misión”. El presidente Johnson, hablando de la República Dominicana, le dijo en secreto a su asesor de Seguridad Nacional: “Seguro que no quiero despertar... y enterarme que Castro está a cargo”.

Washington considera que la República Dominicana, a menos de 1.600 km de Florida y a 854 km de Cuba, es parte de “su patio trasero”. Para Estados Unidos, el Caribe y América Latina han sido, históricamente, pilares de todo su ascenso como potencia global dominante en lo económico, en lo político y en lo militar. Por esa razón, el año 1965 no fue la primera ocasión en que los marines tomaron por asalto las playas de la República Dominicana, sino la cuarta. En 1916, Estados Unidos declaró ley marcial, invadió y ocupó la isla hasta 1924.

A fines de los años 1950 y en los años 1960, una ola de luchas de liberación nacional recorrieron todo el mundo, más poderosamente en Vietnam. En 1965, Estados Unidos escalaba su guerra allí y temía que pudiera “contagiar” a la República Dominicana.

Aunque las reformas prometidas por Bosch eran modestas, no cuadraban con las necesidades del imperialismo yanqui y de las fuerzas reaccionarias dominicanas en ese momento. Apenas meses después de su elección, fue derrocado con la injerencia de la CIA. Muchas fuerzas en el levantamiento del 24 de abril apoyaban al programa de Bosch, que comenzó como un intento de golpe de estado, pero rápidamente se convirtió en un levantamiento de masas.

En el levantamiento del 24 de abril participaron a un complejo caldo de fuerzas políticas. Había sectores del ejército dominicano, agrupaciones de reformadores radicales, gente bajo la influencia de la revolución cubana de 1959 así como auténticos revolucionarios que defendían a Mao y a China, un país socialista revolucionario en aquel entonces. Miles de personas antes desorganizadas y comunes se tomaron las calles en medio del levantamiento. En ese ambiente convulsionado, no estaba predeterminado quién iba a ganar el liderazgo y tomar el poder político. El desenlace estaba en el aire con diferentes posibilidades. Nada de esto era tolerable para los imperialistas estadounidenses, quienes tomaron medidas decisivas para aplastar el levantamiento y restablecer el control sobre sus intereses estratégicos imperialistas.

“Operación Power Pack” sirvió de modelo para las fuerzas armadas estadounidenses: actuar con rapidez y fuerza para defender los intereses imperialistas estadounidenses en el hemisferio occidental, como ocurrió con la invasión yanqui a Haití en 1994.

Fuentes

Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar: “República Dominicana, abril de 1965: Una poderosa revuelta popular estalla inesperadamente en el ‘patio trasero’ yanqui”, 26 de mayo de 2015.

www.revcom.us: “Abril de 1965: La invasión estadounidense a la República Dominicana y el heroísmo del pueblo dominicano”, 28 de abril de 2015

Jacobinmag.com: “LBJ’s Other War”, de Rory Fanning; 28 de abril de 2015

Wikipedia: “República Dominicana”, “Guerra Civil Dominicana

www.history.com: “U.S. Troops Land in the Dominican Republic” [Tropas estadounidenses aterrizan en la República Dominicana], 28 de abril de1965

Junot Díaz: La maravillosa vida breve de Óscar Wao; Vintage Español, 2008

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