Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver "3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor").
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui
La 15ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, una de las tres “Enmiendas de la Reconstrucción” aprobadas al final de la Guerra Civil, dice que “El derecho de los ciudadanos de Estados Unidos a votar no será negado o reducido por Estados Unidos o por ningún estado por motivo de raza, color o condición previa de servidumbre”. Esto representó una transformación radical con respecto a la ley anterior y a la costumbre muy arraigada en todo Estados Unidos. Incluso en el Norte, en vísperas de la Guerra Civil, sólo cinco estados, todos ellos en Nueva Inglaterra, permitían a los hombres negros votar.
Durante el breve período de la Reconstrucción, los negros del Sur, junto con algunos blancos, lucharon heroicamente por su derecho constitucional al voto. Eligieron a unos 1500 hombres negros para varios cargos estatales y locales en todo el país. Por primera vez, personas negras tenían escaños en el Congreso de Estados Unidos.
Desde el principio hubo una fuerte oposición. La vengativa supremacía blanca era la ideología abierta del Partido Demócrata que dominaba el Sur. Justicieros armados, muchos de ellos ex soldados confederados, estaban formando el Ku Klux Klan (o KKK), y actuaron como el brazo armado de los demócratas. Llevaron a cabo un terror asesino a través del Sur. (Antes y durante la Guerra Civil, el Partido Republicano fue el partido de las fuerzas de la clase dominante que en un grado u otro se opusieron a la esclavitud. Durante aproximadamente un decenio tras la guerra, este partido apoyó más derechos para el pueblo negro. Pero durante más de un siglo desde entonces, los republicanos, como los demócratas, han sido un partido de la supremacía blanca).
Más recientemente, los incesantes esfuerzos por suprimir los votos del pueblo negro e incitar a los blancos sobre la base de la supremacía blanca han sido un sello distintivo de las campañas republicanas desde que Richard Nixon lanzó su “Estrategia del Sur” en 1968. Lee Atwater, asesor de los presidentes Reagan y George H.W. Bush, lo describió de esta manera en una entrevista de 1981: “Comienzas en 1954 diciendo: ‘Nigger, nigger, nigger’ [palabra peyorativa y vil para una persona negra]. En 1968 ya no puedes decir ‘nigger’. Te perjudica, te sale el tiro por la culata. Así que dices cosas como uh, transporte escolar forzado, derechos de los estados y todas esas cosas.... Ahora hablas de recortar los impuestos, y todas estas cosas de las que hablas son totalmente económicas y una secuela de ellas es que perjudican a los negros más que a los blancos.... ‘Queremos recortar esto’, es mucho más abstracto que incluso lo del transporte escolar, uh, y mucho más abstracto que ‘Nigger, nigger1’”.
Hoy en día, el régimen fascista de Trump y Pence continúa con esta fea tradición estadunidense de maneras nuevas: apoyar abiertamente a los supremacistas blancos, organizar a sus secuaces fascistas para intimidar a los negros y latinos ante las urnas, y lanzar iniciativas multifacéticas, que cuestan decenas de millones de dólares, para evitar que los negros y latinos voten.
Los crímenes
Nueva Orleans, julio de 1866
En la primavera de 1866, la Legislatura Estatal de Luisiana, compuesta en su totalidad por supremacistas blancos, aprobó un conjunto de “códigos negros”, leyes diseñadas para restringirle y negársele la libertad al pueblo negro. Entre otras medidas represivas, este “código” se negaba el derecho a votar a los hombres negros. Se enfurecieron los delegados negros y algunos de los blancos de la Convención Constitucional de Luisiana, en ese entonces reunida en Nueva Orleans para redactar una nueva carta estatutaria para el estado después del fin de la esclavitud.
Mientras que los delegados, quienes en su mayoría no llevaban armas, marchaban hacia Mechanic’s Hall, el lugar de la convención, los atacó una turba fuertemente armada compuesta de ex oficiales y soldados de la Confederación, supremacistas blancos y la mayoría de los policías de Nueva Orleans, encabezada por el alcalde de la ciudad. Los delegados negros y blancos se defendieron de la turba, la que tuvo que refugiarse en el salón de Mechanic’s Hall, desde donde los delegados la expulsó. Pero entonces llegaron refuerzos con más municiones para los racistas, y la turba volvió a atacar el Mechanic’s Hall, esta vez con éxito. También arrasaron las calles alrededor de Mechanic’s Hall, matando a gente que no tenía nada que ver con la Convención. Las estimaciones del número de muertos van de 150 a 2382, 3.
Eutaw, Alabama, octubre de 1870
Durante el verano de 1870, al acercarse las elecciones de noviembre para gobernador, el terror del Ku Klux Klan se propagó con furia por la zona alrededor de Eutaw en el Cinturón Negro de Alabama. En julio lincharon al menos a cinco republicanos, cuatro negros y un blanco. Ese mismo mes, sacaron de su casa a Gilford Coleman, prominente republicano negro, unos jinetes nocturnos del Klan y mutilaron su cuerpo. En octubre, el Klan le disparó a una reunión al aire libre de unos 2.000 republicanos sin armas, en su mayoría negros, matando al menos a cuatro de los reunidos e hiriendo a muchos más. Un contingente de tropas federales no hizo nada para intervenir. En las elecciones del noviembre, la mayoría de los negros de la zona se quedó lejos de las urnas, y ganó el candidato abiertamente supremacista blanco. Los funcionarios de Alabama no tomaron ninguna medida contra los asesinos, y aunque un gran jurado federal presentó cargos contra 20 personas, nunca fueron condenadas4.
Colfax, Luisiana, 1873
El 13 de abril, domingo de Pascua, más de 300 hombres blancos fuertemente armados, en su mayoría ex oficiales y soldados del Ejército Confederado, dispararon, apuñalaron, quemaron y mutilaron a un grupo de negros que buscaba refugio dentro de un juzgado. Los racistas blancos asesinaron al menos 150 personas en lo que el historiador Eric Foner describió como “el caso más sangriento de carnicería racial en la era de la Reconstrucción”5. El terror se produjo en medio de unas elecciones muy disputadas y formaba parte de una campaña para impedir que los negros votaran y para institucionalizar la supremacía blanca en todos los niveles del gobierno de los estados y las parroquias (los condados).
Ninguno de los asesinos, que estaban muy conocidos en la zona, fue juzgado en un tribunal estatal. El Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló las condenas de los tres asesinos que sí habían sido procesados por violar los derechos civiles de las personas a las que habían matado. El Tribunal dictaminó que la ley federal no puede proteger a los negros de las violaciones de sus derechos civiles (¡o de los asesinatos en masa!) a manos de las turbas — sólo de las violaciones de esos derechos por parte de los organismos gubernamentales. Esto abrió la puerta a una desenfrenada e impune campaña de linchamientos que se propagó por todo el Sur durante los siguientes 80 años. ¡132 años más tarde, en 2005, el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución que expresaba su “remordimiento” por no haber actuado nunca para proscribir el linchamiento!6, 7
Hamburg y Ellenton, Carolina del Sur, 1876
Al acercarse otras elecciones para gobernador, un grupo de granjeros blancos acudió a los tribunales para quejarse de que su paso por una carretera había sido bloqueado por una milicia negra. Unos 100 blancos armados llegaron al tribunal en la fecha de la audiencia, abrieron fuego y mataron a cuatro negros. Durante el mismo período, un reinado de asesinato y violencia del Klan se propagó por el centro de Carolina del Sur, aterrorizando a los negros en las reuniones políticas y religiosas. Si bien murieron unos asaltantes blancos en estas redadas, se calcula que entre 30 y más de 100 negros fueron asesinados, entre ellos Simon Coker, un prominente legislador negro del estado. Un líder de los ataques racistas tanto en Hamburgo como en Ellenton fue Ben Tillman, un supremacista blanco de toda la vida que luego llegó a ser fundador de la Universidad de Clemson, gobernador de Carolina del Sur y senador de Estados Unidos. En el Senado Tillman defendió el linchamiento y se jactó de su participación en el asesinato de negros y la consolidación de la supremacía blanca en Carolina del Sur8.
Wilmington, Carolina del Norte, 1898
Wilmington era en ese momento la ciudad más grande de Carolina del Norte. La mayoría de su población era negra. Los negros eran prominentes en el liderazgo político y empresarial de la ciudad, mientras que los demócratas supremacistas blancos dominaban en el estado. La presencia de un liderazgo mayoritariamente negro en la ciudad era intolerable para estos racistas, que habían proclamado, “Carolina del Norte es un estado de HOMBRES BLANCOS y los HOMBRES BLANCOS lo gobernarán…”. A principios de noviembre, un “mitin para el hombre blanco” en Wilmington atrajo a más de 1.000 personas armadas. Alrededor del mismo tiempo, los negocios locales se negaron a vender armas o municiones a los negros de Wilmington.
El 10 de noviembre, con el pretexto de que un editorial de un periódico de propiedad negra había insultado a las mujeres blancas, un ex oficial confederado rico encabezó una turba de 400 blancos que irrumpieron en el centro de Wilmington. Incendiaron negocios de negros, rompieron ventanas y mataron al menos a 14 personas. Se estima que unos 2.000 negros se vieron obligados a huir de la ciudad. Remplazaron a las autoridades negras en el gobierno local por blancas, y el líder de la turba se convirtió en alcalde9, 10.
Ocoee, Florida, 1920
Durante el verano y principios del otoño de 1920, varios negros que trabajaba con el Partido Republicano formaron parte de una campaña para registrar votantes para las próximas elecciones presidenciales. Esta fue las primeras elecciones estadounidenses en la que las mujeres podían votar, y el núcleo de activistas hizo un esfuerzo especial para registrar a las mujeres negras. Querían contribuir a romper el dominio que el Klan y el Partido Demócrata, abiertamente supremacista blanco, tenían en Florida Central.
Pero se encontraron con la feroz oposición de la arraigada estructura de poder blanca. El Proyecto de Historia de Florida escribió que el día antes de las elecciones, “... con túnicas y cruces, el Klan desfiló por las calles de las dos comunidades negras de Ocoee hasta bien entrada la noche. Con megáfonos advirtieron que ‘no se permitirá que ni un solo negro vote’ y que si algunos de ellos se atrevieran a hacerlo habría graves consecuencias”. Poco después de que Moisés Norman, un hombre negro, intentó votar, cientos de veteranos blancos de la Primera Guerra Mundial de todo el condado se aglomeraron en Ocoee. Incendiaron casi todos los edificios del norte de Ocoee, donde vivía la mayoría de los negros. Muchos residentes negros se resistieron, pero fueron superados en número y armamento. La turba racista asesinó a hasta 60 o 70 personas, y expulsaron de la ciudad a cientos de otras. La turba cayó sobre la casa de July Perry, amigo de Norman, cuando se enteraron de que Norman había huido allí. Perry, y posiblemente otras personas, se defendieron desde el interior de la casa, matando a dos de la turba e hiriendo al jefe de policía de Ocoee.
La turba de linchamiento huyó, pero volvió con una caravana de 50 coches llenos de hombres del Klan, quienes abrumaron a July Perry. Brutalizaron a Perry y lo llevaron a la cárcel de la ciudad. Más tarde esa noche, con la cooperación del sheriff, la turba lo sacó de la celda, lo encadenó a un coche y lo arrastró por la ciudad antes de ahorcarlo y dispararle. Dejaron su cuerpo allí, con un cartel que decía: “Esto es lo que hacemos a los niggers que intentan votar”.
Ya en 1959, estaba fijado en los límites urbanos de Ocoee un cartel que anunciaba, “Los perros y los negros no son bienvenidos”11, 12.
La Era de Derechos Civiles
Los “códigos negros” promulgados a finales del siglo XIX y confirmados repetidamente por el Tribunal Supremo tuvieron un impacto devastador durante los siguientes 70 años. Por ejemplo, en 1958, al comienzo del Movimiento de Derechos Civiles, el condado mayoritariamente negro de Gadsden, Florida tenía una población de 12.261 personas negras. Entre ellas, siete estaban registradas para votar. En todo el Sur se daban situaciones similares. A principios del decenio de 1960, los jóvenes y otros emprendieron valientes luchas para afrontar y superar esta situación.
McComb, Misisipí, 1961
Los activistas del Comité Coordinador No Violento de Estudiantes (SNCC) organizaron el registro de votantes en McComb y sus alrededores en el suroeste de Misisipí. Las autoridades de Misisipí, como en otras partes del Sur, “mantuvieron un salvaje sistema de opresión, represión, represalias y restricciones legales para mantener a los negros políticamente privados del derecho a votar.... Se utilizaba la violencia brutal, a menudo mortal, y rápidas represalias económicas para disuadir a los hombres o mujeres negros que se atrevieron a intentar obtener el derecho político a votar”.
Brenda Travis, una estudiante de secundaria de 15 años de edad en McComb, recorrió las calles con los del SNCC que trabajaban por registrar votantes. También encabezó una sentada en un restaurante local que no servía a los negros. Pronto ella fue condenada a un año en la prisión juvenil del estado y fue expulsada de la escuela secundaria. El Klan, el Consejo de Ciudadanos y los blancos racistas en general reaccionaron violentamente ante los intentos de inscripción de los negros, y “jinetes nocturnos” armados con rifles y escopetas merodearon por las comunidades negras. A medida que la tensión y la violencia aumentaban a lo largo del verano, una turba atacó a dos trabajadores del SNCC en el centro de McComb y los encarceló. En las afueras de McComb, un representante del estado asesinó a plena luz del día a Herbert Lee, un hombre de la localidad que trabajaba con el SNCC. Un jurado compuesto totalmente de blancos dictaminó que el asesino actuó en “defensa propia”13, 14.
Canton, Misisipí, 1964
La Casa de la Libertad de Canton, en el norte de Misisipí, se convirtió en un centro para los estudiantes y otros que se organizaban para superar el profundamente institucionalizado sistema de segregación Jim Crow. En 1963 y 1964, un grupo llamado el Consejo de Organizaciones Federadas (COFO) lideró una campaña de registro de votantes como parte del Verano de la Libertad de Misisipí. Soportaron constantes amenazas, acoso y despidos. Durante un período de ocho meses en 1963, cuando el COFO preparó a más de 1.000 personas para registrarse para votar en el juzgado de Canton, solo 30 de ellas fueron aceptadas para registrarse. El Klan y la policía, a veces actuando juntos, atacaron repetidamente a los jóvenes. Arrestaron a muchos y los enviaron a la cárcel del condado y a la prisión de mala fama Parchman Farm en Misisipí. En mayo de 1964, el Klan bombardeó la Casa de la Libertad. En su autobiografía, Coming of Age in Mississippi [Creciendo en Misisipí], la autora Ann Moody escribió que ella y otros solían dormir en los campos de maíz detrás de la casa debido a las amenazas y ataques constantes. Afortunadamente, nadie estaba en la casa la noche en que la bombardearon.
En 1964, las personas participantes en el Verano de la Libertad y otras se unieron para formar el Partido Demócrata de Misisipí por la Libertad. Ante la oposición de los demócratas oficiales segregacionistas, y la violencia asesina que alcanzó un nivel aterrador en Misisipí ese verano, seleccionaron un grupo de 68 delegados, 64 de ellos negros, para representar a Misisipí en la Convención Nacional Demócrata en Atlantic City, Nueva Jersey. Cuando llegaron a la convención, los delegados del Partido Demócrata de Misisipí por la Libertad rechazaron un “compromiso” propuesto por el presidente demócrata Lyndon Johnson que habría permitido que dos de ellos fueran “delegados generales” (es decir, no en representación de ningún estado). Fue la delegación abiertamente supremacista y segregacionista la que representó a Misisipí en la convención15, 16.
Condado de Neshoba, Misisipí, 1964
James Chaney, Michael Schwerner y Andrew Goodman también formaron parte de la campaña de registro de votantes del Verano de la Libertad. El 21 de junio, los tres viajaron desde Meridien, Misisipí al pueblo de Longdale, donde la iglesia del Monte Sion había sido incendiado — resultó que fue el Klan el que lo hizo. Los tres hombres habían dado discursos recientemente en la iglesia e instado a los feligreses a formar una Escuela de la Libertad en ella. Los tres sabían que estaban entrando en una situación peligrosa. En Meridien, Schwerner le había dicho a la gente, “Si no estamos de vuelta para las 4 p.m., entonces empiecen a tratar de localizarnos”.
Después de salir del Monte Sion, en Filadelfia, Misisipí, la policía los arrestó por una supuesta violación de tráfico. Los mantuvo en la cárcel durante varias horas. Luego, por la noche, siguió a los tres fuera de la ciudad y alertó a una turba de linchamiento para que se unieran a ellos. Detuvieron el coche de Chaney, Schwerner y Goodman justo antes de salir del condado de Neshoba. La turba agarró a los tres hombres, les dispararon, golpearon y enterraron bajo una presa de tierra. Esa noche, un policía de Filadelfia que organizó la turba de linchamiento le dijo: “Bueno, muchachos, han hecho un buen trabajo. Han asestado un gran golpe por el hombre blanco. Misisipí puede estar orgulloso de ustedes”.
El asesinato de los tres trabajadores por los derechos civiles se convirtió en noticia en todo el país. Se inició una búsqueda masiva durante la cual encontraron los cadáveres de otros ocho hombres negros en los pantanos y bosques del condado de Neshoba, entre ellos dos estudiantes que “desaparecieron” en mayo de 1964, cuya muerte, probablemente por linchamiento, nunca habían atraído la atención nacional. Se realizó una búsqueda de casi dos meses antes de que se encontraran los cadáveres de Chaney, Schwermer y Goodman.
El estado de Misisipí se negó a procesar por asesinato a los linchadores, que incluían a miembros del Klan, la policía de Filadelfia y los sheriffs del condado de Neshoba. En un juicio federal de octubre de 1967, condenaron a siete de estos por violar los derechos civiles de los tres hombres asesinados. Ninguno de ellos cumplió más de seis años de prisión17, 18.
Selma, Alabama, 1965
En febrero, Jimmie Lee Jackson, de 27 años, participó en una manifestación por el derecho a votar de 500 personas en Marion, una ciudad cercana a Selma. La policía atacó ferozmente la marcha y cuando Jackson trató de proteger a su madre, le dispararon en el abdomen. Jimmie Lee Jackson murió ocho días después en un hospital de Selma. La primera de las famosas marchas de Selma a Montgomery se organizó tras el asesinato de Jimmie Jackson. Cientos de personas marcharon en protesta por su asesinato, y como parte del proyecto de votación de Selma. La segunda marcha, “el Domingo Sangriento”, se conmemoró en la película Selma. La policía local y la policía estatal de Alabama la atacaron violentamente al cruzar un puente sobre el río Alabama. El policía que asesinó a Jimmie Lee Jackson no fue acusado por un gran jurado local hasta 42 años después de la muerte de Jackson.
El Klan de Alabama también envió un mensaje asesino al creciente número de blancos que habían llegado a Selma para participar en las marchas. Viola Liuzzo, de 37 años, viajó desde Detroit antes de la primera marcha, y ayudó a coordinar la logística para la gente que venía a Alabama. A ella, le dispararon y asesinaron cuando regresaba a Selma después de llevar a algunas personas a un aeropuerto en Montgomery. Un agente del FBI estaba en el coche de los miembros del Klan que asesinaron a Viola Liuzzo.
James Reeb fue un ministro unitario de 38 años de edad que viajó desde Boston. Una manada de racistas los golpeó salvajemente a él y otros dos ministros cuando salían de un restaurante integrado en Selma. Reeb sufrió graves heridas en la cabeza. Tuvieron que llevarlo en coche por dos horas hasta Birmingham porque el hospital de Selma que atendía a los negros no tenía capacidad para tratar su nivel de lesiones, y el hospital de los blancos se negó a tratarlo. James Reeb murió poco después de llegar al hospital de Birmingham. No declararon a nadie culpable de su asesinato19, 20.
Los criminales
Las turbas asesinas y llenas de odio.
Los policías y oficiales locales que dirigieron estas turbas, hicieron la vista gorda durante los linchamientos, y nunca acusaron a nadie por matar a gente negra.
Los funcionarios estatales que idearon e impusieron regulaciones y leyes absurdas para impedir que los negros votaran, y los castigaron y humillaron cuando lo intentaban.
Los muchos congresistas y senadores que alentaron e incitaron a la violencia racista, y los otros que hicieron la vista gorda y nunca movieron un dedo para detenerla.
La dirigencia política de tanto el Partido Demócrata (desde la traición a la Reconstrucción en 1876) como el Republicano, incluidos todos y cada uno de los presidentes, que nunca denunciaron, ni mucho menos actuaron para detener los linchamientos y las violaciones rutinarias de los derechos supuestamente básicos.
Los tribunales y los jueces, hasta el Tribunal Supremo de Estados Unidos, que defendieron a las turbas de linchamiento al dictaminar, en esencia, que no era asunto suyo, y que se negaron a aplicar el claro lenguaje de su propia Constitución mientras el pueblo negro era prohibido votar de manera sistemática, masiva y violenta.
Todo un sistema responsable de la opresión, la represión y la negación de los derechos fundamentales del pueblo negro.
Los motivos: En sus propias palabras
Los incidentes descritos aquí —que constituyen sólo una pequeña parte de los ataques para suprimir el derecho a votar del pueblo negro en los últimos 150 años— demuestran la implacable y violenta supremacía blanca que está profundamente arraigada en todas las dimensiones de la sociedad estadounidense. Las manadas de racistas encapuchados, la policía local y los funcionarios políticos, los senadores y los funcionarios del Tribunal Suprema, todos sirven a un sistema que se beneficia de la supremacía blanca y la perpetúa.
Ben Tillman, fundador de la Universidad de Clemson, gobernador de Carolina del Sur y senador de Estados Unidos, en un discurso pronunciado ante el Senado de Estados Unidos en 1900: “Nosotros del Sur nunca hemos reconocido el derecho del negro a gobernar a los hombres blancos, y nunca lo haremos. Nunca hemos creído que él sea igual al hombre blanco, y no nos someteremos a que gratifique su lujuria por nuestras esposas e hijas sin lincharlo”21.
Theodore Bilbo, en su exitosa candidatura a senador del estado de Misisipí en 1946: “Hago un llamamiento a todos los blancos de sangre roja a que utilicen cualquier medio para mantener a los negros alejados de las urnas. Si ustedes no entienden lo que eso significa, son simplemente tontos”22.
Desde la década de 1960, los republicanos han trabajado para suprimir los votos de los negros. El lenguaje que usan ha sido codificado (vea las palabras del estratega republicano Lee Atwater al principio de este artículo), pero es igual de vil y amenazador que el de los archisegregacionistas del pasado en Estados Unidos.
Justin Clark, un alto funcionario de la campaña de reelección de Trump, a principios de este año habló sobre la supresión de los votos de los negros: “Empecemos a proteger a nuestros votantes. Sabemos dónde están.... Empecemos a jugar a la ofensiva un poco. Eso es lo que se verá en 2020. Va a ser un programa mucho más grande, un programa mucho más agresivo, un programa mucho mejor financiado”23. (Énfasis añadido)
Donald Trump a finales de marzo de 2020, refiriéndose a los esfuerzos por eliminar las barreras al voto las que afectan de manera desproporcionada a los negros y los latinos: “Las cosas que tenían allí eran una locura. Tenían cosas, niveles de votación, que si alguna vez hubieras aceptado, nunca más volverías a tener a un republicano elegido en este país”24.
LOS REINCIDENTES
Cuando las protestas y los trastornos ardían a través de Estados Unidos a mediados del decenio de 1960, y las graves injusticias de la brutal opresión del pueblo negro en “la tierra de la libertad” se transmitían a través del globo por los medios de comunicación, el Congreso aprobó y el presidente Johnson firmó en 1965 la Ley del Derecho a votar. Su objetivo era eliminar las barreras del “código negro” al derecho a votar del pueblo negro. Muchos más negros comenzaron a votar y el número de funcionarios negros elegidos aumentó considerablemente.
Vea la segunda parte de Crimen Yanqui Caso #11, que se publicará pronto, para los ataques contra el derecho a votar del pueblo negro desde entonces.
1. Lee Atwater’s Infamous 1981 Interview on the Southern Strategy, Rick Perlstein, The Nation, 13/11/12. [volver]
2. New Orleans Massacre (1866), https://www.blackpast.org/african-american-history/new-orleans-massacre-1866/ [volver]
3. An Absolute Massacre: The New Orleans Race Riot of July 30, 1866, LSU Press, 2001, James G. Hollandsworth, Jr. [volver]
4. The Eutaw Riot of 1870, Black Then https://blackthen.com/the-eutaw-riot-of-1870/. [volver]
5. The 1873 Colfax Massacre Crippled the Reconstruction Era, Danny Lewis, Smithsonian Magazine, 13/4/16. [volver]
6. Eric Foner, Reconstruction: America’s Unfinished Revolution, 1863-1877, Harper Collins, 2011. [volver]
7. Crimen Yanqui — Caso #71: La masacre de Colfax de 1873… y como la Corte Suprema aprobó el terror racista, revcom.us. [volver]
8. The Zinn Education Project, https://www.zinnedproject.org/news/tdih/hamburg-massacre/. [volver]
9. NCpedia, “The Wilmington Race Riot”. [volver]
10. The Ghosts of 1898: Wilmington's Race Riot and the Rise of White Supremacy, Observer Company, 2005, Timothy Tyson. [volver]
11. Ocoee on Fire, Florida History. [volver]
12. The Ocoee Massacre, The Zinn History Project. [volver]
13. Civil Rights Movement History, 1961. [volver]
14. The Mississippi Encyclopedia, Herbert Lee. [volver]
15. Canton Civil Rights Movement, The Mississippi Encyclopedia. [volver]
16. Coming of Age in Mississippi, Doubleday, 1968, Ann Moody. [volver]
17. We are Not Afraid, Macmillan, 1988, Seth Cagin, Phil Dray. [volver]
18. “Lynching of Chaney, Schwerner, and Goodman”, Mississippi Freedom Summer Notes. [volver]
19. At Canaan’s Edge: America in the King Years, 1965-69, Simon & Schuster, 2006, Taylor Branch. [volver]
20. SNCC in Alabama, Encyclopedia of Alabama. [volver]
21. American Passages, A History of the U.S., Volume 2: Since 1865, Wadsworth, 2004, Edward L. Ayers, Lewis L. Gould, David M. Oshinsky, Jean R. Soderlund. [volver]
22. One Person, No Vote: How Voter Suppression Is Destroying Our Democracy, Bloomsbury, 2018, Carol Anderson. [volver]
23. Trump Advisor Caught Discussing Aggressive Voter Suppression, Rolling Stone. [volver]
24. Trump Says Republican Could Never Be Elected Again if Voting Was Easier, The Guardian. [volver]