Leo Pargo, organizador de los revcom de Chicago, prende fuego a una bandera nacional de Estados Unidos fuera del concierto de Jason Aldean en Tinley Park, Illinois, el 9 de septiembre de 2023.
“No más chusmas de linchadores con o sin uniforme”
Hace dos noches me uní a los revcom (comunistas revolucionarios) de Chicago, Detroit y Cleveland en una protesta contra un concierto ofrecido por el trastornado cantante de música country, el fascista Jason Aldean, cuyo reciente éxito número uno “Try That in a Small Town” [Inténtelo en un pequeño pueblo] es esencialmente un llamado a chusmas de linchadores racistas y a una guerra civil.
Fue una acción bien planificada, disciplinada y decidida. Vea aquí, aquí y aquí videos de nuestra protesta, la que llegó hasta las taquillas afuera del anfiteatro Credit Union 1 en el pueblo suburbano de Tinley Park, Illinois.
Durante nuestra marcha y mitin estuvimos rodeados por un pequeño puñado de policías de Tinley Park y un grupo más grande de robo-policías antidisturbios totalmente equipados, un equipo de la Fuerza de Campo Móvil, también conocido como Equipo de Ataque de Patrulla de Aplicación de la Ley, con el sistema de alarmas de las Fuerzas de Aplicación de la Ley de Illinois (ILEAS, una contrainsurgencia nacional interjurisdiccional formada para proteger la “seguridad pública” y reprimir el disentimiento tras el 11 de septiembre de 2011).
Nuestros coros fueron bastante buenos:
El éxito country de Jason Aldean, es un montón de mierda fascista
Uno, dos, tres, cuatro, esclavitud, genocidio y guerra. Cinco, seis, siete, ocho, Estados Unidos nunca ha tenido grandeza
No más chusmas de linchadores con o sin uniforme
No más quedarse al margen mientras los tipos racistas y fascistas se preparan para una guerra civil
En cada pueblo y en cada ciudad, no puede detenernos, ¿no es una lástima?
Existe una forma completamente mejor en que el mundo podría ser: hacer que la revolución libere a la humanidad
¡Ni Trump, ni el Ku Klux Klan, ni un Estados Unidos fascista!
Salimos con unas ocho banderas nacionales de Estados Unidos, algunas de las cuales fueron rotas en el camino mientras que otras fueron quemadas dramáticamente frente al estado por los Revcom de Chicago. Tengo una parte de una bandera estadounidense triturada en mi mochila en este momento:
Naturalmente, recibimos una cantidad no pequeña de abusos con el dedo medio por parte de los trumpistas blancos que pasaron junto a nosotros con banderas de Trump y la Confederación esclavista y aquellas versiones ennegrecidas de la bandera estadounidense que simbolizan el neofascismo nacionalista blanco amerikánder enarboladas desde la parte trasera de sus camionetas. Una escuadra de motociclistas blancos rabiosos intentó ahogarnos con sus motores Harley Davidson.
(En un momento, frente a las taquillas, un aldeaniano blanco se lanzó entre los gendarmes de las ILEAS para derribarme brevemente con un tacleado al tobillo mío. Lo que a él lo hizo enojarse en particular conmigo probablemente fue algo o todo lo siguiente: yo tenía partes de la sagrada bandera nacional de él arrastradas al lado de mi zapato derecho; él no quería confirmar el punto de vista de los manifestantes atacando a un manifestante negro o mujer; mi relativa falta de masa física; el especial desprecio que él sentía por un compañero blanco mayor que estaba alineado con personas negras, latinas, gay, mujeres y comunistas que luchan contra su proyecto MAGA [Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza]. Fue un tacleado decente. Como era temporada de fútbol americano, rápidamente me levanté y me uní al grupo para escuchar cuál era la siguiente jugada).
Paul Street habla en nombre de Rechazar el Fascismo en la calle 191 Street y la avenida Oak Park antes de la marcha hacia el anfiteatro Credit Union 1
Aguantamos unos diez minutos frente al estadio de Aldean hasta que los robo-policías de las ILEAS soltaron un sonido electrónico agudo y penetrante y declararon nuestra protesta una “asamblea ilegal”. Nos amenazaron con municiones químicas y nos escoltaron fuera.
La bandera importa
La pregunta inmediata para la mayoría de las personas blancas de mediana edad y mayores, izquierdistas y liberales, que conozco es “¿por qué hacer esto?” — ello con especial énfasis en la evidente y provocadora quema de la bandera estadounidense.
Examinemos la cuestión de la bandera. El principal grupo de referencia de los comunistas es la humanidad y la “red de la vida” en general, no los estados nacionales capitalistas dedicados (por definición) al dominio de clase, la opresión multifacética, la guerra imperial y la destrucción de la ecología vulnerable. Y seamos honestos, el coro de los revcom es correcto: la “Bandera con lentejuelas de estrellas” representa la esclavitud, el genocidio y la guerra a escala masiva en formas sobre las que yo y muchos otros hemos escrito extensamente (para mi intento más reciente de capturar esa horrible historia, por favor consulte el sexto capítulo, titulado “Estados Unidos nunca ha tenido grandeza: sobre ‘el alma de esta nación’”, en mi último libro This Happened Here: Amerikaners, Neoliberals, and the Trumping of America [Esto sucedió en Estados Unidos: Amerikánderes, neoliberales y el triumpfo de Estados Unidos).
Personalmente, no detesto sólo la bandera estadounidense. Dame una bandera británica, francesa, alemana, italiana, rusa o la bandera de cualquier otra potencia capitalista e imperialista y estaré feliz de hacerla añicos o pisotearla por ti. Pero ninguna otra nación puede igualar a Estados Unidos en cuanto a agresiones imperiales racistas y asesinas en masa durante las últimas ocho décadas (vea en mi ensayo de Truthdig de 2018 “The World Will Not Mourn the End of US Hegemony” [El mundo no llorará el fin de la hegemonía estadounidense] un catálogo espeluznante al respecto). Y ninguna nación sobre la Tierra ha hecho más para llevar a la humanidad al borde de una verdadera catástrofe, incluso de una posible extinción, mediante el colapso ambiental y una guerra nuclear. Las palabras de Frederick Douglass de 1852 siguen siendo precisas en relación con el Estados Unidos de mi vida: “en el terreno de la repugnante barbarie y la desvergonzada hipocresía, Estados Unidos reina sin rival…”.
¿Qué es para el esclavo estadounidense vuestro 4 de julio? Yo contesto: un día que le revela, más que todos los otros días del año, la gruesa injusticia y crueldad de las que es la víctima constante. Para él, vuestra celebración es una farsa, vuestra declamada libertad, una profana licencia, vuestra grandeza nacional, hinchada vanidad; vuestras celebraciones, vacías y sin corazón; vuestras denuncias de tiranos, temeraria impudicia; vuestros gritos de libertad e igualdad, huecas burlas, vuestras plegarias e himnos, vuestros sermones y agradecimientos, con toda vuestra ostentación religiosa y solemnidad, son, para él, mera ampulosidad, fraude, engaño, impiedad e hipocresía, un tenue velo para cubrir crímenes que avergonzarían a una nación de salvajes. En este mismo momento, no hay una nación sobre la tierra que sea más culpable de crímenes escandalosos y sangrientos que el pueblo de este Estados Unidos.— Frederick Douglass, 1852
Gracias a un caso presentado ante la Corte Suprema de los Estados Unidos por los Revcom en 1989, la quema de la bandera estadounidense es un derecho de libertad de expresión protegido constitucionalmente. Si odias la bandera de barras y estrellas bañado en sangre como para querer quemarla en público, tienes derecho a hacerlo y puedes agradecerlo a los revcom. Un derecho constitucional que no se ejerce porque se tiene miedo de cabrear a la gente y enfrentarse a la violencia por hacerlo no es un gran derecho constitucional. Los republi-fascistas trumpianos intentan intimidar a los negros para que se alejen de las urnas de votación... ¿Por tanto, los negros estadounidenses deben sacrificar y entregar el sufragio?
Hay más que decir sobre la cuestión de la bandera. Todos estos fascistas trumpistas que enarbolan versiones ennegrecidas de la bandera estadounidense están profanando su propia bandera nacional al cambiar sus colores (para expresar su oscuro deseo de ver “la tierra de la libertad” convertida en un estado nacionalista blanco cristiano de Gilead). ¿Y qué pasa con todos los racistas que acuden a los conciertos de Aldean con banderas de la Confederación esclavista (muy apropiadamente ya que Aldean usó camisetas con la bandera de la Confederación esclavista durante sus conciertos durante muchos años)? La Confederación esclavista se separó de los Estados Unidos y libró una jodida Guerra Civil contra el resto de la nación en respuesta a la elección de Abraham Lincoln en 1860, ¡lo que los líderes del Sur vieron como una amenaza inaceptable para su amado y despiadado sistema de tortura basado en la esclavización de los negros en la pizca del algodón! La bandera de la Confederación esclavista es una descarada bandera de la virulenta Esclavitud y Traición de los supremacistas blancos. Si los fascistas tienen el derecho constitucionalmente protegido de enarbolar las “barras y estrellas” de la Confederación esclavista, pues los comunistas y otros seguramente tienen el derecho de quemar la bandera estadounidense.
Una buena razón para prender candela a esta última bandera específicamente en un concierto de Aldean es que el propio nazi tipo MAGA Aldean desafió a la gente a hacerlo. Quemar banderas estadounidenses es uno de los actos que, según “Inténtelo en un pequeño pueblo”, te pondrán en riesgo de sufrir un derramamiento de sangre mortal en una jurisdicción diminuta. El lenguaje amenazador de Aldean: “verás qué tanto logres avanzar por el camino”, antes de que algunos “tipos” racistas y fascistas que fueron “criados correctamente” y están “buscando pelea” usen su “arma del abuelo” para detenerte en seco si ejerces tu derecho a la libertad de expresión para quemar la “Gloria Dorada” [referencia a la bandera estadounidense]. (Las otras cosas contra las que la nociva melodía de Aldean advierte a la gente de los pequeños pueblos y a los visitantes ahí son “maldecir a un policía y escupirle en la cara”, “robarle el auto a una anciana” y “robar una licorería”).
¿Quemar una bandera estadounidense es una provocación? Está bien, pero adivina qué: decirles a las personas que tal vez no salgan con vida de tu ciudad si ejercen ahí mismo la Primera Enmienda establecida es aún más provocador. La primera provocación destruye un símbolo, un trozo de tela de color. La segunda provocación promete el uso criminal de la fuerza letal contra seres humanos. Al mismo tiempo, cambiar la bandera estadounidense de un antiguo símbolo rojo, blanco y azul de la “democracia” republicano-burguesa por una ennegrecida bandera de gobierno nacionalista blanco cristiano neofascista también es bastante provocador, al igual que enarbolar la bandera nacional de la traidora Confederación de los propietarios de esclavos del Sur de 1861-1865.
La brecha letal en la audacia
Dejando a un lado las cuestiones de la bandera, la razón más importante por la que protestar agresiva y valientemente contra el circo de odio discordante de Aldean es abordar la chocante brecha en la audacia entre la derecha y la “izquierda” en los Estados Unidos hoy en día: el alarmante abismo entre la audacia militante de la indómita derecha republi-fascista y la lamentable pasividad sonámbula de los moderados, liberales, progresistas y de gran parte de lo que hoy se considera una “izquierda” en Estados Unidos. Gran parte, si no la mayoría, de la mayoría no fascista estadounidense ha renunciado a una resistencia popular seria y a la revolución o no tiene idea de por qué se requiere tal resistencia y radicalismo. Las elites “liberales” del Partido Demócrata y sus adormecidos y adormilados “woke” (concienciados) seguidores expresan una fe excesiva e ingenua en las instituciones y políticas menguantes de la “democracia” electoral burguesa estadounidense tardía y el estado de derecho burgués — las instituciones y las políticas que durante mucho tiempo han proporcionado una falsa cobertura igualitaria para el dominio de clase capitalista-imperialista. Desde la primera elección de Trump y a lo largo de la presidencia tristemente aburrida, neoliberal e impopular de Joe “Dormilón” Biden, la mayoría de los estadounidenses comparativamente decentes y no fascistas se parecen a “los mejores” (personas) mencionados en el inquietante poema de 1921 de WB Yeats, “La Segunda Venida”: “Todo se desmorona; el centro no puede sostenerse: / Una mera anarquía se desata sobre el mundo, / esa oscurecida marea de sangre es liberada, / y por todas partes / La ceremonia de la inocencia es inundada; / Los mejores carecen de toda convicción, mientras los peores / rebosan de intensidad apasionada”.
Digo “se parecen” a los “mejores” de Yeats porque muchas de las “mejores” personas de Estados Unidos (más decentes y no fascistas) parecen no tanto “carecer de toda convicción” como poseer demasiada convicción que induce a la conformidad en las instituciones establecidas de la política y la ley burguesas estadounidenses de larga data. Tienen demasiada fe en el electoralismo “democrático” burgués normativo y en la ley burguesa, que en ambos casos están perdiendo su brillo a medida que “todo se desmorona” y “el centro” se desintegra. Tienen muy poca confianza y fe en la relevancia y urgencia de la acción popular de masas. Lo que nos lleva de nuevo a Frederick Douglass, quien escribió lo siguiente en los años previos a la Guerra Civil estadounidense:
“El sentimiento general de la humanidad es que un hombre que no lucha por sí mismo, cuando tiene los medios para hacerlo, no merece que otros luchen por él, y este sentimiento es justo. Pues, un hombre que no valora la libertad para sí mismo nunca la valorará para los demás ni se expondrá a ningún inconveniente para conseguirla para los demás. Un hombre así, dice el mundo, puede acostarse hasta que tenga suficiente sentido común para levantarse... Toda la historia del progreso de la libertad humana muestra que todas las concesiones hechas hasta ahora a sus augustas pretensiones han nacido de una lucha sincera... Sin lucha no hay progreso. Aquellos que profesan favorecer la libertad y, sin embargo, desprecian la agitación son hombres que quieren cosechas sin arar el suelo; quieren lluvia sin truenos ni relámpagos. Quieren el océano sin el terrible rugido de sus muchas aguas… Esta lucha puede ser moral, o puede ser física, o puede ser tanto moral como física, pero debe ser una lucha. El poder no concede nada sin una demanda. Nunca lo hizo y nunca lo hará. Entérate justo a lo que cualquier gente se someterá silenciosamente y has descubierto la medida exacta de la injusticia y el mal que se les impondrá, y estos continuarán hasta que sean resistidos con palabras o golpes, o con ambos. Los límites de los tiranos están determinados por la tolerancia de los oprimidos”.
Lamentablemente, en la coyuntura actual, hay más personas en la derecha fascista blanca que poseen un espíritu de lucha audaz. Su militancia y audacia están insidiosamente contaminadas por un racismo virulento, un hipernacionalismo palingenésico, un fundamentalismo religioso, un patriarcado maligno, un chovinismo anti-LGBT y un feo nativismo. Su disposición a luchar está alineada con un proyecto revanchista y potencialmente genocida con el propósito de establecer un gobierno autoritario de hombre fuerte y consolidar el estado de la fuerza sobre el bien y el gobierno de los hombres sobre el estado de derecho — todo ello dentro de un marco de supremacismo blanco, patriarcado militante, nacionalismo ferviente, gobierno de clase con botas militares y ecocidio-ecofascismo letal.
Esta terrible brecha en la audacia y en la lucha necesita cambiarse desesperadamente. Se debe respeto a los revcom por haber dado un paso al frente para llenar el vacío progresista y radical y por su audaz comprensión, propuesta por el líder comunista revolucionario Bob Avakian, de que matar a la bestia fascista amerikánder —al feo animal que se ceba de la gran “tríada” estadounidense de supremacía blanca, supremacía masculina y supremacía estadounidense—, requiere una confrontación revolucionaria con todo el maldito sistema capitalista-imperialista, de arriba a abajo. Ese sistema crea una amenaza fascista global que encuentra suelo fértil y mortífero en el principal estado imperialista y ecocida del mundo, el país más peligroso sobre la Tierra: Estados Unidos.
Ponte al frente para apagar a este imbécil mortalmente fascista mortal tipo MAGA
Hay que interrumpir el actual sonambulismo liderado por la izquierda liberal y el Partido Demócrata hacia la consolidación fascista amerikánder, actualmente programado para 2024-2025. Consideremos nuestra protesta de hace dos noches como nuestra más reciente llamada de atención con cinco alarmas. Que lo que hicimos la otra noche en Tinley Park sea simplemente la primera gran protesta contra Aldean. Vea aquí las venideras fechas de los conciertos de este imbécil multimillonario trastornado Jason Aldean. Hay que ver a este imbécil tipo MAGA musicalmente mediocre como una gran diana que exige protestas y resistencia antifascistas de masas. No dejes que su show de mierda neoconfederado pase por tu comunidad sin una resistencia popular audaz en gran escala. Comunícate y únete con los revcom para llevar a cabo acciones más grandes en adelante. Permitir que este nazi tipo MAGA, racista y trumpista desde hace mucho tiempo, se salga con la suya con este desfile de odio supremacista blanco —una parte significativa de la ofensiva fascista amerikánder multifacética (mucho peor que la misma vieja cultura de guerra)— sería un gran error.
Algunas palabras finales de los propios revcom:
‘Luego salió la policía y amenazó con arrestarnos por “alarmar y perturbar a otros”. Si perturbamos a estos fanáticos de Jason Aldean y a estos agentes de policía, ¡QUÉ BIEN! Lo que es alarmante y perturbador es que un himno de una chusma de linchadores (“Inténtelo en un pequeño pueblo”) sobre el asesinato de manifestantes y personas que pisotean la bandera de Estados Unidos llegó a lo más alto de las listas este verano. La gente necesita despertar ante lo que está pasando, hacer frente a estos fascistas y organizarse para una revolución que elimine todo el sistema que los engendró… Es bueno que un grupo diverso de personas haya emprendido esta acción contra este show de mierda fascista. Estos nazis MAGA ya están asesinando a personas en las calles, desde Jacksonville hasta “pequeños pueblos” en California. Los de arriba están triturando los derechos básicos. Y lo peor está por llegar. No podemos permitir que estos monstruos establezcan los términos, ni que los establezcan los demócratas y los liberales cobardes que tratan de aferrarse a las “normas” de este sistema opresivo. Los revcom necesitan pasar al frente de la lucha contra el fascismo, impactar a toda la sociedad y acumular la fuerza para liderar a millones de personas a derrocar el sistema entero y reemplazarlo por algo mucho mejor. Este fue únicamente el comienzo de lo que se necesita… Y a Jason Aldean: esta no será la última bandera que quememos en su concierto. Como dicen nuestros Puntos de Atención para la Revolución: “Nosotros luchamos por un mundo sin fronteras, y por la igualdad entre diferentes pueblos, culturas e idiomas”. ¡No estamos luchando simplemente por “lo nuestro”, sino por hacer una revolución real para emancipar a toda la humanidad!... ¡HAGA UN DONATIVO para apoyar este esfuerzo! ¿Puede contribuir con $70? Ese era el precio de la entrada más económica para el show de Jason Aldean’.
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