La policía de Boston arresta a manifestantes contra el genocidio israelí en Gaza, 7 de octubre de 2025. Foto: AP/Bryan Hecht/The Berkeley Beacon vía AP
Trece personas arrestadas en una protesta en Boston el 7 de octubre contra el genocidio israelí en Gaza, respaldado por Estados Unidos, fueron acusadas de delitos mayores estatales por “promoción de la anarquía” (también conocido como “incitar a disturbios”). Podrían enfrentar hasta tres años de prisión si son declaradas culpables. Esta es una escalada indignante y grave por parte de los fiscales del condado de Suffolk, quienes inicialmente habían acusado a los manifestantes de conducta desordenada, resistencia al arresto y alteración del orden público.
La protesta del 7 de octubre en Boston formó parte de las protestas en todo el mundo que exigían el fin de las masacres y la hambruna de los palestinos por parte de Israel. Según el Berkeley Beacon, periódico estudiantil del Emerson College:
Los manifestantes se reunieron con motivo de los “Dos Años del Genocidio” en Gaza. También exigieron una Palestina libre e instaron a la gente a boicotear a las empresas asociadas con el apoyo a Israel.
La protesta, que atrajo a cientos de personas, comenzó el martes por la noche ante la estatua de “El Abrazo” en Boston Common antes de marchar por la calle Tremont, donde ocurrieron los arrestos al costado de la estación del metro de la calle Park. Se dieron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes cuando los manifestantes de Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP) comenzaron a cruzar la calle Tremont cerca de la calle Winter poco antes de las 7 p.m.
En los momentos siguientes, mientras los manifestantes encendían bengalas de humo, varios agentes de policía los detuvieron, sometiéndolos en el suelo para que pudieran esposarlos con amarres de plástico…. Un manifestante fue visto con una posible lesión en la pierna tras de que varios agentes de policía lo taclearon y se lo llevaron, mientras que en otro incidente los manifestantes daban atenciones a otro por exposición al gas pimienta.
La policía de Boston afirma que varios policías resultaron heridos durante la protesta. Algunos de los 13 manifestantes acusados de “promoción de la anarquía” enfrentan cargos adicionales, como “agresión y lesiones” contra agentes de policía. El juez impuso fianzas elevadas para algunos manifestantes, que llegaron a los 10.000 dólares, incluso más altas que las solicitadas por la fiscalía.
Un atentado a los derechos constitucionales
El fiscal de distrito justificó la adición de los cargos por el delito grave de “anarquía” alegando que parte del material que promovía la protesta incluía “imágenes y retórica violentas”, como la imagen de una patrulla de policía en llamas en un volante posteado en Instagram. Las verdaderas circunstancias detrás de este volante y otras supuestas “pruebas” de la fiscalía no están claras. Sin embargo, como señaló un informe de la emisora radiofónica pública de Boston, WGBH, los acontecimientos en este caso plantean serias preocupaciones sobre la Primera Enmienda, dado que la fiscalía está utilizando el discurso político como excusa para amontonar cargos por delitos graves.
Una de las expertas jurídicas citadas en el informe de WGBH, Jessie Rossman, de la ACLU de Massachusetts, declaró:
En la ACLU no estamos enterados de todos los hechos subyacentes de los casos específicos, pero lo que sí sé es que la Constitución y la Primera Enmienda solo permiten que el gobierno penalice la libertad de expresión en circunstancias muy limitadas.
En 2021, la Corte Suprema Judicial de Massachusetts enfatizó que esta ley en particular, la que ha estado en disputa en estos casos, es una reliquia del Terror Rojo1 y solo puede aplicarse cuando la libertad de expresión cumple con los requisitos para ser considerada una verdadera amenaza o incitación, lo cual es un requisito muy estricto. Cualquier intento de aplicar esta ley más allá de este alcance extremadamente limitado sería inconstitucional y motivo de gran preocupación.
Kylah Clay, abogada del Gremio Nacional de Abogados que representa a algunos de los manifestantes, declaró que la policía “agredió brutalmente a los manifestantes contra la guerra el martes por la noche, les arrebató las cámaras a los jóvenes que grababan su brutalidad y les dejó heridas que requirieron atención médica”. Clay dijo sobre los cargos por delito grave de “anarquía”: “Los cargos adicionales forman parte de un patrón de extralimitación del gobierno y la criminalización del disentimiento que va contra la defensa de Palestina en todo el país”.
Los manifestantes tenían razón al salir a las calles y luchar por la justa exigencia de poner fin a la masacre y el terror de Israel con el respaldo de Estados Unidos, contra el pueblo palestino. Necesitan apoyo, ante los ataques represivos de la policía, la fiscalía y los tribunales.