El 24 de febrero, un juez fascista cristiano en Amarillo, Texas, Matthew Kacsmaryk, tiene programado rendir un dictamen que podría eliminar el aborto médico (aborto con medicamentos) en Estados Unidos. Todos debemos tenerlo bien claro — si se ratificara este caso, en efecto prohibirá el aborto médico en todos los 50 estados, no solamente en estados donde el aborto se prohíbe actualmente. Casi 65 millones de mujeres podrían perder acceso a la píldora abortiva en caso de que dicha prohibición se convierta en ley.

El grupo antiaborto fascista cristiano “Alliance Defending Freedom” [ADF; Alianza en defensa de la libertad] (nombrado oficialmente un “grupo de odio” por el Southern Poverty Law Center) presentó una demanda a nombre de varios grupos médicos fascistas cristianos para prohibir el uso de la droga mifepristona, uno de los medicamentos usados en abortos médicos. Luego el ADF recurrió a un juez favorable (“judge shopping”), o sea, presentaron su demanda ante un juez fascista cristiano, Kacsmaryk, con la expectativa de maximizar la posibilidad de una decisión favorable. De ahí, esperan que el caso, comoquiera que se decidiera, termine en la Corte Suprema de Estados Unidos, dominada por fascistas cristianos.

Y ese “baile de tres pasitos” fascista cristiano tiene por objeto eliminar el aborto médico, y acercar Estados Unidos más a una teocracia total, un lugar que tiene de piedra angular la implacable opresión y degradación de las mujeres.

Embestida fascista cristiana

Mifepristona fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2000. Se conoce comúnmente como “la píldora abortiva”. Decenas de millones de mujeres la ha usado durante los últimos 23 años. La demanda que presentaron los fascistas en Amarillo sostiene que el gobierno federal “puso en la vía rápida” la aprobación de mifepristona en 2000 e hicieron caso omiso a reacciones adversas potenciales. Pura paja. De hecho, como concluyó un reciente estudio de parte de tres doctores: “…después de más de veinte años en el mercado estadounidense, mifepristona es una de las drogas disponibles que más se ha estudiado, y se ha comprobado que tiene un impecable perfil de sanidad — es muchas veces más segura que medicamentos comunes como la penicilina o Viagra”, y un informe de la FDA concluyó que el “aborto médico es más sano que llevar un embarazo a término o usar otros medicamentos comunes”.

Abortos médicos representan más de la mitad de todos los abortos a nivel nacional aún antes de que la Corte Suprema anulara el derecho al aborto, y “se dispararon” en estados por todo Estados Unidos después de dicha anulación. La disponibilidad, facilidad de uso y seguridad de usar mifepristona en combinación con otro medicamento han enfurecido a los fascistas cristianos determinados a eliminar el aborto legal por completo. Iniciaron varias medidas, entre ellas la demanda en Amarillo, para continuar su embestida total contra la disponibilidad de todos los abortos en todas partes de Estados Unidos. Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo rabioso antiaborto “Susan B. Anthony Pro-Life America”, le prometió a un reportero: “Todos aquellos que están traficando con estas píldoras deben estar en la cárcel por traficarlas. Eso no ha ocurrido, pero eso no significa que no ocurrirá”.

Debemos tomar muy en serio este ataque. A aquellos que pensaban que los fascistas cristianos no continuaran tras la anulación de Roe, o que los demócratas de alguna manera llegaran cabalgando al rescate, o que los estados donde el aborto sigue despenalizado no se tocaran: que esto les sirva de llamada de alerta.

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