El 1º de diciembre, la Corte Suprema conocerá Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization, en que el estado de Misisipí había solicitado específicamente que la Corte anulara sus decisiones históricas en Roe contra Wade y Planned Parenthood contra Casey, que sostienen que la Constitución estadounidense protege el derecho a hacerse un aborto antes de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero.

La ley de Misisipí restringe el aborto después de 15 semanas de embarazo sin excepciones en el caso de violación o incesto y hace que el aborto sea ilegal dos meses antes de que el feto sea viable (lo que significa que puede sobrevivir fuera del útero).

La Corte Suprema ahora tiene una mayoría de nombramientos fascistas cristianos, y los nombrados por Trump como Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, que se unen a otros como Samuel Alito, Clarence Thomas y John Roberts. Si defienden la ley antiaborto de Misisipí, el derecho constitucional al aborto será anulado, con la penalización inmediata del aborto en 24 estados que ya tienen aprobadas prohibiciones que “se activarán al instante”.

Estamos en un punto de inflexión en el que se eliminará el derecho más fundamental de una mujer a controlar sus propias decisiones reproductivas y estará bajo asedio incluso en los estados donde sigue siendo legal, por un Partido Republicano fascista que ve la prohibición del aborto como el primer paso para poner a las mujeres de nuevo en su lugar “ordenado por Dios”, con el control de la natalidad, el divorcio y los derechos civiles de las personas LGBTQ como los siguientes en sus miras teocráticas cristianas fanáticas.

El 1º de diciembre, el grupo Marcha de las Mujeres ha convocado a protestas en Washington, D.C. para rodear la Corte Suprema y fijar la línea. Si no estás cerca de Washington, D.C., participa en la organización de protestas, mítines de agravios, días de calcomanías, etc., donde te encuentras (hay materiales disponibles en línea).

Los revolucionarios deben unirse para hacer que este día sea lo más poderoso y decidido posible, llevando a esta lucha que esto es parte de una lucha general sobre qué tipo de futuro tendremos.

Bob Avakian, líder revolucionario y autor del nuevo comunismo que ha estado analizando el desarrollo de los conflictos en la cúpula de la sociedad y en todo su entorno durante los últimos 40 años, ha dicho: “No se puede concebir la resolución de todo esto salvo de la manera más radical y mediante formas extremadamente violentas. La cuestión que pende es: ¿será una resolución radical reaccionaria o una resolución radical revolucionaria, implicará reforzar las cadenas de la esclavización o hacer añicos los eslabones más decisivos de esas cadenas y abrir la posibilidad de realizar la eliminación completa de todas las formas de dicha esclavización?”

Cualquiera que se preocupe porque nos encontramos en un punto de inflexión en cuanto al sentido en que esto se resuelva, necesita dar un paso a entrar a esta revolución ahora.

La maternidad obligatoria constituye la esclavización femenina

Aborto a solicitud y sin pedir disculpas

Desencadenar la furia de las mujeres como una fuerza poderosa para la revolución