Se perfila una decisión importante en la Corte Suprema el 15 de mayo. Quizá aún no se haya oído de eso, pero hay mucho en juego por el futuro en el resultado de esa audiencia —y lo que ocurra ese día. Si la Corte dicta a favor de Trump, esto representará otro salto más hacia el fascismo total.
Sí, es así de grave.
El derecho a la ciudadanía por nacimiento y la orden de Trump
En el primer día de su mandato, Trump emitió una orden executiva que abole el “derecho a la ciudadanía por nacimiento” para toda persona nacida en Estados Unidos cuyos padres no eran “residentes legales” al momento de su nacimiento. Esto viola directamente la Constitución de Estados Unidos, cuya Enmienda XIV garantiza explícitamente la ciudadanía para toda persona nacida en Estados Unidos. Como ha señalado el líder revolucionario Bob Avakian:
Esta Enmienda no es una “política” — es parte de la propia Constitución. Cuando se adoptó esta Enmienda, justo después de la Guerra Civil, uno de sus propósitos más importantes era garantizar la ciudadanía a los antiguos esclavos; y, por su lenguaje muy claro, esta Enmienda garantiza la ciudadanía a todas las personas nacidas en Estados Unidos.
Si Trump quisiera cambiar esto legal y constitucionalmente —lo cual en sí sería una medida muy mala y reaccionaria—, podría intentarlo siguiendo los procedimientos para enmendar la Constitución que se exponen en la propia Constitución. Pero eso es precisamente el quid: Trump no reconoce límites a su dictadura fascista — ni la Constitución, y ni las leyes, ni el estado de derecho ni el debido proceso legal1. (del e-mensaje @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #115)
Lo siguiente es lo que dice en concreto esta Enmienda:
Toda persona nacida o naturalizada en Estados Unidos y sujeta a su jurisdicción, será ciudadana de Estados Unidos y del Estado en el que resida. Ningún estado hará o aplicará ley alguna que restrinja los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; ni ningún estado privará a persona alguna de su vida, su libertad o su propiedad sin el debido procedimiento legal; ni negará a nadie, dentro de su jurisdicción, la protección de las leyes en un plano de igualdad.
Este texto no contiene ninguna “excepción” que negara este derecho a los hijos de inmigrantes no ciudadanos. Estas Enmiendas fueron aprobadas inmediatamente después de la Guerra Civil, en la cual murieron 700 mil personas en la batalla titánica para abolir la esclavitud en Estados Unidos. El Congreso que cambió la Constitución lo hizo intencional y muy, muy conscientemente.
La maniobra engañosa del régimen fascista de Trump
Del e-mensaje @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #115:
Para que quede claro, como personas que tenemos la comprensión con fundamentación científica de que es este sistema del capitalismo-imperialismo el que ha engendrado este fascismo —y que todo el sistema se basa en la explotación brutal, la opresión asesina y el masivo saqueo y destrucción de personas en todas partes, así como del medio ambiente— nosotros los revcom (comunistas revolucionarios) también reconocemos claramente que la Constitución de los Estados Unidos establece la base legal para el gobierno de este sistema, al tiempo que otorga ciertos derechos dentro del marco de este sistema. [Siga leyendo]
Inmediatamente después de que Trump emitió esta orden, los fiscales generales en varios estados presentaron mociones jurídicas para impedir que la administración la pusiera en práctica, fundamentadas precisamente en la inconstitucionalidad flagrante del intento de privarles de sus derechos a grupos enteros de personas. Estos amparos judiciales, por provenir de cortes distritales federales, cubren al país entero.
Esto es un poco complicado, pero importante de entender. Si bien la decisión de la Corte Suprema en este caso particular no abordará directamente la cuestión de si la orden executiva de Trump es legal en sí, lo que el régimen de Trump sí está solicitando es que la Corte permita que su orden ejecutiva se convierta en ley en aquellos distritos donde no se instituyeron amparos judiciales — lo que de hecho significa en la mayor parte de Estados Unidos. En otras palabras, el régimen, en esta solicitud particular, no impugna la orden para aquellos distritos que dictaron amparos judiciales en su contra, sino que argumenta que la Corte Suprema ya no deba reconocer el derecho de estas cortes federales de dictar amparos que afecten al país entero. Más bien, el régimen argumenta que en las regiones en las cuales no se ha dictado ningún amparo en su contra, esta orden falaz, antiinmigrante y completamente inconstitucional deba entrar en vigor inmediatamente mientras se siga tramitado el caso en su conjunto en las cortes para una decisión definitiva.
Si la Corte decidiera a favor de Trump, eso muy posiblemente podría implicar —según sea el lenguaje exacto de la decisión— que la mayoría de los estados les retiraría la ciudadanía a aquellos que nacieron después del 19 de febrero del año en curso. Tal decisión también podría implicar que Trump podría emitir una orden executiva contra cualquier derecho o todos los derechos que la Constitución garantiza ahora, y siempre y cuando un distrito no la impugne, se convertiría en ley en ese distrito. Esto sentaría un precedente extremadamente peligroso. Imagínese — si una orden executive semejante se aplicara al derecho a la libertad de expresión en la Primera Enmienda, ¿y de repente se les privara de la protección de la Primera Enmienda a todas las personas menos aquellas que viven en el norte de California, Nueva York y Detroit?
Una fea historia
Esta estrategia —al utilizar lo que pareciera una moción “meramente procesal” para sentar las bases para revocar por completo lo que habían sido derechos Constitucionales decididos a nivel federal— se utilizó hace tan solo tres años, en torno al derecho al aborto. El diario digital Law Dork así lo analiza:
Recuerden que —en el otoño antes de que la Corte Suprema revocara Roe contra Wade— [la Corte Suprema] permitió que entrara en vigor S.B. 8 de Texas [el Proyecto de Ley del Estado de Texas], la prohibición al aborto impuesta por vigilantes justicieros, a pesar de que era claramente inconstitucional bajo Roe. En aquel caso, la opinión no firmada de la corte utilizó procedimientos para justificar su acción, al aludir a las “cuestiones procedimentales antecedentes complejas y novedosas” en torno a la ley cuyo lenguaje crea esas mismas cuestiones y subvierte el derecho al aborto.
Desafortunadamente en ese momento, demasiados grupos que se decían “pro derecho a decidir” se negaron a sonar la alarma y llamar a la gente a las calles. Las mujeres viven todos los días con el amargo resultado de esa inacción. Decían, al fin y al cabo no se trata de la propia decisión Roe. Pero esa pasividad transmitió un mensaje claro de que cuando sí se tratara de la propia Roe, lo que ocurrió unos pocos meses después, estas fuerzas no iban a resistir2.
Ahora lo que Trump está tratando de lograr bajita la mano sentaría un precedente aún peor que El S.B. 8 — al no solamente revocar una decisión importante de la Corte Suprema sino ¡un derecho el que es una parte integral de la Constitución! Trump intenta hacer que la Corte le faculte con la capacidad de despojar de manera arbitraria de la propia ciudadanía a las personas, ¡algo garantizado y detallado claramente en la Constitución! Esto constituye un ataque tanto al propio estado de derecho como a los inmigrantes. Bob Avakian expone las implicaciones en el mismo e-mensaje antecitado:
Tras detener ilegalmente a inmigrantes legales que no han sido condenados por ningún delito, tras negarles el debido proceso y tras enviarlos a una prisión-cámara de tortura en El Salvador, Trump ha amenazado abiertamente con hacer lo mismo con los ciudadanos de Estados Unidos. Si se permite que este régimen de Trump permanezca en el poder, nadie estará a salvo de su dominio fascista: quienquiera que Trump considere un “enemigo” estará en la mira, sin protección de la ley; las personas negras y otra gente de color, los inmigrantes, las mujeres, las personas LGBT y otras personas que Trump considera “inferiores” e “indignas” estarán sometidos a la discriminación, opresión, persecución, brutalidad y asesinato, sin siquiera ninguna pretensión de igualdad bajo la ley, ni igualdad ni derechos en ningún sentido.
Por estas razones, hace falta que las personas apoyen el llamamiento de Rechazar el Fascismo a manifestarse en frente de la propia Corte Suprema el día de la audiencia, el 15 de mayo a las 9 a.m. — y en la medida de lo posible, que las personas en diferentes partes del país deban conectarse con otras y preparar acciones para ese día, recalcando la consigna “¡Que se largue el régimen fascista de Trump YA!”, explicando lo mucho que está en juego y reclutando a las personas a la causa, y enfatizando la necesidad de un importante brote de protesta el 17 de mayo también.
¡EN NOMBRE DE LA HUMANIDAD, NOS NEGAMOS A ACEPTAR UN ESTADOS UNIDOS FASCISTA! ¡QUE SE LARGUE EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP YA!