En una entrevista en el programa de Howard Stern hace unas semanas, la música Billie Eilish hizo algunos comentarios importantes sobre la pornografía:

“Como mujer, creo que la pornografía es una desgracia... Para ser sincera, solía mirar mucho porno. Comencé a mirar el porno cuando tenía unos 11 años... Creo que realmente me destruyó el cerebro y me siento increíblemente devastada por el hecho de haber estado expuesta a tanto porno”. Ella dijo que cuando comenzó a verlo, ella pensó que era un tipo de educación sexual, pero que enseña a las mujeres a pensar que el abuso y la degradación son supuestamente agradables durante el sexo. “Las primeras pocas veces que tuve relaciones sexuales”, dijo Eilish, “No decía no a cosas que no eran buenas. Fue porque pensé que eso era lo que tenía que atraerme”. Según seguía viéndolo, ella se metía cada vez más en la pornografía más y más violenta, que le causó pesadillas que ella sigue sufriendo actualmente. Pero ella lo denunciaba no sólo como un punto de preferencia personal, sino por el daño que hace en general: “Estoy tan enojada que el porno sea tan apreciado, y estoy tan enojada conmigo misma por haber pensado que estaba bien”, continuó. “El aspecto de las vaginas en el porno es un despropósito. No hay vaginas con esa apariencia. El cuerpo de las mujeres no tiene ese aspecto. No nos venimos así”.

Actualmente, Billie Eilish es una de las estrellas pop y artistas más conocidas e influyentes que haya en los Estados Unidos. Tiene casi 100 millones de seguidores en Instagram, es una de los artistas más jóvenes en ganar un premio Grammy y es una de los artistas más exitosos de sus tiempos. Ha escrito canciones sobre la salud mental, ha hablado en contra de Donald Trump, sobre el cambio climático y, más recientemente, sobre los ataques contra el aborto.

Estos comentarios son un soplo de aire fresco dentro de una cultura saturada de mercantilización sexual, “sacar una tajada” de la opresión de las mujeres por ser una “perra chingona” o el constante baile twerking (culear o perrear) y violencia contra las mujeres en la música hiphopera. También es una denuncia a la cultura dominante el que Eilish sea la única celebridad con su nivel de influencia que hable sobre esto.

Además, sus comentarios concentran una realidad horrenda.

Piense en una generación entera de jóvenes que crecen en una sociedad cuya humanidad resulta destrozada porque están viendo el porno. Cuya vida resulta distorsionada y manipulada debido a una cultura que lo pornifica todo. A quienes se les enseña que amar a otra persona implica abusar de ella o dejar que te abusen, que la excitación y el placer provienen de infligir o recibir dolor y dominación, al extremo de que las jóvenes se dañan a sí mismas o se suicidan porque no son lo suficientemente “bonitas” o “buenonas”. Donde su primera experiencia íntima/sexual es mortificante y la norma es que te estrangulen, te abofeteen o te escupan en medio de las relaciones sexuales. Donde se le considera algo sexualmente atractivo el “juego a la violación”, el masoquismo y tratar a alguien como un animal. Donde las mujeres son consideradas “cumdumpsters” (vaciaderos de semen). Donde amar sinceramente a alguien se considera “simp” o débil, y se cree que eres un “pimp” [“chulo”) si tu pareja o potencial pareja te despreocupa. Donde te reducen a meras partes del cuerpo y que hay que reducir la intimidad a algo humillante, deshumanizante y degradante. Donde ni siquiera sabes cómo funcionar como ser humano, donde lo único importante es qué tan “deseable” que lo seas para los hombres, donde ser un buen objeto sexual es el modelo de tu existencia y no puedes ver más allá de ello. Donde todo lo que haces se calcula por la manera en que atraerá sexualmente a un tipo; donde ves a otras mujeres como enemigas porque les gusta el mismo hombre que tú; donde tu apariencia y la ropa que llevas están siempre expuestas a comentarios y críticas; donde “superarse” o “alcanzar la cima” significa sexualizarte a ti misma; donde ser “uno de los chicos” significa joder a las mujeres y no decir nada sobre qué tan mal que está eso, o críticarlo; y donde pierdes tu humanidad en el proceso de quitarle la humanidad a las demás.

Todo esto se ve como normal y aceptable. O sea, si no lo haces, se te ve como “vainilla”, “mojigata” o se supone que tienes algún problema. En realidad, es verdaderamente intolerable tener que vivir así.

La pornografía es una industria de miles de millones de dólares que se extiende por todo el mundo y forma parte de lo que se llama la “industria global del sexo” o el “comercio mundial del sexo”. Literalmente le saca miles de millones en ganancias a la degradación sexual y la subordinación violenta de millones de mujeres jóvenes y niñas. Para comprender más a fondo los horrores de esto, lea: “La ‘industrialización’ de la explotación sexual, la globalización imperialista y el descenso al infierno” de Raymond Lotta.

Nosotros, los revcom, estamos convocando a una nueva generación de mujeres y hombres desafiantes que están asqueados y hartos de la auto-degradación, la pornografía y la deshumanización de las mujeres y la opresión de la humanidad de la que forma parte. Que tienen que enfurecerse cuando reconocen la necia idea de que “poseer” tu opresión equivale a la liberación. Que están desencadenando su furia contra esta mierda en concreto como una fuerza poderosa para la revolución, y con una fundamentación cada vez más profunda en un enfoque científico de la realidad: el enfoque científico del nuevo comunismo forjado por el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, Bob Avakian (BA). Repudiar esta cultura repugnante como parte de ir a la raíz del problema, este sistema del capitalismo-imperialismo, y barrerlo de la faz de la tierra de una vez para siempre.

El patriarcado y la supremacía masculina están entretejidos en el núcleo de este sistema, que tiene la subyugación de todas las mujeres en todas partes en sus cimientos. El patriarcado se remonta a cuando la sociedad comenzó a ser dividida en amos y esclavos... y continúa al día de hoy. Necesitamos romper todas las cadenas que mantienen este sistema en marcha y crear un mundo sin la opresión de las mujeres y sin la explotación de toda la humanidad.

La realidad es que no tenemos que vivir así. Las personas pueden encontrar sentido y humanidad tratándose unas a otras como seres humanos plenos, botando a la basura esta cultura degradante y el sistema que la permite prosperar. Encontrar sentido luchando por un mundo en el que nadie tiene que pasar por esto, luchando por un futuro libre de toda esta mierda degradante, luchando y organizándose para una revolución real para derrocar este sistema — arrancando de raíz la opresión de las mujeres como parte de poner fin a toda opresión en todas partes.

Imagínese vivir en un mundo en el que las mujeres no están constantemente exhibidas en vitrina, donde no se las ve como objetos sexuales, ni se ven a sí mismas como objetos sexuales. Donde, por citar a BA, “Las mujeres podrían caminar por la calle y mirar a todos los hombres a los ojos y no temer nada”. Donde la sociedad no entrena a los jóvenes varones en la “cultura de machos” sino en una cultura que les eleva y lucha para romper todas las cadenas. Donde en vez de meterse a ver el porno a una edad joven, la gente se mete en el arte y la cultura y las personas se tratan entre sí como iguales y camaradas, y no toleran el abuso sexual o verbal hacia las mujeres y las personas de género distinto, ni que se les trate como objetos sexuales, sino que se unen para impulsar la sociedad hacia la emancipación humana. Donde se institucionaliza la plena igualdad entre mujeres y hombres, donde la gente lucha en la sociedad para que más y más personas asuman la responsabilidad de superar todas las cadenas de la tradición y trabajen para arrancar de raíz el patriarcado y la supremacía masculina dentro del ámbito de la política, la ideología y la cultura. Donde la abolición de la opresión de las mujeres es uno de los objetivos más importantes de la sociedad del futuro y el gobierno y el estado dan mucho impulso a su abolición.

La base para cambiar radicalmente la sociedad en este sentido estriba en lo que Bob Avakian resume en “Por qué el mundo está hecho tan tremendo desastre, y lo que se puede hacer para cambiar la situación radicalmente — Un entendimiento científico básico”:

La base económica (el modo de producción) constituye los cimientos de la sociedad, los que establecen en última instancia los términos y los límites de lo que puede ocurrir en una sociedad dada; pero la superestructura es donde es posible hacer y se tiene que hacer una revolución, derrocando el poder estatal existente y el sistema de gobierno político existente, y estableciendo un poder estatal radicalmente diferente y un sistema de gobierno político radicalmente diferente, con el fin de avanzar hacia adelante para transformar la base económica, las relaciones sociales y la superestructura en su conjunto, lo que incluye las instituciones y procesos políticos, así como la cultura y la ideología.

O para decirlo en términos básicos y sencillos: En el mundo de hoy, para cambiar la sociedad en un sentido fundamental, es necesario conquistar el poder — derrocar el poder estatal existente y establecer un nuevo poder estatal.

¡Eleven su vista! Reúnase hoy y sea parte de la lucha por este futuro. Sean parte de organizarse AHORA para realmente hacer esta revolución. Para luchar para que todas las personas que odian la injusticia y aman a la humanidad se responsabilicen para arrancar de raíz la supremacía masculina en todas las esferas de la vida, para luchar para las mujeres en Estados Unidos y en todo el mundo, como parte de llegar a un mundo libre de toda explotación y opresión. Éste sí es un futuro por el que vale la pena luchar, y éste es un futuro el que es posible.

Únanse al Club Revolución, que defiende y vive según estos Puntos de Atención (POA). El PDA #2 afirma: “Nosotros luchamos por un mundo en el que TODAS las cadenas resulten rotas. Las mujeres, los hombres y las personas de género diferente son iguales y camaradas. No toleramos el abuso físico o verbal contra las mujeres ni el tratarlas como objetos sexuales, ni toleramos los insultos o ‘bromas’ sobre el género u orientación sexual de las personas”. Esto es una concentración del tipo de mundo por el que estamos luchando y del tipo de mundo que es posible, esto es un reflejo del nuevo comunismo forjado por Bob Avakian.

Si este es el tipo de mundo por el que quieres luchar, pues necesitas formar parte de esta revolución.