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FILOSOFÍA Y REVOLUCIÓN 
Segunda parte 

Continuando sobre la “teoría del reflejo” marxista, la importancia del comunismo como un enfoque científico de conocer y transformar la realidad — y refutando los ataques oportunistas en su contra por parte de los falsos “comunistas”.

En la Primera parte, abordé el principio fundamental al cual el marxismo (comunismo) afirma y aplica, de que la veracidad o falta de veracidad de algo depende de si corresponde con la realidad objetiva — de si es un reflejo correcto de ella. Refuté la errónea línea de argumentación que ataca este principio fundamental e intenta sustituir la supuesta “verdad de clase” subjetiva, en lugar de la verdad objetiva concreta.

La “teoría del reflejo” marxista también abarca el siguiente principio básico del comunismo, como un método y enfoque científico (siendo la base de la ciencia en general): la realidad existe objetivamente —independiente de lo que cualquier persona perciba o piense de ella, etc.— y la conciencia de las personas, sus pensamientos, ideas, etc., son un reflejo de la realidad material que existe objetivamente. Esto se contrapone directamente a la noción incorrecta de que sean las ideas, las teorías, etc., de las personas —o de un dios o de unos dioses— lo que crean la realidad material, o determinan lo que en los hechos es la realidad.

Por supuesto, como señalé en el mensaje número Veintiuno en las redes sociales (@BobAvakianOfficial), una de las características que definen a los seres humanos es que, “Podemos crear en nuestra imaginación todo tipo de seres, y otras cosas, que no existen en el mundo real”. Pero lo que creamos en nuestra imaginación se deriva de cosas que existen en realidad y es una variación de semejantes cosas, tal como se refleja en nuestra mente. Por ejemplo, por eso generalmente se concibe a “dios” en términos masculinos —Dios el Padre celestial (o a veces “El Señor de arriba”)— lo que es un reflejo de la realidad objetiva de la sociedad patriarcal (la dominación masculina).

En oposición al verdadero método y enfoque científico del comunismo, el argumento a favor de la “verdad de clase” incluye la noción de que algo en la naturaleza básica y la posición social de los proletarios —o de los oprimidos más en general— hace que tengan una capacidad especial de comprender la verdad sobre la necesidad y la base para una revolución emancipadora. Esta noción conduce a seguir a la cola de las masas de oprimidos, y puede conducir a algunas posiciones y acciones muy dañinas, porque en realidad lo que en una medida importante moldean la perspectiva y las inclinaciones “espontaneas” de las masas de personas, incluidos las más explotadas y oprimidos, son las relaciones básicas y el funcionamiento básico, y las ideas y modos de pensar imperantes, de este sistema del capitalismo-imperialismo bajo el cual están obligadas a vivir. En lugar de seguir a la cola de eso, se necesita una lucha aguda para conseguir que las personas rompan con estas influencias venenosas, y ganárselas a asumir el método, la perspectiva y los valores, y los objetivos de la revolución comunista que realmente representan sus intereses fundamentales. (Esta es una cuestión muy importante que abordé más a fondo en el artículo en revcom.us, La teoría comunista científica y el problema con la “línea de masas”. Y, como noté en la Primera parte, el artículo en demarcations-journal.org número 4, “Ajith — Un retrato del residuo del pasado”, de Ishak Baran y KJA, se adentra en eso más extensamente. 

Como también enfaticé en la Primera parte:

Atacar el principio del “reflejo” de la teoría marxista-comunista —que, una vez más, es la base de su método y enfoque científico— conducirá a todo tipo de problemas serios. Para enfatizar una vez más esta cuestión crucial: una vez que cualquier intento declarado de transformar el mundo se aparta de una fundamentación científica, y da expresión a inclinaciones subjetivas, se abre la puerta a serias tergiversaciones de la realidad y a actos verdaderamente terribles, incluso en nombre de fines supuestamente edificantes. ¡Y es una ironía particularmente grande, y hace mucho daño, cuando los oportunistas, que se dicen comunistas, llevan a cabo los ataques y las tergiversaciones!  

El nuevo comunismo, que he desarrollado —que pone el comunismo sobre una base aún más consecuentemente científica y cabalmente emancipadora— se opone de manera firme y fundamental a ese enfoque ruin y peligroso:

[E]l nuevo comunismo repudia cabalmente, y está decidido a arrancar de raíz en el movimiento comunista, la venenosa noción, y la práctica, de que “el fin justifica los medios”. Es un principio central del nuevo comunismo que los “medios” de este movimiento tienen que provenir de (y corresponder con) los “fines” fundamentales de abolir toda explotación y opresión mediante una revolución que se dirija sobre una base científica.