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Pasajes suplementarios

Nota de la redacción: Los siguientes pasajes de las obras de Bob Avakian (las cuales están disponibles y se pueden pedir en revcom.us) tienen relevancia con el artículo Bob Avakian sobre La locura fascista y la demencia de “los concienciados”: Otros “dos anticuados” y en general con el fenómeno de la “política de identidad”, la “concienciación”, el individualismo, el parasitismo y el chovinismo pro estadounidense.

Vea Otros pasajes suplementarios aquí.

De Breakthroughs (Abriendo Brechas): El avance histórico hecho por Marx, y el nuevo avance histórico del nuevo comunismo, Un resumen básico (en revcom.us en español, Derechos reservados © 2019, e-libro publicado en inglés, 2021).

Y aquí va Lo BAsico 4:10:

Para que la humanidad avance más allá de un estado en que “no hay razón como la del bastón” —y en que en última instancia la situación se reduce a las relaciones de poder bruto—, se requerirá, como elemento fundamental de este avance, un enfoque hacia el conocimiento de las cosas (una epistemología) que reconoce que la realidad y la verdad existen objetivamente y no cambian en conformidad con (ni dependen de) diferentes “narrativas” y cuánta “autoridad” tenga una idea (o “narrativa”) ni de cuánto poder y fuerza se pueda ejercer en nombre de cualquier idea o “narrativa” particular en cualquier momento dado. [énfasis en el original] 1

Esto también es sumamente importante — la relación entre el relativismo y “no hay razón como la del bastón” (es decir, “la ley del más fuerte”). Digamos, por ejemplo, que uno pertenece a un grupo oprimido. Tiene una narrativa sobre su propia opresión. Pero si la lucha muy justificada y justa contra esta opresión —contra el asesinato policial de los negros, los latinos y los indígenas, por ejemplo— se reduce a una cuestión de narrativas, a una cuestión que constituye una concepción subjetiva del mundo (“Nosotros sabemos lo que esto significa, sabemos cuáles son sus causas y sabemos qué hacer al respecto porque lo vivimos, como parte de nuestra identidad de grupo particular”) — si eso es la epistemología que uno expresa, bueno pues, ¿qué pasa al enfrentar a un grupo más poderoso que el suyo? Como la policía — ellos también tienen su epistemología y su narrativa: “Todos ustedes son una bola de animales, tenemos que controlarlos, y si nos provocan de cualquier forma, tenemos el derecho de matarlos”. Esa es su narrativa. Se ha consagrado este racismo en las leyes de esta sociedad y su dictadura burguesa. ¿Qué quiero decir con eso? Pues, ¿qué dice la ley en la mayoría de los estados? Si un policía tiene “un temor razonable” de que sufra daño propio o ajeno, tendrá derecho de usar la fuerza, incluso la fuerza letal. Bueno pues, el racismo está consagrado y codificado en esto, porque casi todos los policías consideran al pueblo negro, en particular a los jóvenes negros varones (no solo ellos, pero en particular a los jóvenes negros varones) como una amenaza, como un peligro. Así que la justificación que expresa la policía por matar a los negros está consagrada en la propia ley, ellos han codificado el racismo en la ley. Esa es su narrativa — y su narrativa cuenta con el aval del estado, y por eso casi nunca les presentan acusaciones, ni mucho menos los condenan, por estos asesinatos, una y otra y otra vez.

Y además, las fuerzas armadas de este sistema también tienen una narrativa, de que son una fuerza para el bien del mundo, y que necesitan ejercer esta fuerza para imponer el orden para el bien mayor. Y tienen su poderío militar para avalar esa narrativa. Así que, si lo único que existe son muchas narrativas, pues, en última instancia va a prevalecer quien cuenta con más poder en apoyo a su narrativa.

Esto va a algo que dijo Mao, en “Contra el liberalismo”, lo que es importante en sí y también es de una aplicación importante aquí. Mao dijo que darse ínfulas para amedrentar a la gente es una táctica muy común entre ciertas personas. Al enfrentarse al enemigo, señaló, esta táctica es absolutamente inútil, y entre las personas es muy nociva. Piensen en esto: Si uno se mueve en estos círculos estrechos en que el pan de cada día sea la política de identidad, quizás pueda lograr convencer al insistir en su narrativa sobre las demás. Pero en el mundo más amplio, y en particular frente al enemigo, la clase dominante, a ellos no les vale ni un bledo la narrativa que uno tenga, no les vale ni un comino la identidad que uno tenga. Tienen sus propios intereses y tienen mucho poderío detrás de sus intereses, y frente a eso, es absolutamente inútil, no sirve de nada darse ínfulas con su identidad. Y esto va a ocurrir mucho más con el régimen fascista el que hoy está en el poder. Desde luego, no se trata de que el fascismo surgiera y llegara al poder debido a la política de identidad y la epistemología correspondiente. Más bien, estos fascistas quieren reforzar e intensificar las relaciones opresivas que la política de identidad busca resolver de una manera tergiversada y erróneamente fundamentada, y esta política de identidad desorienta y desarma ideológicamente a la gente y la hace menos capaz de lidiar con esto. Esta política de identidad, y en particular los alardes que con tanta frecuencia la acompañan, únicamente será “útil” entre las personas que se dejarán intimidar por esto, y de hecho tal intimidación hace mucho daño. Eso es lo que Mao quería decir cuando dijo que esto es muy perjudicial entre las personas. Intimidar a la gente en lugar de ganársela a una comprensión científica de la realidad, y a lo que hay que hacer al respecto, únicamente puede perjudicar a la gente, y es absolutamente inútil frente a los que tienen el poder real.

Así que, una vez más, se concentra muchísimo en Lo BAsico 4:10 en términos de la relación entre la epistemología y el avance más allá de un estado en que no hay razón como la del bastón. Para dar una mayor ilustración de las importantes cuestiones de principios y método en consideración, déjenme citar lo siguiente de “Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología” que saca lecciones de la experiencia histórica del movimiento comunista:

Una cuestión muy importante es: “¿Realmente somos gente que tratamos de llegar a conocer la verdad, o en realidad se trata simplemente de ‘la verdad como principio organizador’?”. Lenin criticó eso filosóficamente —“la verdad como principio organizador”— y uno puede criticarlo a fin de rechazar la religión y el oportunismo los que no le son muy útiles, pero uno puede terminar por hacer lo mismo por su cuenta en otra forma….

Me refiero a una nueva síntesis — a una epistemología más cabalmente materialista. En Materialismo y empiriocriticismo, Lenin pone argumentos contra estas cosas [como la “verdad política” o “la verdad como principio organizador”], pero a veces el Lenin práctico interfirió con el Lenin filosófico. Las exigencias políticas que se imponían contribuyeron a una situación en la que Lenin tenía un aspecto de Stalin en su manera de lidiar con las contradicciones*. Hay muchos ejemplos de esto en The Furies [Las furias, un libro de Arno Mayer sobre las revoluciones francesa y rusa]. En algunos casos, los bolcheviques aplicaban una orientación medio “mafiosa” en algunas zonas, especialmente durante la guerra civil que le siguió a la revolución de octubre de 1917. En algunos casos, cuando los reaccionarios organizaban a la gente a combatir contra los bolcheviques, éstos tomaban represalias generalizadas y sin piedad. Otro ejemplo: en la guerra civil, ejecutaban a las personas no sólo por deserción del Ejército Rojo sino incluso por no combatir con ganas en la guerra civil. Aunque en ocasiones las medidas extremas sean necesarias al fragor de la guerra, por lo general eso no es la forma correcta de lidiar con esas contradicciones…. leí lo que dice Lenin al respecto y pensé: “esto no es correcto”. Aquí también vemos que todo esto encierra cuestiones de epistemología. [Bob Avakian, "Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología: Sobre conocer y cambiar el mundo", Obrero Revolucionario #1262, 19 de diciembre de 2004. Se puede descargar en revcom.us. También está en Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Insight Press, 2005).]

* Nota agregada por el autor: La referencia a “un aspecto de Stalin” es una forma abreviada de hablar del lado negativo de Stalin — en particular su tendencia, al lidiar con lo que eran contradicciones muy reales y a menudo agudas, a apoyarse en la represión estatal, incluida la pena capital, en lugar de la lucha ideológica (en combinación con una insistencia en adherirse a la disciplina, y un castigo menor por infringir la disciplina, en las situaciones en las que eso era lo que se requería).

Y aquí vemos la estrecha interconexión entre la epistemología y la moralidad. La orientación y el principio de que “Todo lo que es realmente verdad es bueno para el proletariado; toda verdad nos ayuda a llegar al comunismo” no solo es sumamente importante en sí, sino que se relaciona estrechamente con el hecho de que el nuevo comunismo repudia cabalmente, y está decidido a arrancar de raíz en el movimiento comunista, la venenosa noción, y la práctica, de que “el fin justifica los medios”. Es un principio central del nuevo comunismo que los “medios” de este movimiento tienen que provenir de (y corresponder con) los “fines” fundamentales de abolir toda explotación y opresión mediante una revolución que se dirija sobre una base científica.


1. Bob Avakian, Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian (RCP Publications, 2011).  [volver]

 

 

 

De Breakthroughs (Abriendo Brechas).

El objetivo de esta revolución no es vengarse e invertir las posiciones de oprimidos y opresores (“los últimos serán los primeros, y los primeros, últimos”). Aquí es muy relevante remitirnos a una declaración de Lenin quien dijo que todos aquellos que abordan la revolución con la orientación, “Ellos tuvieron su oportunidad, ahora me toca a mí” — todos los que abordan la revolución de esa manera lo hacen desde el punto de vista de la pequeña burguesía. Y no es necesario añadir que el enfoque de la pequeña burguesía no va a llevar a realizar las “4 Todas”2 y a emancipar a la humanidad. Aunque en ciertos momentos, el Lenin práctico/político interfirió con el Lenin filosófico, en el sentido mencionado anteriormente, esta es una declaración muy importante de Lenin, porque lo que él llama el punto de vista de la pequeña burguesía es una poderosa influencia espontánea, incluso a las personas que no están en la pequeña burguesía. Lo vemos una y otra vez — el objetivo se convierte en venganza, se convierte en algo que es menos que transformar toda la sociedad. Se convierte en, “conseguiré lo mío si puedo, o si no puedo, al menos puedo joder a otra persona”. Eso se manifiesta de manera muy pronunciada en esta sociedad, en particular en este momento, e incluso es posible que las luchas que están lidiando con muy reales y profundas contradicciones y relaciones de opresión sean desviadas de modo que adopten ese tipo de perspectiva y enfoque debido a la poderosa influencia de la espontaneidad y las relaciones que prevalecen en esta sociedad. [Énfasis en negritas agregado]

Esto vuelve a la realidad de que incluso los movimientos que se inician poniendo en la mira a ultrajes e injusticias muy importantes, y luchando contra ellos, únicamente pueden seguir yendo en la dirección en que necesitan ir, en última instancia —y todas estas fuerzas diferentes en la sociedad que se están oponiendo a varias formas de opresión únicamente pueden unirse de una manera duradera y progresiva— sobre la base de un enfoque comunista científico y lo que éste revela como la solución a los profundos problemas que la sociedad actual encarna e impone. Nunca será posible llegar a esa solución con la perspectiva de la pequeña burguesía. Lo que hace falta es —en un sentido no reificado, en el sentido comunista— la perspectiva del proletariado, la perspectiva y el enfoque que corresponden a los intereses fundamentales del proletariado, que quiere decir reconocer que solamente es posible emancipar a cualquier sector específico de los explotados y los oprimidos emancipando a toda la humanidad.

En contraste con las motivaciones y aspiraciones estrechas y mezquinas a tener cosas como la venganza y “a mí me toca sacar una tajada”, el objetivo de la revolución comunista es, como se enfatiza en EL NUEVO COMUNISMO,3 “llegar a un mundo diferente donde todos estos horrores para las masas populares ya no sucedan”. El objetivo es emancipar a la humanidad — abolir toda explotación y opresión, y los antagonismos correspondientes entre los seres humanos, y remover el suelo del cual surjan, con la realización del comunismo, en todo el mundo.


2. Las "4 Todas" se refiere a la declaración de Marx de que la revolución comunista tiene el objetivo de la abolición de todas las diferencias de clase, de todas las relaciones de producción en que estas descansan, de todas las relaciones sociales que acompañan esas relaciones de producción y la revolucionarización de todas las ideas que brotan de esas relaciones sociales. [volver]

3. Bob Avakian, EL NUEVO COMUNISMO, La ciencia, la estrategia, la dirección para una revolución real y una sociedad radicalmente nueva (Editorial Aurora Roja, 2018). Distribuido en Estados Unidos por RCP Publications y revcom.us.  [volver]

 

 

De Breakthroughs (Abriendo Brechas).

La clase dominante repetidamente pretende oponer unos sectores de la población a otros y, a diferencia de las ilusiones de la “interseccionalidad”, la clase dominante cuenta con muchas formas poderosas de hacerlo si no actuamos según el punto de vista de la emancipación de la humanidad en su conjunto.

Hay toda una historia de oponer unos sectores de la población a otros. Está el ejemplo atroz de los Soldados Búfalo después de la Guerra Civil —los soldados negros que combatieron para reprimir y matar a los indígenas y robar sus tierras— mientras que en la Guerra Civil, entre los diferentes pueblos indígenas, algunos de ellos se aliaron con la Unión del Norte, mientras que otros se aliaron con la Confederación del Sur, sobre la base de una estrecha percepción de sus intereses inmediatos. Únicamente con el punto de vista del comunismo será posible unificar a las masas de personas para superar toda manifestación de opresión y realizar las “4 Todas”. [énfasis en cursivas agregado.]

 

 

De Esperanza para la humanidad sobre una base científica: Romper con el individualismo, el parasitismo y el chovinismo pro estadounidense, 2019.

El individualismo virulento y el individualismo ajeno

Estas son dos amplias categorías del individualismo, que tienen algunas características particulares diferentes pero que también tienen en común la concentración básica en el yo y la fascinación con el yo. El individualismo virulento es una variación extremadamente venenosa de esto. En lo básico, se refiere a la idea de que “Estoy tratando de conseguir todo lo que pueda para mí y que se jodan los demás. Y si tengo que pisotear a los demás para conseguir lo que quiero, pues, así es la vida y lo voy a hacer de la mejor manera que pueda, para que pueda conseguir todo lo que quiero — lo quiero todo y lo quiero ahora”.

El individualismo ajeno es el individualismo que quizá no tenga esas características agresivas particulares y quizá ni siquiera tenga una actitud conscientemente hostil hacia otras personas en general, pero que supone ir por la vida persiguiendo los intereses, aspiraciones o “sueños” personales, sin prestar atención a las cosas más grandes que se están dado en el mundo y al efecto de eso en las masas de personas en todo el mundo y, de hecho, en el futuro de la humanidad.

Así que existen estos diferentes tipos, o dos tipos generales, del individualismo (con muchas gradaciones, claro está). Pero, ¿cuál es su elemento unificador? Yo. El yo. Como señalé en el Diálogo con Cornel West4 en 2014, la “selfie” es una representación icónica perfecta de todo este panorama y toda esta cultura. No es que cada “selfie” sea en sí mala, por supuesto. Pero hay toda una cultura a su alrededor, incluso hasta el extremo de que las personas van a un lugar hermoso en la naturaleza y ¿con qué se ocupan? Con tomar una “selfie” de sí mismas en lugar de apreciar (y sí, tomar fotografías de) la inmensa belleza que se extiende ante sí mismas. Lo importante, con esta perspectiva, es: “Aquí estoy, mírame”. Es el etos de “mírame, mírame, mírame” que predomina tanto en ambas formas del individualismo, incluso en la forma que no es conscientemente virulenta pero que, no obstante, es llamativamente ajena.

Quizá el individualismo ajeno parezca más benigno (o, en términos simples, menos “nefando”) pero, no obstante, se caracteriza por ser imperdonablemente ignorante de lo que está pasando en el mundo más amplio, o por conscientemente elegir ignorar lo que está pasando en el mundo más amplio, más allá del yo (y más allá del estrecho círculo alrededor de uno mismo), y las consecuencias de esto para las masas de personas en el mundo, y en última instancia para toda la humanidad — o por prestar atención a esto únicamente en la medida en que afecte a uno mismo en términos inmediatos y limitados.

Ahora, déjenme decir con mucha claridad: hay personas en el mundo, hay masas de personas en el mundo, cuya vida es tan caótica y cuyo sufrimiento es tan terrible que les cueste mucho trabajo explorar, y mucho menos conocer, buena parte de lo que está pasando en el mundo. No me refiero a aquellas personas a las que el funcionamiento de este sistema pulveriza y somete a tanto horror que, por sí solas, realmente estén privadas incluso de la oportunidad de conocer y explorar el mundo más amplio. Me refiero a las personas que tienen todas las oportunidades para hacerlo, pero, o tengan una mentalidad maligna (o virulenta), o de una manera más “benigna” pero, no obstante, ajena, eligen no prestar atención a estas cosas. No me opongo necesariamente a que la gente vea algunos videos o YouTubes de gatos que tocan el violín (y cosas similares en el Internet), pero si una persona está obsesionada con ese tipo de cosas —ni hablar de que su obsesión sea referirse con bajezas y rebajar a otras personas en el Internet— pues, obviamente, eso es algo por lo que cualquier persona digna debería estar muy preocupada y a lo que debería oponerse fuertemente y contra lo que debería luchar fuertemente.


4. REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión, Un diálogo entre CORNEL WEST y BOB AVAKIAN (2015). La película del diálogo de noviembre 2014 en inglés está disponible en revcom.us/avakian-es/ba-obras-importantes-es.html. [volver]

 

 

De Esperanza para la humanidad sobre una base científica.

El parasitismo, el chovinismo pro estadounidense y el individualismo

Es interesante que, en un artículo sobre la privacidad y los problemas que el Internet presenta para las personas en términos de privacidad (“Just a Face in the Crowd? Not Anymore”)5, los autores del artículo, Woodrow Hartzog y Evan Selinger, se refieren a esto como una “cultura obsesionada por el estatus”, y en particular hablan de que esto es un problema en términos de si las personas van a tener privacidad porque la gente quiere usar el Internet para impulsar su estatus todo el tiempo: “Mírame haciendo esto, mírame haciendo aquello”, y así sucesivamente. Pero esta frase, creo, es muy apropiada, es una frase muy relevante y significativa: una “cultura obsesionada por el estatus”. Esto es lo que se ha fomentado continuamente mediante las grandes instituciones de esta sociedad, y es una variante particular, obviamente, del individualismo generalizado, tanto virulento como ajeno.

Y esto va de la mano con el acoplamiento del individualismo con la mercantilización, un fenómeno cuya esencia se capta muy bien en la promoción incesante, la promoción no disimulada y descarada, de la “marca”. Donde quiera que uno vaya, se oye: “Ah, esto realmente va a ser bueno para desarrollar la ‘marca’ de ella”; “Ah, realmente han sido muy creativos en su manera de impulsar su ‘marca’”. No se puede dar la vuelta hacia ningún lado sin escuchar que se utiliza de esta manera la palabra “marca”. Y esto va de la mano, por supuesto, con la exaltación del vil espíritu empresarial — lo que objetivamente representa esfuerzos por sacar una tajada de la explotación de la gente, al convertirse en parte del proceso general que se basa en gran medida en la superexplotación de las masas populares, incluidos niños, en el tercer mundo.

Todo esto está muy relacionado con el parasitismo de la sociedad estadounidense, el que (como se explica en Breakthroughs (Abriendo Brechas): El avance histórico hecho por Marx, y el nuevo avance histórico del nuevo comunismo, Un resumen básico, de Bob Avakian) se refiere al hecho de que un capitalismo cada vez más globalizado:

…se basa en un muy alto grado, para la producción y para mantener la tasa de ganancia, en una vasta red de maquiladoras, en particular en el tercer mundo de América Latina, África, el Medio Oriente y Asia, mientras que la actividad capitalista en los “países de base” capitalista-imperialistas se ubica cada vez más en la esfera de las finanzas y la especulación financiera, y la tecnología de punta de “alta gama” (y no la producción de los materiales físicos básicos para dicha tecnología), así como el sector servicios y la esfera comercial (con el creciente papel de la comercialización en línea). Como señalara Lenin, esto les pone “el sello del parasitismo” a la totalidad de las sociedades como Estados Unidos.


5. Woodrow Hartzog y Evan Selinger, “Just a Face in the Crowd? Not Anymore” [¿Nada más que un rostro en la multitud? Ya no], New York Times, 18 de abril de 2019.   [volver]

 

 

De Esperanza para la humanidad sobre una base científica.

La política de identidad y el individualismo

Como se señala en “All Played Out”, existe la “política de ‘identidad’ que en realidad se reduce a 6. Vemos todo el tiempo que, aunque esta identidad está asociada con un grupo, en términos fundamentales en realidad se trata del “yo” y de “lo mío”; se manifiesta, al menos objetiva y, a menudo, conscientemente, contra otras personas, incluso otras personas amargamente oprimidas, de una manera que huele al individualismo repugnante y a mezquinas rivalidades basadas en esa perspectiva. Aunado a esto, se tiene el fenómeno general del parasitismo “concienciado” y la búsqueda de enclaves privilegiados “seguros” en las depredaciones y la explotación y sobre la base de éstas, las que este sistema imperialista comete contra las masas populares del mundo, así como contra el medio ambiente.

La “política de identidad” tergiversa, corrompe, desvía y socava el desenmascaramiento y la lucha necesaria contra lo que, de hecho, son formas horrorosas de opresión. En este sentido, contrastemos la experiencia de los años 1960 con los fenómenos de hoy de los “desencadenantes” y el trauma.

En la década del 1960, basándome en mi propia experiencia, recuerdo que, en el Movimiento pro Libertad de Expresión en Berkeley en 1964, la culminación y el punto álgido de esa lucha fue cuando se celebró un plantón masivo, en el edificio de la rectoría en el campus de la Universidad de California-Berkeley. Cientos de personas se sentaron y se negaron a irse hasta que se cumplieran sus demandas. Finalmente, 800 fueron expulsados del edificio a la fuerza y arrestados cuando el gobernador (el gobernador del Partido Demócrata) del estado ordenó que no solo la policía local, sino también los agentes del sherifato del condado y la policía estatal entraran y nos sacaran del edificio de la rectoría. Nos encontramos frente a estos policías que arrestaban a la gente con violencia — agarraban a las personas, sobre todo a las mujeres, por el cabello y las arrojaban por las escaleras como una forma de expulsarlas del edificio de la rectoría. Bueno, hoy me llama la atención, al volver a examinar eso, que lo único que olvidamos hacer, frente a esto, era decir: “Esperen, nos están desencadenando sentimientos negativos. No pueden hacer esto. Nos están causando trauma”. Sí, claro, seguro que eso hubiera servido para impedir que la policía actuara de esa manera brutal.

O, cuando Huey Newton y Bobby Seale, junto con otros que constituían los primeros miembros del Partido Pantera Negra, llevaron a cabo sus patrullas armadas contra la brutalidad y asesinato policial, y se encontraron con los policías que los amenazaban y exigían que depusieran sus armas (las cuales los Panteras portaban legalmente), bueno, Huey y Bobby debieran haberles dicho a esos cerdos policías: “¡Deténganse — no saben que nos están desencadenando sentimientos negativos y nos están traumatizando!” Sí, seguro que eso hubiera hecho que esos cerdos retrocedieran.

O, pensemos en “Stop the Draft Week” [Semana para Detener el Reclutamiento Militar], cuando miles de personas fueron a protestar en frente del centro de reclutamiento militar de Oakland en el apogeo de la lucha contra la guerra de Vietnam, en un esfuerzo por cerrar el centro (donde reclutaban —forzaban a entrar— a las personas a las fuerzas armadas de Estados Unidos). Los manifestantes hicieron un plantón para bloquear las puertas. Y la policía de Oakland, conocida por su racismo y brutalidad que se remonta a generaciones, entró y atacó brutalmente a las personas, y las sacó a rastras de la manera más brutal. Bueno, ahora me parece que el verdadero error en ese momento fue que, mientras esos manifestantes estaban sentados ahí y las policías se acercaban, debieran haberles dicho: “¡Alto! Nos están desencadenando sentimientos negativos”. Seguro que eso hubiera impedido que la policía quitara brutalmente a los manifestantes de las puertas.

Y hay muchos otros ejemplos. Piensen en el Parque del Pueblo en Berkeley, cuando, en su punto álgido, se celebró una manifestación masiva de decenas de miles de personas en apoyo a la demanda aparentemente modesta de tener un parque en un espacio el que la universidad quería convertir en un estacionamiento. Durante el curso de esta lucha, la policía disparó contra la gente, y uno de los manifestantes, James Rector, fue asesinado como parte de un ataque policial contra una manifestación. Y en adición a las personas que fueron baleadas, se había despachado a la Guardia Nacional, y un número de nosotros, cientos de nosotros, acudimos a la cerca que la universidad y las autoridades habían colocado alrededor del espacio del Parque del Pueblo. La Guardia Nacional estaba apostada detrás de la cerca, y muchos de nosotros estábamos delante de la cerca, sacudiéndola. Bueno, debido a que la Guardia Nacional estaba armada y tenían órdenes de estar preparados a disparar —algo que nos quedaba muy claro—, la pregunta para nosotros fue: ¿Debiéramos haber derribado esta cerca y al hacerlo, enfrentarnos a la salva de balas en nuestra contra? Y la gente decidió, en esas circunstancias, que lo indicado no era hacer eso. Pero obviamente contábamos con una orientación completamente mal en esas circunstancias. Debiéramos haberles dicho a los comandantes de la Guardia Nacional: “Ustedes no solo nos han apuntado con esas armas, sino que al tener esas armas cerca de nosotros, eso nos está desencadenando sentimientos negativos. No pueden hacer esto. ¡Tienen que dejar de hacer esto en este instante!”

Ahora, obviamente, hablo con ironía en estos casos. Pero con estos ejemplos, lo que señalo —y a manera de dejarlo en claro, señalo estos ejemplos deliberadamente absurdos— es que en cualquier lucha real para lidiar con cualquier opresión real, frente a los poderosos ejecutores de esa opresión, tendremos que enfrentar la posibilidad de un verdadero sacrificio, incluida la posibilidad de ataques físicos. Y si uno cree que puede crear pequeños enclaves seguros, y que de alguna manera esto conducirá a algún tipo de cambio significativo en la sociedad, pues tiene muchas ilusiones y delirios.

Así que, esto es algo importante que entender. Es muy real el trauma que resulta de sufrir directamente formas horrorosas de opresión y degradación, y que nadie lo niegue o le reste importancia — pero, en lugar de que un individuo “se vuelve para sus adentros”, hay que transformar esto en ira y determinación a ser parte de una lucha colectiva para poner fin a todas las atrocidades, en todas partes, cuya fuente y causa fundamental es este sistema del capitalismo-imperialismo. Y sí, esto requerirá lucha y sacrificio. Pero vale la pena, es lo que tiene que ocurrir.


6. “All Played Out” [Todo gastado y trillado], un número de palabra hablada con letra de Bob Avakian y música de William Parker (Centeringmusic BMI, 2011), en inglés está disponible en revcom.us/avakian-es/ba-obras-importantes-es.html y en soundcloud.com/allplayedout. [volver]

 

 

De El problema, la solución y los retos ante nosotros, 2017.

Si bien es correcto y necesario unirse con amplios sectores de la población en oposición a las injusticias y a los atropellos cometidos por los que gobiernan en Estados Unidos, y si bien esto ha cobrado una realzada importancia con la ascensión al poder del régimen fascista de Trump y Pence, es una verdad básica que sin romper con el chovinismo estadounidense —sin hacerle frente al verdadero horror de lo que Estados Unidos ha sido, y lo que ha hecho, en Estados Unidos y en todo el mundo, desde su fundación hasta el presente— y sin empezar a odiar profundamente todo esto, no es posible, en última instancia, retener su propia humanidad y actuar en pro de los más excelsos intereses de toda la humanidad.

 

 

De La verdad sobre la conspiración derechista… y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta, 1998.

Con la presidencia de [Bill] Clinton se buscaba manejar dichas agudas y explosivas contradicciones ofreciendo cierto “espacio político” a la “diversidad” y al “multiculturalismo”, a la vez que se fortalecían las relaciones de supremacía blanca y el machismo, que son imprescindibles en la estructura del capitalismo-imperialismo estadounidense. Por eso, Clinton ha planteado una versión menos absolutista de los “valores tradicionales” y la “tradición judeocristiana” que ha servido para justificar y reforzar las relaciones de explotación y opresión en que se cimienta el sistema.

Sin embargo, para sus contrincantes conservadores, sobre todo los fundamentalistas, tal programa no conviene. Opinan que minará los cimientos tradicionales del sistema, tanto de la base económica como de la superestructura política, cultural e ideológica; que llevará al deterioro del “consenso” social y de la “cohesión” social que prestan legitimidad al sistema y son necesarios para mantenerlo. Efectivamente, a raíz de los movimientos de los 60, amplios sectores del pueblo se sienten comprometidos con la justicia e igualdad social y no aceptan que Estados Unidos tenga el presunto deber moral ni el derecho de cabalgar sobre los demás e imponer un orden mundial. Por otra parte, la “recuperación” de la economía durante la administración Clinton —y la producción altamente “globalizada” y “flexible” que la caracteriza— ha coadyuvado al “deterioro de la familia tradicional”. Asimismo, ha fomentado una cosmovisión de “gozar la vida”, particularmente (pero no exclusivamente) de los profesionales acomodados, lo que conlleva el deterioro de ciertos “valores tradicionales”, tales como el patriotismo y la voluntad de sacrificarse por los “intereses nacionales” proclamados por la política oficial.

Lo que Marx escribió hace 150 años en el Manifiesto Comunista acerca de las relaciones de producción burguesas desenfrenadas viene muy al grano, sobre todo en lo que se refiere a ciertos sectores de la población estadounidense en el mundo del capitalismo “post-guerra fría”. El siguiente pasaje del Manifiesto es muy contundente: “Dondequiera que ha conquistado el poder, la burguesía... ha desgarrado sin piedad [las relaciones feudales] para no dejar subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel ‘pago al contado’. Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio... En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal”. Aquí se encierra una gran ironía: el “triunfo” y el “triunfalismo” del capitalismo hoy por hoy han producido ciertos efectos y sentimientos que tienden a socavar la voluntad de sacrificarse por “dios y la patria”, es decir, por los intereses y exigencias del imperio yanqui, dentro del país y a nivel internacional. Por eso, los “conservadores”, principalmente la derecha cristiana, buscan reavivar e imponer precisamente “el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués”; es decir, resucitar una situación en la cual impere una explotación mundial más brutal que nunca, pero “velada por ilusiones religiosas y políticas”.

Breakthroughs

 

Lea el texto del libro en español aquí.

Novedad en inglés de Insight Press
insight-press.com

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