En aquel cuento de la Antigua Grecia, un filósofo llamado Diógenes deambulaba por un amplio territorio, iluminando su camino con una linterna, en busca de un solo hombre honesto. Hoy día, estoy buscando a un liberal o progresista honesto.

Más específicamente: El año pasado, planteé un reto a Bill Maher, el que continúa rebuznando sobre la supuesta grandeza de Estados Unidos. Aquí, planteo una versión actualizada de este reto, para todos los liberales y los progresistas que dicen que les importa la justicia y que se preocupan profundamente por la situación y el futuro que enfrenta la humanidad, pero aún están aferrados a la idea de que Estados Unidos tiene algo especial — algo especialmente bueno (al mismo tiempo que quizá admitan que “tiene muchos defectos”); todos aquellos liberales y progresistas que dicen que de todos modos se debe preservar este sistema bajo el cual vivimos mientras trabajamos para superar sus “defectos”, y que no es necesario, y no es buena idea, derrocar este sistema y crear un sistema radicalmente diferente. Ahí les va el reto.

Visiten el sitio web revcom.us y lean lo siguiente:

Esta reciente obra importante mía:

ALGO TERRIBLE, O ALGO VERDADERAMENTE EMANCIPADOR: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia
Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución

La serie Crimen Yanqui.

Estas obras de Raymond Lotta:

“La ‘industrialización’ de la explotación sexual, la globalización imperialista y el descenso al infierno”

y

“El parasitismo imperialista y la recomposición social y de clases en Estados Unidos de los años 1970 al presente: Una exploración de las tendencias y los cambios”

Además, permítanme llamarles atención sobre este hecho asombroso, y horroroso:

Debido a la manera en que este sistema del capitalismo-imperialismo domina al mundo, en el tercer mundo (América Latina, África, el Medio Oriente y Asia), decenas de millones de niños mueren cada década de inanición y enfermedades prevenibles.

Para situar ese hecho en una perspectiva aún más amplia: Debido a las condiciones que tienen sus raíces, en última instancia, en este sistema del capitalismo-imperialismo, un sistema que impone esas condiciones, tan sólo durante la vida de una persona de 20 años de edad, el número de niños en el tercer mundo que han muerto innecesariamente de inanición y enfermedades prevenibles es de al menos 100 millones; y, para una persona de 75 años de edad o mayor, ese número es de 350 millones — ¡una cantidad más grande que toda la población de Estados Unidos!

Pues, una vez más, aquí les va el reto: al hacer frente con seriedad a la realidad que capturan las obras y hechos a los cuales me refiero aquí, traten de hacer el argumento que este país y este sistema tengan grandeza, y expliquen, si lo pueden hacer, por qué se debe preservar este sistema, en cualquier forma. O, si no, reconozcan que es cierto que nos hace falta una revolución real para derrocar este sistema entero y hacer nacer un sistema mucho mejor y radicalmente diferente.

¿Alguno o alguna de ustedes tiene la integridad y la preocupación por la humanidad como para asumir este reto?

Ya veremos.