A las 2:30 p.m. del viernes 13 de mayo, Payton Gendron, 18, armado hasta los dientes y envuelto en chalecos antibalas, entró al único supermercado en un vecindario mayoritariamente negro en Búfalo, Nueva York. Gendron, un autoproclamado fascista, neonazi y supremacista blanco, había planeado durante años y había conducido 320 km desde un condado rural de Nueva York mayoritariamente blanco para llevar a cabo su ataque. Según informes, su propósito expreso era matar a tantos negros como pudiera y además “inspirar” a otras personas como él a llevar a cabo ataques similares1.
Pronto se derramaría la sangre de más de una docena de personas y las lágrimas de miles. Ráfagas de balas del AR-15 Bushmaster de Gendron atravesaron los cuerpos de 13 personas —11 negros, dos blancos—, que trabajaban en la tienda o estaban comprando alimentos. Diez de ellos murieron. Ahora se ha ido Ruth Whitfield, la madre de 86 años de un ex comisionado de bomberos de Búfalo. Se fue Pearly Young, 77, a quien le encantaba cantar y bailar, y quien durante 25 años dirigió la despensa de alimentos de los sábados en el vecindario. Se fue Celestine Chaney, abuela o bisabuela de siete hijos.
Chaney era una mujer que sobrevivió al cáncer solo para ser asesinada por el creciente movimiento de fascistas asesinos que hace metástasis a diario. Este movimiento tiene profundas raíces en los cimientos y las “tradiciones” supremacistas blancos de Estados Unidos. Ahora lo están incitando voces poderosas, desde Tucker Carlson hasta Laura Ingraham en Fox “News”, desde Donald Trump hasta Steve Bannon y Matt Goetz, quienes advierten a sus seguidores que hay un complot de “élites” y/o de “los judíos” para “reemplazar” a los europeos blancos con negros e inmigrantes. (Para obtener una lista parcial de políticos y otros destacados promotores de esta llamada “teoría del reemplazo” supremacista blanca, vea aquí).
Después de la balacera en la iglesia de Charleston, Carolina del Sur (nueve personas negras muertas); después de la balacera en la Sinagoga la balacera en la Sinagoga “Árbol de la Vida” (11 judíos muertos, también asesinados por un seguidor de la “teoría del reemplazo”); después de El Paso (22 latinos muertos) — después de dolor tras dolor, una joven en Búfalo clamó por respuestas: “¿Por qué nos odian?” Y al mismo tiempo, aumentó la furia entre los negros y otros porque esto sigue, y sigue, y sigue.
Las mentiras y el encubrimiento del sistema
Una hora después del ataque, la mierda comenzó a fluir cuando los portavoces del sistema trataron de ocultar la verdadera fuente de esta violencia en mojigatería, superstición y mentiras. “Esto fue pura maldad”, y lo llevó a cabo alguien que no era de Búfalo, dijo el alguacil de Búfalo, como si los policías y alguaciles de Estados Unidos no asesinaran a cientos de personas negras cada año como parte de las operaciones de rutina de este sistema. “El odio y el racismo no tienen cabida en Estados Unidos”, dijo el jefe local de la NAACP, como si la sangre de los negros inocentes no hubiera nutrido el poder y la riqueza de Estados Unidos desde sus propios comienzos.
Para no quedarse atrás, Biden, quien preside este sistema, de veras dijo: “Un crimen de odio por motivos raciales es abominable para la estructura misma de esta nación. Cualquier acto de terrorismo interno, incluido un acto perpetrado en nombre de una repugnante ideología nacionalista blanca, es la antítesis de todo lo que representamos en Estados Unidos”.
¿¡¿¡Qué demonios!?!? El “tejido mismo” de esta nación fue cosido por el secuestro de millones de africanos y su esclavización en Estados Unidos durante generaciones, así como el genocidio de la mayoría de los pueblos indígenas que originalmente vivían aquí, y la persecución igualmente genocida a aquellos que de alguna manera sobrevivieran... todo al servicio de un sistema capitalista-imperialista rapaz. El “tejido mismo” actual es de encarcelamiento en masa y asesinato policial de los negros, latinos e indígenas, de desempleo masivo entre masas de negros y otros oprimidos, de discriminación implacable y explotadora en todo, desde la vivienda hasta la educación, la atención médica y el empleo, de interminables insultos a la humanidad de las personas... ahora con una nueva ola de ataques que persiguen el derecho al voto y la enseñanza de la historia de los negros. El “tejido mismo” de Estados Unidos está cosido junto con la “ideología nacionalista blanca”, la política y la cultura. ¡Así ES AmériKKKa!
Todo esto y otras cosas, con el racismo deshumanizante que lo acompañó y lo “justificó”, es parte integral del suelo en el que los Payton Gendron dan a luz y desarrollan sus esquemas retorcidos.
Si bien esto es una parte integral de la historia estadounidense, lo que está pasando ahora es, en muchos sentidos, aún más tenebroso, mucho más peligroso. Un poderoso sector fascista de la clase dominante estadounidense y una parte importante de la población estadounidense han llegado a la conclusión de que garantizar la “grandeza” del imperio estadounidense y del “estilo de vida” no pueden coexistir ni siquiera con las modestas concesiones y el hipócrita apoyo de labios para fuera al servicio de la “igualdad” de los diferentes pueblos y géneros, ganada por medio de las luchas de masas en los años 1960, y que en un país en el que los blancos están en camino de convertirse en una minoría, es necesario deshacerse de todo eso en favor de una dictadura fascista abiertamente terrorista, y tal vez un genocidio abierto.
Como Bob Avakian ha dicho:
Hay una línea directa que conecta la Confederación esclavista de los años 1860 con los fascistas de hoy, y una conexión directa entre su supremacía blanca, su franco odio y repudio tanto a la gente LGBT como también a las mujeres, su repudio abierto a la ciencia y al método científico, su cruda xenofobia tipo “Estados Unidos Ante Todo”, y su proclamada “superioridad de la civilización occidental”, y su belicoso uso del poderío militar, inclusive su declarada disposición y abiertas amenazas de que están dispuestos a usar armas nucleares para destruir países.
El “manifiesto” de Gendron, como se informó, es veneno nazi, pero no es solo “odio” o “maldad”, se lee como un plan. Una vez más, Gendron es partidario de la citada “teoría del reemplazo” y sus escritos enfermizos y repugnantes se hacen eco de eso y sus acciones terribles e inhumanas lo expresan. La gente necesita despertar y emprender acciones poderosas contra estos fascistas y el sistema en su conjunto. Hay que ver las “garantías” de que “esto no es Estados Unidos”, “no somos así”, etc., como un esfuerzo por hacer que la gente vuelva a dormir hasta que el fuego se vuelva imparable.
Lo que se necesita es algo radicalmente diferente.
En “ALGO TERRIBLE, O ALGO VERDADERAMENTE EMANCIPADOR: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución”, Bob Avakian analiza POR QUÉ esta fuerza fascista ha surgido con tanto veneno y vehemencia y que ahora representa un peligro extremo... ha demostrado cómo los demócratas, debido a su propia naturaleza y programa, están obligados a tapar el peligro y buscar compromisos, pero que fracasarán miserablemente... y lo que es más importante, él ha mostrado la manera de salir de este momento, forjando una hoja de ruta para deshacerse de este sistema capitalista-imperialista que engendró y mantiene este horror en marcha, haciendo una revolución y estableciendo una sociedad y un poder estatal radicalmente diferentes que respaldarían a la gente en hacer cambios en esta, y en todas las demás esferas, de esta sociedad enfermiza y podrida.
Mientras lloramos a estos nuevos muertos y maldecimos a este asesino despiadado, ¡eso es lo que se necesita!