La tasa de muerte por Covid entre los residentes negros de Chicago es cuatro veces superior a la de los asiáticos, el triple que la de los latinos y casi el doble de la de los residentes blancos desde el comienzo del auge de la variante Omicron a principios de diciembre del 2021. Esto se extrae de un estudio realizado por la radio pública de Chicago (WBEZ) y publicado por el periódico Chicago Sun Times. El estudio se basa en datos de la Oficina del Examinador Forense del Condado de Cook, el condado en que se sitúa Chicago.
Al comienzo de la pandemia, los negros se morían a un ritmo alarmante y desproporcionado. Pero ahora hay vacunas seguras y eficaces contra la Covid. Es preocupante que el artículo diga que entre los cuatro grupos raciales y étnicos más grandes de Chicago, las personas negras siguen siendo las menos vacunadas. Aproximadamente la mitad de la población negra de la ciudad sigue sin haberse vacunado.
Si bien puede haber problemas de fácil acceso a las vacunas aún (por ejemplo, recientemente estudiantes de secundaria salieron en protesta, exigiendo que se abriera sitios para vacunas y pruebas cerca de sus escuelas), también hay un grave problema de lo que “infecta” el pensamiento de la gente. ¿Por qué se niegan a tomar precauciones básicas de salud para protegerse tanto a sí mismos como a los demás, para evitar el contagio con un virus que está matando a los negros, de forma completamente innecesaria en muchos casos? La gente se niega a recibir las vacunas debido a una combinación de teorías conspirativas chifladas, otras sandeces anti-científicas, y el individualismo desenfrenado promovido por algunos famosos, atletas, figuras religiosas y otros “influencers”. Uno de estos influencers, con sede en Chicago, es el lunático reaccionario antivacunas Louis Farra-Con con sus teorías de conspiración chifladas, sinsentidos anticientíficos y nocivos.
Escuche sólo una parte de lo que Bob Avakian (BA) dice en “Algo terrible, o algo verdaderamente emancipador,” en la que analiza esta situación (y luego lea la obra entera):
Hemos sido testigos de declaraciones y acciones de celebridades negras influyentes, tanto en los deportes como en las artes, que reflejan y fomentan formas de pensar anticientíficas, incluido difundir desinformación sobre las vacunas contra Covid y disuadir a las personas de vacunarse, mientras los negros (y otras personas de color) están muriendo a tasas más altas que otros por la Covid, y se ha demostrado que las vacunas son seguras, sanas y muy eficaces contra enfermedades graves y la muerte por la Covid. Esta diseminación de desinformación anticientífica es muy nociva, tanto por sus efectos inmediatos como en términos estratégicos.
Sí, es cierto que, en la historia de Estados Unidos, los negros han sido víctimas de horrorosos experimentos médicos, y todavía hoy son objeto de discriminación y, en ocasiones, de un trato indiferente e incluso dañino, en el ámbito de la atención de la salud. Y, sí, es cierto que los negros han estado, y siguen estando, sometidos a una opresión cruel y, a menudo, asesina a manos de las autoridades gubernamentales. Pero todo eso también es cierto para los amerindios. Sin embargo, éstos tienen una tasa mucho más alta de vacunación contra la Covid. Lo que al parecer no ocurre entre los amerindios, al menos no como un factor importante, es el fenómeno de personas prominentes e influyentes que diseminan desinformación anticientífica sobre las vacunas y activamente desalientan que la gente se vacune.
Con respecto a las vacunas, y a lidiar con la Covid en general, como en el caso de todos los problemas sociales y sus soluciones, lo que se necesita es un enfoque científico basado en la evidencia.
De ahí BA señala el enorme daño hecho por el individualismo desenfrenado (lo de cuidar a si mismo... el yo, yo, yo), que es un problema tan grande en la forma de pensar de todos los sectores de la población estadounidense. Las personas influyentes que promueven el “antivacunismo” tóxico son un reflejo de este individualismo extremo.
Todo esto contribuye directamente a causar mucho daño a las personas que son duramente golpeadas por la Covid, y a que la Covid siga sin controlarse. Y por si esto no fuera lo suficientemente malo, como dice BA:
Qué situación más terrible en que algunas personas negras y otras personas oprimidas de hecho se encuentren del mismo lado ¡con aquellos fascistas que las consideran subhumanas inferiores y quieren negarles derechos básicos, encarcelarlas para siempre, o de plano exterminarlas!
A cualquier persona que hace eco de esta basura antivacunas, mire este videoclip de Trump en un mitin en Arizona el 15 de enero de 2022, y pregúntese ¿por qué ese cerdo fascista genocida Trump se queja de que demasiados negros se están vacunando? Usted acaba pareciéndose a los tontos en el video que llevan las camisetas de “Negros por Trump”, asintiendo con la cabeza como accesorios para estos racistas genocidas.
BA dice la verdad científica sobre cómo podemos salir de esta situación horrorosa:
En términos más fundamentales, tanto lo que esta pandemia ha destapado más sobre la naturaleza totalmente ruin y anticuada (“pasada su fecha de caducidad”) de este sistema, como más particularmente la manera en que la situación poco común que existe ahora, con “la profundización y la agudización de los conflictos entre los poderes gobernantes”, que se han manifestado agudamente en relación con la pandemia de la Covid, y de innumerables otras maneras—, pues todo ello “pone una base más fuerte y oportunidades más grandes para romper el control de este sistema sobre las masas de personas”.
El camino hacia adelante —el único camino hacia adelante— para salir de esta locura es una revolución: una revolución real para derrocar este sistema monstruoso del capitalismo-imperialismo, y hacer nacer algo mucho mejor.