Acabo de terminar de estudiar “La ‘industrialización’ de la explotación sexual, la globalización imperialista y el descenso al infierno”1 de Raymond Lotta. Al haber pasado la mayor parte de mi vida en prisión, desde los 13 años de edad, uno de los objetos más buscados y valorados aquí entre un gran número de presos son las diversas “Postales del ahorcado”2, es decir: “Fuck Books, “Revistas G-Slot”, “Paper Pussy”, etc. [en alusión de la pornografía]. Todo lo cual sirve para condicionarnos a participar en la perpetuación del sistema global de explotación y opresión, especialmente en lo que se refiere a la mitad de la humanidad.
Ahora tengo 44 años de edad, y sigo en la prisión, por lo que hace mucho tiempo que debería hacer frente a esta colonización destructiva y a la pornificación de nuestras mentes. Pondré en circulación este folleto de investigación de Raymond Lotta para la discusión y la lucha. Compartiré algo de la retroalimentación y respuestas en una venidera carta al PRLF [el Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos].