Sunsara Taylor: Sikivu Hutchinson es una autora, novelista, dramaturga, y entre otras cosas, este es uno de sus libros: Moral Combat: Black Atheists, Gender Politics and the Values Wars [Combate moral: Ateos negros, la política de género y las guerras sobre los valores]. Me da mucho gusto darle la bienvenida a El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! Entre otras cosas, ella participó recientemente en las protestas de masas el Día Internacional de la Mujer, para sonar la alarma y ponerse de pie sobre la emergencia en torno al derecho al aborto. Por lo que, Sikivu, bienvenida.

Sikivu Hutchinson: Me da gusto estar presente.

ST: Bueno, yo quería comenzar simplemente dándote la oportunidad de hablar sobre por qué participaste en las protestas el Día Internacional de la Mujer con Rise Up 4 Abortion Rights (De Pie Por el Derecho al Aborto), cómo ves la emergencia en torno al derecho al aborto y por qué es tan importante que las personas estén en las calles en pie contra esto.

SH: Participé porque desde hace tiempo me he comprometido con ir más allá de la “zona de confort” y alzar la voz y oponerle resistencia a la violencia estatal autoritaria estentórea e increíblemente fascista cristiana que se impone sobre el cuerpo de la mujer y el cuerpo de las personas que tratan de ejercer derechos humanos básicos y autonomía corporal, así como la justicia reproductiva y económica. Así que yo sentía que era realmente crítico que yo tomara posición en este momento en que vemos una convergencia casi cataclísmica de esta represión contra el derecho al aborto, la justicia reproductiva, el derecho al voto, los derechos humanos de gente LGBTQ+ y queer, la educación antirracista. Todas estas convergencias son profundamente discriminatorias, pero no solamente eso sino que son casi apocalípticas para las comunidades de color, en particular las comunidades de color de la clase obrera. Y es importante alzar nuestra voz, en vista del hecho de que hay tantos jóvenes, jóvenes de la Gen-Z y los millenial, que no saben de este legado de resistencia en masa a estas fuerzas de apartheid, básicamente fascista cristiano.

ST: Bueno, creo que es muy importante que ocupes el término fascista cristiano, que describe un tipo de fundamentalismo religioso muy virulento, muy fundamentalista, odia-mujeres — y en este país, siempre revuelto con la supremacía blanca. Y usas la palabra casi “apocalíptica” en términos del impacto de este embate sobre las comunidades de color. Yo sé que das un énfasis especial al efecto de prohibiciones del aborto y restricciones reproductivas sobre las mujeres negras y las muchachas negras. Creo que sería importante que describas esto un poco más concretamente porque, como dices, la mayoría de las personas no entienden este embate ni se dan cuenta de los estragos que traerá.

SH: Claramente, la imposición de estas prohibiciones al aborto ha tenido el impacto más negativo y catastrófico sobre las comunidades de color en general y sobre las mujeres negras en particular. Hemos visto a veintenas de mujeres negras que no pueden conseguir acceso al aborto, que no pueden arreglar el cuidado de niños que necesitan si tienen que salir del estado — y los estados del Sur que imponen estas prohibiciones draconianas al aborto. Y esto se remonta a décadas pasadas —antes de Roe— cuando la mayoría de las personas que se morían de abortos chapuceros, de abortos ilegales, de abortos en callejones, eran mujeres negras y latinas e indígenas. Por lo que, el impacto para el siglo 21 va a ser devastador, no solamente en términos de la planificación familiar y los típicos tropos liberales tradicionales que se expresan con el derecho a decidir, sino en términos de la justicia económica, en términos de riqueza multi-generacional, en términos del acceso para mujeres afroamericanas, indígenas y latinx y personas con útero a la vivienda asequible, a la educación equitativa, a un empleo con un sueldo que alcance para vivir. Todos estos temas cuadran con el escudo de justicia reproductiva, al que lo desarrollaron, lo forjaron y lo cultivaron mujeres negras, latinx e indígenas durante las últimas décadas. Por lo tanto, estos son todos los hilos importantes que tenemos que tener en cuenta al estar en las calles alzando la voz contra este régimen increíblemente devastador del capitalismo racial, de la supremacía blanca, del nacionalismo cristiano, de la “misogynoir” — que es la misoginia anti-negro. 

Estas son las cosas que no solamente tenemos que amplificar al tratar de trastornar y desmantelar los efectos devastadores de estas leyes, sino también al tratar la conciencia crítica de la generación joven que quizá no esté consciente de una manera igual acerca de este legado del extremo apartheid y trastorno en la vida de las mujeres de color y las comunidades de color en general.

ST: Quisiera pedirte que vincules esto también con el fascismo cristiano y religioso de nuevo. En el libro, ¡Fuera con todos los dioses!: Desencadenando la mente y radicalmente cambiando el mundo, Bob Avakian dedica un capítulo entero — el título es “El cinturón de la Biblia es el cinturón de los linchamientos”. Esto tiene una historia profunda, y hay una razón por la que hoy, a medida que el fascismo cristiano se haya reafirmado y de hecho haya conquistado la posición dominante en la Corte Suprema, en muchas legislaturas estatales, en el Partido Republicano en su conjunto, que se imbuye del patriarcado y la misoginia, así como la supremacía blanca. Y esto tiene raíces profundas, sobre las cuales sé que tú has hecho mucho trabajo, y quisiera darte la oportunidad de compartir algo de tus ideas al respecto.

SH: Claro. Pues, de seguro el movimiento trumpista ha sido un importante catalizador para el resurgimiento de esto. Podemos ver su trayectoria remontándonos al movimiento “Tea Party” (Partido del Té) y el asalto contra los derechos humanos, derechos civiles, derechos de la gente LGBTQI y mujeres, y la manera en que eso se ha imbuido de esta retórica y propaganda del Dominionismo Cristiano que reclama, esencialmente, un espacio para los blancos; y eso se vincula íntimamente con la desintegración de las barreras entre la iglesia y el estado, en relación íntima con el intento de imponer la teocracia, básicamente, en el gobierno estadounidense. Y eso siempre tiene una base cristiana fundamentalista blanca. Y vemos lo que pasa, por ejemplo, en Florida, en Texas, y esta premisa de que estas prohibiciones de educar sobre la LGBTQI son para proteger a los jóvenes — están protegiendo a la juventud en nombre de imponer esta retorica extremadamente homofóbica y transfóbica y cisnormativa que va a traer implicaciones extremadamente nocivas e insidiosas para los jóvenes negros, queer, latinx e indígenas, jóvenes no binarios, jóvenes inconformistas en materia de género. Siempre se da la propaganda cultural de la anormalidad, la disfunción, de tratar de reclamar. Dios y patria y maternidad bajo un escudo patriarcal. Por lo que creo que es importante estar conscientes de todos estos discursos entrelazados cuando se trata de la restricción de nuestros derechos humanos fundamentales los cuales los activistas han estado tratando de reclamar durante tantas generaciones. Y ahora hemos regresado a este punto del medievalismo. 

ST: Las últimas palabras en el discurso que diste en el Día Internacional de la Mujer en Los Ángeles — no las voy a citar directamente pero dijiste algo respecto a que tenemos que paralizarlo, tenemos que derrotar este asalto terrorista, este asalto fascista y esta mentira. Quiero preguntarte sobre esto — esta mentira del excepcionalismo estadounidense, que a mi parecer es una observación especialmente importante que trajiste al escenario — de que tanto de lo que enfrentamos es la noción que es popular en este país de que, ah, el fascismo no puede ocurrir aquí.

Eso… es decir, la esclavización de las mujeres, la maternidad obligatoria — que eso no puede ocurrir aquí. Y se trata del excepcionalismo estadounidense — de que este país tiene algo especial que es tan democrático y tan libre que eso jamás podría ocurrir aquí. Y dijiste que eso era mentira, y creo que eso es importante. Quisiera que hablaras un poco más al respecto.

SH: Claro. Estaba pensando sobre eso en relación con lo que está ocurriendo en Colombia, lo que ha ocurrido en México, lo que ha ocurrido en Argentina y decenas de otros países del “tercer mundo” que están despenalizando el aborto. No obstante, en Estados Unidos nosotros supuestamente —me choca usar ese pronombre “nosotros”, es por hablar en breve— aquí Estados Unidos es esta fuente, supuestamente, de la democracia y el igualitarismo y la libertad y los derechos de los individuos. Y estamos en el precipicio del apocalipsis en lo que respecta al aborto no restringido, a solicitud y sin pedir disculpas para las mujeres y las personas con útero. Pues yo simplemente quería destacar esa ironía. Y otra cosa que cité en el discurso es lo que dijo Alice Walker en su antología trascendental In Search of Our Mothers’ Gardens [En busca de los jardines de nuestras madres] donde ella habla del hecho de que nuestras bisabuelas no contaban con ese derecho como mujeres esclavizadas, que había tantas otras cosas que nuestras tátara-tátara-tatarabuelas podrían haber logrado con su agencia aparte de ser obligadas a ser incubadoras para producir un bebé tras otro al servicio del régimen esclavista, al servicio de la plantocracia, al servicio de un capitalismo racial y de la construcción, ladrillo por ladrillo, cuerpo por cuerpo, de la riqueza blanca, la riqueza supremacista blanca. Pues, una vez más, es importante atar todos los cabos en cuanto a esas paradojas repugnantes y violentas y terroristas de la manera en que luce Estados Unidos a nivel mundial.

ST: Mi pregunta final es, si tuvieras algunas palabras que quisieras compartir con las personas que está viendo este show que quizá no estuvieran enterados de esta emergencia ni de lo que es necesario que estén haciendo. Y también para aquellos que dicen, bueno, lo mejor que podemos hacer es prepararnos para un Estados Unidos post Roe y ayudar a cuántas mujeres que podamos. Qué.... si tienes algunas palabras con las quisieras concluir.

SH: Yo digo, sálganse a las calles, carajo. Salgan a las calles. Hablen con otra gente de color, especialmente mujeres jóvenes de color de todas las orientaciones sexuales. Agiten, opongan resistencia, trastornen, escriban editoriales, den discursos otra vez en lugares públicos, y traten de sacar a estos fascistas votando, además de apoyar los fondos para abortos. Hay varios fondos para abortos realmente importantes que específicamente ayudan a las mujeres negras, latinx e indígenas de la clase obrera, asiáticas de la clase obrera y mujeres de bajos recursos.

ST: Bueno, Sikivu Hutchinson, quisiera darte muchas gracias por dedicar este tiempo para hablar con nosotros hoy aquí en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!

SH: Gracias. Les agradezco.