Con respecto a las dos personas de la embajada israelí asesinadas en Washington, D.C., debe quedar muy claro lo siguiente:
Esto no es nada bueno, definitivamente; no es un acto positivo y de hecho es muy perjudicial en varias maneras.
Esto incluye la forma en que se está aprovechando para calumniar la oposición a la muy real limpieza étnica genocida la que Israel sigue cometiendo contra el pueblo palestino — masacrando y matando de inanición a muchas decenas de miles de personas en Gaza, incluidos casi 20 mil niños (al mismo tiempo que intensifica las atrocidades contra los palestinos en Cisjordania). Constituye una mentira descarada y despreciable calificar este acto negativo (contra personas que trabajaban en la embajada de Israel en Washington, D.C.) de evidencia de que se trate de “antisemitismo” cualquier oposición al genocidio que Israel está cometiendo. Esta mentira está siendo propagada agresivamente por el gobierno estadounidense y los medios de comunicación dominantes (tanto los “tradicionales” como los fascistas), de la mano con el gobierno israelí y sus simpatizantes, con el fin de calumniar de “antisemita” a toda oposición al genocidio cometido por Israel — y calificar una vez más de inaceptable toda oposición legítima y necesaria a este genocidio muy real y continuado.
Hechos son hechos, y la verdad es la verdad — y una abundancia de hechos demasiado reales comprueba sin duda la verdad de que Israel está cometiendo una horripilante limpieza étnica genocida contra el pueblo palestino. Ni mentiras ni distorsiones, de parte de cualquier autoridad oficial o medio (u otra gente), pueden cambiar estos terribles hechos y esta terrible verdad.
La respuesta a este genocidio —y lo que se necesita con urgencia, en contraste con el acto perjudicial que se cometió contra dos miembros del personal de la embajada israelí— es la protesta no violenta pero masiva e incesante contra este genocidio, protesta y resistencia que no deben rendirse ante las calumnias y la intimidación de parte de autoridades gubernamentales (estadounidenses e israelíes), y los medios de comunicación dominantes, sino que deben mantenerse firmes y determinados en su oposición a este genocidio horroroso y al apoyo continuado del gobierno estadounidense a este genocidio, lo que incluye la declaración descarada y las maniobras del régimen fascista de Trump, de la mano con el régimen genocida israelí, de expulsar forzosamente al pueblo palestino de su tierra natal en Gaza (y en última instancia de toda Palestina).