Como parte de nuestros esfuerzos por Poner la revolución en el mapa en 2023 por medio de la “Operación Saturación”, un pequeño equipo aquí ha estado distribuyendo la declaración Necesitamos y Exigimos y la proclama Somos los Revcom ampliamente en tiendas, lavanderías y otros negocios en vecindarios de esta ciudad donde viven muchas personas que sufren el mayor infierno en este sistema, tanto inmigrantes como personas nacidas en Estados Unidos. Estamos trabajando para desarrollar redes embrionarias de apoyo a la revolución y centros de distribución de material revolucionario. Hay algunos indicios de que esto se está afianzando de forma incipiente pero potencialmente significativa: La gente nos dice que se ha topado con la Declaración, la Proclama y los carteles en múltiples lugares, y un buen número de personas están llevando ellas mismas los materiales para distribuirlos a otros, y están donando fondos para la revolución.
Durante la última semana, 11 negocios se han unido al esfuerzo de distribuir la Declaración y la Proclama, entre ellos tres pequeños restaurantes, cinco tiendas de conveniencia, dos peluquerías y una lavandería que colocaron carteles y se llevaron ejemplares para sus clientes. Algunos de estos locales también hicieron donativos y unos pocos se han convertido en colaboradores habituales. Un buen número de otros lugares, desde tiendas de vapeo a tiendas de a dólar o de piezas de automóviles, también nos han permitido dejar el material en sus mostradores.
Este esfuerzo de saturación se ha conectado con un caudal latente de ira y cuestionamiento. Muchas personas, cuando ven y piensan por un momento en lo que dicen la Declaración y la Proclama, nos han dicho que el mundo no debería ser como es ahora. Algunos empiezan a pensar en la revolución. Algunos han luchado con amigos para no aceptar la forma en que están las cosas. Algunos han dicho que ya están hablando con otros de la necesidad de un gran cambio. Un número cada vez mayor se ha llevado paquetes para distribuir y ha donado pequeñas cantidades de dinero a la revolución. Algunos han dicho que difundirán la noticia por Internet. Unos pocos están dando formas para volver a estar en contacto.
Mientras esto sucede, las preguntas de la gente se agudizan. Hay debate sobre esta revolución, sobre si realmente puede suceder y sobre qué es. La controversia se suscita en torno a la religión, el calentamiento global, los derechos de las personas LGBTQ, etc. Por debajo de lo que en la superficie se parece a la indiferencia, muchas personas están reflexionando sobre las contradicciones que sacuden a la sociedad y las que están sintiendo profundamente. Tienen opiniones fuertes, y cuando ven la Declaración, a menudo les toca una fibra sensible y suscita sus deseos de cambio.
Muchas personas acogen favorablemente las reivindicaciones generales de la Declaración, incluidos los seis puntos de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. En su mayoría las influencian mucho la religión y otros modos de pensar no científicos. Al mismo tiempo, muchos tienen magnanimidad intelectual y cierta curiosidad acerca del mundo, y están preocupados por la guerra, el cambio climático, la agresión estadounidense en el mundo y otras cuestiones expresadas en los “5 ALTOS”.
Llevar a la gente la revolución REAL y el nuevo comunismo
La clave es conseguir que la gente vea las Entrevistas con Bob Avakian (BA). Tuvimos experiencias en las que hasta las primeras y cortas sesiones de ver a BA importaron muchísimo. Una mujer negra que ya había dado un dólar y se había llevado un fajo para distribuir, incluidos unos cuantos en español para la gente con la que trabaja, dio otros 50 céntimos después de ver el clip A zafarse de la trampa. Un joven que había visto la Declaración nos desafió sobre cómo sabemos lo que es verdad. No creía que la gente de esta revolución supiera realmente cómo sufría la gente porque no lo habían vivido. Insistimos en que se basaba en la ciencia. Leímos en voz alta el primer párrafo de la Declaración, “En nombre del pueblo...”, y tocamos el clip de la entrevista de BA sobre Lo “woke” (concienciado) es ridiculez, un chiste patético. Aunque él no se llevó un fajo, varias personas que estaban cerca y escuchaban se llevaron material para sí mismas y para distribuirlo a los demás. Millones de personas necesitan ver estos vídeos.
También aprendimos lo importante que es que la gente conozca los seis puntos de la Constitución concentrados en la Declaración, y tenga claridad de que estamos viviendo en un tiempo poco común en que la revolución es más posible, que hay una estrategia concentrada en Luchar contra el Poder, y Transformar al Pueblo, para la Revolución, y que contamos con la dirección de Bob Avakian (BA) y los revcom... ¡y retar a las personas respecto a que esto no puede suceder sin ellas!
“La batalla por los muros”
Tanto los restaurantes como las lavanderías son verdaderos centros de la comunidad, y tienen potencial para propagar las cosas más ampliamente. Estamos empezando a establecer contactos con algunos propietarios y empleados de distintos pequeños negocios. Algunos agradecen el material con regularidad y dejan colgar carteles en sus tiendas. Algunos han donado fondos y otros se han convertido en contribuidores recurrentes.
Aun cuando la gente tiene desacuerdos importantes sobre la revolución, el desenmascaramiento de lo que ocurre en el mundo, tal y como se recoge en los primeros párrafos de la Declaración, ha convencido que varios de ellos nos permitan colgarla en sus tiendas. Esto forma parte de la “batalla por los muros” que está teniendo lugar más ampliamente en esta comunidad. En algunos lugares, mediante una lucha de estire y afloje, hemos establecido una presencia continua. Otros nos han dicho que nos larguemos. Todo esto implica una lucha que continúa.
Varios jóvenes que acuden a estos lugares empiezan a sentirse interpelados —y algunos inspirados— por esta revolución. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres jóvenes. Un par de nuevas empleadas de un lugar nos siguieron hasta la puerta para conseguir sus propios ejemplares y enterarse de lo que la revolución tenía que decir. Una joven chicana nos escuchaba mientras hablábamos con otra persona en una tienda de repuestos de automóviles. Cuando terminó, fue a la parte de atrás y volvió con 3 dólares para la revolución. Se llevó cinco paquetes para sí mismas y nos permitió dejar más para los clientes.
Un trabajador de una tienda de productos mesoorientales estaba realmente entusiasmado con los materiales. Vio algunos de los vídeos de BA y dijo que le encantaba mucho lo que BA decía y cómo pensaba, pero hizo varias preguntas importantes: 1) No se puede hacer una revolución en Estados Unidos, primero tiene que ocurrir en los países más pobres; 2) ¿Cuánta gente tienen? No es suficiente; 3) Se necesita mucho tiempo para hacer esto.
Señalamos la parte en Somos los Revcom con el análisis de lo profundamente divididos que están los gobernantes, y lo que eso significa para la posibilidad de una revolución y que las revoluciones no se desarrollan de manera gradual, sino que son una ruptura dramática con la forma en que han estado las cosas. Leímos la parte sobre Luchar Contra el Poder, y Transformar al Pueblo, para la Revolución... y el internacionalismo de BA, concentrado en las citas de Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, “Internacionalismo — El mundo entero ante todo”, “La vida de los estadounidense no es más importante que la de la gente de otros países”, así como ¿Por qué viene gente de todo el mundo? Todo eso le gustó, y así abrió la barrera del mostrador para que pudiéramos conversar más fácilmente y dio un pequeño donativo (2 dólares).
El dueño de otro negocio, que antes decía que estaba demasiado ocupado como para molestarse, examinó hace poco algunos de los materiales y nos permitió dejarlos en su tienda. Nos dijo que la mayoría de sus clientes no sabían leer. Así que hablamos de cómo podría remitir a la gente al canal de YouTube de El Show RNL. Vamos a volver con un cartel de El Show RNL —¡Revolución, y Nada Menos! montado en una tarjeta cerca de la caja registradora para que la gente pueda acceder así a la revolución.
Todavía hay mucho que aprender de todo esto, y cómo acelerarlo. Pero todo esto se está sumando a la mezcla en la que algunas tiendas, lavanderías, restaurantes y otros negocios de zonas de la ciudad profundamente oprimidas, empobrecidas y patrulladas por la policía están empezando a desempeñar un papel como centros de lucha, debate, apoyo y vínculos con la revolución que la humanidad necesita desesperadamente.