Imagen que acompaña a este artículo en línea: Letrero de neón que dice “Farmacia, de día o de noche”. La palabra en persa en la parte superior del letrero puede significar “Farmacia” o “Dogal”. El letrero puede leerse como “Farmacia 24/7” u “Horca 24/7 “. Gráfico: cpimlm.org
La pasividad en la sociedad ante la creciente ola de ejecuciones y el creciente número de presos políticos —incluso de parte de los miembros progresistas y defensores de la justicia en la sociedad [en Irán]— ha alcanzado un nivel alarmante. Las concentraciones de opositores a las ejecuciones frente a Evin y otras prisiones han generado poca respuesta, y no vemos movimiento alguno en las universidades, que deberían ser la plataforma para la lucha popular contra los crímenes del régimen.
Golrokh Iraee lo expresó así:
Nos hemos vuelto insensibles a las penas de muerte… Las contemplamos, a veces con lágrimas en los ojos. Quienes nos oponemos a las ejecuciones deberíamos salir de nuestra zona de confort, de la libertad y seguridad de nuestros hogares, donde monitoreamos todos los aspectos de la seguridad de nuestras líneas telefónicas, tanto en casa como en el trabajo, para evitar que nos identifiquen. No podemos ser ajenos al hecho de que lo que hacemos a puerta cerrada, en la seguridad de nuestros hogares, es inútil. Para abolir la pena de muerte, para poner fin al ciclo de asesinatos sistemáticos, que es uno de los pilares de la República Islámica, debemos hacer fila a los portones de la prisión y, cara a cara con el dictador, alzar la voz contra la ejecución1.
Escuchamos las palabras de una madre que protestaba frente a la prisión justo antes de la ejecución de su hijo pequeño. “Siempre dijiste que los juicios eran injustos, pero yo no lo creía... Hoy me toca a mí, mañana quizá te toque a ti. Por favor, sé mi voz”. Es trágico e impactante ver el reducido número de personas que protestan contra las ejecuciones frente a las cárceles. La mayoría de las veces, solo hay unas pocas personas junto a los familiares de los presos a punto de ser ejecutados.
¿Cuál es nuestra responsabilidad con los presos cuyas vidas son aniquiladas en la horca de esta máquina de matar? ¿Por qué presenciamos tanta pasividad en la sociedad ante estos crímenes?
Para responder a la pregunta “¿por qué?” necesitamos entender la situación general, incluidas las tendencias políticas que existen actualmente entre las personas.
1. Desesperación y desesperanza:
Generalmente, tras el reflujo de cualquier levantamiento (y, en concreto, tras un levantamiento de la escala e intensidad del levantamiento de 2022 “Mujer, Vida, Libertad” [MVL]), la perspectiva y el sentimiento predominantes en la sociedad son: “El levantamiento fracasó. Esto demuestra que no se puede hacer nada...”. Esto, a su vez, se relaciona con la percepción ilusa sobre los levantamientos populares espontáneos: que supuestamente deberían conducir a cambios fundamentales, de forma espontánea y sin intervención consciente, como parte de un plan para alcanzar el objetivo de la revolución. Cuando estas expectativas no se cumplen, la desesperanza y el pesimismo sobre cualquier posibilidad de cambio se extienden por toda la sociedad, y la gente se vuelve “indiferente”. (Se “encierran en sus propios pensamientos”, como dice el dicho).
2. Costumbre:
Como dijo Marx, cambiar las costumbres de la gente es bastante difícil. Las costumbres son un obstáculo importante para cualquier movimiento popular por un cambio fundamental. La sociedad se ha acostumbrado a los crímenes de la República Islámica (RII), y el régimen está trabajando para institucionalizar esta costumbre. A pesar de la indignación en toda la sociedad por la ejecución de jóvenes, la RII ejecuta repetidamente a tantas personas, con tanta frecuencia, que la gente se vuelve insensible a lo que sucede. Entre los activistas políticos, esto a menudo se traduce en ya no intentar cambiar la situación. Esto, a su vez, les hace creer a las personas que “no se puede hacer nada”.
3. Intereses y puntos de vista que coinciden con las políticas del régimen:
Es un hecho importante que la gente odia a la República Islámica de Irán y desea que se largue. Al mismo tiempo, la República Islámica de Irán ha convencido a amplios sectores de la sociedad de que sus políticas coinciden con lo que perciben como beneficioso para sus propios intereses. La República Islámica de Irán se basa en esto para conseguir que la gente se alinee con el régimen, o al menos le siga el corriente, como lo ha hecho con las ejecuciones de personas por cargos relacionados con drogas, las ejecuciones por creencias ideológicas o políticas y las ejecuciones de personas de nacionalidades oprimidas en regiones como Baluchistán y Kurdistán.
Por ejemplo, consideremos el creciente número de ejecuciones de personas de Baluchistán, casi todas acusadas de tráfico de drogas. La sociedad iraní ocupa el primer lugar a nivel mundial en porcentaje de población adicta a las drogas. La adicción ha devastado a innumerables familias. A ellas, el régimen les dice: “Son los jóvenes baluchíes los responsables de su miseria”, a pesar de que no se presentó ninguna prueba de ello en el juicio. De hecho, estos jóvenes acusados nunca tuvieron la oportunidad de obtener un juicio justo. A sus abogados ni siquiera se les permitió ver el contenido de los expedientes; cualquier juicio abierto y justo habría revelado los hechos de la forma en que se transportan las drogas y quién las transporta. Los verdaderos capos de la droga son el aparato militar y de seguridad de la República Islámica de Irán, no personas descalzas, sin siquiera un certificado de nacimiento.
De esta manera, la República Islámica de Irán no sólo crea un sentimiento de indiferencia hacia las ejecuciones, sino que en algunos estratos de la sociedad también inculca un sentido perverso de satisfacción y seguridad.
La República Islámica de Irán condena a muerte a kurdos y árabes [étnicos] por cargos políticos e ideológicos, e inmediatamente después anuncia que ¡las personas ejecutadas eran separatistas que pretendían dividir Irán y habían puesto en peligro la seguridad nacional a lo largo de las fronteras iraníes y en su región petrolera! No importa que estas acusaciones sean improbables e infundadas, estas impulsan a algunos grupos nacionalistas y a sus representantes políticos. Cuando estos iraníes (fascistas o no fascistas) aplauden las ejecuciones, se convierten en cómplices de la República Islámica de Irán, y la ayudan a socializar a sectores enteros de la población sobre la “necesidad de estas ejecuciones”...
En resumen, la República Islámica de Irán no impulsa sus políticas por sí sola, aunque está detrás de todos estos crímenes. Más bien, se basa en formas de pensar reaccionarias, atrasadas, espontáneas e ignorantes, y refuerza esa perspectiva en sectores relativamente amplios de la sociedad. De esta manera, cuanto más la RII intensifique la represión y las ejecuciones, más las hace socialmente aceptables.
4. Negociaciones o guerra con Estados Unidos:
Este asunto afecta el ambiente por toda la sociedad, y es un factor que alienta las ilusiones y el engaño propio entre las personas: “¡Esperemos a ver qué pasa!... Nosotros mismos no tenemos el poder de obligar a la República Islámica de Irán, pero quizá si hay un acuerdo entre la República Islámica de Irán y Estados Unidos, el Occidente los obligue a detener estas ejecuciones...”. Este tipo de engaño propio iluso castra por completo la iniciativa popular. En 2022, la gente actuó por iniciativa propia y salió a las calles, declarando con confianza y valentía: “¡Nosotros mismos terminaremos el trabajo!”. Cifrar las esperanzas de la gente en el resultado de las negociaciones le quita la iniciativa a la gente y se la entrega al imperialismo estadounidense. Infunde desesperanza y pasividad en las masas de personas y socava la lucha por alcanzar sus objetivos. En lo que respecta a la República Islámica de Irán, estas negociaciones les dan tiempo para fortalecer su ejército e intensificar aún más su guerra contra el pueblo iraní.
5. La importancia de unirse ampliamente de modo que trascienda las fronteras políticas y organizativas:
Insistir en la primacía de la propia línea política u organización debilita la necesaria unidad entre las fuerzas políticas y los individuos en la lucha para Detener las Ejecuciones y Liberar a los Presos Políticos. Sin embargo, unirse con un espíritu de unidad y solidaridad en esta lucha puede crear un ambiente de diálogo y un debate mucho más dinámico, que trascienda las líneas y fronteras, y profundice y sustente la lucha contra la represión y las ejecuciones.
Las concentraciones de protesta frente a la prisión de Evin para exigir la liberación inmediata de los presos políticos y el cese inmediato de las ejecuciones deberían abarcar un amplio espectro de las tendencias políticas en el país. Activistas de derechos humanos, ex presos políticos de todos los ámbitos, activistas ambientales, estudiantes, figuras del mundo de la cultura y las artes, deportistas y periodistas pueden dar un buen ejemplo en este sentido. Debe haber solidaridad entre los activistas, independientemente de su afiliación política o partidista. Por sí solas, las campañas —ya sean declaraciones, huelgas de hambre, sentadas, etc.— pueden generar respeto e incluso implicar un verdadero sacrificio, pero por separado, no conducirán a ninguna parte.
Esto nos lleva a la “política de identidad”. Por ejemplo: “…el trabajador XX condenado a muerte debe ser liberado”, [o] “…el profesor XX encarcelado debe ser liberado”, [o] “…el periodista XX encarcelado”, [o] “…el estudiante XX encarcelado”, etc. La República Islámica de Irán considera que todos son culpables y se organiza en consecuencia. Por lo tanto, las consignas relacionadas con detener una ejecución en particular o por la liberación de un preso político específico deben transformarse en un llamamiento general a “Alto a las Ejecuciones” y a “Libertad para los Prisioneros Políticos Ya”.
6. Intensificación de la represión:
El clima de seguridad y la represión política en la sociedad están llevando a importantes sectores de la población al conservadurismo y a una búsqueda de la “autopreservación”. Durante los últimos 46 años, la clase media de la sociedad y sus portavoces literarios, artísticos y políticos han sido los promotores de esta perspectiva conservadora. Solo unas pocas personas en las artes, la literatura y el deporte han demostrado valentía ante la represión de las autoridades y, con su ejemplo, han promovido la valentía.
En resumen, la perspectiva general de la sociedad le da al régimen mayor libertad de acción. Mucha gente ve los crímenes de la República Islámica de Irán y está indignada. Pero esta ira va acompañada de desesperación y desesperanza (especialmente tras el reflujo del levantamiento de 2022 (MVL), y de la enorme cantidad de ideas falsas que existen entre las amplias masas de personas. Es necesario abordar la combinación de estos factores negativos y lanzar una campaña nacional unida para “Detener las Ejecuciones” y “Libertad para los Prisioneros Políticos Ya”.
Nos enfrentamos a un régimen organizado bajo la premisa de que las personas bajo su gobierno son criminales. Debemos luchar por el derrocamiento de este régimen y por establecer un gobierno que acepte que, en la tensión entre el estado y el pueblo, el pueblo tiene derechos fundamentales que hay que respetar: un gobierno cuyas leyes sobre delitos y castigos se basen en la presunción de la inocencia del acusado, y que no solo no criminalice la oposición al estado, sino que promueva su florecimiento, a fin de asegurar la vitalidad y la riqueza intelectual de la sociedad. Estos son los principios establecidos en el Artículo 3 en el Anteproyecto de la Constitución de la Nueva República Socialista de Irán , titulado “Los derechos del pueblo y la lucha contra el eje de la opresión y contra cualquier forma de explotación”, y en particular la segunda parte, titulada “Derechos legales, derechos civiles y libertades”. Este anteproyecto está disponible al público en el sitio web cpimlm.org [en persa].