NOTICIA DE Última hora, sábado 17 de diciembre. Al cierre de este número, salen informes de que los presos de la Prisión Central de Karaj habían organizado una protesta contra las ejecuciones que se estaban llevando a cabo allí. (Karaj es una ciudad industrial a las afueras de Teherán que ha sido un foco del levantamiento y el lugar de muchos de los condenados a muerte). En respuesta, al parecer los guardias dispararon contra los presos, matando al menos a uno.
Una “fuente informada” declaró a Noticias HRANA: “Los funcionarios de prisiones estaban trasladando a 4 presos condenados a muerte para que cumplieran sus penas, cuando se enfrentaron a las protestas y a los gritos de consignas de parte de varios presos situados en los pabellones 2, 3 y 5. La protesta de los presos se convirtió en conflicto y violencia con la intervención de la guardia, y más de 100 presos resultaron heridos. Los guardias de la prisión recurrieron a los disparos para reprimir la protesta... Los presos rompieron varias puertas y cámaras de la prisión en protesta por el comportamiento violento de los funcionarios de prisiones”.
En el momento de componer este reportaje, el régimen niega estos informes y afirma que todos los presos se encuentran en buen estado de salud. Cubriremos este importante acontecimiento y las respuestas a él a medida que dispongamos de más información.
Solo bastaron 23 días para ejecutar a Majidreza Rahnavard
... [N]o nos rindamos, levantémonos para salvar la vida de los presos y detener el ciclo de asesinatos de Estado. Para arrancar la soga del cuello de nuestros jóvenes y derribar la alta horca de la muerte, levántense.
–De una carta de 18 presas políticas recluidas en la prisión de Evin.
Veintitrés días es todo lo que tardó la República Islámica de Irán (RII) en detener, torturar, celebrar un “juicio” farsa, dictar una sentencia condenatoria basada en una confesión forzada, denegar las apelaciones y, a continuación, ahorcar públicamente de una grúa a Majidreza Rahnavard, manifestante de 23 años, el 12 de diciembre.
Los medios de comunicación estatales compartieron un vídeo de la “confesión” de Majidreza, que tenía los ojos vendados, el brazo en cabestrillo y estaba rodeado de guardias encapuchados en un intento de aterrorizar a los rebeldes iraníes. Pero Majidreza respondió desafiante cuando le preguntaron su última voluntad: “No lloren ante mi tumba. No lean el Corán. No recen. Celebren. Toquen música alegre”.
Este único incidente concentra a ambas partes del conflicto que se intensifica en Irán, un levantamiento sin precedentes y que no cesa, ahora en su cuarto mes.
La República Islámica ha puesto en el carril de alta velocidad hacia la ejecución a decenas de manifestantes, desatando una valiente y furiosa indignación tanto dentro como fuera de Irán. Pero para crear concretamente una situación en la que el régimen se vea obligado a dar marcha atrás, o a pagar un enorme precio político por seguir ejecutando a presos políticos, se necesita indignación, protestas y apoyo mucho más amplios, profundos y activos al valiente levantamiento en Irán por parte de la gente, en muchos frentes y en todo el mundo.
Aquí no nos referimos al apoyo hipócrita de los gobernantes de las depredadoras potencias imperialistas del mundo y de las instituciones que estas dominan. Nos referimos a la necesidad de que las masas de gente corriente, celebridades, escritores, estudiantes y jóvenes y muchos otros se levanten con valentía e insistan en que la gente decente no va a tolerar esto.
La represión entra en una nueva fase de ejecuciones: “Una buena lección en el menor tiempo posible”
Ahorcaron a dos manifestantes jóvenes en sólo cuatro días. Además de Majidreza, ahorcaron el 8 de diciembre a Mohsen Shekari, de 23 años, trabajador de un café. Le habían condenado por “librar una guerra contra Dios” tras obligarlo a confesar que bloqueó una calle de Teherán durante una protesta e hirió a un miembro del Basij, los asesinos paramilitares vestidos de civil. No avisaron a las familias de los jóvenes ni les permitieron enterrar a sus seres queridos.
El 6 de noviembre, los legisladores iraníes habían votado en su abrumadora mayoría para pedir a los funcionarios del Estado y al poder judicial de Irán “que traten a quienes hicieron la guerra [contra el establecimiento islámico]... de forma que sirva de buena lección en el menor tiempo posible”.
Un parlamentario se quejó de que 23 días entre la detención y la ejecución fuera un plazo demasiado largo. “El tiempo entre la detención de los alborotadores y su ejecución es demasiado largo. Deberían ser ejecutados dentro de los 5 o 10 días siguientes a la detención. Apoyo firmemente la actuación del poder judicial en relación con los recientes acontecimientos”.
Han condenado al menos 11 hombres más a muerte acusados de “hacer la guerra contra Dios”, y procesan al menos a otros 15 por delitos punibles con la pena capital1.
Entre los castigados por utilizar sus conocidas voces se encuentran el rapero Toomaj Salehi (“Corrupción en la Tierra”), el rapero Saman Yasin (“Guerra contra Dios”) y el futbolista Amir Nasr-Azadani (“Rebelión armada”).
En todos los casos, las condenas se dictaron tras juicios farsa sin el debido proceso ni una representación legal elegida por el acusado. En su lugar, los acusados han sido “representados” por abogados asignados por el régimen, cuya función es facilitar la condena dando al mismo tiempo la apariencia de un “juicio justo”. Algunos fueron juicios en grupo o duraron sólo unos minutos. No se permitió a las familias estar presentes.
Comités de linchamiento disfrazados de tribunales
“Los comités de linchamiento que se hacen pasar por tribunales amenazan de muerte a personas para infundir miedo a los manifestantes y aplastar el movimiento por la libertad del país”, dijo Hadi Ghaemi, director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos de Irán (CDHI). “Ahorcan a jóvenes veinteañeros tras juicios amañados, y cada día condenan a más en Irán”2....
[[Abundan los ejemplos]] horrendos de la barbarie asesina de la República Islámica. A un manifestante condenado a muerte, Mehdi Karami, campeón de kárate de 20 años, se le asignó un abogado que no responde a las llamadas de su familia. “Todas las noches temo que me den la noticia de la ejecución de mi hijo”, declaró su padre, un vendedor ambulante de servilletas y pañuelos de papel.
El radiólogo Dr. Hamid Ghare-Hassanlou, que ha construido varias escuelas en zonas rurales, y su esposa dieron con una protesta en la que murió un miembro del Basij. Al día siguiente, las fuerzas de seguridad los detuvieron y golpearon. Les acusaron de haber participado en el asesinato y ahora el Dr. Hassanlou está condenado a muerte y su esposa a 25 años sin derecho a visita ni contacto”3. Médicos y trabajadores sanitarios de todo el mundo se han movilizado para detener la ejecución, incluso grabando vídeos en los que dicen en muchos idiomas: “Soy el Dr. Hamid Ghare-Hassanlou”, como éste de Stanford Medical.
Aunque los ahorcamientos públicos oficiales de manifestantes con una mezquina fachada “legal” son una herramienta horrible, las ejecuciones extralegales de manifestantes continúan a diario con palizas y tiroteos mortales y desapariciones: 495 muertes en los últimos tres meses, según las estadísticas diarias documentadas por HRANA, que no incluyen las desapariciones ni las muertes de personas cuyos familiares son intimidados para que no denuncien. La mitad de estas muertes se produjeron en sólo tres regiones de minorías oprimidas: Sistán/Baluchistán, Kurdistán y Azerbaiyán Occidental4.
Además, han condenado al menos a 400 personas a penas de hasta 10 años de prisión por su participación en protestas antigubernamentales, según las autoridades5.
“Para arrancar la soga del cuello de nuestros jóvenes y derribar la alta horca de la muerte, levántense. ¡No hay otro camino!”
“Los ahorcamientos públicos han sacudido Irán y desatado una furia generalizada que corre el riesgo de avivar aún más los disturbios en lugar de contenerlos”, informa el New York Times. “Ambas ejecuciones [de Mohsen y Majidreza] provocaron grandes protestas callejeras inmediatas en los barrios de origen de los dos hombres. Los manifestantes marcharon y corearon ‘con cada persona asesinada se levantarán mil’, y ‘los que están sentados, ustedes serán los siguientes’”6...
“Levantémonos para salvar la vida de los presos”
Dieciocho presas políticas de la prisión de Evin publicaron una carta en la que llaman a la gente a levantarse en las calles contra las condenas a muerte y las ejecuciones, y anuncian su plan de sentarse el 12 de diciembre en la oficina de la guardia del pabellón de mujeres de Evin.
La declaración dice, en parte:
... [N]o nos rindamos, levantémonos para salvar la vida de los presos y detener el ciclo de asesinatos estatales. Para arrancar la soga del cuello de nuestros jóvenes y derribar la alta horca de la muerte, levántense.
¡No hay otro camino! Esta vez, ocupemos las calles de la ciudad al grito de “Alto a las ejecuciones” y continuemos las huelgas con mayor fuerza e inclusión.
Lea aquí la declaración completa y los nombres de las firmantes, traducidos al inglés por voluntarios del CEI. Para el farsi, véase el post de Narges Mohammadi o Noticias HRANA.
“Muerte a la República de las Ejecuciones”
La ciudad de Zahedan, en Sistán-Baluchistán, ha sido escenario de una horrible represión por parte de la República Islámica, incluida la matanza del “Viernes Sangriento” de al menos 90 manifestantes pacíficos el 30 de septiembre. Pero la gente ha seguido luchando, con cientos de personas en las calles de allí y de otras ciudades baluchis el pasado viernes 16 de diciembre que pedían “Muerte a la República de las Ejecuciones” y “Muerte al régimen asesino de niños”.
Sonia Sharifi, estudiante de secundaria, liberada tras un gran clamor
El 15 de diciembre se obtuvo una victoria parcial contra la maquinaria de ejecución cuando la manifestante Sonia Sharifi, de 17 años, declarada culpable de “librar una guerra contra Dios” y condenada a muerte, quedó repentinamente en libertad bajo fianza tras una campaña mundial concertada en las redes sociales. Apenas unas horas antes, la estudiante de secundaria había estado en peligro inminente de ejecución tras una confesión forzada por dos meses de tortura en régimen de aislamiento. Celebró su regreso a casa entre cientos de bocinazos de coches y alegres bailes en las calles.
Artistas protestan en Teherán para detener la máquina de ejecuciones
Los artistas han expresado su indignación en representaciones teatrales y musicales.
Protestas mundiales contra las ejecuciones
A fecha del 11 de diciembre, miles de personas en decenas de ciudades, en Alemania, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Australia, Noruega y más, habían protestado contra las ejecuciones de la RII. En el momento de elaborar el presente, hay planes para movilizaciones el 17 de diciembre en decenas de ciudades centradas en las ejecuciones.