18 de septiembre de 2025
Hace tres años, Jina Mahsa Amini fue asesinada por la infame policía de la moralidad en Teherán, lo que desencadenó un hermoso e inspirador levantamiento popular contra la República Islámica de Irán. La valentía de las mujeres, la quema de los hiyabs obligatorios y los ecos de “¡Muerte a la República Islámica!” sacudieron a todo el país.
Años de dolor e ira reprimidos estallaron repentinamente de la nada. Muchos miles de mujeres y hombres jóvenes, humillados, golpeados y privados de su futuro, salieron a las calles con valentía y furia. Gritaron: “¡NO! Ya basta. Somos seres humanos. Queremos vivir”.
Al desafiar la opresión nacional de las minorías étnicas y la discriminación que condena a todas las personas, incluidas las personas LGBTQ+, este levantamiento sin precedentes dejó al mundo asombrado. La gente de todo el mundo se ha emocionado con las inspiradoras imágenes de las mujeres iraníes en lucha contra los muros del patriarcado y la supremacía masculina. Infundió esperanza e inspiración en muchos rincones del mundo.
En la lucha de estas mujeres, vieron un atisbo de la enorme capacidad de la humanidad para erradicar la opresión y la explotación que nos rodea a todos y una ventana a un mundo completamente diferente.
Las mujeres lideraron el camino: encabezaron todas las marchas, todas las protestas. Las jóvenes quemaron sus hiyabs obligatorios, y el movimiento se extendió como un reguero de pólvora. Muchos héroes nacieron al instante.
Mujeres bailan alrededor de una hoguera de pañuelos de cabeza en llamas, Bandar Abbás, Irán, 22 de septiembre de 2022. Foto: @shayan86 en X
Este hermoso levantamiento resonó no solo en el Medio Oriente, sino en todo el mundo. Muchos lo llamaron “una chispa de luz en la oscuridad”. Las mujeres de todos los continentes encontraron una nueva esperanza y, en un sentido u otro, millones de personas mostraron su solidaridad con sus hermanas y hermanos en Irán.
Durante el levantamiento “Mujer, Vida, Libertad”, el régimen iraní asesinó a más de 500 personas, cegó deliberadamente a muchas con balas (fabricadas en Alemania y otros países europeos) y arrestó a miles de personas. Las jóvenes rebeldes, como Nika Shakarami, de 16 años, fueron atacadas, violadas y asesinadas en las calles.
La represión fue más mortífera en zonas como Kurdistán y Baluchistán. Tan solo en Zahedán, en el día conocido como el Viernes Sangriento, asesinaron brutalmente a 90 personas. Atacaron con gas químico a las estudiantes de secundaria que se habían quitado el hiyab (inclusive en la ciudad religiosa de Qom, que se considera el Vaticano o la sede del clero chiíta iraní), todo mediante una fatwa (una fatwa es un dictamen formal emitida por las autoridades religiosas), debido a que la población, especialmente las mujeres, se alzó contra uno de los pilares ideológicos más importantes de la República Islámica, el hiyab obligatorio, y, por ende, en contra del régimen iraní en su conjunto.
El hiyab obligatorio fue el primer paso justo después de la revolución de 1979 en la imposición de las mujeres las normas de la antigua ley sharía, la ética tradicional del sistema islámico patriarcal extremo. El hiyab es un símbolo del gobierno islámico sobre la sociedad y una declaración de la inferioridad de la mujer.
Según Amnistía Internacional, los agentes de inteligencia y de seguridad han cometido torturas horrendas —palizas, azotes, el uso de descargas eléctricas, violaciones y otros actos de violencia sexual contra jóvenes detenidos, a veces de tan solo 12 años de edad, incluidos niños varones pequeños, con el fin de suprimir el apasionado espíritu de resistencia del Levantamiento Mujer, Vida, Libertad.
El régimen del ayatolá Jamenei desató una brutal racha de represión, y el levantamiento ha sufrido un reflujo temporal. Se han intensificado las ejecuciones de los prisioneros políticos y no políticos, al extremo de que cada cinco horas ejecutan a un joven de las capas más pobres de la sociedad. Este régimen es tan despreciable que ha aprovechado el genocidio israelí en Gaza como oportunidad para cometer sus propias atrocidades infrahumanas; y ha redoblado la represión contra las nacionalidades oprimidas kurda, baluchí, árabe, afgana y otras.
Pero la realidad es que el levantamiento que sacudió los cuatro pilares de la República Islámica también reveló una realidad vital acerca del mundo entero y se convirtió en una señal de que la humanidad está atravesando una era de opresión sin precedentes que ya no debe tolerarse. Necesitamos comprender la naturaleza de este sistema asesino y las formas en que operan en todo el mundo. Necesitamos ver todo el panorama: que estas fuerzas globales del capitalismo-imperialismo y los regímenes reaccionarios configuran cada incidente, cada conflicto en el mundo.
La verdad es que los gobernantes de este sistema explotador y opresivo —ya sea en Irán, Estados Unidos, China, Rusia y Europa— se encuentran en una crisis profunda... Vemos las guerras por todas partes, lo que incluye una guerra contra el medio ambiente. Estos sistemas están impulsando al mundo hacia la destrucción y están tratando de reclutarnos como su carne de cañón. No. Necesitamos un nuevo camino hacia adelante. Un camino basado en una comprensión científica y en una dirección fundamentada en la razón. Sin esto, no tenemos ninguna oportunidad.
Debemos aprender de nuestras deficiencias y redoblar nuestros esfuerzos. En memoria de nuestros seres queridos caídos y en nombre de la humanidad, preparémonos para el enfrentamiento venidero.