22 de septiembre de 2025. La veracidad de esa declaración de Rechazar el Fascismo —y la urgencia de su llamado a que millones de personas acudan a Washington, D.C. el 5 de noviembre para exigir La Caída del Régimen Fascista de Trump— resonó con creciente fuerza durante toda la semana.

El lunes 15 de septiembre, los capos oficiales de Trump —Vance, Stephen Miller y demás— se turnaron acerca de las amenazas que el podcast de Charlie Kirk había estado transmitiendo. La declaración de Stephen Miller captura tanto el tono amenazante como la amplia gama de los que fueron el objetivo de la ira fascista de MAGA. Miller calificó a las fundaciones liberales y a los grupos alineados con el Partido Demócrata como un “vasto movimiento terrorista interno”. Continuó: “Con Dios como mi testigo, vamos a utilizar todos los recursos que tenemos en el Departamento de Justicia, Seguridad Nacional y en todo el gobierno para identificar, desbaratar, desmantelar y destruir estas redes y hacer que Estados Unidos vuelva a ser un lugar seguro para el pueblo estadounidense. Sucederá, y lo haremos en nombre de Charlie”.

Denunciar la hipocresía te costará el trabajo

Esa misma noche, Jimmy Kimmel se atrevió a expresar una observación sobre la manera en que MAGA se estaba aprovechando de la muerte de Kirk. Luego, Kimmel se burló de la hipocresía de Trump al fingir que se preocupaba por Kirk. Menos de 48 horas después, Kimmel fue suspendido; en realidad, fue despedido. Otros han sido despedidos por los “medios corporativos” por atreverse a expresar sus reservas sobre la santificación total a favor de Kirk, un agitador fascista, racista, misógino y anti-gay.

Pero lo que caracteriza el despido de Kimmel es el uso flagrante del poder estatal para hacer que ocurra. El miércoles 17 de septiembre por la tarde, el director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, se presentó en un podcast para decir: “Fíjense, podemos hacerlo por las buenas o por las malas. Estas empresas pueden encontrar las formas de cambiar conductas, para tomar medidas, francamente, sobre Kimmel, o la FCC tendrá más trabajo por delante”. La FCC tiene la facultad de retirar las licencias a las emisoras radiofónicas y de televisión.

Varios cómicos lo denunciaron inmediatamente, y Rechazar el Fascismo convocó una manifestación ese mismo día. Pusieron sobre la escena un fuerte llamado a actuar contra esta demencia, obteniendo cobertura en los grandes medios de comunicación de todo el país, “como salir en la foto superior en la edición digital del día siguiente del New York Times”. Luego, el jueves 18, Rechazar el Fascismo en Los Ángeles y Nueva York se unió a cómicos, escritores así como otras personas en importantes protestas.

Trump actúa para ser juez, jurado y verdugo

Mientras tanto, Trump redobló sus esfuerzos. A principios de la semana pasada, solicitó un proceso bajo la Ley RICO contra un grupo de mujeres que protestaban de forma no violenta en su contra en un restaurante capitalino, grupo que estaba con el grupo radical por la paz Código Rosa, por el “delito” de manifestarse de forma no violenta dentro del restaurante donde él comía. Posteriormente, tras estallar la polémica por el despido de Kimmel, cuando un periodista le preguntó a Trump si se debía procesar a las personas por el supuesto discurso de odio, Trump no solo respondió que “sí”, sino que amenazó con procesar al periodista que le hizo la pregunta por “tratarme tan injustamente”, y Trump repitió la amenaza al verlo al día siguiente. Trump también amenazó con retirar las licencias a otras cadenas por sacar noticias negativas sobre él.

El sábado 20, Trump fue aún más lejos. Despidió al fiscal federal del Distrito Este de Virginia (a quien había nombrado hacía un mes). El “delito” del fiscal fue determinar que no había motivos para procesar a tres funcionarios y exfuncionarios del gobierno que habían investigado o procesado a Trump por actos delictivos. (Los funcionarios eran la fiscal general de Nueva York, Letitia James, el exdirector del FBI, James Comey, y el senador de California, Adam Schiff). Trump exigió que la procuradora general, Pam Bondi, nombrara a una nueva persona para que los persiguiera. Esto constituye una grave violación de la separación de poderes: el presidente básicamente está diciendo: “Acusen y encarcelen a estas personas que creo que me han hecho daño, sin importar la falta de pruebas... o de lo contrario...”.

Las apuestas no podrían ser más altas

En el e-mensaje posteado el 12 de septiembre, Bob Avakian señala:

Si se permite que este régimen fascista permanezca en el poder, todas cosas en las que la gente decente ha sentido que podía confiar para buscar justicia serán brutalmente eclipsadas… todo valor moral edificante será vilipendiado y reprimido... cada esfera de la sociedad será reconfigurada, de formas terribles, en consonancia con la crueldad supremacista masculina, anti-LGBT, supremacista blanca y antiinmigrante y la demencia anticientífica, destructora de la salud y del clima del régimen fascista de Trump y los desvaríos sedientos de sangre y la violencia depravada de los fanáticos que encabezan “el departamento de guerra”, en que el maníaco trastornado Trump tiene el dedo en el botón nuclear.

Cada visión, y cada esfuerzo activo, por un mundo mejor, más justo, por un futuro digno en el que vivir, será violentamente suprimido y efectivamente truncado, al menos en el futuro previsible.

Esto no es hipérbole — es la amarga realidad que se está imponiendo velozmente.

(de @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #133, “Sí, este fascismo de Trump y MAGA realmente es así de malo. Y, si no se expulsa pronto del poder, esto se pondrá mucho peor”.

La verdad de esta situación se vuelve más funesta cada día que pasa.

Seis cortas semanas para parar a la bestia

Al cierre de esta edición, la semana termina con una orgía de fanatismo religioso y amenazas de colmillos pelados en el acto conmemorativo a Charlie Kirk en Arizona. ¿Se puede negar ahora qué tan velozmente que avanzan estos fascistas? Gente, realmente no hay tiempo que perder. Para citar de nuevo el llamamiento de Rechazar el Fascismo con el que comenzamos: “El fascismo no es una amenaza que se avecina. Lo tenemos encima pero ya”.

Nos quedan poco más de seis semanas para el 5 de noviembre. Seis cortas semanas. Aprovéchalas al máximo. Únete a Rechazar el Fascismo; si no hay una sección de Rechazar el Fascismo donde vives, llama a su oficina nacional o visita su portal web y organiza tu propia sección. Para desmenuzar estos acontecimientos y comprender los orígenes e impulsos más profundos que los sustentan, escucha, debate y difunde los e-mensajes de Bob Avakian.

Por último: haz que sea tu prioridad número uno participar en movilizar a los millones de personas que se necesitarán en Washington, D.C.; y convence a otros para que hagan lo mismo.