Trump 2025 no es simplemente otra administración que llega al poder. Esto es fascismo: la dictadura indisimulada de este sistema del capitalismo-imperialismo en el país capitalista-imperialista más poderoso del mundo —abierta y agresivamente opresivo y represivo— un fascismo azuzado por la demencia fundamentalista cristiana y anticientífica, que toma medidas para imponer a la fuerza su demencia racista, perseguidora de inmigrantes y odia-mujeres y odia-gente LGBT, decidido a desatar un saqueo capitalista desenfrenado y un expansionismo imperialista franco, preparado para aplastar con la violencia toda oposición o resistencia.
Bob Avakian, el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, tiene razón, y la ha tenido desde hace mucho tiempo: esto… sí es…el fascismo. Y día tras día, como parte de la implementación de este fascismo, Donald Trump desata cinco o seis o más ataques nuevos. Ataques contra grupos enteros de personas; ataques contra derechos legales básicos y el estado de derecho; ataques contra otros países y otros pueblos; ataques contra fuerzas e instituciones dentro de las estructuras gobernantes de la sociedad que él ve como obstáculos o enemigos. Ataque, ataque, ataque.
Ante esto, muchas personas decentes se sienten abrumadas e impotentes. Ese sentimiento es efectivamente parte del propósito de estos ataques.
Pero si queremos tener alguna posibilidad real de detener esta locura, TENEMOS que saber qué es lo que el fascismo de Trump y MAGA está haciendo, y por qué. (MAGA: las siglas en inglés de Hacer que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza). Así que veamos dos de los principales tipos de ataques de la semana pasada.
Ataques violentos contra sectores enteros de la población
Los fascistas de Trump y MAGA han lanzado ataques despiadados contra los derechos fundamentales de grupos enteros de personas, empezando por los inmigrantes y las personas trans.

Migrantes, encadenados, en un avión militar en Fort Bliss en El Paso, Texas, el 30 de enero de 2025. Foto: AP
El régimen de Trump y MAGA ha comenzado a enviar inmigrantes acusados de entrar ilegalmente en Estados Unidos al duro y remoto centro de detención en la base militar de Guantánamo en suelo cubano1. ¡Planean enviar hasta 30.000 personas, que vivirán en tiendas de campaña! Esto no sólo les aislará de su familia y su comunidad, sino que hará mucho más probable que si se les permite presentar su solicitud de asilo ante un tribunal de inmigración —lo cual es su derecho legal— ni siquiera tengan un abogado para defender su caso. Trump también ha comenzado a hacer tratos con los presidentes de El Salvador y Guatemala para enviar inmigrantes a las cárceles de esos países. Trump incluso ha dicho que está considerando una oferta del presidente fascista de El Salvador, Bukele, para enviar prisioneros, incluidos ciudadanos estadounidenses, a las cárceles de El Salvador, donde también estarán fuera del alcance de los abogados y del sistema legal estadounidense, por no hablar de los lazos familiares y de otro tipo. Y por horribles que sean las cárceles de Estados Unidos, las de El Salvador constituyen un círculo aún más inferior del infierno.

Manifestantes frente al hospital NYU Langone en Nueva York exigen atención médica de afirmación de género para jóvenes trans, 3 de febrero de 2025. El cartel dice “Las vidas trans importan”. Foto: AP
Trump también ha ordenado que el gobierno federal (incluido Medicaid y otras aseguradoras) cese todos los pagos, subvenciones, etc. para la atención médica de transición y los servicios relacionados con su transición para las personas trans menores de 19 años, ¡y está trabajando para prohibir la atención médica de transición por completo! Se ha negado a reconocer legalmente su misma existencia y ha comenzado esfuerzos para expulsarlas de las fuerzas armadas. Durante la semana pasada se celebró una manifestación inspiradora de personas trans, junto con otras personas, en Nueva York contra este ultraje. Pero, vergonzosamente, ¡muchas de estas instituciones se han acomodado a esta terrible injusticia!
Ahora bien, es buenísimo que los inmigrantes y, en particular, los hijos e hijas de inmigrantes, y las personas trans y algunos miembros del personal médico, hayan comenzado a ponerse de pie; ¡pero no es bueno que a ellos no se les haya unido un número suficiente de personas más!
Y aquí hay un punto más profundo: estos ataques —y habrá más contra otros sectores de la población también— no son “casos aislados”. Son parte de un plan más amplio para forjar un Estados Unidos fascista y hay que reconocer, combatir y derrotar ese plan fascista en su conjunto.
Violando totalmente el estado de derecho
El fascismo de Trump y MAGA ha atacado la “separación de poderes” que otorga a los tribunales y al Congreso cierta capacidad para limitar al presidente.
Se supone que la Constitución de Estados Unidos impide que un hombre o una camarilla viole las leyes y gobierne como quiera. Sin embargo, por poner un ejemplo escandaloso, Trump ha dado poder a Elon Musk, el hombre más rico del mundo, para cerrar departamentos enteros del gobierno que el Congreso aprobó y financió. Musk también ha conseguido acceso a los registros de pagos de individuos (por ejemplo, de personas que reciben seguridad social) y ha intentado ganar acceso a los sistemas de pago del gobierno, cual intento ha sido bloqueado por ahora por un juez federal. Y si algo de esto llega a los tribunales, que están infestados de fascistas y, en el caso de la Corte Suprema, totalmente controlados por ellos, las probabilidades de que el fascismo de Trump y MAGA gane son muy buenas.
Mientras tanto, algunas personas que aún mantienen la esperanza de que los demócratas acudan al rescate corearon “¿Dónde está el Congreso?” durante un mitin reciente mientras hablaba el revcom Carl Dix. Claro está que implícitamente estaban expresando críticas al Congreso, o al menos decepción con él, pero deben reconocer que a) el Congreso, y específicamente los demócratas, ya no están “interesados” en advertir sobre el fascismo de Trump, lo que algunos de ellos sí hicieron durante un breve período antes de las elecciones, b) en cambio están tratando de canalizar a la gente hacia presionar de manera insignificante a los congresistas fascistas que apoyan a Trump o que han sido totalmente intimidados por él, y c) están más interesados en preservar este sistema capitalista-imperialista, sin importar quién lo esté dirigiendo, que en oponerse a él de cualquier manera que pueda debilitarlo, por no hablar de ponerlo en peligro de ser desarraigado.
Por eso, los demócratas del Congreso no están interesados en nada parecido a la lucha que se necesitaría para IMPEDIR que el fascismo triunfe y, de hecho, se oponen rotundamente a ella… una lucha que podría hacer que cada vez más personas cuestionen el sistema que dio origen al fascismo y que se vuelvan en contra de ese sistema. Así que, para responder a la pregunta “¿Dónde está el Congreso?”: están ocupados tratando de hacernos creer que alguna variación de “trabajar dentro de las reglas del sistema” será capaz, de alguna manera, de “volver a lo normal”, como si estos fascistas fueran a aceptar cualquier derrota como “legítima” y como si “lo normal” de la destrucción del medio ambiente, la amenaza de una guerra mundial y todos los otros tipos de opresión y explotación asesinas que son partes integrales de “lo normal” de este sistema fuera algo a lo que debiéramos querer volver.
¿Cómo podría realmente ser derrotado el fascismo?
Sí, esto puede parecer abrumador. Y esa es la idea: abrumar a la gente decente, hacernos sentir como si no tuviéramos ninguna forma de luchar. Pero si dejamos que el fascismo de Trump y MAGA ataque uno a uno a un grupo tras otro, sin hacer nada, los fascistas ganarán. Si dejamos que nos arrebaten un derecho legal tras otro sin luchar con uñas y dientes contra ellos, ganarán.
Al mismo tiempo, hay una profunda debilidad oculta tras todo este frenesí. MAGA debe actuar con rapidez y hacer alarde de un gran poder para poner a la gente a la defensiva, para poder consolidar estos cambios en cómo se gobernará la sociedad. No es que la mayoría de la gente apoye esta locura perversa. De hecho, hay decenas de millones de personas decentes que se oponen a Trump, que están hartas de lo que está sucediendo y que tienen el poder potencial —si se atreven a actuar— de hacer que el país sea ingobernable.
Bob Avakian, en su mensaje en las redes sociales @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #111, “Nosotros, los revcom, tenemos seriedad —y todas las personas decentes necesitan tener seriedad— acerca de realmente derrotar a este fascismo de Trump y MAGA”, explicó cómo podría ser:
Así que, ¿qué significa derrotar concretamente a este fascismo — cómo concretamente se puede lograr? Significa desarrollar y movilizar un movimiento de masas verdaderamente amplio y decidido —unificando a todos los que se pueda unir, en cantidades que crecen rápidamente y de manera continua en todo Estados Unidos— con el objetivo de volverse tan masivo y poderoso que cree una crisis política profunda, de modo que Trump no pueda gobernar el país e implementar su programa fascista.
Hay literalmente decenas de millones de personas que odian visceralmente lo que representa este fascismo de Trump y MAGA. Pensemos en el masivo brote de indignación suscitado por el asesinato a sangre fría de George Floyd en 2020, y en la forma en que, en ese momento, cambió toda la situación política en el país. Esto muestra el potencial de movilizar rápidamente a la gente, a una escala aún mayor, en una oposición sostenida decidida al fascismo de Trump y MAGA, con el objetivo de derrotar concretamente a este fascismo, como he mencionado aquí.
No tenemos que ser alborotados y confundidos por el torbellino de ataques. Podemos, y francamente debemos, aprender a abordar estos ataques científicamente, entender por qué están sucediendo y cuál es la mejor forma de resistirlos. Podemos investigar más a fondo sobre de dónde proviene este fascismo... cómo se relaciona con todo el sistema económico y político de este país y cómo ha surgido de ese sistema... y qué tipo de mundo podría tener la humanidad y cómo podemos luchar por él. Eso significa ir al trabajo de Bob Avakian aquí, aquí (video en inglés) y aquí para aprender más, mientras luchas.
Y si hacemos todo eso, es muy posible que podamos derrotarlo. Aún hay tiempo, y hay que aprovecharnos de ese tiempo. Se lo debemos a la humanidad y al futuro.

Hawái: Protesta contra el fascismo de Trump, 6 de febrero de 2025. Foto: Especial para revcom.us Foto: Special to revcom.us