21 de abril 2025. El Día de la Tierra, 22 de abril, es un momento para observar con frialdad y claridad el estado del planeta... cómo la sociedad regida por el capitalismo-imperialismo interactúa con la naturaleza... y pegar el grito para entrar en acción para salvar el medio ambiente.

Lo que se clama en el Día de la Tierra 2025 es que el planeta Tierra está al borde de cambios catastróficos debido al calentamiento global, y que los fascistas de Trump y MAGA están en una misión de empujarla al precipicio.

Algunos datos básicos y comprensión

2024 fue el año más caluroso desde que surgió la sociedad humana en el planeta. Poderosas tormentas, intensificadas por el cambio climático, azotaron a la Tierra. En 2024, fenómenos meteorológicos extremos sin precedentes en todo el planeta causaron la muerte de 1.700 personas y desplazaron a más de 800.000. Muchas especies de plantas y animales están en peligro de extinción... los frágiles ecosistemas¹ se han vuelto aún más frágiles... y existe una posibilidad muy real de que el cambio climático alcance extremos que pongan en peligro la capacidad misma de la civilización humana para sobrevivir en el planeta.

Es un hecho científico firmemente comprobado que la crisis del calentamiento global se ha causado, en gran medida, debido a la quema de petróleo, gas natural y carbón, y únicamente una reducción masiva de la extracción y la quema de estos combustibles fósiles puede revertir su catastrófico curso. Esto requerirá una transformación radical y profunda de nuestra forma de vivir, de producir nuestras necesidades vitales y de tratar a la naturaleza. Estos cambios no pueden postergarse por mucho tiempo si queremos salvar el planeta.

¿Qué nos impide hacerlo?

La crisis climática es sistémica

La crisis climática es un problema del sistema — el sistema económico, social y político. Es producto del capitalismo-imperialismo, impulsado por la búsqueda competitiva de ganancias y cada vez más ganancias. Estados Unidos ha sido el criminal climático #1. Históricamente, es el #1 en la inyección de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y otros gases que atrapan el calor) a la atmósfera; actualmente es el #1 en la producción y exportación de petróleo y gas natural; y el ejército estadounidense es el #1 consumidor institucional de combustibles fósiles.

Y ahora, cuando necesitamos reducciones masivas e inmediatas en el consumo de combustibles fósiles, especialmente en Estados Unidos, el fascismo de Trump y MAGA ha llegado al poder con un programa maniático de tres frentes para llevar esto en el sentido opuesto:

El fascismo de Trump y MAGA se propone derribar a fregadazos todas las barreras —todas las restricciones y limitaciones— a la extracción de combustibles fósiles y al saqueo del medio ambiente. Están emperrados en eliminar cualquier obstáculo que se interponga en el camino para fortalecer aún más el dominio energético y general de Estados Unidos a nivel mundial. Para que esto suceda, están trabajando horas extra para atacar y paralizar la ciencia del clima y desacreditar a los científicos del clima (los climatólogos)… y para implementar una represión draconiana (cruel) contra todos los que se oponen a esta embestida al clima.

Al comparar el régimen de Trump con el de Hitler, Bob Avakian dice que ambos conllevan “…un rumbo terrible que supondrá crímenes masivos, monstruosos contra la humanidad, en Estados Unidos y en el mundo en general”. (del e-mensaje REVOLUCIÓN 112: “El régimen fascista de Trump, como el de Hitler antes que él, es un régimen de horrores — y es completamente ilegítimo”.) Lo que está haciendo Trump, sin derrotar y expulsar del poder el fascismo de MAGA, acelerará el cambio climático y tendrá consecuencias inmensas que conducirán más rápidamente y potencialmente irreversiblemente a un “planeta inhabitable”.

1. Romper todas las barreras a la extracción de combustibles fósiles y la protección ambiental

Un artículo en Bloomberg.com de marzo enumera 82 medidas distintas que Trump tomó durante sus primeros 52 días en funciones para expandir la producción y el consumo de petróleo, a lo largo de diversas áreas del gobierno federal, y que han impactado a la sociedad en general. Aquí van algunas de las medidas clave que ha tomado:

— Retirar a Estados Unidos del tratado climático de París y de otros acuerdos y compromisos internacionales. Si bien el tratado de París y los demás acuerdos NO son una solución al cambio climático… la retirada de Estados Unidos envía una gran señal al mundo de que quemará combustibles fósiles como nunca antes, sin importar las consecuencias para el futuro. Y el imperialismo estadounidense no respetará ningún acuerdo global que limite en lo más mínimo su capacidad de dominar el mundo e imponer sus condiciones a otros.

• Derogaron leyes, decisiones judiciales y normas y regulaciones vigentes durante décadas. Un ejemplo: la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha comenzado a revocar su dictamen de 2009 de que los gases de efecto invernadero que atrapan el calor amenazan la salud pública. Esto sienta las bases jurídicas para la quema y la perforación sin restricciones legales. El régimen de Trump está tomando medidas para revocar las regulaciones y estándares de contaminación.

— Cuestionaron y desestimaron los límites a la perforación y la minería, independientemente del daño al medio ambiente. Un ejemplo: Trump ordenó la apertura de la exploración petrolera en Alaska (más allá incluso de lo que Biden ya había hecho). Esto convertiría vastas zonas de naturaleza virgen y frágil en zonas de oleoductos, derrames de petróleo e incendios.

— Rechazaron erogar fondos y aplicar políticas para promover energías renovables como la solar y la eólica, ya aprobadas por el Congreso. El plan de Biden para las energías renovables estaba completamente desfasado de lo que se necesita masiva y urgentemente, pero las acciones de Trump llevan al mundo mucho más lejos y más rápido hacia la catástrofe.

2. Suprimir la ciencia climática, denigrar-desacreditar a los científicos

El régimen fascista ha estado desmantelando rápidamente instituciones clave del gobierno que buscaban responder, monitorear y analizar al cambio climático. Despidieron a enormes cantidades de científicos altamente capacitados que estudiaban el medio ambiente y el cambio climático y ponían sus hallazgos al alcance del público. Detuvieron la producción y distribución de importantes informes científicos sobre el cambio climático. Además, han cerrado sitios web y atacado a departamentos de ciencias universitarios y estudios climáticos en todo el país.

Las instituciones científicas y de política que Trump está destripando estaban constreñidas y limitadas por el sistema capitalista, pero sí realizaron una labor importante y contribuyeron a comprender a qué nos enfrentamos y qué hacer. A continuación algunas de las acciones de los fascistas:

— Han borrado incluso la mención del clima de los sitios web de todo el gobierno. No quieren que nadie siquiera PIENSE en el cambio climático. Esto incluye retirar importantes datos científicos que investigadores de todo el mundo utilizan para analizar el rápido cambio climático. Un ejemplo: Ordenó a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) que quitara su mapa de temperaturas de la superficie del mar, que ayuda a mostrar cómo una temperatura de la superficie del mar más calurosa crea condiciones para huracanes más grandes y destructivos.

— La cooperación científica internacional es crucial para combatir el cambio climático, y científicos en Estados Unidos han estado trabajando activamente con científicos de todo el mundo. Ahora ha ordenado a la NOAA que suspenda toda comunicación internacional a menos que dicho contacto sea aprobado por un funcionario designado por Trump. Monitoreará el correo electrónico científico. Esto perjudicará gravemente la capacidad de la humanidad para afrontar el cambio climático.

— Gran parte de la arremetida de Trump contra las universidades consta en recortar la financiación gubernamental a la ciencia. Parte de lo que está en la mira es la investigación climática. Miles de millones de dólares están en peligro.

Los fascistas de MAGA odian la ciencia, excepto cuando puede utilizarse al servicio de necesidades e intereses económicos particulares y para rivalizarse con competidores globales del imperialismo estadounidense. Lo odian cuando la gente tenga las herramientas para conocer la realidad, debido a que los fascistas quieren y exigen obediencia ciega. Y en los casos en que la evidencia científica se erige como un obstáculo a objetivos clave, como impulsar la perforación, la producción y la quema de combustibles fósiles, atacan a la ciencia con saña.

3. El fascismo de Trump y MAGA está criminalizando la defensa del planeta

Están implementando medidas represivas extremas contra la protesta y el disentimiento, algunas de las cuales se centran específicamente en las protestas relacionadas con el clima y las organizaciones ambientalistas. Esto es tanto un castigo ahora como una amenaza de lo que se descargará contra aquellos que se atrevan a protestar en el futuro:

— Hace poco, un tribunal de Dakota del Norte dictó un veredicto con una multa de 660 millones de dólares contra la organización ambientalista Greenpeace por su apoyo totalmente legal a la protesta pacífica contra un oleoducto que atraviesa tierras indígenas en Standing Rock, Dakota del Norte.

— Muchas legislaturas estatales y el Congreso de Estados Unidos están trabajando o ya han aprobado proyectos de ley altamente represivos contra las protestas contra los oleoductos. El proyecto de ley federal estipula penas de hasta 20 años de prisión y multas de hasta 250.000 dólares para personas, o 500.000 dólares para organizaciones debido a protestas que desbaraten o alteren los gasoductos planificados o en funcionamiento. El significado de “desbaratar” se deja intencionadamente vago y amplio en el proyecto de ley, y podría afectar a casi cualquier protesta.

— Y ahora, el gobierno amenaza con retirar el estatus de exención de impuestos a las organizaciones ambientales (así como a otros tipos de organizaciones sin fines de lucro) y trabaja para obstaculizar y sabotear a muchas organizaciones que realizan una importante labor ambiental. Citibank ha informado haber recibido órdenes del FBI para congelar las cuentas de organizaciones ambientales que recibieron subvenciones completamente legales para su labor ambiental durante el gobierno de Biden. El FBI afirma que esto fue “fraude”. El New York Times ha informado que Trump quizá designe a las organizaciones ambientales como “organizaciones terroristas”, lo que intensificaría aún más la represión.

Estas medidas son una parte ominosa de las maniobras fascistas generales para eviscerar los derechos fundamentales de expresión y protesta. Hay que oponérseles y derrotarlas.

Lo que el fascismo de MAGA le está haciendo al medio ambiente no es una desviación, sino una expresión extrema, de lo que el capitalismo siempre ha hecho

El sistema capitalista-imperialista a nivel mundial ha saqueado el medio ambiente y ha sido completamente destructivo para los ecosistemas globales. Estados Unidos ha liderado la emisión de más gases de efecto invernadero a la atmósfera que cualquier otra potencia, y tanto demócratas como republicanos han participado activamente en cada paso del proceso. De nuevo, se trata de un problema de sistema: un sistema basado en la explotación, en la búsqueda competitiva de ganancias, que trata a la naturaleza como un insumo “libre de costos” para la producción con fines de lucro.

Hace años, el líder revolucionario Bob Avakian puso al desnudo la verdad sobre el capitalismo y el medio ambiente:

Este sistema y aquellos que gobiernan no son capaces de llevar a cabo desarrollo económico que cumpla con las necesidades de la gente ahora, balanceado con las necesidades de generaciones del futuro y de proteger el medio ambiente. No les importa nada de la exquisita diversidad en el medio ambiente y en la tierra, y los tesoros que tienen, a menos que puedan convertir esto en ganancias para sí mismos... Ellos no son capaces de ser quienes cuidan este planeta. (Lo BAsico 1:29)

¡Necesitamos y exigimos un mundo completamente nuevo, radicalmente diferente y mucho mejor! Necesitamos una revolución para que la humanidad pueda dar un salto más allá de este mundo en el que el fascismo puede llegar al poder, desatar una explotación aún más temeraria del planeta, asaltar el conocimiento científico de la realidad y amenazar a todo el planeta y el futuro de la humanidad.

¡Y DEBEMOS DERROTAR A ESTE FASCISMO DE MAGA! — ¡QUE SE VAYA TRUMP, YA!

La necesidad urgente ahora mismo es luchar contra la aceleración fascista del cambio climático y la arremetida contra la ciencia climática, tanto dentro de las instituciones en las que se está llevando a cabo todo esto, en las plazas públicas, y en las calles. Y hace falta vincularlo y convertirlo en parte de un levantamiento masivo del pueblo para derrotar al fascismo de MAGA ¡YA!

Y este también es un momento para elevar la vista de la gente y preparar el terreno para la revolución para poner fin a este sistema, para crear una sociedad y un mundo en el que los seres humanos de hecho puedan convertirse en guardianes dignos de nuestro planeta. Esa visión y plan se exponen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian.