Miles de personas estuvieron en el parque del centro de la ciudad donde se celebró la convención. Las cifras son difíciles de calcular. Por un lado, la policía había acordonado y bloqueado con bastante eficacia diferentes zonas, por lo que había varios “bloques” de manifestantes (y pasar de uno a otro requería cierta planeación y esfuerzo). Además, debido al intenso calor y humedad, la gente entraba y salía casi continuamente. Los partidarios de Trump estaban en una zona separada y tenían una entrada subterránea al [salón de convenciones], y no había mucha interacción entre los dos bandos. Hubo al menos un incidente que no presencié yo mismo, pero hay un vídeo de un grupo de mujeres se les hicieron frente, les arrebataron un megáfono y a empujones alejaron a un beligerante cerdo de la NRA.

La multitud era probablemente tres cuartas partes blanca, de clase media. El grupo de edad más numeroso era probablemente de 30 a 40 años de edad, pero había un número significativo de jóvenes, universitarios y de secundaria. No pocas familias parecían haberse reunido, algunas me dijeron que era la primera protesta para alguna de ellas. Estaba claro que había muchos maestros, y un componente bastante importante de profesionales de la medicina.

No vi a ningún otro grupo con literatura, pancartas, etc. Hubo una treintena de personas, clérigos y otros, que intentaron marchar hacia la parte delantera de la sala con una protesta interreligiosa, pero la policía los detuvo con bastante rapidez.

Nuestros objetivos

Teníamos un equipo pequeño. Fuimos con 2.000 volantes (todos en inglés), y unos 600 de los volantes de Rise Up 4 Abortion Rights (RU4AR; De Pie Por el Derecho al Aborto), y tenía un puñado de otra literatura (no quería que nos agobiáramos cargando una gran cantidad de material, en vista de los desafíos logísticos, y el calor). Nuestro principal objetivo era difundir la declaración de Búfalo/Uvalde lo más ampliamente posible, y conversar con la gente en torno a ella cuando y en la medida de lo posible, pero sobre todo hacérsela llegar.

Repartimos todos los volantes menos unos 50, que mantuvimos en reserva por si se produjera algo a última hora. Creo que distribuimos casi todos los volantes de RU4AR...

Yo tenía la pancarta “¡Revolución, y Nada Menos!”, que era bastante prominente en la “refriega”, y cuya foto está ahora en el sitio de Revolución. Había muchos carteles caseros, muchos de ellos creativos, que denunciaban a varios republicanos, pero algunos también señalaban, aunque a veces vagamente, a un problema con Estados Unidos, sus valores, su moral, su ética y especialmente su “cultura de las armas”. Yo diría que el horror, el asco y la ira no sólo contra la violencia generalizada dentro de esta sociedad, especialmente como se manifiesta en la violencia con armas de fuego, sino también contra las personas que consideran que la perpetran (NRA, Trump, Cruz, etc.), fue el sentimiento dominante. La gente ahí realmente desprecia a los fascistas.

El volante

La respuesta al volante fue muy buena. El título del mismo fue la base de la agitación con la que lo difundí. De inmediato, resonaba con muchísima gente la frase “La demencia que llaman Estados Unidos”. Varias personas dijeron mucho al respecto, añadiendo su propia experiencia personal, o su comprensión de algo de la historia de Estados Unidos. (Dos cosas que añadiría al respecto: su comprensión se centró principalmente en cosas de Estados Unidos, como la esclavitud, el Jim Crow, la violencia policial, etc., y con frecuencia saqué a relucir la importancia de la serie Crimen Yanqui en el sitio web y los crímenes globales de Estados Unidos, por ejemplo, la masacre de My Lai, de la que los más jóvenes no habían oído hablar; y algunas personas mencionaron que han aprendido más sobre la historia de Estados Unidos en los últimos años que en el resto de su vida).

Muy pocas personas (al menos entre las con las que conversé) tuvieron problemas con el tercer párrafo del volante. Y les hizo reflexionar más profundamente sobre las cuestiones que se plantean en él. Un par de veces los negros me contaron espontáneamente historias de sus propios parientes que habían sido asesinados por la policía, y luego el asesinato fue encubierto, barrido debajo del tapete, etc. Nadie a quien se lo leí tuvo ningún problema con la frase “Hay una podredumbre en el corazón de esta sociedad que hay que desenterrar y a la que hay que hacerle frente para realmente resolver esto”, y en unas cuantas ocasiones, la gente volvió a conversar conmigo al respecto, diciendo que la cosa está “tan mal, qué se puede hacer al respecto, me siento tan desesperanzado, etc.”

Que Estados Unidos se está “dividiendo en dos” fue reconocido por casi todos; que existe la “posibilidad de una sociedad diferente”, no. En general, la gente creía que el problema son los republicanos amantes de las armas, que adulan a Trump y la NRA. Señalé la información de contacto con todos los con los que conversé y los animé a ir a la página web, a ver El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! en YouTube, etc. Espero que algunos lo hagan, o que ya lo hayan hecho. Si hubiéramos tenido a más gente y estuviéramos más juntos, podríamos haber promocionado El Show RNL en particular de forma más agresiva, y necesitamos resolver esto mejor para futuros esfuerzos.

No obstante todo el énfasis en la votación, y el hecho de que ésa básicamente era la “posición por defecto” sobre lo que se podía hacer según casi todos, nadie realmente se adentró en este tema cuando leí o mencioné la frase del artículo sobre “... la posibilidad de una revolución”, y trabajar hacia eso. Algo que realmente me llamó la atención en todo esto fue la importancia de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, de esgrimirla de forma coherente, de llamar la atención de la gente al respecto: la verdadera posibilidad de una forma de vivir diferente. No quiero pintar un panorama demasiado halagüeño, pero sí creo que el impacto general del volante es elevar las aspiraciones de la gente, estimular cierta reflexión sobre por qué las cosas están como están, y si es posible otra cosa. Todo esto me recordó la verdad de algo que creo que dijo Ardea Skybreak, sobre la importancia de hacer las preguntas correctas.

Conocí a tres personas, todos jóvenes blancos, que se sentían atraídos por el comunismo. Dos de ellos eran del tipo de joven que va a la biblioteca a fin de conseguir un ejemplar de El Manifiesto Comunista y busca vídeos de Zizek en YouTube. Me parece que ambos estudian en uno u otro campus de la U niversidad de Houston. Parecían muy contentos de ver este volante.

El otro era un tipo que volvió a conversar conmigo una media hora después de que hubiéramos terminado una breve conversación inicial, en la que había preguntado si se podían construir entidades autónomas autosuficientes, o si realmente había que tumbar todo el estado. Resultó que este tipo (que probablemente tendía entre 20 y 30 años de edad) había pasado varios años “viviendo en la calle”, como dijo, y lo pasó mal cuando muchas de las personas con las que estaba envuelto y que estaban en la misma onda que él se volvieron “reaccionarias”, según dijo. Cuando le pregunté qué quería decir con eso, me dijo: “Todos empezaron a ponerse en plan MAGA [Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza], tuve que salir de esa onda”. Me preguntó si realmente creía que el derrocamiento del estado pudiera ocurrir. Le entramos al tema, le conté en pocas palabras sobre Bob Avakian (BA) y el nuevo comunismo, y espero volver a conversar con él y con los otros dos en los próximos días.

Leí en voz alta varias veces la cita de BA al fin del volante, especialmente a los jóvenes. Siempre daba qué pensar a la gente: ¿va a ser esto un ciclo interminable de horrible violencia? ¿Qué hace falta para detenerla de verdad? Además, algo que empezó a salir a la luz durante este evento fue la denuncia a la respuesta concreta de la policía en Uvalde: una cobardía despreciable, pero también creo que algunas personas están empezando a cuestionar el papel de la policía en general. Algunas personas me dijeron cosas tales como: “¿No está eso (sacrificarse a sí mismo a fin de desarmar a alguien que amenaza a los niños) en la descripción de su trabajo?”

Finalmente, salió muy pocas necedades sectarias, o desprecio al volante por ser revolucionario... sólo salieron un puñado de respuestas de este tipo, lo que creo que enseña algo sobre la intensidad de la situación y cómo la gente está buscando respuestas, y también el hecho de que la mayoría de la gente parecía relativamente nueva en este tipo de cosas (protestas).

El volante de RiseUp4AbortionRights

Además de los volantes, repartimos muchas pegatinas y pañuelos, y aunque no estoy segura de qué cantidad, era evidente que pudieran haber salido muchos más si hubiéramos tenido la capacidad de hacerlo. Una persona de nuestro equipo que se centró un poco más en el volante de RU4AR dijo: “La gente realmente quería las pegatinas — personas de todo tipo. Agarraban rápidamente las pegatinas ‘Maternidad obligatoria = Esclavización femenina’... Yo era consciente de la idea que dice que la palabra ‘esclavización’ es una exageración, pero no me encontré con la oposición a ella aquí. Tenía curiosidad por saber qué atraía a la gente. Así que más tarde, cuando una mujer se acercó a pedir pegatinas, le mostré esa y le dije que la palabra ‘esclavización’ ha sido controvertida. Inmediatamente, aparentemente incrédula de que alguien estuviera en desacuerdo, dijo: “¿Me estás tomando el pelo? ¡Quieren criarnos como si fuéramos ganado!” Conocí a una persona que se oponía rotundamente al aborto, y pensó que eso iba ‘de la mano’ con su angustia por los asesinatos de los niños de Uvalde”.

Varias personas dijeron que iban a inscribirse para la sesión de RU4AR vía Zoom del domingo. Un hombre blanco de unos 60 años de edad dijo que había conducido seis horas para estar aquí (parte de la atracción era ver a Beto O’Rourke) y que estaba emocionado por conocer a gente que lucha por el aborto. Le consternaba que tan poca gente estuviera luchando realmente contra el posible fin de Roe, y se llevó un paquete de volantes y dijo que los iba a repartir, y que lo que le quedara lo iba a repartir cuando llegara a casa (en el oeste de Texas). También dijo que iba a postearlo en varias plataformas de las redes sociales. Le dijo a alguien de nuestro equipo, más de una vez, que estaba a la espera de la llamada de Zoom del domingo.

Un sentimiento muy amplio, reflejado en muchos carteles caseros así como en lo que decía la gente, fue que estas personas (Abbott, Cruz, Trump, etc.) dicen que aprecian la vida, pero en realidad les importan un bledo los niños o las mujeres. El pasaje en el volante sobre Búfalo/Uvalde —“ ¿Cuál es la conexión entre esta violencia y la violencia ejercida todos los días contra las mujeres en diez millones de formas en esta sociedad, y el movimiento ahora mismo para despojar a las mujeres del control sobre su propia reproducción al prohibir el aborto?”— impacto a muchas personas.