El 6 de enero de 2021, los partidarios trumpistas contra el robo de las elecciones toman por asalto el Capitolio. Foto: AP
El 1º de agosto, Donald Trump fue imputado en el Tribunal Federal de Distrito en Washington, D.C., de cuatro cargos en relación con su intento de golpe de estado el 6 de enero de 2021. En ese día en 2021, miles de partidarios fascistas de Trump irrumpieron en el Congreso, con desmanes, amenazas, golpes y el extremo de levantar horcas e intentar dar caza a Mike Pence, así como a Nancy Pelosi. Estas imputaciones se suman a otras dos imputaciones criminales y a una cuarta que se rumorea está en preparación.
Nada ni remotamente parecido a esto nunca había ocurrido antes en la historia de Estados Unidos. Ningún candidato perdedor había intentado nunca anular los resultados, y mucho menos mediante un golpe de estado. Ningún candidato presidencial de importancia —y de hecho ahora mismo, según las encuestas, Trump es el candidato líder del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2024 por un amplísimo margen— había sido imputado nunca en el periodo previo a unas elecciones, y mucho menos cuatro veces, y mucho menos por cargos relacionados con el fomento de un golpe de estado.
Y, no obstante, la considerable base fascista del Partido Republicano está tan estrechamente ligada a Trump que ningún “rival” republicano serio a Trump ha hecho otra cosa que defenderlo. Kari Lake, partidaria de Trump, que estuvo a punto de ganar la gubernatura de Arizona en noviembre de 2022, amenazó hace poco: “Si quieren llegar al presidente Trump, van a tener que pasar por mí, y van a tener que pasar por 75 millones de estadounidenses como yo. Y les voy a decir que la mayoría de nosotros somos miembros con carnet de la NRA [Asociación Nacional del Rifle]”. La imputación —que conlleva posibles penas de prisión para Trump— eleva enormemente lo que está en juego y subraya el hecho de que la amenaza de Lake debe tomarse realmente en serio. Estos fascistas se proponen imponer una supremacía blanca, supremacía masculina y chovinismo pro estadounidense aún más grandes y aún más abiertos, y hace falta luchar activamente en contra de esto, no tolerarlo ni encoger los hombros ante ello.
Pero a este acontecimiento verdaderamente sin precedentes y peligroso hay que responder NO tratando de mantener la articulación del sistema (o esperando que los demócratas o el Departamento de Justicia mantengan su articulación) tal como ha estado hasta ahora. Eso no sólo es poco realista, sino más aún, es indeseable — es este sistema en sí el que siempre ha sido un horror para decenas de millones de personas en Estados Unidos y literalmente miles de millones de personas por todo el mundo. Es este mismo sistema el que engendró a Trump y al resto de estos fascistas.
Un momento poco común en el que la revolución es más posible
Con respecto a las contradicciones que concentra este viraje en los acontecimientos, Bob Avakian ha dicho,
Las cosas no son como eran en el pasado, y la realidad es la siguiente: no es posible limar las divisiones profundas, al interior de la clase dominante, y en la sociedad en general — únicamente se volverán más profundas y agudas, más encarnizadas y antagónicas. Aquí va la verdad fundamental que hay que entender clara y profundamente:
No es posible resolver estas divisiones… en el marco que ha existido, y que ha mantenido la articulación de las cosas, durante casi 150 años, desde poco después del fin de la Guerra Civil de Estados Unidos que condujo a la abolición de la esclavitud — no es posible resolverlas sobre la base de la “democracia” capitalista que ha sido la forma “normal” de gobierno capitalista (dictadura) durante tanto tiempo.
Y:
Esta situación poco común, con la profundización y la agudización de los conflictos entre los poderes gobernantes, y en la sociedad en general, pone una base más fuerte y oportunidades más grandes para romper el control de este sistema sobre las masas de personas.
Es extremadamente importante comprender lo siguiente de manera profunda:
A medida que se desarrolle esta situación, y la clase dominante tenga cada vez menos capacidad de gobernar según la anterior manera de hacerlo, es posible que se vuelvan cada vez más agitadas y caóticas la sociedad y la vida cotidiana de las masas de personas, de diferentes partes de la sociedad, con frecuentes “trastornos” de la manera “normal” en que las cosas han existido.
Y a medida que la “manera normal” en que se ha gobernado a la sociedad deje de mantener la articulación de las cosas —y la sociedad esté desgarrándose cada vez más—, es posible que esto haga flaquear la creencia de la gente en que “la manera en que siempre han sido las cosas” es la única manera en que las cosas pueden ser. Puede hacer que haya más receptividad en la población a cuestionar —en un sentido real puede obligar a la gente a cuestionar— la manera en que han sido las cosas, y si tienen que seguir siendo así. Y es mucho más probable que esto ocurra si las fuerzas revolucionarias están en la sociedad entre las personas arrojando una luz sobre la realidad más profunda de lo que está ocurriendo, y por qué, y explicando que SÍ QUE EXISTE una alternativa a vivir así.
Esta es una parte crucial de la manera en que se podría gestar una situación revolucionaria — una situación en la que sea posible en realidad hacer caer este sistema.
Por otro lado, “dejadas las cosas tal como están” —es decir, si el actual carácter y dinámicas de todo esto se mantienen en el mismo curso en el que se encuentran ahora—, esta situación, las divisiones que la caracterizan y el desenlace resultante de ella casi con certeza van a volverse aún más terriblemente negativos. Así que, es necesario cambiar todo eso radicalmente, en lo que es un lapso de tiempo relativamente corto y “comprimido” — no simplemente de semanas o meses, pero tampoco de décadas. Si las cosas aún no se hubieran hecho erupción por completo anteriormente, es muy probable que las elecciones presidenciales programadas para 2024 sean un punto focal crítico y un punto de viraje, por lo cual los republicanos fascistas intentarán ganar y consolidar a martillazos el poder sobre la sociedad, y poner fin a cualquier posibilidad de una futura “transferencia del poder” que se les saliera de las manos.
Con la continuación de la Gran Mentira por parte de los republicanos de que las últimas elecciones presidenciales (de 2020) le fueron robadas a Trump, sus maniobras para suprimir votos y su orientación general de que, en cualquier caso, con respecto a las elecciones presidenciales de 2024 (suponiendo que se celebren), el único desenlace aceptable es que ellos sean declarados y confirmados como ganadores — todo eso ha dejado en claro que ellos no permitirán ninguna “transferencia pacífica del poder” en el gobierno, a menos que resulte en su llegada al poder. Cantidades crecientes de personas de orientación fascista en Estados Unidos están preparadas para usar la violencia al perseguir su perversa noción de “hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza” — y la dirigencia republicana está lista para valerse de eso, si no pueden llegar al poder de otra forma. Los funcionarios electos republicanos, entre ellos los miembros del Congreso, ya están azuzando sentimientos a favor de semejante violencia y ya están apoyando a las turbas fascistas que han tomado parte en esta violencia.
Hay que considerar con seriedad esas palabras y ponderarlas a fondo. Al igual que las siguiente palabras, de SOMOS LOS REVCOM (COMUNISTAS REVOLUCIONARIOS):
Sobre la base del método científico del nuevo comunismo, aplicamos activamente el enfoque estratégico de Luchar contra el Poder, y Transformar al Pueblo, para la Revolución: activar a las masas de personas para que se pongan de pie para resistirse a los continuos crímenes de este sistema, y defiendan a la gente contra los ataques a sus derechos y su vida por parte de los golpeadores racistas, odiamujeres y anti-LGBTQ, dentro y fuera del gobierno... ganarnos a las personas a la comprensión científica de que no tenemos que vivir así — que este sistema del capitalismo-imperialismo es la causa raíz y fuente fundamental de todo el sufrimiento innecesario al que están sometidas las masas de personas, en Estados Unidos y en todo el mundo, y representa una amenaza creciente a la existencia misma de la humanidad por medio de la destrucción acelerada del medio ambiente y el peligro creciente de una guerra nuclear — y además, que necesitamos, y podemos, crear un sistema y un mundo completamente diferente y mucho mejor por medio de la revolución.
Tendremos más que decir al respecto a medida que se desarrollen los acontecimientos. Asegúrese de sintonizar El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! en YouTube (vídeo en inglés). Por ahora, terminamos con el consejo dado por el gran líder revolucionario, Mao Zedong1, a aquellos que en una situación más o menos similar querían “esperar a ver” lo que iba a pasar: “Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha”.