El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la gente salió a la calle unida, lanzando una verdadera lucha para mantener legal el aborto. Dos días después, el Club Revolución reunió a algunas de esas personas para ver el nuevo episodio de El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, que informó sobre este comienzo monumental y dio dirección sobre cómo hacer avanzar la lucha.

Esta fue una experiencia enriquecedora, en la que todos aprendimos unos de otros y de El Show RNL. Sentimos que esto subrayó más el potencial de los círculos RNL como una forma importante en que las personas pueden unirse en una manera naciente, pero significativa.

Un ejemplo importante fue ver a Araceli Herrera hablar en el video que presentó El RNL Show de la manifestación de Nueva York, en el que contó su historia y cómo la obligaron a dar a luz tras una violación en grupo, y ver la forma en que pudo dirigir su indignación a las calles en hermosa lucha. Una mujer que participaba en la llamada dijo que en su propia familia y en otras familias de habla hispana que conoce, “nuestras mamás no hablan de esto”. Había escuchado la historia de Araceli traducida al inglés desde el escenario en Los Ángeles, pero escucharla directamente y en español la hizo llorar y fue liberador escuchar y ver a todos los oradores subir al escenario juntos y corear al unísono.

Una joven de secundaria dijo que a ella también le impresionó escuchar a Araceli, y comparó esto con su madre católica oponiéndose a aquello por lo que estaba luchando. También describió con una sensación de asombro y alegría cómo fue presenciar la protesta en Los Ángeles y escuchar a la MC dirigiendo los gritos a coro desde el escenario: “¡Coreó tan recio! ¡Me antojé que todo el mundo debe de oír su voz!”.

Otra mujer, de Filipinas, dijo que se sintió obligada a asistir a la protesta porque Filipinas es un país muy católico y ha visto a muchas niñas embarazadas sin derecho al aborto. Dijo que hay una enorme cantidad de turismo sexual allí, y muchas jóvenes terminan con embarazos no deseados y se ven obligadas a mantenerlos porque el aborto es “matar a un bebé”. Ella quiere difundir por allá las cosas que está aprendiendo, y haber participado en la reunión le hizo pensar que mucho más es posible en todas partes de Estados Unidos y el mundo.

La estudiante de secundaria dijo que cuando llegó a la casa después de la protesta: “Me sentía en llamas, todavía quería gritar, no quería que terminara el día, no quería despertar y ver que ese sentimiento se fugara”. Cuando le dijo a su madre dónde había estado, ella le dijo: “Realmente no creo en el derecho de asesinar a un bebé, quitarle la vida”. Todo lo que escuchó y de lo que formó parte ese día la respaldó en lo que discutió con su madre. “Pero, ¿y si esa persona no quiere porque no está en condiciones de cuidarse a sí misma o al bebé? ¿Le pedirás que lo tenga, y tal vez el niño crezca y se convierta en un marginado? No fue su culpa y no debería ser culpa de una madre”. Ella dijo que la discusión no iba a ninguna parte y la hizo “perder un poco de mi fuego”.

La mujer de Filipinas dijo que cuando estaba pensando en ir a la protesta, la canción de The Clash sonaba en su cabeza: “¿O me quedo o me voy?”. Y especialmente el refrán que dice: “si me voy habrá problemas, si me quedo será el doble”. Y dijo que si no iba, ¿qué pasaría con los derechos de las mujeres? Ella también compartió su experiencia de estar en la protesta con una amiga que no estaba tan emocionada. Esta amiga se describió a sí misma como estar “en el medio” con respecto al aborto, diciendo que si una mujer es violada, debería tener el derecho, pero las mujeres no deberían tener tantos embarazos y abortos.

Hablamos de lo importante que fue que la gente se encontrara a sí misma y su fuerza en las calles. Y una de las integrantes del Club Revolución describió sus propias experiencias al involucrarse y enfrentarse a la oposición de amigos y familiares. Dijo que luchas con las personas, ¡y a veces las ganas, y a veces encontrarás nuevos amigos! También compartimos Preguntas frecuentes y respuestas sobre la lucha en torno al aborto que se utilizaba para movilizar para las marchas del Día Internacional de la Mujer, destacando la respuesta a “Pero, ¿y qué del feto?” y hablamos de cómo las supuestas organizaciones “pro-vida” que se oponen al aborto no tienen nada que ver con la “vida”, sino con dominar a las mujeres.

La estudiante de secundaria nos dijo que recientemente había leído The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada) para una clase y, “¡No quiero vivir en un mundo como ese, esclavas femeninas que dan a luz niños que tal vez ni siquiera vuelvan a ver! ... Tenemos que evitar que eso suceda”. Se aferró a lo que se dijo en el programa sobre seguir adelante y tiene ideas para comenzar de inmediato a correr la voz en su escuela sobre vestirse de verde el 8 de abril y las protestas del 9 de abril.

Las personas nuevas en la llamada expresaron interés en asistir a la reunión del fin de semana para conocer y andar con el Club Revolución.