El 10 de diciembre, Estados Unidos incautó un petrolero completamente cargado que acababa de zarpar de un puerto de Venezuela. El ataque se lanzó desde el portaaviones Gerald Ford, que forma parte de la poderosa flota que Estados Unidos ha reunido en el mar Caribe para amenazar a Venezuela. La fiscal general Bondi publicó “orgullosa” un vídeo de 45 segundos de la operación en X, en el que se veía a tropas armadas descendiendo desde helicópteros a la cubierta del barco.
Imagen del vídeo publicado en la cuenta X de la fiscal general Pam Bondi que muestra a las fuerzas estadounidenses incautando un petrolero frente a las costas de Venezuela, el 10 de diciembre de 2025. Foto: AP
La incautación de un petrolero frente a las costas venezolanas supone una grave escalada de la agresión criminal de Trump hacia la nación soberana de Venezuela. Es demasiado pronto para saber si estos fascistas impondrán un bloqueo total al petróleo venezolano. Pero su amenaza de hacerlo ya está haciendo que los armadores, operadores y agencias marítimas que participan en el transporte de petróleo venezolano se replanteen si navegar desde aguas venezolanas según lo previsto, por temor a que sus barcos sean los próximos en ser incautados.
El régimen fascista de Trump está utilizando ahora la amenaza de provocar un colapso económico en Venezuela como su última medida para forzar al presidente venezolano Nicolás Maduro a abandonar el poder. El régimen fascista de Trump sabe que las exportaciones de petróleo son lo que mantiene en pie la frágil economía de Venezuela. Y son plenamente conscientes del tremendo daño que las continuas incautaciones causarían al pueblo venezolano. Las sanciones impuestas al petróleo venezolano por Trump en 2017 y 2019 provocaron lo que se ha denominado “la peor depresión de la historia de este hemisferio”.
Personas rebuscan comida en la basura durante la crisis económica provocada por las sanciones de Estados Unidos, Caracas, Venezuela, 2016.
Bondi declaró que el FBI, Seguridad Nacional y la Guardia Costera ejecutaron “una orden de incautación [emitida por un juez federal de Estados Unidos] para un petrolero, llamado Skipper, utilizado para transportar petróleo bajo sanciones de Estados Unidos procedente de Venezuela e Irán”1. El petrolero había sido sancionado por Estados Unidos en 2022 por “contrabando de petróleo”. Estados Unidos afirma que forma parte de una red mundial de cientos de petroleros, conocida como la “flota fantasma”, que transporta crudo para gobiernos como los de Venezuela, Irán y Rusia, cuyos ingresos petroleros han sido sometidos a sanciones por Estados Unidos y sus aliados. (China es el mayor comprador de crudo de Venezuela e Irán, que recibe a través de terceros países o en petroleros de la “flota fantasma”).
Video en inglés: Annie Day expone que los fascistas están sentando precedentes con la incautación del petrolero frente a Venezuela.
Qué apropiado que la fiscal general Pam Bondi violadora de la ley, haya anunciado esto, ya que lleva la ilegalidad y la agresión internacional del régimen de Trump a un nuevo nivel. La afirmación de Bondi de que el Skipper fue incautado de conformidad con las sanciones impuestas a nivel nacional no tiene validez en el derecho internacional. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 establece el “derecho a visitar” un buque “sin bandera” (que no está registrado en ningún país) en alta mar, pero Estados Unidos no es parte de esa convención2. Sin embargo, al día siguiente, el régimen de Trump impuso sanciones a media docena más de buques acusados de transportar petróleo de Venezuela, sin presentar pruebas.
El día antes de la incautación del petrolero, dos aviones de combate de la Marina de Estados Unidos sobrevolaron el Golfo de Venezuela. Y el 12 de diciembre, sobrevolaron las islas cercanas de Aruba, Bonaire y Curazao. Descritos por Estados Unidos como una “operación de seguridad ampliada dirigida contra las redes de tráfico ilícito”, estos vuelos son los más cercanos que los aviones de combate estadounidenses han realizado al espacio aéreo de Venezuela desde que el 2 de septiembre comenzaran sus asesinatos en serie de personas que viajaban en pequeñas embarcaciones en aguas cercanas a Venezuela. Estos ataques han causado la muerte de cerca de 90 civiles hasta ahora. Y Trump ha vuelto a declarar que los ataques terrestres contra Venezuela son inminentes, afirmando en una entrevista la semana pasada que “también vamos a atacarlos en tierra muy pronto”.
Una grave escalada
La incautación del buque petrolero venezolano acerca a la región al borde de la guerra, con cada día que pasa trayendo mayores peligros. Como describimos recientemente la situación: “Lo que ya era una situación peligrosa e inflamable acaba de recibir muchos barriles más de gasolina por parte de un loco que está jugando con cerillas”. Estas medidas suponen un peligro extremo para los pueblos de Venezuela, Colombia, toda América Latina y el mundo entero. Cualquier guerra iniciada por el régimen fascista de Trump sería una atrocidad criminal.
Una política consciente de hambruna masiva: Made in USA
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Las exportaciones de petróleo representan casi el 90 % de los ingresos por exportaciones de Venezuela. Si Estados Unidos confiscara más petroleros venezolanos y detuviera las exportaciones de petróleo venezolano, eso tendría un efecto devastador en la economía y empeoraría aún más la grave situación económica que enfrenta el pueblo venezolano. Sus dificultades actuales son el resultado de las crueles sanciones de Trump que se impusieron a Venezuela en 2017 y 2019. Como escribió el año pasado el Grupo Comunista Revolucionario, Colombia:
La mayoría de quienes dicen denunciar la precaria situación del pueblo venezolano omite identificar, deliberadamente o por ignorancia, al mayor de sus responsables: el imperialismo estadounidense….
… La situación que viven las masas en Venezuela es inaguantable. Se estima que cerca de la mitad de la población está en la pobreza, cerca de 6,5 millones de venezolanos padecen hambre y al menos 7,7 millones de personas (la cuarta parte de la población) han salido de Venezuela y se han desplazado, y se han desplazado principalmente a Colombia, Estados Unidos, Chile, Perú y España.
… Las sanciones económicas estadounidenses iniciaron en 2017 bajo el gobierno de Trump. Estados Unidos restringió las operaciones, transacciones y negociaciones con el gobierno venezolano, y en 2019 intensificó estas sanciones con el fin de obstaculizar la comercialización del petróleo venezolano en el mercado internacional.
Un informe recién publicado por el Center for Economic and Policy Research ve un peligro similar en este momento:
Decenas de miles de venezolanos murieron solo durante el primer año de las sanciones de Trump, y muchos más en los años siguientes. Este colapso económico se debe principalmente a que las sanciones cortaron el acceso al sistema financiero internacional y bloquearon los ingresos vitales en divisas procedentes de las exportaciones de petróleo; por lo que [hoy] Venezuela se ve amenazada por otro devastador retorno a la hiperinflación.
El régimen de Trump conoce perfectamente las consecuencias de sus acciones. De hecho, ese es su objetivo: utilizar el arma del hambre masiva, entre otras amenazas, para derrocar a Maduro.
No es necesario apoyar al régimen de Maduro para oponerse con vehemencia —en las calles— a lo que el gobierno estadounidense está haciendo en Venezuela. De hecho, en Estados Unidos tenemos la responsabilidad de organizar protestas contra lo que se está haciendo en nuestro nombre.
¡Paren TODOS los ataques de Estados Unidos contra Venezuela! ¡No a la guerra! ¡Que se largue el régimen fascista de Trump YA!