Protesta de los Revcom contra la guerra israelí avalada por Estados Unidos en Gaza. The Paul Street Report, substack, 01/01/2024 The Paul Street Report, substack, 1/1/2024
Estimados lectores: el siguiente y mis próximos dos Informes de Paul Street abordan el trabajo de Bob Avakian y el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (los “Revcom”) y la respuesta tristemente despiadada, calumniosa, ignorante y reaccionaria de gran parte de “la izquierda”, sea lo que sea ya “la izquierda”, a Avakian y los Revcom1. Por favor, tómese un momento para escuchar los seis vídeos-audios breves de Avakian publicados recientemente (hoy) que he puesto en la primera nota al final del ensayo de hoy.
Por la reconstitución revolucionaria de la sociedad
Avakian es el presidente y teórico y estratega líder del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, también conocido como los Revcom. Ha sido un prolífico escritor, propagandista, autor y orador durante medio siglo. Ha pasado este tiempo argumentando a favor de una revolución comunista panorámico — una revolución que se propone emancipar no sólo a este grupo o aquel grupo, no sólo a este país o aquel país, sino a toda la humanidad de todas las formas de explotación y opresión. Imagínese: la “reconstitución revolucionaria de la sociedad” que los jóvenes Karl Marx y Federico Engels reivindicaron en 1848 como única alternativa a “la ruina común de todos”.
El compromiso coherente de Avakian con una revolución real dirigida por los comunistas (imagínela) en Estados Unidos, el estado agresor capitalista-imperialista líder del planeta, por mucho no lo comparte la izquierda estadounidense en sus diversas formas mezquinas. La mayoría de los “intelectuales” de la izquierda estadounidense han rechazado, ridiculizado y, en algunos casos, abandonado la noción de un partido comunista marxista-revolucionario de vanguardia2 que dirija a un movimiento revolucionario de masas a fin de tomar y ejercer el poder estatal con el fin de reemplazar radicalmente el capitalismo por el socialismo revolucionario. Muchos, si no la mayoría, de estos pensadores profundos son reflexivamente anticomunistas y antirrevolucionarios, sumidos en diferentes combinaciones de delirios reformistas, identitarios, economistas, electoralistas, localistas, laboristas-obreristas, conspirativos, anarquistas, libertarios, religiosos, posmodernos y de otra índole al servicio de la reacción y el capitalismo.
Avakian tiene razón al haberse mantenido firme en “Revolución, y Nada Menos” (el nombre del show semanal de los Revcom en YouTube los jueves por la noche). La “ruina común de todos” ya está en marcha bajo el capitalismo-imperialismo en 2024: véase mi reciente ensayo sobre cómo ese sistema encabezado por Estados Unidos ha producido ya “cuatro jinetes apocalípticos que se refuerzan y multiplican mutuamente”: el ecocidio, el pandemicidio, una guerra nuclear potencialmente terminal y el fascismo.
Además de cientos de artículos, comentarios y discursos, Avakian es autor de al menos 20 libros, entre ellos La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tsetung (1978); ¿Conquistar el mundo?: Deber y destino del proletariado internacional (1982); Para una cosecha de dragones (1989); Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? (2006); El falso comunismo ha muerto... ¡Viva el auténtico comunismo! (1992); Predicando desde un púlpito de huesos: Necesitamos moral, pero no la moral tradicional (1999); Observaciones sobre el arte y la cultura, la ciencia y la filosofía (2005); From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist: A Memoir (2005); ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo (2009); El comunismo y la democracia jeffersoniana (2008); Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, Primera parte | Segunda parte (2010) y El Nuevo Comunismo: La ciencia, la estrategia, la dirección para una revolución real, y una sociedad radicalmente nueva en el camino hacia la verdadera emancipación (2018).
Avakian también es autor de un borrador de Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte y, de este modo, ha echado por tierra la burla elitista habitual de que los revolucionarios son sólo “antis” que se quejan del orden imperante pero no tienen ideas ni planes concretos para una sociedad alternativa — para lo que los Revcom llaman “una forma completamente diferente en que el mundo podría haber”.
Algo terrible o algo hermoso
Avakian, por cierto, lleva advirtiendo desde la década de 1990 sobre el surgimiento de una versión estadounidense del fascismo arraigada en una mezcla tóxica de capitalismo-imperialismo, supremacismo blanco, supremacismo masculino, supremacismo hipernacionalista estadounidense y cristianismo fundamentalista. Sus advertencias se han confirmado ampliamente con la toma del poder por parte de los amerikánder-fascistas de uno de los dos partidos capitalista-imperialistas dominantes de la nación (el partido Republicano, ahora el partido Republi-fascista) y el desenmascaramiento continuo de los funestos demócratas capitalista-imperialistas como facilitadores y conciliadores al estilo de Weimar, con los republi-fascistas. Con el tembloroso belicista imperialista “Genocida Joe” Biden en campaña muy por detrás del maníaco fascista anaranjado en el puñado de estados disputados los que absurdamente determinan los resultados de las elecciones presidenciales bajo el arcaico Colegio Electoral de Estados Unidos y con las victorias aplastantes por parte del monstruoso ogro en el Caucus Republicano de Iowa la semana pasada y en las elecciones preliminares republicanas de Nueva Hampshire anoche, la suerte está echada: el ahora abiertamente hitleriano Donald “Quiten los detectores de metales” Trump está en buena posición para volver al poder al frente de la nación más peligrosa del mundo. Su segunda administración fascista será mucho peor que su primera presidencia en numerosos aspectos, como se discutió en mi último Informe de Paul Street.
Aquí estamos viendo directamente la fea cara de lo que Avakian ha estado diciendo durante años. El centro no puede sostenerse en medio de la nueva polarización inclinada a la derecha. Ya se están gestando desenlaces radicales. La democracia burguesa estadounidense y el estado de derecho, anteriormente normativos, están gravemente dañados y se acercan a sus últimos días. Debemos elegir entre uno de dos desenlaces radicales: el neofascismo radicalmente horroroso o el socialismo revolucionario radicalmente liberador. Como dijo Avakian hace unos años: “la crisis y las divisiones profundas en la sociedad [estadounidense] únicamente podrán resolverse por medios radicales, de un tipo u otro — ya sea por medios radicalmente reaccionarios, asesinamente opresivos y destructivos o por medios revolucionarios radicalmente emancipadores”.
Vivimos tiempos en que, como escribieron los jóvenes Marx y Engels en su impresionante y poética crítica de 1848 a “la burguesía” (del capitalismo), “Todo lo estamental y estancado se esfuma”. Buenas porciones de la población y de la clase dominante de Estados Unidos están preparadas, dispuestas y, muy posiblemente, son capaces de barrer la “democracia” electoral y el estado de derecho burgueses de Estados Unidos, hasta ahora normativos (tal y como son), al proverbial “basurero de la historia” de Marx. Lamentablemente, como escribió el poeta WB Yeats en un pasaje que a Avakian le gusta citar, demasiados de “Los mejores [que] carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de intensidad apasionada”3. Eso tiene que cambiar.
El “Nuevo Comunismo"
De toda su obra, Avakian ha creado lo que él y sus seguidores llaman una “nueva síntesis del comunismo” o simplemente “el nuevo comunismo”. Con esto Avakian y los Revcom quieren decir (según mi entender, que más vale se verifique con los Revcom veteranos bien informados) una serie de cosas, entre otras:
+ Un rechazo al determinismo histórico, a la noción de que el desarrollo humano e histórico se han predeterminado para que sigan un cierto camino, y en su lugar, un énfasis en la interacción dialéctica entre las fuerzas materiales subyacentes y la actividad y lucha consciente.
+ Un rechazo al relativismo subjetivista y a la “verdad como narrativa” posmodernista y, en su lugar, un énfasis en un enfoque científico de la verdad objetiva tal como se determina mediante la verificación de las tesis frente a la evidencia.
+ Entender el marxismo como ciencia abierta, con un paradigma sometido a pruebas empíricas e históricas, y no el “fin de la filosofía”.
+ El avance de un “núcleo sólido con mucha elasticidad” — la noción de que “el marxismo abarca pero no reemplaza” las verdades científicas, estéticas y filosóficas obtenidas por otros que no trabajan con o mediante el materialismo histórico-marxismo.
+ Un rechazo a la noción de “la ley del más fuerte” combinada con una comprensión de cómo el relativismo identitario y posmodernista impulsa la “ley del más fuerte”.
+ Un rechazo a insidiosamente “triunfar” a la verdad científicamente determinada con la verdad partidista y de clase y una determinación de vincular el partidismo por la revolución a la ciencia y no en contra de ella.
+ Un rechazo a la creencia religiosa, “populista” y subjetivista-relativista de que los oprimidos tienen un conocimiento especial de la verdad debido a su condición de explotados y oprimidos y a su lugar en la sociedad.
+ Una comprensión consecuentemente científica, materialista histórica de la economía política capitalista, enfatizando la interacción dialéctica de la base económica con la superestructura política e ideológica.
+ Un rechazo consecuente a las nociones y formas burguesas de democracia, derechos e igualdad.
+ Un rechazo a la noción de la revolución entendida como venganza e inversión (“los primeros serán los últimos y los últimos, los primeros”) y en su lugar, un llamamiento a “la emancipación de la humanidad, poniendo fin a toda explotación y opresión en todo el mundo”.
+ Una determinación de examinar y aprender de los logros, límites y errores muy reales de los primeros estados socialistas de Rusia y China en el siglo 20.
+ El internacionalismo comunista combinado con la comprensión de que las revoluciones socialistas tienen lugar en naciones individuales.
+ Una aguda separación anti económica entre el movimiento comunista y el movimiento laboral y una reorientación de nuestra comprensión sobre dónde se encontrará la base fundamental de la revolución.
+ Un rechazo a la fetichización reificada de “la clase obrera” y una firme comprensión del papel necesario de los intelectuales en la realización de la revolución.
+ Una comprensión multifacética de las contradicciones internas del capitalismo-imperialismo, que incluye pero no se limita al conflicto entre el trabajo y el capital y pone un énfasis renovado en los conflictos entre los capitales (algo muy fuerte en Marx) y entre los estados capitalistas.
+ Numerosas innovaciones sobre el enfoque estratégico de la realización de una revolución construida para la creación de una nueva sociedad y una nueva forma de vida más allá de toda opresión y explotación y de “la ley del más fuerte”.
“Ellos caen bajo”4
¿Cómo es la respuesta de los intelectuales de izquierda-izquierdosos-progresistas-“socialistas” (reales y fingidos) a este importante conjunto de obras y al “nuevo comunismo”? Con demasiada frecuencia, se trata de un rechazo reflexivo y engreído anticomunista y antirrevolucionario, acusaciones falaces, calumnias de alcantarilla y descalificaciones elitistas. Los grandes pensadores de izquierda suelen caer increíblemente bajo, a veces incluso cruzan hacia el espacio neo macartista y tipo COINTELPRO.
Suelen demostrar que no han leído ninguno de los más de 20 libros de Avakian, ni siquiera uno de sus folletos o ensayos, una conducta interesante cuando se trata de gente que se identifica como intelectual.
A continuación hay algunos de los comentarios que he recibido de “intelectuales de izquierda” y “activistas” anticomunistas-antirrevolucionarios que me han escrito para criticar a mis referencias ocasionales a Avakian y a los Revcom y para cuestionar mis participaciones en Rechazar el Fascismo, una organización que los Revcom crearon después de que Donald “Envenenando Nuestra Sangre” Trump fuera elegido a la presidencia de Estados Unidos por primera vez (y un grupo en cuya junta editorial yo participo), y en De Pie Por el Derecho al Aborto, una organización que una Revcom líder (Sunsara Taylor) ayudó a formar en enero de 2022 para oponerse al movimiento fascista cristiano en curso y en parte exitoso para reimponer la esclavización femenina de la maternidad forzada en todo Estados Unidos:
“¿Por qué te alineas con los Revcom y con el presidente Bob y por conexión con su grupo fachada Rechazar el Fascismo?... Avakian fue un atrasado-retrógrado en materia de derechos de la gente gay hasta los años 1990 y adoptó posturas horribles en el pasado, como oponerse al plan de autobuses de Boston... Se opuso al plan de autobuses porque pensaba que era una afrenta a la unidad de la clase trabajadora (blanca)”. La lista de las malas decisiones de Avakian es larga y no vale la pena. El PCR ha sido históricamente muy reaccionario. Si han cambiado, se debe a que, para seguir siendo relevantes, TENÍAN que cambiar”.
“El PCR es un culto maoísta izquierdoso”.
“El PCR es antidemocrático”.
“El PCR y Avakian abandonaron a la clase obrera y la lucha de clases”.
“La descripción del PCR de los republicanos como fascistas los califica de herramientas del Partido Demócrata capitalista e imperialista. Demostraron que son una fachada de los demócratas cuando Avakian recomendó votar por Biden en 2020”.
“El PCR es sólo una estafa para hacer dinero para Avakian y algunos otros”.
“El PCR creó De Pie Por el Derecho al Aborto (RU4AR) como grupo fachada para intentar apoderarse del movimiento por el derecho al aborto y subordinarlo a un control de culto”.
“El PCR es partidario de la violencia” (una acusación contenida en un documento jurídico presentado por un izquierdista cristiano semi-prominente).
“El PCR elude la necesidad de una violencia rabiosa adecuada”.
“El ‘comunismo científico’, que el PCR abraza, es una tontería”.
“El PCR está descalificado para el liderazgo radical porque su líder es un hombre blanco mayor. No tiene nada que ver cruzando líneas de raza, género y generación para hablarnos de la revolución”.
“Avakian es un reaccionario porque no apoya la abolición de la policía”.
“Avakian no sigue los modos discursivos y de citación de los académicos y, por lo tanto, no lo leen los intelectuales profesionales de clase que requieren los movimientos socialistas”.
En las Segunda y Tercera partes, exploraré cada una de estas “críticas” y descalificaciones. Mientras tanto, tómese un momento para escuchar los audios de Avakian (35 minutos más o menos en total) posteados en mi primera nota final (los audios de Avakian tienen una traducción al español aquí].
Notas de la Primera parte
1. Por una notable coincidencia, esta breve serie mía comienza exactamente el mismo día en que los Revcom lanzan una campaña para difundir regularmente breves audios de su líder de larga trayectoria Avakian en múltiples plataformas de las redes sociales. (Véase el Apéndice de la Primera parte, en adelante). [volver]
Acabo de escuchar los primeros seis audios: (i) Avakian se presenta a sí mismo y a la necesidad de una revolución y nuestra responsabilidad de emprenderla (5 minutos):
(ii) “BA” descuartiza la noción de que el Estados Unidos monstruosamente criminal alguna vez tuvo “grandeza” o tiene “grandeza ahora” (4 minutos):
(iii) “BA” examina cómo el capitalismo-imperialismo estadounidense lleva mucho tiempo explotando, asesinando y oprimiendo a la humanidad dentro y fuera de sus fronteras (7 minutos):
(iv) BA sostiene que el sistema del capitalismo-imperialismo es la fuerza detrás del genocidio en curso respaldado por Estados Unidos en Gaza y es el mismo sistema que crea la miseria y los delirios para las masas de personas dentro de los Estados Unidos y en todo el mundo (4 minutos):
(v) BA examina la trágica ironía histórica de un estado judío que lleva a cabo el genocidio racista y el apartheid, compara la opresión del pueblo palestino por el apartheid israelí con el apartheid sudafricano, y aborda cómo y por qué el “genocida Joe” Biden, los demócratas y toda la clase dominante estadounidense están respaldando el horrible genocidio de Israel (6 minutos):
(vi) BA descuartiza los pretextos horribles que los propagandistas estadounidenses e israelíes esgrimen para tratar de justificar la matanza en masa de civiles palestinos y sostiene que Israel es un estado racista, supremacista judío, ilegítimo que hay que reemplazar por “un estado revolucionario en que el gobierno y las leyes no promuevan ninguna religión y no favorezcan a ningún pueblo sobre otro...”. (9 minutos):
2. En realidad, no debería ser necesario añadir “revolucionario” a la palabra comunista (¡!), pero se requiere que se haga debido a la historia profundamente conservadora-revisionista de los partidos comunistas occidentales de filiación soviética del siglo pasado y sus versiones postsoviéticas mucho más pequeñas [volver]
3. “Girando y girando en el remolino que se ensancha / el halcón no puede oír a su cetrero; / todo se desmorona; el centro no puede sostenerse; / Mera anarquía se desata sobre el mundo, / La oscurecida marea de sangre se desata, y en todas partes / La ceremonia de la inocencia se ahoga;/ Los mejores carecen de toda convicción, mientras los peores / Están llenos de apasionada intensidad”. De WB Yeats, “La segunda venida” (1919). [volver]
4. Como la Revcom lideresa Sunsara Taylor caracterizó una respuesta habitual de la “izquierda estadounidense” a Avakian y al PCR, Estados Unidos, durante una reciente presentación en Chicago. [volver]