Como informamos la semana pasada: “El 21 de mayo, en una reunión en la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Stephen Miller (el principal líder del proyecto de deportaciones en masa de Trump) exigió enojadamente que los arrestos y detenciones de inmigrantes tuvieran que aumentar rápidamente a 3.000 al día, es decir, más de un millón al año. Contó con el apoyo de otra figura de alto rango, Kristi Noem. Esta es efectivamente la política ahora”.
Esa reunión desató una ola de redadas migratorias en todo Estados Unidos, que detuvieron a miles de personas.
Los moradores de un vecindario de San Diego impiden la salida de una vagoneta de ICE, 31 de mayo de 2025. Screenshot: NBC7 San Diego
En San Diego, USA Today informa que “agentes fuertemente armados” tomaron por asalto un restaurante popular. “Los moradores de la comunidad les gritaron y filmaron la escena. Los agentes llevaban equipo táctico, incluidos chalecos antibalas con el logotipo de Investigaciones de Seguridad Nacional”. Según se informa, esposaron a todos los empleados, los interrogaron uno por uno y les revisaron las identificaciones. Al final, pusieron en libertad a la mayoría, pero detuvieron a cuatro, lo que hizo que cientos de vecinos se tomaron las calles a gritos de “¡Vergüenza, vergüenza, vergüenza!” a los hampones federales, y algunas personas se interpusieron físicamente en el camino de los vehículos que llevaban a los inmigrantes detenidos. Un testigo declaró: “Los agentes dispararon granadas de sonido y granadas aturdidoras contra la multitud”. En los tres días siguientes, se recaudaron 94.000 dólares para apoyar a sus familias.
Los manifestantes se enfrentan a los agentes del ICE, ATF y FBI, Minneapolis, 3 de junio de 2025. Foto: AP/Kerem Yücel/Minnesota Public Radio
En Minneapolis, el Minnesota Star-Tribune informa que “varias docenas de agentes federales” aparecieron de repente en una zona de inmigrantes, equipados con “uniformes militares, mascarillas, rifles y vehículos blindados”. “Una multitud de unos 200 vecinos inundó la zona” para protestar, junto con algunos concejales municipales.
En Chicago, WGN TV informa que Pilsen, un histórico barrio de inmigrantes de mayoría latina, fue uno de las comunidades en la mira el 2 de junio. Dos hombres, presuntamente mexicanos, fueron detenidos antes de que una multitud expulsara a los agentes. Además, el miércoles 4 de junio, el ICE arrestó a unos 20 inmigrantes que iban a una oficina del ISAP (Programa de Comparencias de Supervisión Intensiva) justo al sur del centro chicagoense para lo que creían que era una cita de rutina. Unos integrantes del comité de concejales municipales latinos estaban presentes en protesta junto con 30 a 50 otras personas, e intentaron rodear a las vagonetas que se llevaban a los inmigrantes. El concejal Anthony Quezada describió a WGN lo que ocurrió: “Al estilo de la Gestapo, unos 50 agentes caminaron por la calle, se pararon frente a la entrada y abrieron paso agresivamente, me derribaron al suelo, me agredieron a mí y a otros miembros de la comunidad aquí presentes, luego sacaron armas y también sus porras, empujando a algunos de nosotros, y golpeando a algunos de nosotros para poder pasar por la entrada”.
Algunos funcionarios municipales señalaron que “las redadas intermitentes están teniendo un efecto de ahuyentar a la gente de los negocios y la vida en comunidades predominantemente inmigrantes”. Están obligando a la gente a “volver a la sombra y a no poder ir libremente a trabajar ni enviar a sus hijos a la escuela”. Así, barrios antes vibrantes se convierten en pueblos fantasma a medida que el miedo se apodera de ellos.
Los fascistas de MAGA dicen cínicamente que solo deportan a “los peores de los peores” de los criminales violentos.
Pero aquí están, en el mundo real, agarrando a personas trabajadoras en sus lugares de trabajo… a personas que prosiguen el proceso de legalización… hasta a personas que simplemente caminan por la calle y no tienen consigo los “papeles” apropiados cuando los detienen. En Denver, raptaron a un bebé y un niño de 6 años. En Los Ángeles, Katia García, 18, descubrió que se habían llevado a su padre de la tienda donde trabajaba. Dijo que él lleva 20 años viviendo en Estados Unidos: “No lo puedo creer... Nunca pensamos que esto nos pasaría”.
Con frecuencia, no les dicen a nadie adónde llevan a las personas ni cuál agencia del gobierno las tiene bajo custodia; en otras palabras, las desaparecen. Una y otra vez, al ver los videos, vemos a compañeros de trabajo, amigos e incluso desconocidos llorando y gritando de rabia contra los agentes; no activistas, sino “personas del común” que encuentran que el fascismo las está enfrentando.
Además, el 5 de junio, el canal 8 de la NBC en Tampa, Florida informa que decenas de personas recluidas en el Centro de Detención Krome en Miami colaboraron para deletrear “SOS” en el patio ahí el jueves 5 de junio, en protesta contra la campaña de deportaciones masivas del presidente Donald Trump.
L.A.
Los manifestantes ocupan la autopista 101 en Los Ángeles, 8 de junio de 2025. Foto: captura de pantalla de la NBC
Pero todo esto fue solo el comienzo. El viernes 6 de junio, agentes lanzaron múltiples operativos importantes en Los Ángeles, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, hogar de 3.5 millones de inmigrantes de México, Centroamérica y otras partes del mundo.
Desde la mañana del viernes 6 de junio, Los Ángeles se ha convertido en un eje de la represión, y de la resistencia al embate fascista de Trump contra los inmigrantes, así como al salto general de la violencia estatal.
Véase el artículo aparte: El enfrentamiento en Los Ángeles: Ataques fascistas contra inmigrantes, la gente se pone de pie.
También el sábado 7 de junio, se dieron protestas en la Plaza Federal de la ciudad de Nueva York. Según Eyewitness News, “algunos manifestantes decían que no se quedarán de brazos cruzados mientras sus vecinos son detenidos como parte de la agresiva aplicación de las leyes migratorias de la administración Trump. Era palpable la furia de la gente contra las fuerzas del orden”. La indignación se intensificó tras el brutal arresto el día anterior de un inmigrante dominicano dentro del juzgado. Un manifestante resumió: “Están pisoteando sus derechos al debido proceso en este edificio y los están detenciendo aquí, así que estamos presentes para oponérnosle”.
Esta protesta también fue recibida con violencia: al menos 20 personas fueron esposadas y subidas a camionetas policiales, aparentemente por protestar en la calle.
Lo que está tramando el régimen fascista…
Primero, si pensabas que el plan de deportaciones masivas que anuncio Trump, incluida su reiterada mención del objetivo de deportar a 11 millones de personas, o aproximadamente el cuatro por ciento de todos los habitantes en Estados Unidos, era solo una fanfarronería de campaña… O si pensabas: “Esto es Estados Unidos, ‘esto no puede pasar aquí’”... O si pensabas que llamar fascista a Trump o compararlo con Hitler era “algo muy extremo”... Ya es hora de hacer frente a la realidad, y de actuar en consecuencia. Todos de veras sí tienen que definirse: ¿Esto está bien? ¿Quieres ser cómplice? ¿Quieres apostar la vida de millones con la esperanza de que los tribunales intervengan y que Trump les obedezca (cuando él llama a los jueces “conservadores” “lunáticos radicales de izquierda”), y que tú no tendrías que hacer nada?
¿O quieres hacer frente a la realidad, ahora, antes de que sea muy tarde?
En segundo lugar, es muy importante señalar que, si bien el objetivo inmediato de estos operativos fascistas son los inmigrantes, los fascistas tienen en la mira explícitamente a las “ciudades santuario”: las ciudades y otras zonas con leyes que limitan su cooperación con los operativos federales de inmigración, y ofrecen ciertas protecciones a los inmigrantes. Estas “ciudades santuario” son también una de las pocas partes de la estructura política en Estados Unidos las que aún controlan los odiados rivales (el Partido Demócrata) en la clase dominante de los fascistas. Y los fascistas tienen un objetivo muy consciente de romper ese poder y establecer su propia autoridad fascista mediante estos grandes operativos en el mero corazón de las zonas bajo el control del Partido Demócrata.
En tercer lugar, de la mano con lo anterior, los fascistas están utilizando estos operativos como manera de impulsar su proyecto de unificar a los miles de organismos “del orden público” a los niveles estatal, municipal, de condado y federal en una sola fuerza coordinada bajo liderazgo fascista: una fuerza policial nacional al estilo de la Gestapo, liderada por figuras como Pam Bondi y Kristi Noem, y fanáticamente leales a Trump. (Consulte más al respecto en: “En vísperas del quinto aniversario del asesinato policial de George Floyd: Trump emite una orden ejecutiva que da un salto mayor hacia un estado policial fascista”). O como lo expresó Aaron Reichlin-Melnick (citado por Heather Cox Richardson): “Para construir una máquina de deportación masiva que acorrale y deporte al 4% de toda la maldita población, primero hay que construir el estado policial”.
Aquí es muy importante llamar la atención sobre la reacción de Stephen Miller —asesor íntimo de Trump y motor de la guerra contra los inmigrantes— en respuesta a las protestas y la resistencia en Los Ángeles. Miller dijo que fue “una insurrección contra las leyes y la soberanía de los Estados Unidos”. Así se asoma todo menos abiertamente el espectro de que Trump invoque la Ley de Insurrección, que le permitiría desplegar a las fuerzas armadas de Estados Unidos para su uso contra civiles, en particular contra los enemigos políticos de Trump.
Lo que nosotros tenemos que tramar:
Como se ha expuesto, esta es una situación extremadamente seria con mucho en juego. Es muy positivo que estallaron protestas decididas y (en gran medida) no violentas en que participaron cientos de personas o más en todas las ciudades importantes bajo ataque por parte de los fascistas. Pero eso no es suficiente. Es urgente desarrollar esto e ir muchísimo más lejos, como hemos expuesto en otras partes de esta edición.
Siempre que este régimen fascista controle casi todas las riendas del poder estatal (el control de las fuerzas armadas, el poder ejecutivo, el Congreso, el FBI, el Departamento de Justicia, etc.), va a continuar su campaña hacia su objetivo de una reconfiguración fascista total de la sociedad, y hacer añicos totalmente toda oposición. El régimen aún no está en condiciones de hacerlo, pero está avanzando velozmente. Lo que hemos expuesto aquí muestra una aceleración.
Con esto en mente, debería quedar claro que nada menos que sacar del poder a este régimen va a impedir atrocidades adicionales y más horrendas. Y nada menos que millones de personas en las calles, librando una lucha decidida, no violenta, tenaz y persistente, pueden lograr esto.
Nosotros —todos los que anhelamos un futuro más brillante— necesitamos luchar ya por eso, difundirlo y actuar en consecuencia.
Los manifestantes ocupan la autopista en Los Ángeles, 8 de junio de 2025.