El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, hablando en la Asamblea General de la ONU en 2024. Foto: AP
La semana pasada, el Departamento de Estado de Trump denegó las visas a la Organización para la Liberación de Palestina y a la Autoridad Palestina (OLP y AP) que planean asistir a la reunión anual de la Asamblea General de la ONU en la ciudad de Nueva York. Esto pisotea el derecho internacional y las normas de las Naciones Unidas. Impedirá que el presidente de la AP, Mahmud Abás, se dirija a la reunión, como lo ha hecho en el pasado1.
Esta indignante acción de Trump se produce en medio del genocidio israelí contra el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania. Y ocurre en un momento en que la cuestión del futuro del pueblo palestino, así como los crímenes de Israel, ocuparán un lugar importante en la agenda de la Asamblea General. Francia, Canadá y quizás Gran Bretaña planean reconocer formalmente un estado palestino por primera vez durante la Asamblea.
Si bien este reconocimiento es en gran medida simbólico, es una forma para que estos imperialistas critiquen al genocidio abierto de Israel contra el pueblo palestino, y presenten argumentos por una “solución de dos estados”. En realidad, esta “solución de dos estados” equivaldría a un estado títere palestino rodeado y dominado por Israel. Pero incluso eso es el colmo para los fascistas en Israel — y para sus actuales defensores, los fascistas en Estados Unidos.
Destrucción en la Franja de Gaza por ataques terrestres y aéreos israelíes, 25 de agosto de 2025. Foto: AP
Esta acción del régimen de Trump tiene por objetivo socavar cualquier debate sobre un estado palestino, así como las críticas o sanciones contra Israel. El secretario de Estado, Marco Rubio, hasta exigió, según la descripción del New York Times, que “la Autoridad Palestina, que gobierna la Cisjordania ocupada por Israel, debe poner fin a sus apelaciones a las instituciones legales, incluidas la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia, y dejar de presionar a los países para que reconozcan un ‘estado palestino hipotético’”. En otras palabras, ¡dejen de defender al pueblo palestino!
Hoy, la OLP y la AP tienen la condición de “estado observador” en la ONU. Y aunque la sede principal de la ONU se encuentra en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos no tiene derecho de impedir que funcionarios extranjeros, especialmente aquellos con estatus oficial en la ONU, visiten la sede de la ONU, asistan a reuniones, etc.
Denegar visas a la OLP y la AP no sólo contradice las normas de la ONU, sino que también es una declaración abierta de que el régimen fascista de Trump está emperrado en dictar y fijar condiciones para todo el mundo.
Como analizó el líder revolucionario Bob Avakian en su e-mensaje @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #114:
El fascismo de Trump es un régimen que despoja abierta y agresivamente los derechos básicos y declara flagrantemente que no existe ningún estado de derecho ni debido proceso legal más allá de lo que él mismo dicta, y que el poder destructivo puro y duro es lo que tiene que regir en el escenario internacional, sin siquiera la pretensión de adherirse al derecho internacional ni preocuparse por la soberanía, o incluso el derecho de existir, de los pueblos y países menos poderosos.