Los ejecutores misóginos de la ley sharia de Irán esposaron a Roya Heshmati, 33, a una cama con bandas de hierro y la azotaron con un látigo 74 veces. Ella había posteado una foto de sí misma en las redes sociales caminando por una calle de Teherán sin hiyab (pañuelo en la cabeza). Decidida a no gritar en voz alta durante esta sádica tortura, se susurró a sí misma: “En nombre de las mujeres, en nombre de la vida, se rasgan los vestidos de la esclavitud, nuestra noche negra se convertirá en el amanecer, se harán añicos todos los látigos….” Arrastrada ante un juez después de los azotes, ella, impenitente, le dijo: “Continuaremos nuestra resistencia”1. Los azotes crueles contra ella detonaron una indignación generalizada en Irán y más allá.
Para el régimen, el hiyab obligatorio es una piedra angular y un aglutinante social para su gobierno teocrático y su legitimidad al que no renunciarán ni pueden renunciar. Para millones de mujeres, es una línea roja para luchar contra la opresión y por la vida y la libertad. Muchas mujeres en Irán siguen asumiendo riesgos al resistirse valientemente al uso obligatorio del hiyab.
Narges Mohammadi condenada a 15 meses más de prisión
Una de los luchadores en las primeras líneas que continúa resistiendo el uso forzoso del hiyab y otras injusticias en Irán es Narges Mohammadi. Su familia informó en Instagram que le han presentado nuevos cargos de propaganda contra la República Islámica mientras continúa poniéndose de pie y alzando la voz desde detrás de los muros del pabellón de mujeres de la prisión Evin.
Nueve días después de recibir el Premio Nobel de la Paz en ausencia, Narges fue juzgada en un proceso chueco que ella se negó a legitimar con su asistncia. Fue condenada a 15 meses adicionales de prisión y prohibiciones adicionales.
Su familia dice: “Desde marzo de 2021 hasta ahora, esta es la quinta condena contra Narges, tres de las cuales se deben a sus actividades desde el interior de la prisión. En total, sus cinco condenas ascienden a 12 años y 3 meses de prisión, 154 latigazos, 4 meses de prohibiciones de viajar, 2 años de exilio y diversas prohibiciones sociales y políticas”.
Vea una historia personal a lo que impulsa a Narges Mohammadi en el reciente documental de 30 minutos de dw.com, Inquebrantable — Mi lucha por la libertad en Irán.
Mujeres periodistas liberadas bajo fianza, luego acusadas nuevamente por no llevar hiyab
Las mujeres periodistas Elahe Mohammadi y Niloufar Hamedi han estado en prisión desde septiembre de 2022 por dar la primicia y cubrir el asesinato de Mahsa Jina Amini por la policía de la moralidad por no cubrirse el cabello de manera apropiada. Por ello, Mohammadi, 36, recibió una condena de 12 años (6 años por cumplir) y Hamedi había recibido 13 años (7 por cumplir). Habían prohibido que ambas trabajaran para los medios de comunicación por los cargos escandalosos de “colaboración con el gobierno hostil de los Estados Unidos”, “propaganda contra el régimen” y “reunión y confabulación para actuar contra la seguridad nacional”.
El 14 de enero de 2024, las pusieron en libertad a la espera de sus apelaciones tras pagar una fianza exorbitante. Salieron de la prisión a los brazos de una alegre multitud de familiares, amigos y simpatizantes. En una de las fotos posteadas en las redes sociales, las dos mujeres posan con flores, una kufiya y con el cabello descubierto.
Dos días después, se anunciaron nuevos cargos en su contra por violar la ley islámica del hiyab obligatorio en Irán.
Condenan a los músicos disidentes Toomaj Salehi y Mehdi Yarrahi
Como informamos en diciembre de 2023, el desafiante rapero Toomaj Salehi fue arrestado nuevamente 12 días después de haber sido puesto en libertad bajo fianza. Estaba en proceso de apelar una condena de seis años debido a sus letras contra el régimen y a su apoyo al Levantamiento de Jina que comenzó en el otoño de 20222. Rápidamente fue declarado culpable de un nuevo cargo de “propaganda contra el estado” por hacer pública la tortura a la que estuvo sometido en prisión. Luego fue sentenciado a un año adicional de prisión, dos años de prohibición de viajar fuera de Irán y “clases de manejo del comportamiento”.
Corte de vídeo de Toomaj en persa con subtítulos en inglés: “Ven qué tanto ellos golpean a las mujeres”.
El 9 de enero de 2024, el cantante de pop Mehdi Yarrahi fue condenado a dos años de prisión y 74 latigazos (es decir, azotes) por su canción de protesta “Roosarito” (“Tu pañuelo en la cabeza”), que él dedica a “las mujeres nobles de mi patria, quienes brillan valientemente en las líneas del frente del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’”. Fue declarado culpable de “producir, enviar, distribuir y publicar contenidos obscenos e inmorales mediante sistemas informáticos y de telecomunicaciones, incitando a la gente a la corrupción y la obscenidad” y “propaganda contra el sistema” — por su canción hermosa y edificante en apoyo de los derechos de las mujeres y la libertad. Actualmente se encuentra en libertad bajo fianza.
Como bien señaló la ex prisionera política Somayeh Kargar en una carta a la actual prisionera y premio Nobel de la Paz 2023, Narges Mohammadi:
“¿Qué fue el levantamiento y qué tiene que ver con la República Islámica y el sistema global? El levantamiento de Jina es parte de la lucha global de las mujeres contra sus condiciones en este mundo”3.
Poseer la alegría de la rebelión contra la opresión
Es notable que millones de personas en Irán se mantengan sin quebrar y se nieguen a ceder o rendirse ante la más vil represión por parte del régimen fundamentalista islámico. Esta invitación llama a otros artistas, escritores y autores a dar un paso al frente:
¿No estamos hartos, todos, de la cultura vacía o pútrida que degrada a las mujeres, venera los lujos, el dinero, el yo, la xenofobia, el teísmo y otras tonterías serviles? ¿No deberíamos luchar por algo liberador tal como liberar a un artista que se opone a todo eso? ¿Y una persona que se arriesga valientemente la vida por algo más grande que sí misma?
y
Esto debería inspirarnos y retarnos a todos(as) a apoyarles y seguir su ejemplo para luchar por un mundo mejor. Este es un momento crítico para semejante valentía en el mundo de hoy, mientras el régimen reaccionario de Irán está aumentando las ejecuciones, contra muchos prisioneros políticos.