Muy pronto la Corte Suprema de Estados Unidos dictará una decisión en un caso respecto al aborto que, según todo indica, anulará o destripará Roe contra Wade. Este es un momento cuando todas las personas que crean que las mujeres y niñas son seres humanos plenos —y no incubadoras— deben tomar acción para impedir un gran horror. Pero una nueva declaración por una coalición de activistas por los derechos reproductivos —“Aborto al alcance”— es, al contrario, un caso de claudicación disfrazada de militancia concienciada.

Antes de que usted lea más del presente artículo, lea la declaración en inglés “Abortion Within Reach” (Aborto al alcance).

Ahora bien, si usted quiere saber qué tiene de mal esa declaración, fíjese en lo que nunca menciona. Mujeres. Supremacía masculina. Patriarcado. Ni siquiera menciona la Corte Suprema. ¿Por qué?

Borrar a las mujeres en nombre de la inclusividad

La ausencia de cualquier mención de las mujeres, la supremacía masculina o el patriarcado no es incidental. Ha habido una creciente insistencia consciente entre los “concienciados” de que hablar de las mujeres en relación con el aborto “excluye” a las personas trans y no binarias. Su lógica se inicia con un núcleo de la verdad: hay algunas personas que no se identifican como mujeres (por ejemplo, algunos hombres trans) que todavía necesitan hacerse abortos. Sin embargo, la multitud “concienciada” aprovecha esta verdad para dar un salto infundado al proclamar que hablar del aborto como un derecho fundamental de las mujeres de alguna manera “borrará” o “excluirá” a los hombres trans.

Pero, como Bob Avakian, líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, señala concisamente en un artículo intitulado, “La lucha por el derecho al aborto y por la emancipación de las mujeres”:

La cuestión esencial que está en juego con la escalada de ataques contra el derecho al aborto es el estatus fundamental de la mitad de la humanidad que es femenina — si serán esclavizadas o emancipadas. Por supuesto, en el caso del número extremadamente pequeño de mujeres que han hecho la transición (o están en transición) a hombres pero que conservan los órganos reproductivos femeninos y podrían quedar embarazadas, deberían tener el derecho al aborto, y a la atención médica digna en general, sin ningún estigma ni discriminación — y, en general, hay que oponerse activa y vigorosamente a los ataques contra las personas trans. Pero, en cuanto al propósito y objetivo esencial del ataque al derecho al aborto, este ataque no va dirigido en contra de las personas trans. La esencia de lo que se trata no es la “inclusión” (o la ausencia de “inclusión”), ni tampoco se trata de la “autonomía corporal” en algún sentido general y abstracto (un concepto que, por cierto, incluiría lógicamente a las personas con una posición muy mala, como esos lunáticos anticientíficos y los individualistas egoístas que se niegan a vacunarse contra la Covid). El ataque al derecho al aborto es una acción para intensificar aún más la ya horrenda opresión de las mujeres, al negarles el control sobre su vida y sobre su propio cuerpo, al reducirlas a incubadoras de niños, cruelmente subordinadas a los hombres y a una sociedad supremacista masculina patriarcal. La maternidad obligatoria constituye, en efecto, la esclavización femenina. Cualquier cosa que diluya o distraiga de esta verdad esencial ayuda objetivamente a este ataque fundamental contra la mitad de la humanidad que es femenina — socava la lucha por su emancipación, y por la emancipación de la humanidad en su conjunto de cualquier forma de opresión y explotación.

Una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos se ha hecho un aborto en algún momento de su vida. Sin contar con este derecho, las mujeres están obligadas a ser madre en contra de su voluntad. Con frecuencia, esto implica tener que permanecer en relaciones abusivas, con aún más abusos en una sociedad en que los hombres tienen el poder legal sobre una. Siempre implica ser privada de su propia humanidad, al tener que rendir el control sobre su propia vida a los hombres y al estado. Estudiar, trabajar, viajar, vivir — se subordina todo a ser, forzosamente, una incubadora. Conlleva intentos peligrosos de provocar un aborto por sí misma, en que puede resultar lesionada o muerta — alumnas de escuelas secundarias y medias, aterrorizadas, a solas, privadas de educación sobre el sexo y la reproducción, impulsadas a hacerse daño a fin de tratar de decidir su proprio futuro. La maternidad obligatoria constituye la esclavización femenina. Es una maldita pesadilla la cual nadie debe aceptar.

Si la Corte Suprema sí anula Roe, el día después de su anulación decenas de millones de mujeres perderán el derecho al aborto en los estados en que viven, y estaremos en camino a leyes federales con una prohibición federal del aborto en todas partes. O se moviliza la indignación de millones de mujeres y hombres en una resistencia implacable para poner alto a esto — o se les privará de derechos a las mujeres y a la gente de género diferente, y las personas serán obligadas a vivir en un futuro que es un horror. Así de urgente es.

Pues, uno puede hablar en términos de género neutral a su antojo, pero el género y la sumisión forzada de un género (las mujeres) a otro (los hombres) es precisamente el terreno de la batalla sobre el aborto. ¿La lucha contra este embate debe incluir a las personas trans que necesitan abortos? Por supuesto que sí. Pero eso no es la cuestión central en esta instancia. El ataque contra el aborto es la punta de lanza de una campaña de subordinar y esclavizar a las mujeres.

Esquivar lo que impulsa este asalto contra el aborto contribuye al asalto.

La declaración “Aborto al alcance” sale a la palestra en un momento en que Estados Unidos se está desgarrando. Durante décadas un movimiento fascista cristiano fanático ha usado el tema del aborto como un ariete para forzosamente mantener a las mujeres en una posición atrasada, en el papel que “Dios les dio” — en que, para citar a 1 Corintios 11:13: “…tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón” y una esposa es obediente al esposo. Este movimiento teocrático fanático ya no se encuentra en los márgenes de la sociedad sino al centro de un Partido Republicano que ahora es un partido completamente fascista — y ahora cuenta con la mayoría de los magistrados en la Corte Suprema. Todo este asalto intensificado contra las mujeres es una parte central de lo que Bob Avakian ha analizado: “La crisis y las divisiones profundas en la sociedad únicamente podrán resolverse por medios radicales, de un tipo u otro — ya sea por medios radicalmente reaccionarios, asesinamente opresivos y destructivos o por medios revolucionarios radicalmente emancipadores”.

La declaración “Aborto al alcance” encubre lo que es el peligro y desvía a las personas de la verdadera lucha que se tiene que librar. Reemplaza la verdadera lucha por un “cambio de palabras”, lo que contribuye y impulsa a la capacidad de los fascistas de llevar a cabo sus objetivos supremacista-masculinos, supremacista-blancos y Estados Unidos über alles (ante todo).

Claudicar por adelantado ante la anulación del derecho al aborto

Ahora, vuelva y eche otro vistazo a esa declaración “Aborto al alcance”. Exigen muchas cosas. Pero, ¿por qué no aparece ninguna demanda de que la Corte mantenga Roe? Porque, al igual que los demócratas y las organizaciones tradicionales de derechos reproductivos, estos activistas “concienciados” a favor del aborto han aceptado de antemano un mundo “post-Roe”. Contraste eso con la declaración de En Pie Por el Derecho al Aborto (Rise Up 4 Abortion Rights), publicada por otra coalición en enero: “AHORA es el momento de no guardarse nada. AHORA es el momento de despertar a miles y de pronto a millones en la lucha para que podamos mirar a cada mujer y niña a en los ojos con la promesa de palabra y obra de que tendrán un futuro como seres humanos plenos. AHORA es el momento de ponerse de pie, juntos, como si nuestras vidas dependieran de ello, porque, de hecho, así es”.

Eleve la vista a la eliminación de la opresión

La claudicación de la declaración “Aborto al alcance” es el punto de vista de las personas que buscan guardar y mantener su posición dentro de los límites de este sistema opresivo — de ser tan esclavizadas a ello que están dispuestas a acomodarse a la esclavización de las mujeres, justificarla y ahora borrarla.

Como Bob Avakian ha identificado y denunciado tajantemente en su nueva obra “Algo terrible, o algo verdaderamente emancipador”: ¿[E]s el problema más profundo que trabajar por un cambio que en realidad conduciría a poner fin a la opresión sea algo que estas personas “progresistas” y “concienciadas” simplemente hayan abandonado, o en el que nunca hayan pensado en serio?”.

SÍ QUE ES POSIBLE poner fin a la opresión de la mujer, pero no se puede hacer bajo este sistema. El hecho de que “Aborto al alcance” dirige a las personas a claudicar es aún más criminal porque ahora hay una oportunidad de deshacerse de todo el sistema capitalista-imperialista que requiere y regenera la opresión de la mujer que ha existido durante miles de años en las sociedades divididas en clases. Por improbable que pareciera en vista de la intensidad de la ofensiva republi-fascista, irónicamente es esa severidad precisamente la que nos da esa oportunidad. La fuerte divisoria y choque en la cima de esta sociedad y a lo largo de ella están triturando las normas de una manera que representa tanto un enorme peligro como una oportunidad para una revolución real para derrocar este sistema entero. Es crucial y una fuerza impulsora para la emancipación de toda la humanidad una revolución que liberaría por fin la mitad de la sociedad que ha sido subyugada.

El embate ultrajante contra el aborto —la inminente invasión de los derechos más fundamentales y de la condición de persona de decenas de millones de mujeres— es una concentración aguda de ese tipo de ruptura. Nosotros los revcom vemos que tendremos que hacer frente a estos fascistas y derrotarlos como parte de hacer una revolución real y una resolución emancipadora de la divisoria cada vez más honda. Y como parte de eso, estamos uniéndonos de todo corazón con personas de muchos puntos de vista para hacer retroceder esta decisión — sacando inspiración de los levantamientos de las mujeres por todo el mundo. Pongámonos de pie con valor y convicción para derrotar este asalto al mismo tiempo que hagamos que se aproxime más un futuro donde las mujeres y todas las personas sean libres.