Es posible oír los ecos de la Guerra Civil de 1861 en la pequeña ciudad fronteriza de Eagle Pass, Texas, con el azuzamiento y movilización de las fuerzas que buscan reforzar una Confederación fascista de hoy día.
Eagle Pass es el escenario de la intensificación de un enfrentamiento político que concentra las agudas divisiones que hoy están desgarrando a esta sociedad de arriba a abajo. De un lado está el estado de Texas, que está desplegando la Guardia Nacional de Texas para militarizar la frontera, revistiéndola con más de 70.000 rollos de alambre de cuchillas y llevando a cabo arrestos en masa de inmigrantes.
Del otro lado están Biden y el gobierno federal, que despliegan a la Patrulla Fronteriza como su fuerza armada. Ellos también han emprendido una militarización en masa y deportaciones en gran escala, pero lo hacen con una satanización y sed de sangre menos abiertas.
El gobernador fascista de Texas, Greg Abbott, se ha negado a cumplir las órdenes federales para permitir que la Patrulla Fronteriza lleve a cabo sus deberes — a pesar de que es el gobierno federal el que se supone tiene jurisdicción sobre la inmigración y las fronteras. Abbott también ha redoblado sus esfuerzos por el aseguramiento del parque Shelby, que cubre un tramo de 4.2 k de la frontera entre Texas y México en Eagle Pass. La Guardia Nacional de Texas está impidiendo que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza acceda a esa zona.
Como resultado de una serie de demandas entre el gobierno federal y el estado de Texas, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó la semana pasada por una escasa mayoría que la Patrulla Fronteriza podría retirar el alambre de cuchillas que Texas ha colocado a lo largo de la frontera. Abbott dice que el alambre de cuchillas actúa como “factor disuasivo” a los migrantes, pero lo que eso significa en la práctica es la brutalización, mutilación e incluso la muerte de los migrantes que cruzan la frontera en un intento desesperado por sobrevivir. Abbott dijo en respuesta a la orden de la Corte que Texas “se defenderá y se protegerá” contra cualquier medida de las autoridades federales1.
Cómo hace eco a la primera Guerra Civil
Primero que nada, ¿qué es el parque Shelby?
El parque Shelby tiene el apodo de “El Cementerio de la Confederación" [esclavista] porque es el lugar donde, al fin de la Guerra Civil, se dice que el general de la Confederación Joseph O. Shelby arrojó su bandera de batalla de la Confederación al Río Bravo / Grande para no arriesgarse que la bandera fuera capturada por las tropas federales de la Unión. Shelby se negó a “rendirse” y se huyó a México por unos años. Una pintura de Shelby está colgada en el Palacio Municipal de Eagle Pass, y el parque recibió su nombre en su honor en la década de 1980.
En segundo lugar, y de más importancia, el argumento de Abbott de que “el gobierno federal ha roto el pacto entre Estados Unidos y los estados” se parece mucho al lenguaje y argumento jurídico que los estados de la Confederación de los propietarios de esclavos utilizaron al separarse de la unión antes de la Guerra Civil2.
Cómo plantea el espectro de una nueva guerra civil
En respuesta al fallo de la Corte Suprema, el fascista tipo MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza) Trump dijo: “Alentamos a todos los estados dispuestos a desplegar sus guardias hacia Texas para impedir la entrada de los Ilegales y expulsarlos al otro lado de la frontera”.
Al mismo tiempo, otros 25 gobernadores republi-fascistas hicieron una declaración pública conjunta “Apoyando el derecho constitucional de Texas a la autodefensa”, utilizando el mismísimo lenguaje que Abbott usó al acusar a Biden y al gobierno federal de romper el “pacto” con los estados.
Mientras tanto, las tropas de asalto de la neo Confederación fascista están convocando a lo que equivale a una santa cruzada para “proteger las fronteras estadounidenses”. Un convoy “Recuperar Nuestra Frontera” convoca a una protesta de varios días entre varios estados que culminará en tres pueblos fronterizos el sábado 3 de febrero: Eagle Pass, Texas; Yuma, Arizona; y San Ysidro, California. Se hacen llamar “el ejército de Dios” y dicen que tienen la misión de enfrentarse ante los “globalistas” que, según afirman, están conspirando para mantener abiertas las fronteras de Estados Unidos y destruir al país.
Vice News citó a los organizadores diciendo: “Este es un momento monumental bíblico que ha sido creado por Dios”. Otro dijo: “Estamos asediados por todos lados por fuerzas oscuras de la maldad”.
Con “fuerzas oscuras de la maldad” se refieren a los seres humanos que cruzan la frontera, incluidos niños, así como al gobierno federal y otros presuntos defensores de “fronteras abiertas”. Los organizadores del propio convoy siguen sosteniendo que se proponen celebrar una reunión pacífica, pero miles de fascistas han llamado abiertamente a la violencia para reforzar las fronteras de Estados Unidos con un discurso sobre una guerra civil.
Necesitamos una polarización diferente
Como ha sostenido Bob Avakian (BA), dejada a sí misma, esta polarización actual, “equivaldría a una guerra civil unilateral, estos fascistas podrían llevar a cabo una matanza contra los que odian, incluidos los negros y otras personas de color, los ‘inmigrantes ilegales’, las ‘mujeres revoltosas’ y aquellas que no se conforman con las ‘normas’ y relaciones sexuales y de género ‘tradicionales’”.
Pero la cuestión es precisamente no dejar esta polarización sin tocar. Hay tiempo, aunque no mucho, para cambiar radicalmente esta situación.
En oposición a una guerra civil de un solo bando, en medio de esta división cada vez más aguda existe la oportunidad de que se abra paso una revolución real y emancipadora. Existe la posibilidad de una forma completamente nueva de vivir y un sistema fundamentalmente diferente: un sistema que no trataría a los migrantes como enemigos a los que hay que brutalizar o explotar, sino como seres humanos semejantes en la construcción de una sociedad completamente nueva en la que toda la humanidad pueda florecer. La visión y plan concreto para esto se detallan en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA. Existe una estrategia que BA ha desarrollado para hacer esta revolución. Existe la dirección en marcha proporcionada por BA. Y existe una fuerza política, los revcom, que siguen a BA y que trabajan urgentemente para organizar fuerzas para esta revolución.
Piensen en lo que cambiaría ahora en el caso de que, en esta situación, una fuerza revolucionaria de miles de personas interviniera en esta división — en defensa de los inmigrantes contra los ataques de parte de los fascistas con y sin uniforme, en representación de un sistema fundamentalmente diferente y decidida a hacer realidad ese sistema. Esto podría desafiar e inspirar a millones de personas. Se necesita esta fuerza con urgencia, algo que depende de ti.
Trump, el gobernador de Texas Abbott, y todos los lunáticos fascistas que los siguen sostienen que la administración Biden ha roto su “pacto” con los estados al negarse a defender a Texas contra una “invasión extranjera”. Dicen que una cláusula de “invasión” en la Constitución (que dispone que los estados individuales se defiendan a sí mismos contra la invasión por parte de ejércitos extranjeros hasta que el gobierno federal haya tenido la oportunidad de responder) le otorga a Texas el derecho y deber de declarar y llevar a cabo una guerra contra los inmigrantes.
¿Y quieres hablar de una invasión? Texas existe únicamente gracias a la invasión estadounidense contra México en 1846, que se libró para ampliar el sistema esclavista en el Sur y resultó en el robo de más de la mitad de México.
Y las masas de personas que acuden en cantidades a Estados Unidos huyen de las guerras, la devastación climática, el hambre y el terror que son el RESULTADO de la dominación del sistema capitalista-imperialista estadounidense. Niños que viajan solos... familias con niños pequeños... hombres jóvenes desesperados por un futuro... han sorteado pantanos y selvas, policías y ejércitos, centros de detención, violaciones y hambre. Y en Estados Unidos se enfrentan a ríos embravecidos, fascistas deshumanizantes y la amenaza de la deportación, lo que los obliga a comenzar de nuevo el viaje mortal.
¡No tenemos un problema con la inmigración, tenemos un problema con el imperialismo!
¡Apoye al equipo de los Revcom en el terreno en la frontera entre Texas y México!
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Unos revcom en Eagle Pass, la línea entre Texas y México.
Con su donativo a revcom.us, será posible que equipos así se trasladen directamente a los lugares candentes donde las contradicciones extremas están desgarrando la estructura misma de Estados Unidos y están creando la posibilidad de arrancar una revolución real a partir de la intensificación de esta situación.