Se ha hablado en los medios de comunicación sobre la posibilidad de que Rusia use las llamadas armas nucleares “tácticas”, y sobre la forma en que Estados Unidos respondería si lo hiciera. A veces, se describen las armas nucleares tácticas como armas que tienen un alcance destructivo limitado. Su uso quizá no conduzca a una escalada hacia una guerra nuclear total con armas nucleares “estratégicas”. La revista Scientific American describió la diferencia del “mundo real” entre las armas nucleares tácticas y las armas nucleares estratégicas: “Tácticas significa una cantidad extremadamente grande de energía explosiva y estratégicas significa una cantidad aún más grande”.
Una dosis de la realidad: La Unión de Científicos Preocupados informa que “muchas armas tácticas rusas y estadounidenses tienen rendimientos mucho más grandes que la bomba que [Estados Unidos] detonó sobre [la ciudad japonesa de] Hiroshima, que instantáneamente mató a más de 70.000 personas” (énfasis en el original). En los arsenales nucleares de Estados Unidos y de Rusia hoy existen armas que son hasta seis veces más poderosas que las bombas que Estados Unidos detonó sobre Hiroshima y otra ciudad japonesa, Nagasaki, durante la Segunda Guerra Mundial. Según el sitio web Nuke Map [Mapa de Armas Nucleares], un arma nuclear de 100 kilotones detonada sobre la ciudad de Nueva York podría resultar en aproximadamente 583.160 muertes inmediatas.
Cualquier arma nuclear infligiría una enorme cantidad de muerte inmediata. Cualquier arma nuclear causaría ondas de choque mortales, una enorme bola de fuego y el envenenamiento con radiación letal entre las muchas personas que sobrevivieran a la devastación inicial, en una zona mucho más amplia. Contaminaría el aire y convertiría el agua y el suelo en desechos tóxicos.
“GÁNSTERES LEGÍTIMOS” — GÁNSTERES CON ARMAS NUCLEARES, de Bob Avakian
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Algunos periodistas y figuras políticas se refieren a las armas nucleares tácticas como armas de “campo de batalla”, con la creencia descabellada y delirante de que el daño que causan sería limitado, y que su uso no necesariamente conduciría a una escalada hacia las “armas nucleares estratégicas”. Cualquiera que se trague ese cuento debería pensar en esta declaración escalofriante y de sangre fría hecha en 2017 por John E. Hyten, quien era entonces un general de la Fuerza Aérea que supervisaba las armas nucleares de Estados Unidos como jefe del Comando Estratégico de Estados Unidos. Cuando se le preguntó cómo respondería Estados Unidos si otro país usara armas nucleares tácticas, Hyten dijo: “No es un efecto táctico, y si alguien utiliza lo que es un arma nuclear no estratégica o táctica, Estados Unidos responderá de manera estratégica, y no de manera táctica, porque lo que han hecho ahora es que han cruzado una línea, una línea que no se ha cruzado desde 1945”.
¿Qué podría implicar si Estados Unidos y Rusia empezaran a lanzarse armas nucleares entre sí, tal como hoy mismo amenazan con hacer tanto Biden como Putin? Nina Tannenwald, una autoridad sobre la disuasión nuclear de la Universidad de Brown, le dijo a una periodista: “Estas son armas increíblemente destructivas. Si nos metiéramos en una guerra nuclear con armas estratégicas, en esencia, eso sería el fin de la civilización en ambos países”.