Impulsados a buscar refugio UNA VEZ MÁS, “se siente como una pena de muerte”
El 2 de julio, The Times of Israel informó a su lectorado que “unos 1.9 millones de palestinos de la población de 2.3 millones de habitantes de Gaza se encuentran actualmente en la zona humanitaria designada por Israel, ubicados en la zona de Al-Mawasi en la costa de la Franja, en los vecindarios occidentales de Jan Yunis y en Deir al Balah en el centro de Gaza”.
La “zona humanitaria designada por Israel” es un eufemismo (una manera “amable”, o más bien “saneada”, de decir algo) para llevar a las personas a un campamento superpoblado donde encontrarán solo enfermedades, hambre, desesperanza y muerte. Nueve de cada diez personas en Gaza han sido expulsadas de sus hogares por bombas, misiles y tanques israelíes. Primero, más de un millón fueron expulsados de la Ciudad de Gaza, obligados a huir al sur de Gaza. Luego, la gente fue obligada a huir a Rafah en el extremo sur con la frontera egipcia. Luego, un millón de refugiados fueron expulsados de Rafah... muchos fueron a Jan Yunis. Y ahora Israel está apaleando a Jan Yunis y la gente está obligada a huir de ahí.
El mismo día que Israel soltó sus necedades de que había una “zona humanitaria designada por Israel”, el 2 de julio, Sam Rose, el director de planificación de la Agencia de Ayuda de la ONU (UNRWA), dijo que para aquellos que hace poco habían recibido órdenes una vez más de reubicarse, fue “otro día, semana, capítulo de miseria”.
Rose dijo que para las 250.000 personas ahora impulsadas a unirse a más de un millón de personas apiñadas en al-Mawasi, no hay espacio para armar una tienda de campaña, ni agua, ni infraestructura, ni servicios sanitarios. La gente no puede sobrevivir sin refugio o agua, y la situación está extrema en el requete-caluroso verano del Medio Oriente. Sin servicios sanitarios, sin nada que se parezca a sanitarios, las enfermedades se propagarán como un descontrolado incendio forestal entre las personas agotadas y hambrientas tan hacinadas.
Y el daño emocional es devastador. Sigrid Kaag, el coordinador humanitario de la ONU para Gaza, dijo que “los civiles palestinos en Gaza han estado sumidos en un abismo de sufrimientos. Se ha hecho ahíncos la vida en sus hogares, se ha puesto de cabeza su vida. La guerra no solo ha creado la más profunda de las crisis humanitarias. Ha desatado una vorágine (literalmente un remolino terrible y violento) de miseria humana”.
Un reportero de Al Jazeera en Gaza escribió que “la gente ha perdido las esperanzas y la idea de responder a estas órdenes de evacuación”. Y que las órdenes se sienten como una “pena de muerte para las personas”, ya que están “arreadas de un lugar a otro y solo acaban asesinadas”.
Israel obliga a que se clausure el Hospital Europeo de Gaza
El 1º de julio, cuando Israel ordenó la evacuación de zonas en Jan Yunis cerca del Hospital Europeo de Gaza, el personal y los pacientes fueron obligados a evacuar. Algunos pacientes tuvieron la posibilidad de trasladarse en ambulancias del Hospital Europeo de Gaza al Hospital Nasser, pero muchas, incluidas las personas que se refugiaban en el hospital, así como las personas severamente lesionadas y enfermas, fueron obligadas a caminar casi diez kilómetros.
La situación en el Hospital Europeo de Gaza antes de la evacuación ya estaba de desesperanza, como lo describe para RevCom.us el Dr. Majed Jaber. Y el Hospital Nasser está al borde del colapso, ya que Israel tiene combustible limitado que se necesita para accionar los generadores (Israel ha destruido la red eléctrica de Gaza). Los pacientes en el hospital y aquellos que están en los hospitales de campo circundantes que las agencias de ayuda han establecido cerca de concentraciones de refugiados están en riesgo de perder los servicios salvavidas, ya que el Hospital Nasser sirve de un eje para estos.
Israel ordena que se evacúe el Hospital Europeo de Gaza, entrevista en inglés al Dr. Majeb Jaber, hecha por Alan Goodman.
El 3 de julio, el grupo Médicos Sin Fronteras (conocido por sus iniciales en francés MSF) informa que Israel le impidió meter camiones con insumos médicos urgentemente necesarios.
Peligrosas enfermedades cutáneas se propagan entre los niños
Más de 150.000 personas han contraído infecciones cutáneas en las condiciones densamente hacinadas e insalubres en los lugares a los que las personas han estado obligadas a vivir por Israel. Los niños en carpas hacinadas y calurosas están atormentados por infecciones cutáneas, las que van desde la sarna hasta la varicela, los piojos, el impétigo (dolorosas llagas cutáneas rojizas) y otras erupciones debilitantes.
La madre de un hijo de cinco años le dijo a Al Jazeera: “Dormimos en el suelo, en la arena donde los gusanos salen debajo de nosotros”. No hay fuentes de agua limpia para lavarse, o medicamentos para tratar enfermedades cutáneas. La zona de Al-Mawasi donde Israel ha obligado a que huyera la mayor parte de la población de Gaza se encuentra a lo largo de la costa del mar Mediterráneo, y los madres y padres solían enviar a sus hijos a bañarse en el agua salada ahí. Pero ahora, con tantas personas metidas a la fuerza a una zona sin una estructura de tratamiento de desechos, el mar está tan estrangulado de aguas residuales que bañarse ahí propaga enfermedades.
El 21 de junio, Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que vio “un aumento de pacientes con enfermedades cutáneas, como sarna, durante el mes pasado, mientras que nuestras existencias de medicamentos para tratarlos son peligrosamente bajas”.
Eso no es porque estos medicamentos no estén disponibles. A pesar de todas las condiciones horrorosas que Israel ha impuesto, el tratamiento para las enfermedades cutáneas podría estar llegando a Al-Mawasi y otras zonas en Gaza, ¡pero Israel lo está impidiendo! Médicos Sin Fronteras informó a fines de junio que tiene 37 toneladas de insumos médicos parados en la frontera de Gaza, donde Israel ha suspendido la entrada de insumos desde Egipto, y otros 1.200 camiones que están a la espera de ingresar a Gaza. Pero, declaró MSF: “Nuestros insumos médicos están a un nivel críticamente bajo debido al flujo limitado de ayuda que las autoridades israelíes permiten entrar a Gaza. Si no logramos meter insumos médicos en Gaza muy pronto, quizá tengamos que detener nuestras actividades médicas. Esta es una realidad impensable dadas las necesidades médicas muy urgentes de miles de personas en Gaza”.