La reciente filtración de documentos militares estadounidenses clasificados como “secretos” y “altamente secretos” es un acontecimiento importante. Muchos de los documentos filtrados se centran en diferentes aspectos de la guerra en Ucrania entre Estados Unidos-la OTAN y Rusia. Otros se refieren al espionaje de Estados Unidos a naciones que considera “aliadas”, así como a Rusia. La existencia de estas filtraciones, y lo que revelan, son perjudiciales y causan vergüenza para Estados Unidos y su cacareado poderío militar y de inteligencia. Como escribió el sitio web The Hill: “La filtración militar estadounidense más grande en una década es un golpe serio para los esfuerzos bélicos de Ucrania, y crea una amenaza a la inteligencia para las fuerzas de ese país antes de una contraofensiva prevista para esta primavera”.
Así que no es de extrañar que el Pentágono se pusiera “a máxima velocidad para controlar los daños a fin de tranquilizar a los aliados y evaluar el alcance de la filtración” y que los líderes políticos y militares de Estados Unidos se comprometieran a “no dejar piedra sin voltear hasta que encontremos el origen de esto y su alcance”, como dijo el secretario de Defensa Lloyd Austin.
Tampoco es de extrañar que la cobertura de estas filtraciones en los medios de comunicación en Estados Unidos se haya centrado en “quién lo hizo”, y no en lo que indican sobre la guerra en Ucrania y sobre las relaciones de Estados Unidos con otros países del mundo. (Vea en el artículo adjunto, “La filtración de documentos de guerra altamente secretos: Estados Unidos está profundamente involucrado en encabezar una guerra de sustitutos contra su rival imperialista; espía a sus amigos y enemigos por igual”, otra información sobre las acciones de Estados Unidos que han salido a la luz con estas filtraciones).
Pero en los medios de comunicación en Estados Unidos no se encuentra discusión ni mención de las lecciones más importantes de los documentos filtrados. ¿Qué se puede aprender de los documentos sobre la naturaleza de la guerra en Ucrania y por qué Estados Unidos está allá? ¿Por qué Estados Unidos tiene un sistema de vigilancia y espionaje que parece cubrir a todo el planeta? ¿A cuáles intereses y a los intereses de quiénes sirve todo esto?
Bob Avakian, ¡Libérense de la GFT! La gran falsedad tautológica, vídeo en inglés; lea el respectivo texto en español.
Estados Unidos está librando una guerra de sustitutos contra un rival imperialista
Como ha escrito Revolución, Ucrania no es un campo de batalla entre la democracia y la autocracia, sino que es una zona de conflicto de rivalidad imperialista entre el imperialismo ruso y el imperialismo estadounidense y occidental. Ambos bandos luchan para imponer su voluntad sobre el otro, para promover los intereses de su propio imperio a expensas del otro — y con un saldo de decenas de miles de muertes, en que se presagia la amenaza de pulverizar e incinerar a millones de personas adicionales, al extremo de una posible guerra nuclear. (Para conseguir más análisis e historia de esta situación, incluidos varios artículos de Bob Avakian [BA], vea la Página de recursos sobre la guerra en Ucrania de revcom.us).
Estados Unidos está librando una guerra de sustitutos. Esto quiere decir que no sólo ha suministrado al ejército ucraniano decenas de miles de millones de dólares en armamento, municiones, equipamiento y entrenamiento, sino que utiliza de sustitutos al pueblo y al ejército ucranianos. Es decir, los ucranianos son los que luchan, matan y mueren para promover los intereses de explotación, conquista y dominación del imperialismo estadounidense.
Y para cualquiera que tenga ojos para ver, eso se revela claramente en los documentos filtrados. Como escribió David Sanger, periodista del New York Times, tras leer algunos de los documentos: “Aunque el presidente Biden ha prohibido que las tropas estadounidenses disparen directamente contra objetivos rusos y ha bloqueado el suministro de armas que podrían penetrar profundamente en el territorio ruso, los documentos dejan claro que a un año del inicio de la invasión, Estados Unidos está profundamente enredado en casi todo lo demás”. Sanger, que escribe para el órgano de propaganda imperialista New York Times, expresa aquí cierto grado de inquietud por este “profundo enredo”, precisamente porque teme que pueda tener consecuencias imprevistas y quizá perjudiciales para los intereses generales de Estados Unidos.
Más de 100 cuartillas de documentos filtrados publicadas hasta ahora indican que Estados Unidos proporciona a Ucrania supervisión y orientación a diario sobre cómo ejecutar la guerra. Proporciona “inteligencia y logística precisas que ayudan a explicar el éxito de Ucrania hasta ahora”. Estados Unidos y la OTAN ya han enviado masivas cantidades de tanques y otro armamento modernos a Ucrania. Muchos soldados y oficiales ucranianos siguen recibiendo entrenamiento estratégico intensivo en Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, donde aprenden técnicas de recopilación y comunicación de información sobre blancos, inteligencia, apoyo logístico y guerra de armas combinadas.
A fines de febrero, Estados Unidos y la OTAN prometieron aún más “armamento pesado y entrenamiento militar” para “inclinar la balanza de la guerra” esta primavera durante una esperada ofensiva. Los documentos filtrados se inquietan por si la ofensiva tendrá éxito. Pero detrás de todo esto, la planificación de la ofensiva de primavera por parte de los dirigentes de Estados Unidos y la OTAN se basa en una gran apuesta: que una Ucrania apoyada por Estados Unidos y la OTAN pueda subir la apuesta y “ganar la guerra” sin impeler a Rusia a responder a su derrota con armas nucleares, lo que a su vez obligaría a Estados Unidos y la OTAN a utilizar sus armas nucleares contra Rusia.
No se menciona esta demencia en las páginas del New York Times ni en la CNN cuando “informan” sobre los documentos filtrados.
Cálculos de sangre fría para impulsar el imperio
Los traicioneros esos
(Te sonríen a las narices)
Todo el tiempo quieren ocupar tu lugar]De la canción “Backstabbers” [Traicioneros], de los O’Jays
Otra lección de las filtraciones: Estados Unidos espía en todas partes, todo el tiempo, a amigos y enemigos por igual. Finge amistad mientras socava a sus “aliados”. Les miente y los insulta a sus espaldas. Mientras tanto, las ratas menores se pelean por conseguir algunas otras migajas que caen de la mesa, para hacer tratos en su propio beneficio, con la esperanza de que la rata rey no se dé cuenta. Pero, por supuesto, la rata rey (es decir, Estados Unidos) tiene sus satélites, su vigilancia electrónica, sus espías, para vigilar “cada movimiento que hacen, cada vez que respiran”.
Un par de ejemplos: los documentos filtrados indican que Estados Unidos ha estado interceptando las comunicaciones de Yoon Suk Yeol, el presidente de Corea del Sur, un aliado clave de Estados Unidos y durante mucho tiempo una piedra angular de la presencia militar estadounidense en Asia Oriental. Quiere manipular a Yoon y a su país para que vendan armas a Ucrania, a pesar de que Corea del Sur tiene desde hace tiempo la política de no vender armas a países en guerra. Yoon se preocupa de que, si rompe esa política, Rusia aumentará sus ventas de armas a Corea del Norte, enemigo del gobierno surcoreano y de Estados Unidos, lo que así pondría en peligro la seguridad de Corea del Sur.
Los documentos también revelan que Estados Unidos monitoreaba las comunicaciones entre el brutalmente represivo y asesino presidente de Egipto, uno de sus más estrechos aliados en el Medio Oriente, y otros miembros de su gobierno, cuando ordenó el envío de 40.000 cohetes, junto con municiones y pólvora, a Rusia, con instrucciones de hacerlo en secreto, “para evitar problemas con el Occidente”. Al parecer, Egipto no envió las municiones.
De parte de Estados Unidos, toda esta connivencia, amenazas y maniobras es parte de mantener y fortalecer su posición en la cima del actual alineamiento mundial de poder del imperialismo. Mientras tanto, Rusia está librando una horrenda guerra para impedir una mayor expansión y consolidación de Estados Unidos en los países limítrofes o cercanos a Rusia, y para ampliar su propio poder e influencia en el reparto del mundo por las potencias imperialistas. Espía y suprime en su propio país a aquellos que se oponen a tal guerra.
Todo esto no se debe simplemente a que unos brutos malvados y manipuladores consiguieran hacerse del control de sofisticados equipos electrónicos de espionaje y de una policía brutalizadora en ambos países. Se debe a que tanto Estados Unidos como su rival ruso se rigen por la compulsión básica y la lógica implacable del capitalismo —expandirse o morir— y no dejan de hacer todo a su alcance en su lucha por determinar quién sale vencedor.
Ya es hora de poner fin a esta demencia
Matar o morir... puñaladas traicioneras... utilizar los tremendos recursos productivos de la sociedad para tramar formas cada vez más mortíferas de matar a cada vez más gente... un discurso mentiroso de la “democracia” mientras se amontonan los cadáveres de civiles...
Lo que ha salido a la luz debido a estos documentos filtrados es algo de la mierda que puede vomitarse en la calle cuando una alcantarilla se atasca. Son algunas expresiones de un mundo que es una alcantarilla contorsionada por las relaciones de producción y sociales del imperialismo.
Cómo abordaría las relaciones internacionales la Nueva República Socialista en América del Norte:
En sus relaciones internacionales, la Nueva República Socialista en América del Norte dará prioridad para superar el terrible legado de explotación y depredación de los Estados Unidos de América imperialistas y para contribuir todo lo que pueda al avance hacia un mundo en el que finalmente hayan terminado toda conquista, saqueo y dominación y toda explotación. Tratará las relaciones en la arena internacional, incluyendo aquellas con los otros estados, en concordancia con estos principios y prioridades. En lo más fundamental, la Nueva República Socialista en América del Norte debe ser una base y fuente de apoyo y de inspiración para la revolución mundial.
De la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian