24 de julio de 2023. La semana pasada, el popular cantante fascista de música country (música tejana) Jason Aldean publicó un video para su canción Try That In a Small Town [A ver si hacen eso en un pueblito] — un llamamiento supremacista blanco en pro de reprimir violentamente a los que queman la bandera nacional estadounidense, manifestantes contra el asesinato policial y “delincuentes”. El video ha recibido 15 millones de visitas en YouTube, y salió #1 en el rankeo de iTunes en Estados Unidos.

La canción y el video han provocado una tamaña tormenta de controversia — el canal Country Music TV la quitó de su programación, y hordas de fascistas saltaron a defenderla. Pero, si bien muchas personas decentes están criticando el racismo de Aldean y sus amenazas violentas, hacen caso omiso del verdadero peligro de lo que concentra esta canción, y el movimiento al cual moviliza.

En Una Declaración, un Llamamiento para que se organice ahora para una revolución real, nosotros —los revcom, comunistas revolucionarios— escribimos:

En estos días se habla mucho de otra guerra civil, especialmente por parte de los fascistas, en el gobierno y en la sociedad en general, que piensan que podrían llevar a cabo una matanza unilateral de aquellos que ellos odian, entre ellos los negros y otras personas de color, los “inmigrantes ilegales”, las “mujeres revoltosas” y aquellos que no se conforman con las relaciones y “normas” sexuales y de género “tradicionales”. Hace falta cambiar radicalmente esta situación, al grado en que haya masas de personas preparadas para derrotar a estos fascistas y a hacerlo como parte de deshacerse de este sistema entero, que ha engendrado a estos fascistas, junto con todos los demás horrores que perpetra continuamente.

“Pueblerinos bien entrenados” y linchamientos

Vean el video en inglés:

Se trata de un himno a la imposición agresiva y violenta de la masculinidad blanca estadounidense. Se trata de un grito de guerra — a los millones de golpeadores fascistas cristianos tipo MAGA (seguidores de la consigna trumpista, Hagan que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza) que se están organizando ahora para imponer violentamente su programa de terror teocrático, supremacista blanco, odia-mujeres, anti gente LGBTQ y Estados Unidos Ante Todo. Hace unas noches, en un concierto atiborrado en Cincinnati, al introducir esta canción, Aldean dijo: “Amo a mi país, amo a mi familia y haré CUALQUIER COSA para proteger eso, les digo ahora mismo”.

Si alguien quisiera imaginarse que esto no implicara la violencia y el terror, pues se engañaría. Tampoco se trata de un futuro lejano. Todo esto podría llegar a un punto crítico con las elecciones presidenciales en noviembre de 2024, si no antes — unas elecciones las que estos fascistas considerarán ilegítimas a menos que las ganen, según han dicho de antemano.

Por si acaso el mensaje no fuera suficientemente claro, grabaron el video en frente de la corte del condado de Maury en Columbia, Tennessee¹ — el sitio de un linchamiento sureño famoso. En 1927, un muchacho negro de 18 años, Henry Choate, fue acusado de atacar a una blanca de 16 años. A pesar de que ella dijo que no estaba segura de que Henry Choate hubiera sido el atacante, una turba blanca se negó a permitir que lo juzgaran. Trescientos cincuenta hombres blancos atacaron la cárcel y aporrearon a Henry Choate con un mazo. Pero no se conformaron con eso. Amarraron el cadáver a un automóvil y lo arrastraron del cuello hasta la corte del condado donde lo lincharon desde el segundo piso. Incluso después de quitar el cadáver de ahí, dejaron la soga del linchamiento colgada de la corte del condado durante semanas — como mensaje y advertencia a todo el pueblo negro.

Estos linchadores eran los “pueblerinos bien entrenados” a los que Aldean alaba en su canción — los admirables ciudadanos y sheriffs, bajo las capuchas y túnicas blancas del Ku Klux Klan, que se reunían de forma regular en un ambiente de carnaval para presenciar la atroz tortura de negros, sacando fotos y enviándolas en forma de tarjetas postales al salir de la iglesia los domingos.

Tratar de oponerse a Aldean sobre la base del Estados Unidos “auténtico” es una fantasía letal que nos desarma

Se ha dado algo de protesta y oposición — desde la industria de música country y más ampliamente— aunque falta mucho, y artistas prominentes como Dolly Parton han quedado callados. Pero incluso la respuesta progresista dentro del mundo de la música country revela un problema propio. Si bien estas críticas han puesto al descubierto de manera importante la historia de los linchamientos y el llamamiento para la violencia de parte de Aldean, demasiadas veces tratan de asumir la manta del “Estados Unidos auténtico” o subestiman gravemente el peligro.

Por ejemplo, la cantante Sheryl Crow, tuiteó, “Soy de un pueblito. Incluso los habitantes de los pueblitos están hartos de la violencia. Promover la violencia no tiene nada relacionado con los pueblitos ni con Estados Unidos…”

Al contrario, no hay nada más estadounidense que la violencia racista, sea cometida en pueblitos, ciudades grandes, o en contra de la gente del mundo a manos de “las tropas” por las cuales Sheryl Crow canta, según se jacta ella. Y lo que Aldean celebra sí es el auténtico Estados Unidos — con su hilo sangriento que va desde su fundación en la esclavitud y el genocidio, a los linchamientos de la época del Jim Crow, hasta la fecha con el asesinato policial genocida y la encarcelación en masa.

¡Ninguna persona decente debe querer adjudicarse ninguna parte de esto! El sistema entero del capitalismo-imperialismo —que es incapaz de poner fin a esta supremacía blanca y este terror, sino que sólo puede reforzarlos violentamente en nuevas formas— tiene que ser derrocado por medio de una revolución real. Una revolución capaz de poner fin a la opresión racial como una parte clave de la emancipación de la humanidad, en Estados Unidos y por todo el mundo.

Debido a las divisiones crecientes en toda la sociedad, las escisiones entre los propios gobernantes y la manera en que toda la sociedad está desgarrándose —a la cual la ilustra de manera concentrada esta canción de Aldean— esta revolución se ha vuelto más posible.

Pero únicamente si despiertan todos aquellos que anhelen ver a mundo mejor, y si reconocen que las cosas están precipitándose hacia un enfrentamiento decisivo… que es posible arrancar algo positivo de esta situación si nos organizamos para la revolución.

No hay retorno a la “normalidad”… y nadie debe querer hacerlo

Incluso entre aquellos que sí critican lo arraigada que está la supremacía blanca, les falta, hasta ahora, reconocer y denunciar está canción por lo que es — no simplemente otra canción country racista en una larga historia de canciones country racistas (por mala que ésta es), sino un llamado a la batalla.

Los fascistas presienten una amenaza existencial contra su “modo de vivir” — y ha emprendido marcha hacia una guerra civil. NO se trata de otro ejemplo de alguna supremacía blanca eterna en Estados Unidos, por ultrajante que eso fuera; ocurre en un contexto muy específico.

Como escribió el líder revolucionario Bob Avakian en Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador:

“… hace falta despertar a sacudidas a la gente a la realidad, a la realidad de este sistema del capitalismo-imperialismo, a la realidad de hacia dónde se encaminan las cosas en este momento, con terribles consecuencias si las cosas continúan en este sentido — y además a la realidad de la posibilidad, y de la urgente necesidad, de arrancar algo positivo a esto, mediante una revolución real”.

No hay retorno a la normalidad — que de todos modos era una pesadilla. Ustedes, todos los que se preocupen por el futuro, que ansíen ponerle fin a los siglos de terror y violencia supremacista blanco, que odien a la ignorancia xenófoba mezquina de “Estados Unidos: ámenlo o lárguense” y a los palurdos patriarcales que gritan “cuidamos a lo nuestro” en vez de querer ocuparse de la diversa humanidad… deben reconocer el redoble de Aldean por la alarma que es, y elevar su vista — formar parte de la lucha hora por una forma completamente nueva de vivir, el sistema fundamentalmente diferente que es urgentemente necesario y posible.