THE TIMES THAY AINT A CHANGING, FAST ENOUGH! (Los tiempos no se están cambiando... ¡Lo suficientemente rápido!) (2017), acrílico sobre lienzo, representa un momento del asesinato extrajudicial en 2016 de Philando Castile, un hombre negro de 32 años. Foto: Museo Whitney de Arte Estadounidense, Nueva York; adquisición, con fondos de Jonathan Sobel y Marcia Dunn. ©Henry Taylor (Para ampliar la imagen, hágale clic.)
Yo sabía muy poco sobre Henry Taylor y su arte antes de ir a ver la exposición en el Museo Whitney en la ciudad de Nueva York. Henry Taylor es un artista negro de hoy día, basado en Los Ángeles, cuyo trabajo en los últimos 30 años consta de un enfoque experimental y libre hacia el dibujo, la pintura y la escultura. Como explica el enormemente prolífico pintor: “Pinto a todos, o trato de hacerlo. Trato de capturar el momento en que estoy con alguien que podría ser mi amigo, un vecino, una celebridad o una persona sin hogar”.
Desde el momento que entras caminando en la exposición, sientes visceralmente la profunda empatía que Henry Taylor captura en sus cuadros; una empatía por aquellas personas que viven bajo un sistema opresivo y destructivo. Esa empatía, de compartir activamente la experiencia emocional de los demás, está arraigada en su experiencia de trabajar como técnico psiquiátrico durante diez años en el Hospital Psiquiátrico Estatal de Camarillo mientras estudiaba arte en el Oxnard Community College y CalArts, en California. Los dibujos tempranos poco vistos de Taylor de pacientes en la institución muestran la realidad inquietante de su confinamiento, pero también su humanidad.
Henry Taylor, Gettin it Done [Manos a la obra], 2016. Colección de la familia Hudgins, Nueva York. © Henry Taylor. Cortesía del artista y Hauser & Wirth. (Para ampliar la imagen, hágale clic.)
Las creaciones de Taylor pueden ser alegres en la celebración de la cultura negra, tiernas en la representación de su madre y otras en su familia, y profundamente desgarradoras en las obras sobre los asesinatos de Philando Castile y Sean Bell por la policía, o el linchamiento de James Byrd Jr. Este último cuadro, too much hate, in too many state (demasiado odio, en demasiados estados), muestra únicamente la puerta de la caja de una camioneta con una placa de matrícula de Texas y una cadena que cuelga de su parachoques. Esto “coloca al observador en la perspectiva de James Byrd Jr., un hombre negro secuestrado y asesinado el 7 de junio de 1998 en el condado de Jasper, Texas, por tres supremacistas blancos que encadenaron sus tobillos a la parte trasera de su camioneta y lo arrastraron hasta su muerte”. (del texto de la exposición) Mientras yo estaba de pie observando el cuadro, se me saltaron las lágrimas.
A partir de recortes de periódicos, fotografías y sus experiencias de la vida (al abuelo de Taylor lo asesinaron unos hombres blancos en Texas), la obra de Henry Taylor puede considerarse un acto de resistencia contra la opresión que enfrentan los negros a diario. Hay una instalación del tamaño de una habitación en la exposición del Whitney en homenaje al antiguo Partido Pantera Negra, donde hay maniquíes vestidos con chamarras de cuero negro con chapas históricas de Huey Newton, el símbolo del partido, etc., delante de un cartel donde pone “End War and Racism!!! Support the Black Panthers”. (“¡¡¡Pongamos fin a la guerra y al racismo!!! Apoyemos a los Panteras Negras”.) Guantes negros en la forma de puños cuelgan del techo. Entre los maniquíes hay una bandera estadounidense, y me preguntaba qué hace ahí… Hasta que me acerco y veo los ojos de J. Edgar Hoover en la pared* . Trazando la conexión al presente, en la pared a la izquierda hay grandes fotos de personas asesinadas por la policía en los últimos años.
Esta exposición provocadora, conmovedora e impactante de Henry Taylor es un evento para no perderse. Si estás en la zona de la ciudad de Nueva York, ¡hay que ver la exposición! (La exposición termina el 28 de enero.) Si no puedes visitar la exposición, puedes ir al sitio web del Museo Whitney para ver su obra y otra información sobre la vida y el arte de Henry Taylor.
* J. Edgar Hoover fue el jefe del FBI que desarrolló el programa COINTELPRO, que se utilizó para infiltrar, hostigar, reventar, difamar y asesinar o destruir a varios individuos y organizaciones. COINTELPRO tuvo como blanco a los movimientos de liberación negro y de derechos civiles, los comunistas, socialistas, movimientos por la independencia nacional, la Nueva Izquierda (estudiantes radicales, el movimiento contra la guerra) y activistas por los derechos de las personas gay y por el medio ambiente. Vea “Crimen Yanqui: Caso #42: COINTELPRO — el FBI pone en la mira a la lucha por la libertad negra, 1956-1971” y “Crimen Yanqui Caso #41: COINTELPRO — El FBI pone en la mira a la Nueva Izquierda, 1964-1971” en revcom.us. [volver]