Los incendios forestales más grandes en la historia de Canadá han estado ardiendo en las últimas semanas. El humo de los incendios ha llegado hasta los Estados Unidos, extendiéndose hasta el sur de Atlanta y a lo largo de la costa este y el medio oeste, bloqueando el sol y haciendo que sea arriesgado salir, o incluso quedarse adentro.

Los incendios y el humo que están asfixiando a las ciudades de Canadá y Estados Unidos son un peligro para la vida y la salud en este momento, y además una señal para todos de qué tan lejos y qué tan rápido está avanzando el cambio climático, debido al sistema capitalista-imperialista y su incesante quema de combustibles fósiles y la inyección de gases de efecto invernadero (carbono y metano que atrapan el calor) a la atmósfera. El cambio climático ha magnificado en gran medida los factores clave que causan los incendios — las sequías y el aumento de las temperaturas.

El cambio climático no conoce fronteras: es un fenómeno de nuestro planeta y una amenaza existencial para él. Está conduciendo a olas de calor sin precedentes en los países de Asia y África; a inundaciones devastadoras en Pakistán; al aumento del nivel del mar que pone en peligro a los países insulares y las zonas costeras de todo el mundo; a amenazas a la producción de alimentos en América Central y África oriental.

Los incendios

Canadá alberga el 28 por ciento de los bosques boreales intactos que quedan en el mundo (los bosques en las partes del norte del planeta). Los lagos, los arroyos y el agua en el suelo y los árboles de Canadá contienen más agua dulce superficial que ningún otro lugar de la Tierra e influyen en el medio ambiente de todo el planeta. Desde el comienzo de esta primavera, los incendios se han extendido desde la costa oeste de Canadá hacia el este. Al 6 de junio había 437 incendios activos en Canadá, más de la mitad fuera de control... y el calor del verano aún está por llegar.

El cambio climático global ha elevado la temperatura del Ártico en el extremo norte de Canadá casi cuatro veces más rápido que el aumento de la temperatura promedio global¹. Y para colmo, el último año ha presenciado tanto sequías como calor poco usual. Y así, los bosques se convirtieron en polvorines.

El humo

Enormes capas de humo se han extendido a través de partes de Canadá y la parte este de los Estados Unidos. Esto ha conmocionado a las personas, que nunca antes habían visto este tipo de humo debido al cambio climático, y ha puesto en peligro a millones. El humo de los incendios contiene partículas muy pequeñas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y en el torrente sanguíneo, provocando asma y otros problemas cardíacos y pulmonares, incluso la muerte, especialmente en jóvenes, ancianos y personas con problemas de salud. La ciudad de Nueva York tuvo la peor calidad del aire de cualquier ciudad importante del mundo durante un corto tiempo. En muchas ciudades, se cancelaron los eventos deportivos y culturales, y muchas escuelas se cerraron o celebraron sesiones remotas.

El humo de los incendios forestales es extremadamente peligroso. Un estudio reciente encontró que el humo de los incendios forestales es más dañino que la contaminación de los automóviles². Además, los incendios forestales impulsados por el cambio climático invaden cada vez más a los pueblos y zonas urbanas, donde queman la pintura, muebles, automóviles y otras cosas, lo que agrega más toxinas al humo de los bosques³.

Se acelera la crisis climática mundial

Los incendios son otra gran señal de la crisis ambiental-climática. Se publican casi constantemente informes alarmantes de los científicos, que señalan la manera en que se está acelerando el calentamiento global y qué se avecinan enormes cambios a menos que haya reducciones drásticas e inmediatas en las emisiones de gases de efecto invernadero. Hace dos semanas informamos sobre un nuevo estudio científico que proyecta que la temperatura de la atmósfera de la Tierra probablemente supere la línea de peligro de 1.5 grados centígrados ¡por primera vez en decenas de miles de años!

En otra nota alarmante, hace poco los científicos informaron que la corriente oceánica que circula en el Océano Austral (alrededor de la Antártida) se ha reducido hasta en un 30 por ciento desde la década de 1990. (Las corrientes oceánicas son los movimientos direccionales del agua de mar causados por la gravedad, el viento y otros factores). Al parecer, esto está sucediendo porque el hielo de la Antártida se está derritiendo. Una vez más, estos cambios están ocurriendo mucho más rápido de lo que los científicos esperaban anteriormente. Si esta corriente oceánica antártica se detuviera, cambiaría rápida y radicalmente el clima de todo el planeta⁴.

Los cambios que ya se están desarrollando son producto del sistema capitalista-imperialista, y están azotando más fuerte a las personas del Sur Global que menos han contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. En el caso de estos incendios, son los países de Canadá y los Estados Unidos, en la cima del sistema imperialista global, los que están bajo los azotes en este momento.

El impacto de esto puede sacudir a las personas en los Estados Unidos de modo que abran los ojos para ver los cambios aún más grandes que ya están ocurriendo en lugares como Pakistán y muchos otros países — y los cambios aún más devastadores que seguramente vendrán si este sistema permanece en el poder. Pero las personas no abrirán los ojos sin una lucha aguda para que vean y actúen: para que levanten la vista hacia la revolución para derrocar este sistema y crear un sistema socialista sustentable que nos capacite para ponernos manos a la obra para salvar el planeta.

El sistema causa y además “normaliza” el cambio climático

En el episodio del 8 de junio de El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, el anfitrión Andy Zee señaló la forma en que “se normalizan” las cosas extremas y extremadamente peligrosas en esta sociedad en este momento: desde la guerra en torno a Ucrania que está avanzando en espiral hacia una guerra mundial y una guerra nuclear, hasta el cambio climático. Se condiciona a las personas para ignorar esto o para “adaptarse” a vivir con lo que debería prender indignación y protestas masivas. Un ejemplo de tal normalización son las muchas historias en las noticias sobre los incendios, sobre el impacto inmediato de los incendios en las personas en los Estados Unidos y, a veces, sobre la necesidad de hacer cosas como construir una mejor infraestructura para que la sociedad pueda soportar un mundo que se calienta. En otras palabras, acostumbrarse al hecho de que el clima está cambiando y “conformarse con ello”.

Y una gran parte de normalizar todo esto es chovinismo pro estadounidense: no hacer frente a la pura realidad de que Estados Unidos es el emisor número 1 de gases de efecto invernadero en la historia, el número 1 en emisiones de gases de efecto invernadero por persona entre los grandes países industrializados y el número 1 en la producción de petróleo y gas, y que las fuerzas armadas de los Estados Unidos son el emisor institucional número 1 de gases de efecto invernadero en el planeta. Según esta normalización, no se mueva cielo y tierra para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. En cambio, ajuste su forma de pensar para vivir en una nueva “normalidad” — y sobrevivir en esta ciudadela del imperialismo.

La pura verdad liberadora

Bob Avakian habla profundamente de por qué el capitalismo-imperialismo no puede dejar de destruir el medio ambiente aquí y aquí. Y piense en esta crisis existencial y los dos partidos de la clase dominante de los Estados Unidos ¡Los republi-fascistas ni siquiera reconocen la realidad y la ciencia del calentamiento global! En cuanto a los demócratas, “mantener el petróleo en el suelo” seguramente NO es la agenda de Biden y compañía. La administración Biden ha dado luz verde a nuevas excavaciones en busca de petróleo en el golfo de México y Alaska — y su legislación climática emblemática, la Ley de Reducción de la Inflación, no pone límites a la extracción de combustibles fósiles. Esto es una locura.

Nos precipitamos hacia un futuro en el que se está desgarrando la base biológica de la vida humana en la Tierra porque este sistema no puede dejar de quemar combustibles fósiles. Es un sistema que en su implacable y competitivo afán de ganancias y más ganancias trata al mundo natural como si fuera otros tantos “insumos” para la producción basada en las ganancias. Si habrá, para las generaciones venideras, la capacidad de respirar aire que no queme los pulmones, agua para beber, condiciones en las que puedan crecer las plantas y los animales que sostienen la vida humana... depende de lo que hagamos ahora. Y lo más urgente y efectivo es conocer y ser parte de la revolución para derrocar este sistema e instaurar el sistema socialista liberador basado en la Constitución para la Nueva Republica Socialista en América del Norte.

De la proclama SOMOS LOS REVCOM:

Bob Avakian ha expresado agudamente esta profunda realidad: Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas continúen dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Y es un hecho científico que la humanidad no tiene que vivir así: es posible una forma completamente diferente de organizar la sociedad, un mundo completamente mejor.