¿Cuál es la diferencia? Un niño judío hambriento de 15 años es rescatado de Auschwitz cuando el campo de exterminio es liberado de los nazis alemanes. Una niña palestina desnutrida de 3 años en Gaza, junio de 2024.
Si ese titular te escandaliza, no debería hacerlo.
Como un campamento de exterminio indiscutible, Auschwitz no tiene rival. A 1.2 millones de personas —la gran mayoría judíos— les privaron sistemáticamente de comida, los degradaron de innumerables formas y al final los arrearon a las duchas donde los asesinaron, en masa, con gas. El mundo se avergonzó de no haberse actuado. Auschwitz fue parte de lo que los nazis decían la “solución final”.
Sin embargo, mira a Gaza y pregúntate: ¿A dónde va esto? ¿Y dónde está el clamor en su contra?
En Gaza, a más de 2 millones de palestinos Israel los está sacrificando, mutilando, haciendo pasar hambre, humillando, aterrorizando y desplazando. Está destruyendo su sociedad, reduciendo sus hogares a escombros, convirtiendo sus escuelas en cenizas, despejando con buldóceres sus tierras y destruyendo sus cultivos. Han pasado más de 70 días desde que ningún alimento, agua, combustible o suministros médicos han ingresado al área totalmente bloqueada. Las bombas no han dejado de caer, el horror parece no tener fin.
Quizás el marcador más desgarrador de todos: el 96 por ciento de los niños en Gaza cuestionados en un estudio creyeron que su muerte era inminente, y casi la mitad dijo que deseaban morir. Niños. Niños que deben estar llenos de alegría y energía, curiosidad y esperanza, con toda su vida por delante. En cambio, desean el fin del sufrimiento, hambre y miseria.
La esencia y la lógica del genocidio son las mismas en todas partes: el asesinato consciente y la destrucción sistemática de un pueblo entero, lo que les hace imposible vivir y sobrevivir.
Ahora no es el momento de darle la espalda. Es hora de dar un paso adelante y exigir con todo el corazón: ¡este genocidio debe detenerse... y Estados Unidos debe dejar de armarlo y apoyarlo!
Operación “carros de genocidio”
El lunes 5 de mayo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que su gabinete había aprobado una nueva ofensiva más “contundente” en Gaza. Con el nombre en clave de “Carros de Gedeón”, Israel pide que decenas de miles de tropas israelíes irrumpan en Gaza y se apoderen de todo o casi todo el territorio1. Los más de 2 millones de habitantes de Gaza serían desplazados a la fuerza y hacinados en zonas “estériles” —o sea, campos de internamiento—, lo que equivale a menos de una cuarta parte del ya densamente poblado territorio de Gaza.
Estas áreas se ubicarán en el sur de Gaza, a lo largo de su frontera con Egipto. Un funcionario militar dijo que “el programa de traslado voluntario para los residentes de Gaza... será parte de los objetivos de la operación”. Traducido: en realidad, esto sería una expulsión forzada, implementando los objetivos a largo plazo de Israel y las recientes amenazas de Trump de que “Vamos a tener Gaza... vamos a tomarlo”2.
Israel, no la ONU u otras organizaciones humanitarias, tomaría el control de la distribución de alimentos y ayuda3.
“Finalmente vamos a conquistar la Franja de Gaza”
Desatando su aluvión habitual de mentiras, repetidas obedientemente por los principales medios de comunicación estadounidenses, Israel asevera que su operación tiene como objetivo liberar a los rehenes israelíes que se quedan en poder de Hamas4, y que la población de Gaza debe ser trasladada por su propia “protección”.
Dados los más de 62,000 palestinos que Israel ha masacrado en los últimos 16 meses, y continúa masacrando, y su guerra de inanición en curso, el que Israel hable de “proteger” a los palestinos es obsceno e insultante.
Pero dejemos que los que ahora gobiernan a Israel hablen por sí mismos. Lo siguiente es lo que Bezalel Smotrich, ministro de finanzas fascista de Israel y miembro clave del gabinete de Netanyahu, ha dicho justo en la última semana más o menos:
- “Estamos ocupando Gaza para quedarnos”. “No habrá más de eso de entrar y salir”.
- “Finalmente vamos a conquistar la Franja de Gaza. Ya no tenemos miedo de la palabra ‘ocupación’. Estamos conquistando a Gaza, vaciándola y tomando control de cada área en la que entramos”.
- “... podemos declarar que hemos ganado. ¿Cómo se verá la imagen? Gaza está completamente destruida”, y su población palestina “se marchará en gran número a terceros países”.
Medios de comunicación israelíes importantes, como Noticias Canal 14 de Israel, han emitido cientos de declaraciones similares que piden abiertamente el genocidio: “Ahora debe ser de veras una aniquilación total. No debemos tener miedo a términos como desastre humanitario”. “Necesitamos bombardear indiscriminadamente”. “Gaza, como existe hoy, debe ser eliminada”. “No hay inocentes”. Los gazatíes son “animales” que deben ser “exterminados”. “La solución más humana es que mueran de hambre, ¿de acuerdo? Creo que el interés de Israel es la hambruna y el desastre humanitario en Gaza”.
Como dijo el líder revolucionario Bob Avakian el año pasado, “Israel ha hecho algo verdaderamente increíble — ¡Israel ha conseguido convertir a judíos en nazis!”
En la ciudad de Gaza, subieron a un camión los cadáveres de algunas de las 29 víctimas de un ataque del ejército israelí a un restaurante, 7 de mayo de 2025. Foto: AP/Jehad Alshrafi
El 8 de mayo, varias organizaciones de la sociedad civil presentaron una petición ante el Tribunal Superior de Justicia de Israel argumentando que el Canal 14 había “emitido cientos de declaraciones que equivalen a la incitación al genocidio, la violencia y el racismo”. La petición también fue dirigida contra el procurador general de Israel, el fiscal estatal y la policía de Israel, por no abrir una investigación penal contra el Canal 14. Hasta ahora no ha respondido el Tribunal Superior5.
“Un sistema de privación orquestado”
¿Qué significará la nueva ofensiva de Israel para la gente de Gaza?
Más de 1.9 millones de palestinos, un 90 por ciento de la población de Gaza, ya han sido desplazados desde que el ataque de Israel comenzó hace más de 20 meses. Muchos de ellos desplazados varias veces. Casi todas las casas y residencias de Gaza han sido destruidas, obligando a las personas a buscar refugio en tiendas de campaña, refugios temporales o edificios abandonados.
La inanición en masa ya se extiende día a día debido al bloqueo de alimentos, agua, medicamentos y otros bienes necesarios. Los funcionarios en Gaza advierten que “3.500 niños pequeños enfrentan la muerte inminente por el hambre, otros 70.000 niños están hospitalizados por desnutrición grave y 1.1 millones de niños palestinos carecen de los requisitos nutricionales mínimos para la supervivencia”6.
Las personas hambrientas hacen fila para la comida en Jan Yunis, 5 de mayo de 2025. Foto: AP/Abdel Kareem Hana
En un poderoso llamamiento a la conciencia (This Is the Moment of Moral Reckoning in Gaza [Esta es la hora de la verdad moral en Gaza]), Sean Carroll escribe: “Dos millones de palestinos en Gaza, casi la mitad de ellos niños, ahora sobreviven con una sola comida cada dos o tres días. En las clínicas improvisadas administradas por mi organización de ayuda, American Near East Refugee Aid [Ayuda Estadounidense para Refugiados del Cercano Oriente], las señales de hambruna prolongada están llegando a ser más frecuentes y alarmantes”.
“El bloqueo israelí, y los retrasos deliberados, las negaciones y los procedimientos de seguridad excesivos que lo rodean, no es simplemente un fracaso de la logística”, continúa. “Es un sistema de privación orquestado”7.
Ahora, la nueva y más agresiva ofensiva de Israel promete una destrucción masiva de lo que queda de la infraestructura de Gaza y más muerte en masa de civiles. Y significa que Israel está declarando básicamente que va a impedir que la gente de Gaza regrese a sus hogares, tal vez para siempre.
“No queremos escuchar la palabra ‘evacuación’ otra vez”, dijo un palestino desplazado que vive en un refugio improvisado en el norte de Gaza. Él y su familia ya habían sido desplazados al menos seis veces. “El desplazamiento significa la muerte, la humillación, la falta de vivienda”.
Vea el recuadro: “Voces desde el genocidio israelí”.
Los “centros de ayuda” propuestos por Israel: ayudando el desplazamiento forzado
Como parte de su nueva ofensiva prometida, Israel ha anunciado un plan para crear sus propios “centros” en el sur de Gaza para distribuir la ayuda necesaria. Y dicen que esto evitará el supuesto robo de la ayuda por parte de Hamás — una mentira repetida constantemente que ha sido desacreditada repetidamente por, entre otros, organismos de ayuda y trabajadores en el terreno8.
Este no es solo un esfuerzo cínico para suprimir la indignación en todo el mundo por su uso deliberado del hambre como arma de guerra, un crimen de guerra. También tiene como objetivo facilitar el desplazamiento forzado y la posible expulsión forzada de los palestinos en Gaza. Y además, la “ayuda” de Israel ni siquiera comenzará a poner fin al hambre en Gaza.
Israel ya ha lanzado un gran ataque a la UNRWA,9 la principal organización de la ONU que brinda ayuda a los palestinos en Gaza y en otros lugares. Israel también está trabajando para marginar las otras organizaciones humanitarias. Tomar control de la ayuda que entra en Gaza le daría un dominio aún más estricto sobre la vida misma.
El plan de Israel incluye permitir entrar 60 camiones de ayuda por día que contratistas estadounidenses distribuirían a entre 6 y 10 centros de ayuda. Ahora hay 400 centros de distribución de ayuda en Gaza (que en su mayoría no puede funcionar debido al bloqueo). Durante el alto el fuego entre Israel y Hamás a principios de este año, unos 600 camiones de ayuda entraban en Gaza todos los días. Y estos planes no dicen nada sobre proporcionar atención médica, saneamiento, agua, combustible u otras necesidades de la vida.
Así que los “centros de ayuda” de Israel no llegarán ni de lejos a acabar con el hambre, la inanición o la crisis humanitaria en Gaza.
Ubicar los centros en el sur es un medio para obligar a los gazatíes a abandonar toda la parte norte de Gaza. En el camino, serán registrados, supuestamente para evitar “infiltración” de Hamás, pero más probable es para crear un registro de la población. Y cuando llegan a los centros, tendrán que recolectar la ayuda “bajo la mirada atenta de los contratistas privados de seguridad de Estados Unidos, que usarían la tecnología de reconocimiento facial para determinar quien la recibe”. ¡Sí, contratistas de seguridad estadounidenses! Lo que plantea la posibilidad concreta de ser privado de ayuda, interrogado, detenido o hasta asesinado a manos de Israel o, ahora, de fuerzas de seguridad administradas por estadounidenses.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA) ha condenado el plan de Israel y ha dicho que no tomaría parte: “El diseño del plan presentado a nosotros significará que grandes partes de Gaza, incluidas las personas menos móviles y más vulnerables, continuará sin suministros,” y añadió que el plan “contraviene los principios humanitarios fundamentales... Es peligroso, conducir a los civiles a zonas militarizadas para recoger raciones... al tiempo que afianza aún más el desplazamiento forzoso”.
“Este es un ardid para que parezca que se trata de ayuda”, dijo un trabajador humanitario, “pero de lo que realmente se trata es afianzar la ocupación militar de Gaza”.
El firme apoyo del régimen de Trump al genocidio israelí — el uso del hambre como arma de guerra
El régimen fascista de Trump continúa respaldando por completo a Israel mientras mata de hambre a la gente de Gaza, mientras repite la mentira de que Hamás es el que está causando la hambruna. En una conferencia de prensa reciente, Trump dijo: “Vamos a ayudar a la gente de Gaza a obtener algo de comida. La gente se muere de hambre, y los vamos a ayudar a obtener algo de comida. Muchas personas están empeorando la situación gravemente. Hamás lo hace imposible porque toma todo lo que entra. Pero vamos a ayudar a la gente de Gaza porque Hamás la está tratando muy mal”.
Mientras tanto, es Israel quien controla los puntos de entrada. Es Israel el que está bloqueando los camiones de ayuda alimentaria para que no entren. Es Israel quien evita que el combustible ingrese. ¡Es Israel que ha apagado la electricidad a Gaza! Y es Israel que está lanzando bombas de fabricación estadounidense sobre la gente de Gaza.
Y para colmo, esta barbaridad: Estados Unidos e Israel están considerando la posibilidad de que un “funcionario estadounidense” encabece una “administración temporal de posguerra de Gaza”. Según Reuters, “Estados Unidos e Israel han discutido la posibilidad de que Washington encabece una administración temporal de posguerra de Gaza... [centrada] en torno a un gobierno de transición encabezado por un funcionario estadounidense que supervisaría a Gaza hasta que hubiera sido desmilitarizado y estabilizado, y hubiera emergido una administración palestina viable”.10
El panorama mayor
Esto subraya la necesidad urgente de que las personas en Estados Unidos se pongan de pie en la resistencia masiva para exigir: ¡Alto al genocidio israelí-estadounidense del pueblo palestino! Subraya la necesidad urgente de que todos se opongan a la represión fascista de las voces que se alzan contra el genocidio. Y también subraya la necesidad de profundizar en la fuente de este horror dentro de este sistema capitalista-imperialista y buscar y explorar activamente el análisis comunista revolucionario y la alternativa planteada por Bob Avakian.
Como Bob Avakian ha enfatizado:
Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas continúen dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Y es un hecho científico que la humanidad no tiene que vivir así.
Voces desde el genocidio israelí
“Hoy es el último día. ¿Qué comeremos? Moriremos de hambre, por el bien de nuestros hijos. Seguimos vivos gracias a la cocina comunal. No cocinamos ni horneamos ni hacemos nada, sólo calentamos la comida que pedimos para llevar. Si no fuera por la cocina comunal, habríamos muerto. Por el bien de nuestros hijos, ¿qué haremos? Dicen que hoy es el último día. ¿Qué hacemos? ¿Qué les doy de comer mañana?”
-Huda Abu Diyya, madre palestina desplazada
“Vivimos una hambruna real, no metafórica, sino el hambre que atenaza las entrañas, convirtiendo cada comida en una batalla y cada hogaza de pan en una pequeña victoria. La gente compite por un puñado de harina. Hacen largas colas, no para comprar comida, sino para buscarla. Los mercados están vacíos y las estanterías se lloran a sí mismas. Las bolsas rotas y las cajas vacías han llegado a ser una escena cotidiana. Las verduras, uno o dos tipos apenas dignos de mención, se venden a un precio increíble. Una sola fruta o verdura, como una pera, se vende en una subasta. Ni fruta, ni leche, ni huevos, ni aceite. Todo es escaso y todo es caro, incluso el agua. Ahora la gente cocina lo que queda de las lentejas como si cocinara esperanza.
“Y las madres, como yo, esconden nuestra hambre para que nuestros hijos no lo vean. Amir, mi hijo, me pregunta todos los días, ‘Mamá, ¿cuándo volveremos a comer pizza?’ Digo: ‘Pronto’, y le sonrío mientras mi corazón se rompe poco a poco. Karim no habla mucho, pero corre tras cualquier cosa que parezca comida, como si el instinto hubiera superado al lenguaje”.
-Duha Latif, maestra de Gaza, madre de dos niños pequeños
“Esta aniquilación no solo continúa, sino los niveles que vi con mis propios ojos, es simplemente —no hay más palabras para usar— ‘insoportable’, ‘horrible’, ‘indescriptible’... Tenemos esta horrible trifecta de hambre, de falta de medicamentos y suministros, y de bombardeos”.
-Sandra Adler Killen, enfermera pediátrica que acaba de regresar de su tercera misión médica a Gaza
“Debido al bloqueo, el hambre es parte de nuestra realidad diaria ahora. Es profundo y cruel, y no hay alivio.
“Han pasado más de 30 horas desde la última vez que comí. A veces, paso hasta dos días sin comida. Para la mayoría de las personas en todo el mundo, la palabra hambre es una sensación fugaz, fácilmente arreglada con un viaje a la cocina o una tienda cercana. Decir ‘tengo hambre’ es rutina, casi sin sentido. Pero imagina que cada vez que tenías hambre, no había nada para comer — ninguna comida, ningún alivio, solo el vacío. Esto ha sido mi realidad en la Franja de Gaza durante más de un mes...
“Los niños en la Franja de Gaza han comenzado a morir de hambre. A diferencia de los adultos, no pueden soportar ese sufrimiento. Pienso en ellos, imaginando la comida que anhelan pero que no pueden tener, y el pensamiento es desgarrador...
“Se siente como si la Franja de Gaza ya no fuera parte de este mundo, como si estuviéramos viviendo en una galaxia distante y olvidada. Nuestras vidas están marcadas por el sufrimiento y la extrañeza, mientras que el resto del mundo continúa como si nuestra realidad no existiera.
“Nunca entendí realmente la sensación de hambre, su profundidad, su crueldad, su fealdad, hasta que lo experimenté plenamente, en cada detalle doloroso”.
