La Corte Suprema acaba de anunciar que programó una audiencia privada para el 7 de noviembre de 2025, con el fin de decidir si conocerá el caso de Kim Davis, ex secretaria del condado de Kentucky. El caso de Davis tiene por objetivo explícito anular el histórico fallo Obergefell contra Hodges y sumir en el caos los derechos de las parejas del mismo género. Esto debería alarmar a todas las personas que se preocupan por los derechos y la vida de las personas LGBTQ.
En 2015, inmediatamente después de la decisión de la Corte Suprema en el caso de Obergefell contra Hodges que estableció el matrimonio entre las personas del mismo género como un derecho constitucional, por “motivos religiosos” Kim Davis negó licencias para casarse a parejas del mismo género. Bajo la excusa ultrajante de proteger la “libertad religiosa”, los abogados de Davis afirman sin rodeos que la decisión en Obergefell “no tiene ningún fundamento en la Constitución” y que hay que desecharla. Ahora la Corte Suprema considerará si otorgar una audiencia formal a este ataque contra el matrimonio entre personas del mismo género. Si la Corte decide considerar el caso, el derecho al matrimonio entre parejas del mismo género —una ley establecida desde hace mucho— podría ser destripado estado por estado, lo que afectaría la vida de cientos de miles, si no a millones, de personas.
Pero no se trata simplemente de un solo caso sobre un solo derecho. Es una advertencia sombría de una trayectoria fascista intensificada de una Corte ilegítima repleta de fascistas cristianos. Las decisiones recientes de la Corte —más notablemente la anulación de Roe contra Wade en 2022— han mostrado que nada está a salvo — ni el derecho al aborto, ni el matrimonio entre personas del mismo género, ni el derecho al voto, ni la propia idea de igualdad ante la ley. Así como analizamos previamente, están convirtiendo a esta Corte Suprema en un vehículo para una arremetida fascista — un arma del régimen fascista de Trump que viola la Constitución, en vez de servir de guardián de los derechos. En REVOLUCIÓN #126 Más sobre por qué sólo puede apoyarse en la acción sostenida decidida de gente decente para derrotar y sacar al régimen fascista de Trump, Bob Avakian lo desmenuza:
Todo esto se debe a que los jueces que conforman la mayoría en la Corte Suprema no actúan como “juristas” que se adhieran a la Constitución y emitan juicios racionales sobre la constitucionalidad de las leyes. Son funcionarios fascistas que “reinterpretan” la Constitución y las leyes, ignorando y desafiando los precedentes jurídicos, la lógica básica y el evidente sentido de las cosas, como parte clave de imponer los objetivos del régimen fascista de Trump, del cual efectivamente son un instrumento.
Si bien aún no queda claro el rumbo de este caso, no nos encontramos en un momento de “esperar a ver” pasivamente. En el mismo mensaje, Bob Avakian continúa:
Esto demuestra muy claramente la profunda verdad de que todos aquellos que se oponen a la demencia tiránica de este régimen fascista de Trump deben movilizarse con acciones no violentas decididas, crecientes y continuas para impedir que este régimen fascista funcione y para crear las condiciones en que sea sacado del poder, antes de que pueda consolidar completamente su gobierno de atrocidades fascistas.
A la luz de todo esto, el Llamamiento de Rechazar el Fascismo a movilizarnos en protestas no violentas de masas en Washington, D.C., a partir del 5 de noviembre, se vuelve aún más crítico. Acudan a ir a Washington, D.C. el día 5 y permanezcan lo más que puedan. Cuando la Corte se sesiona el 7 de noviembre, no se puede permitir que lo haga ante el silencio del público. Como declara el Llamamiento:
“Arrancamos ahora. El miércoles 5 de noviembre, desde diferentes partes de Estados Unidos, inundaremos a Washington, D.C. Desde ese día en adelante, no nos detendremos hasta que el régimen sea sacado”.