Donald Trump estrecha la mano de Charlie Kirk en la Cumbre Turning Point, el 23 de julio de 2022. Foto: AP
El asesinato de Charlie Kirk estuvo muy mal y no debería justificarse en modo alguno, ni mucho menos celebrarse. Pero resulta muy perjudicial intentar embellecer a Kirk como una especie de defensor de la libertad de expresión y del intercambio de opiniones basado en principios, como han hecho algunos políticos del Partido Demócrata y columnistas liberales.
En respuesta, muchas personas han señalado acertadamente que Kirk se hizo famoso organizando a estudiantes para compilar listas de vigilancia contra profesores y conseguir que los despidieran por impartir clases que “transgredían” su dogma fascista cristiano lunático.
Despacho especial de El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!: Sobre el asesinato de Charlie Kirk y las peligrosas tergiversaciones de parte de Donald Trump (vídeo en inglés).
Pero se trata de algo mucho más fundamental que eso. Kirk dedicó su vida adulta a promover el fascismo. Y durante los últimos casi 10 años, fue un organizador muy eficaz para el Hitler estadounidense, Donald Trump.
El fascismo no es una palabra malsonante; es un término que describe con precisión lo que Trump se propone implementar velozmente, aprovechando la muerte de Kirk para hacerlo. El fascismo de Trump y MAGA incluye a rasgos centrales: gobernar mediante la violencia abierta y el terror basado en la supremacía blanca; odiar a las mujeres y a la gente LGBT; satanizar y perseguir a los inmigrantes; practicar un fanatismo fundamentalista religioso anticientífico; subordinar a las universidades, a los bufetes de abogados, las ciencias y otros sectores de la sociedad a sus dictados manifiestos. En resumen, utiliza el poder del gobierno para imponer a la fuerza la obediencia a su demencia peligrosa y destructiva, y perseguir con saña a los que se atreven a oponérsele o resistir.
Eso no es “discurso de odio”; es una verdad científica.
Algunos de los que han embellecido a Kirk como una especie de defensor de la libertad de expresión se oponen a Trump, pero con estos elogios a Kirk promueven objetivamente la conciliación con el fascismo. Están nublando la vista de la gente y socavando su comprensión de que lo que enfrentamos en las fuerzas de Trump y MAGA en realidad es el fascismo, con todas las implicaciones correspondientes.
Especialmente en un momento en que los fascistas están tergiversando totalmente la verdad, lanzando violentas amenazas de guerra contra los que están del lado de la justicia y llamando concretamente a que el FBI infiltre y haga arrestos masivos contra organizaciones e individuos que se oponen a Trump, nublar la vista de la gente respecto a la misión fascista fundamental de Kirk causa un daño real. Socava la lucha decidida, sin transigir, contra este fascismo, algo que se necesita con mucha urgencia.
Al mismo tiempo, lo que sostienen aquellos que de hecho aplaudieron este asesinato está muy mal y es muy perjudicial. Lo que enfrentamos es extremadamente grave, y no puede haber margen para alardes infantiles sin tener sentido alguno de las consecuencias para las masas de personas. Además, no podemos caer en la trampa de adoptar los mismos valores retorcidos y el mismo perjudicial afán de venganza que aquellos contra los que estamos luchando. Estamos luchando —o tenemos que estar luchando— por un mundo mejor, un mundo emancipador, y necesitamos luchar por una moral que concuerda con eso.
Volviendo a lo fundamental: la verdad sigue siendo verdad, y el fascismo sigue siendo fascismo. El hecho de que un individuo resulte asesinado no cambia lo que dicho individuo era, ni de lo que formaba parte. Kirk era un fascista.
Por último, estos fascistas están utilizando cínicamente el asesinato de Charlie Kirk para incitar a la venganza y a la violencia, y lo ven claramente como una oportunidad para acelerar su impulso hacia la reconfiguración total de la sociedad. No podemos ceder ni un ápice, más bien debemos intensificar nuestros esfuerzos por derrotar a este fascismo. Esto significa apoyar de forma muy concreta el llamado verdaderamente urgente de Rechazar el Fascismo, a que millones “inundemos a Washington, D.C. con protestas no violentas. Rodeemos la Casa Blanca. Rodeemos el Capitolio. Rodeemos la ilegítima Corte Suprema llena de fascistas. Regresemos una y otra vez. Por todo el país, neguémonos a obedecer. Todas las personas de conciencia, millones de nosotros juntos, paremos en seco la máquina del régimen fascista”, y a que “No nos detengamos hasta que Trump sea sacado”.
Cartel: Ha llegado la hora de… LA CAÍDA del RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP. A partir del miércoles 5 de noviembre de 2025, Washington, D.C.
Lea el llamado de Rechazar el Fascismo.