¡Hermanas y hermanos ucranianos! Esta es nuestra voz desde Afganistán, desde el Medio Oriente desgarrado por la guerra, desde los campos de refugiados, desde los campos de exiliados y de personas sin hogar, desde los caminos y senderos que hemos recorrido durante más de cuarenta años. Es lamentable que ustedes también hayan sido obligados a abandonar su hogar y a seguir el mismo camino. Condenamos enérgicamente la invasión de su país por parte del ejército imperialista ruso. Esta tragedia y este acto criminal no se deben ni perdonar ni olvidar.
Hace cuarenta y tres años, los padres y abuelos del mismo ejército que invade a su país invadieron a Afganistán, armados hasta el cogote, aunque con un nombre y una bandera diferentes. Los revisionistas transformaron a la Unión Soviética en un país capitalista de estado después de 1956. La desarrollaron y convirtieron en una potencia imperialista-capitalista, invadieron y ocuparon a Afganistán en 1980 en nombre del “internacionalismo proletario” y de la “revolución mundial”.
¡También experimentamos los mismos bombardeos y cohetes que ahora están cayendo sobre su cabeza, matándolos y destruyendo sus ciudades y hogares! Mucha gente fue atacada y asesinada repentinamente por los lanzacohetes rusos. Muchas aldeas desaparecieron con sus vivos y muertos. No hay familia en Afganistán que no haya perdido a uno o más miembros en la guerra. Han pasado 43 años desde aquella invasión y ¡todavía hay madres que esperan el regreso de sus hijos! Las heridas de esta tragedia aún no se han curado.
¡Queridos ucranianos! Nosotros, el pueblo de Afganistán, compartimos su pena, compartimos su dolor. Hoy únicamente la gente del mundo comprenderá verdaderamente su dolor, ¡y no la variedad de potencias capitalistas-imperialistas bajo la bandera de la OTAN! No deben confiar en ellas. No son mucho mejores que Putin y la Rusia imperialista en sus crímenes, ocupación y saqueo. Por desgracia, nosotros, el pueblo de Afganistán, también hemos experimentado la caída de las bombas y los cohetes de la OTAN y de Estados Unidos sobre nuestras cabezas. Hemos visto la manera en que el Occidente y la OTAN, en nombre de la patria y la libertad en competencia con el social imperialismo soviético (1956-1991), comenzaron a armar y complementar a los fundamentalistas islámicos del movimiento muyahidín, promoviéndolos de la mano con el Talibán. Nosotros, el pueblo de Afganistán, hemos sufrido bajo los fundamentalistas islámicos que contaron con el apoyo de la CIA, el MI6 británico y los ISI paquistaníes en colaboración y competencia entre sí. Y más tarde Afganistán fue invadido por la OTAN bajo el estandarte del “mundo libre”, la “democracia”, la “liberación de la mujer” y la “civilización”. También bombardearon a Afganistán una y otra vez, y destruyeron sus aldeas, dejaron en cenizas ceremonias de bodas y nombraron a títeres como Ghani y Karzai. Pero todos hemos visto la manera en que los líderes de la OTAN y de Estados Unidos y del “mundo libre”, veinte años después, se sentaron junto al Talibán y entregaron el destino y la vida de 30 millones de afganos al látigo y a la tiranía reaccionaria del Talibán.
La OTAN y Estados Unidos, al igual que Rusia y China, son su enemigo y el enemigo de la humanidad. ¿Creen que alguna de nuestras vidas importa algo para ellos y sus planes económicos, políticos, militares y de seguridad? Si todavía tienen dudas, miren el destino de Afganistán o Irak. Durante años, Irak experimentó esquemas de “petróleo por alimentos”. Más tarde fue objeto de ataques directos que provocaron la muerte de miles de niños iraquíes.
En Yemen, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN ya llevan más de cinco años bombardeando ciudades y civiles con las últimas armas pesadas, y han matado a decenas de miles de niños. Palestina lleva décadas ocupada por el régimen israelí, aliado de la OTAN, Rusia y Estados Unidos. Han expulsado al pueblo palestino de sus hogares. No se dejen engañar por la OTAN y el imperialismo estadounidense. Aprendan de nuestra trágica experiencia antes de que Ucrania se convierta en Libia, Irak, Siria o Afganistán y se convierta en el campo de batalla de las guerras imperialistas. ¡Deténganlo antes de que sea demasiado tarde!
¡Hermanos y hermanas ucranianos! No busquen la esperanza en ninguna potencia imperialista, ya sea Estados Unidos, Rusia o la Unión Europea y China. ¡Esa esperanza es una ilusión infundada! ¡Durante 43 años el pueblo de Afganistán ha estado ardiendo en el fuego de guerras imperialistas que no eran nuestras! ¡La guerra en Ucrania tampoco es su guerra! Esta guerra es el resultado de la competencia económica y política por el reparto del mundo entre los imperialistas. La causa raíz de estas guerras no es la tiranía de criminales como Putin y la masacre y tiranía de sus malvadas milicias y ejército. La causa raíz de estas guerras, la base de todo este derramamiento de sangre y catástrofes es el sistema capitalista imperialista. Su propia naturaleza es la de ser beligerante y plagado de crisis en contra de la vida y los intereses de la mayoría de la humanidad. Se trata de un sistema de explotación y opresión que ha llevado la pobreza y el hambre a ochocientos millones de personas en nuestro planeta. Mil millones de personas viven en tugurios y en la más pobreza absoluta. Millones de niños son obligados a abandonar la escuela y tienen que trabajar. Millones de mujeres son obligadas a pasar por las “industrias” del sexo y la pornografía o enfrentarse a la violencia, la opresión y la humillación. Este es el sistema que amenaza a todo el medio ambiente y vida sobre nuestro planeta. El fuego y el terror que están quemando las fronteras de Rusia y Ucrania esta mañana podrían alcanzar a toda Europa e incluso al resto de la humanidad. La rivalidad y la lucha entre estos imperialistas que desencadenaron las dos guerras mundiales de 1914 y 1939 podría volver a golpear al mundo a una escala mucho mayor y más espantosa, incluso con sus armas nucleares.
¡Pueblo de Ucrania, de Rusia, revolucionarios y buscadores/amantes de la libertad de todo el mundo!
El sistema imperialista capitalista coarta la vida de todos nosotros con sus inevitables efectos: la guerra, la explotación, la opresión, la discriminación, la pobreza, el hambre, etc. ¡La hora ya es tarde y no tenemos mucho tiempo para reaccionar! La vida sobre todo el planeta Tierra está al borde de la catástrofe. ¡No es posible reformar el sistema capitalista! ¡No es posible reformar, modificar o controlar sus dinámicas, sus leyes básicas e inherentes! Este sistema es intrínsecamente catastrófico, bélico y ruin. En el marco del sistema capitalista y de su metabolismo y funcionamiento, el hombre y la humanidad están arruinados y condenados al derramamiento de sangre y al sufrimiento.
La única solución es ¡deshacerse de la catástrofe del sistema capitalista-imperialista mediante una auténtica revolución comunista, y nada menos! Sin esta revolución, sin una transformación fundamental del sistema de producción capitalista, sin la destrucción del sistema de clases y de la explotación de las personas, sin detener las leyes anárquicas y plagadas de crisis del capitalismo, no es posible llevar una vida digna para las personas ni podemos crear una sociedad y mundo pacífico sin guerras ni miseria. Pero para esta revolución, ustedes y nosotros necesitamos una teoría, conocimientos y visión liberadores que analicen la causa raíz de toda la tragedia y el derramamiento de sangre, y propongan una solución fundamentalmente diferente. Este conocimiento y teoría no es el falso comunismo que tomó el poder en la Unión Soviética desde 1956, ocupó a Afganistán y engordó a una clase de capitalistas de estado en el partido y el gobierno de Rusia.
Un nuevo comunismo se ha construido y ha ido más allá de lo que desarrollaron Marx, Lenin y Mao Zedong. Hoy necesitamos el nuevo comunismo, formulado, sintetizado y de la autoría de Bob Avakian. Se trata de un nuevo horizonte de revolución para la liberación de la humanidad y la construcción del socialismo en todo el mundo, de Afganistán a Rusia, Ucrania a Yemen, y los pueblos palestino, rohingyá y uigur, etc.
Este nuevo comunismo está libre de los errores, deficiencias y malentendidos del pasado que surgieron en la teoría y la práctica marxista en los estados socialistas de la Unión Soviética (1917-1956) y la China socialista (1949-1976). El nuevo comunismo ha hecho avanzar y ha complementado la teoría del comunismo en varios campos. Se ha dado un salto científico hacia adelante en conocer la realidad del problema fundamental de nuestro mundo y su solución fundamental. Las principales fuentes de esta ciencia y teoría pueden encontrarse en el sitio web (revcom.us) y en el Internet en diferentes idiomas (inglés, alemán, turco, español, persa, etc.).
Nosotros, los comunistas de Afganistán, en este momento muy difícil, en medio del ascenso del Talibán y una nueva ronda de tragedia y terror sobre nuestro pueblo, asumimos el nuevo comunismo y estamos tratando de construir un nuevo partido comunista, crear una estrategia victoriosa y revolucionaria y construir un movimiento para impulsar una revolución comunista en Afganistán.
Nuestro llamamiento de los comunistas internacionalistas de Afganistán a ustedes, hermanos y hermanas ucranianos y rusos, es que no se queden al lado de sus propios gobiernos, los que son gobiernos capitalistas imperialistas dirigidos por Putin o gobiernos reaccionarios pro occidentales e imperialistas de la OTAN dirigidos por Zelenski, sino que acojan las derrotas de nuestros “propios gobiernos” y, en cambio, movilicen al pueblo para una revolución contra todo el sistema capitalista imperialista.
En medio de este horror, de la guerra y la destrucción y del mundo fragmentado, es realmente posible hacer surgir un movimiento para la revolución comunista con el objetivo y bajo la bandera del nuevo comunismo y del internacionalismo proletario.
¡Abajo la invasión rusa de Ucrania!
¡Abajo el imperialismo estadounidense y de la OTAN!
¡Viva la revolución comunista! ¡Viva el internacionalismo proletario!
El Movimiento del Nuevo Comunismo de Afganistán (JAKNA)
14 de marzo de 2022