El New York Times publicó un artículo de opinión la semana pasada que se tituló escandalosa y repugnantemente “Enough About Climate Change. Air Pollution Is Killing Us Now” [Basta con eso del cambio climático. La contaminación del aire nos está matando ahora]. La esencia del artículo es la siguiente: sería más fácil influir en los políticos y el público si dejáramos de hablar sobre el cambio climático y en su lugar habláramos sobre el problema más inmediato de la contaminación del aire. Esto se debe a que 1) la contaminación del aire está menos politizada que el cambio climático; 2) la contaminación del aire es supuestamente un problema más apremiante e inmediato y, por lo tanto, se trataría directamente del interés propio de las personas; 3) abordar el cambio climático a través de la contaminación del aire supuestamente permitiría al gobierno federal ejercer su autoridad sobre cuestiones de salud pública y, por lo tanto, tal vez, algún día, adoptar a hurtadillas restricciones a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es asombroso la cantidad de delirios mortales, venenoso chovinismo pro estadounidense, “realpolitik” inadmisible e ideas peligrosamente “ilusorias” embutida en este artículo.
En primer lugar: ¿Qué clase de jodido mundo es este, donde una de las crisis más profundas y existenciales que la humanidad y el planeta jamás han enfrentado tiene que ser “reformulada”, diluida y “despolitizada” para poder abordarla? El hecho de que hablar sin rodeos sobre el hecho de que estamos al borde del colapso social y ecosistémico global y de que necesitamos hacer algo al respecto sea “políticamente divisivo” demuestra no solo cuán rabiosamente anti-ciencia y anti-realidad son los republi-fascistas, sino también que este sistema ENTERO es COMPLETAMENTE y TOTALMENTE incapaz de lidiar con este problema en cualquier sentido significativo.
Además, no solo es completamente falso que el cambio climático sea un problema futuro lejano: millones de personas en todo el mundo ya sienten los efectos del cambio climático ahora. Partes del sur de Asia padecen las olas de calor más devastadoras de la historia. Pero lo que es más importante, la afirmación de que la única forma de hacer que la gente se preocupe por el cambio climático es apelar a su propio interés al desnudo es manifiestamente falsa y oscurece las verdaderas razones de la inacción. No existe tal cosa como una “naturaleza humana inherentemente egoísta”, y las personas PUEDEN SER y SON motivadas por algo más que un egoísmo estrecho. Y la razón por la que no se ha abordado de manera significativa el cambio climático —siguen quemando combustibles fósiles, siguen talando vastos bosques que absorben carbono y siguen construyendo nuevos oleoductos— NO es porque “a la gente no le importe”, sino porque los combustibles fósiles son estratégicos y esenciales para el sistema capitalista-imperialista. ESTE SISTEMA, y no las “personas”, es el problema.
Finalmente, la idea de que se puede desconectar de alguna manera el cambio climático de la contaminación del aire no solo es monumentalmente estúpida e ilógica, sino que contribuye a la idea nociva de que de alguna manera puede haber “unidad” y “acuerdo” con los maníacos republi-fascistas ¡que son anti-ciencia y niegan ABIERTAMENTE que exista el cambio climático! O como si se pudiera de alguna manera “engañar” a los fascistas para que apoyaran los esfuerzos para mitigar el uso de combustibles fósiles —cuando la quema de combustibles fósiles es, de hecho, una parte central de su plataforma política y posición ideológica— ¡¡ocultándolo bajo la bandera de la contaminación del aire!!
El cambio climático es una EMERGENCIA MUNDIAL de proporciones asombrosas. Bien podría significar el fin de la existencia humana organizada tal como la conocemos, si no se toman las medidas necesarias con toda la rapidez deliberada. Cientos de millones de vidas penden de un hilo. Este fue el mensaje y el llamado de atención de las acciones tomadas por científicos de todo el mundo hace un par de semanas (ver "Por todo el mundo, científicos hacen sonar la alarma: Nosotros SÍ que nos encontramos en una EMERGENCIA climática"), que el New York Times convenientemente no informó.
Y para prevenir el cambio climático, NECESITAMOS UN CAMBIO DE SISTEMA: una REVOLUCIÓN REAL.
Entonces, al New York Times le decimos: Basta de tonterías. Es ESTE SISTEMA el que nos está matando ahora.
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