Hoy, martes 23 de junio de 2025, tras un ataque aéreo de cazas de combate israelíes contra el penal Evin, resultaron severamente dañadas partes de los edificios administrativos, del centro médico y de la oficina de seguridad de la fiscalía del penal. Una sección del pabellón 4 se derrumbó, haciendo añicos las ventanas y, debido a la prisa de los presos por bajar a las plantas inferiores para salvarse la vida, muchos resultaron heridos. El centro médico del penal quedó efectivamente destruido y no hay acceso, instalaciones ni recursos básicos para atender a los heridos en el pabellón. Las autoridades penitenciarias se niegan a enviar a los heridos al exterior y, en la práctica, los han dejado sin atención médica.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad y los guardias penitenciarios, con una gran presencia dentro de los pabellones, han convertido el entorno en uno de alta seguridad y represión, en lugar de proveer ayuda y asistencia. Las amenazas, la intimidación y la represión contra los presos se han intensificado, especialmente tras el ataque israelí.
Fuera de la prisión, las carreteras principales que conducen a Evin están bloqueadas, lo que impide el acceso de las familias de los presos. No obstante, a pesar del peligro un grupo de familias se ha reunido frente al penal Evin.
Nosotros, los presos asediados e indefensos, declaramos:
No teníamos posibilidades de escapar del bombardeo, ni de los crímenes organizados [del régimen iraní] que ha mantenido nuestra vida y dignidad bajo la bota durante años. Hacemos un llamamiento a la población, a las familias y a todas las conciencias despiertas: No se queden callados. Reúnanse ahora frente al penal Evin para salvarnos la vida. Estamos heridos, amenazados y podemos perder la vida en cualquier momento.
Un grupo de presos del penal Evin, 23 de junio de 2025.