Hace varias semanas, revcom.us publicó la siguiente declaración:
Nunca triunfaremos en tener una revolución real en Estados Unidos —ciertamente no una revolución que realmente valga la pena tener y que sea verdaderamente emancipadora para la inmensa mayoría de la gente— a menos y hasta que se convenza a millones de personas para volverse seguidores conscientes de Bob Avakian y del nuevo comunismo que él ha desarrollado como el camino y el plano para la emancipación de toda la humanidad.
Esta crucial y acertada declaración contiene varias cosas importantes, pero yo quiero empezar con la parte más importante de esa declaración (y también la parte que es todavía menos entendida y menos apreciada). La parte más importante de esa declaración no es simple ni absolutamente que no puede haber ninguna revolución sin BA, sino de que cualquier revolución que no cuente con la dirección del nuevo comunismo que Bob Avakian ha forjado no llevaría a nada bueno. Simplemente: No hay ningún camino a la emancipación humana sin el nuevo comunismo de Bob Avakian. No hay modo de continuar para conocer y cambiar el mundo a favor de los intereses fundamentales de la humanidad en su conjunto, de derrocar y derrotar el viejo orden y construir una nueva sociedad y un nuevo sistema que capaciten a las personas para arrancar de raíz y superar toda forma de opresión y explotación, y hacerlo de una manera que desencadene y active cada vez más a las masas de personas y se apoye en éstas en este proceso.
También es cierto que es extremadamente improbable que se dé algún tipo de revolución en Estados Unidos sin Bob Avakian. Y ¡esto importa muchísimo! Pero, cabe repetir, lo que importa más que todo — y el contexto en el cual vale la pena y es una cosa muy genial contar con un líder capaz de trazar el camino para hacer la revolución — es que ahora contamos con lo que necesitamos para poder llevar adelante esa revolución a la consecución de las “4 todas”1. Nada de venganzas. Nada de la verdad política. Nada de que “los fines justifican los medios”. Nada de priorizar las necesidades de un país socialista particular —ni la lucha por la revolución en un país particular— por encima de la revolución mundial, al mismo tiempo que se aprecia y lucha por el gran impacto que podría ejercer un avance revolucionario en cualquier parte, no sólo en ese país particular sino en el proceso mundial en su conjunto de emancipar a toda la humanidad en todas partes. Nada de dejar que los objetivos a corto plazo, ni siquiera las necesidades realmente profundas de la gente y de la revolución, eclipsen el objetivo final de la emancipación humana (ni de perseguirlos de maneras que obraran en contra de ese objetivo). Sobre todo, que dirija, que se popularice y se luche por una epistemología2 y un método cabalmente científico que reconoce que la verdad es objetiva, es lo que corresponde a la realidad objetiva, y que existe un método para determinar lo que es la verdad y actuar en torno a la verdad, al mismo tiempo que continúe aprendiendo y desmenuzando lo que surja desde todas partes.
Sin que millones de personas asuman y apliquen el nuevo comunismo que Bob Avakian ha forjado, no se dará ningún avance hacia una nueva época libre de clases y explotación y opresión, no se pondrá fin a la larga noche oscura de la división de la humanidad en amos y esclavos, explotadores y explotados, opresores y oprimidos. Hace falta que esto se conozca y que se luche por esto de manera muy pero muy amplia por toda la sociedad y el mundo — y hace falta que se convierta en una “cuestión decidida” en las filas del movimiento por la revolución (al mismo tiempo que se necesitará profundizarlo continuamente con el paso del tiempo). Este nuevo comunismo es la base sobre la cual se ganará la “batalla de las posibilidades” entre muchos millones de personas, elevándoles la vista como una dimensión crucial de ganárnoslas para que se activen para luchar por esta revolución y apoyarla.
También es cierto que Bob Avakian viene dando dirección hoy de una manera sin par en el mundo y de una manera que es decisiva para el avance de la revolución en Estados Unidos, de manera completamente conectada con lo que él ha forjado en el nuevo comunismo. BA está aplicando el enfoque científico y la estrategia que ha forjado y está implementando la dirección de comandante estratégico que viene despejando la neblina y la apariencia de unos horrores permanentes (y su empeoramiento permanente) de este sistema del capitalismo-imperialismo — señalando la necesidad, las bases y los caminos para hacer avances hacia la realización de una revolución real en estos tiempos. Bob Avakian está exponiendo vivamente —por medio de la increíblemente visionaria y concreta Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte de su autoría, de sus e-mensajes continuos y de otras formas, la realidad de una forma completamente diferente y verdaderamente emancipadora que podríamos vivir con un sistema socialista revolucionario nuevo.
Bob Avakian está refutando las conductas parásitas de rehuir a todo esto de parte de aquellos que cuentan más privilegios materiales en Estados Unidos, la manera en que demasiadas personas en las condiciones más infernales se deleitan de una manera nihilista autodestructiva en los modos de pensar del sistema y el servilismo religioso, y las otras formas en que se les mantiene a las personas que necesitan formar parte de esta revolución alejadas de ésta. Todo lo que BA está haciendo en todas partes por medio de @BobAvakianOfficial viene dando una dirección crucial para la manera en que un movimiento creciente para la revolución tiene que contar con una orientación y tiene que hacer agitación revolucionaria y organizar una resistencia seria al fascismo en ascenso y luchar por hacer caer el sistema que lo engendró y por crear algo mucho mejor. Es una gran escuela de método y entrenamiento en la ciencia del nuevo comunismo lo que Bob Avakian pone de ejemplo en @BobAvakianOfficial cada semana.
Por todos estos motivos la campaña para promover la dirección y las redes sociales de Bob Avakian realmente constituye lo más importante en torno a lo cual tenemos que luchar y ganar, y llevar a alturas mucho más altas y de mayor impacto — con relación a la repolarización de toda la sociedad para la revolución, activar a las fuerzas para la revolución, y entrenar a los comandantes estratégicos y los nuevos comunistas necesarios para dirigir una revolución triunfante y llevarla adelante hacia la emancipación duradera.