El pasado fin de semana [4 y 5 de junio], el Club Revolución de Los Ángeles llevó las camisetas “Maternidad obligatoria es esclavización femenina” y “Aborto a solicitud y sin pedir disculpas” a los actos del Orgullo LGBTQ en West Hollywood para tener un impacto, recaudar fondos para la Gira Nacional “Organícense para una Revolución REAL” y atraer a nuevas personas para que se enteren de la revolución y del líder revolucionario Bob Avakian.

A lo largo de tres días recaudamos 1.383 dólares y sacamos 55 camisetas. También distribuimos algunos pañuelos verdes y recaudamos dinero para De Pie Por el Derecho al Aborto (RU4AR) que entregamos a la sección local. Repartimos copias del artículo de Bob Avakian (BA) “La lucha crucial por el derecho al aborto y poner fin a toda opresión, Unidad amplia y lucha necesaria” con una invitación a una discusión vía Zoom, y copias del volante de RU4AR que anuncia la protesta en la Cumbre de las Américas. También repartimos algunos ejemplares del artículo de BA “La Corte Suprema en camino para eliminar el derecho al aborto: ‘A tomarse las calles’, y a negarse a permitir que esto ocurra, Bob Avakian habla de esta coyuntura crítica en la lucha por el derecho al aborto, el camino a seguir, y evitar callejones sin salida”.

Este proyecto fue el resultado de que la gente del Club Revolución local trabajara juntos de nuevas maneras y asumiera nuevas responsabilidades para forjar y llevar a cabo planes. Cuando llegamos a West Hollywood, hubo una lucha inmediata sobre cómo abordarlo. Dos personas que acababan de asumir la responsabilidad consideraron que, puesto que estábamos en una celebración, no debíamos intentar luchar con la gente sobre lo que está ocurriendo y lo que hay que hacer al respecto. Pensaron que esto sería como una nube de lluvia sobre la gente que se está divirtiendo. Se les planteó de nuevo la pregunta: ¿Qué es lo que intentamos hacer aquí? Trabajaron colectivamente en la forma de recaudar dinero para la Gira y de hacer que la gente intercambie con el mensaje de la camiseta. A una persona en particular le pareció que cuando la gente intercambie con ese mensaje, “maternidad obligatoria es esclavización femenina”, eso en sí mismo abrirá la lucha de si esto es cierto y lo que la gente va a hacer al respecto. Esta persona se desató mucho de modo que se abordara a la gente con la camiseta, diciéndoles que tenemos que estar en las calles y que necesitamos una revolución y señalando a la gente el artículo de BA. Las cuestiones relacionadas con todo el enfoque de la “lucha necesaria”, como dice BA en su reciente artículo, no se resolvieron todas ahí, y otras contradicciones que surgieron no se manejaron del todo bien, pero se inició un buen proceso.

Lo más llamativo fue la respuesta visceral que obtuvimos. Lejos de una nube de lluvia, si bien la gente estaba celebrando, también estaba inquieta y muchos expresaron que hablar con nosotros era aleccionador y les daba esperanzas. Sólo con ponerse la camiseta con la consigna visible, “Maternidad obligatoria es esclavización femenina” y caminar por la calle al pasar por las cantinas, repetidamente la gente estallaba en aplausos o alzaban la voz para decir que les encantaba la camiseta. Atrajimos a mujeres y hombres y a personas de distinto género que estaban encabronad@s y molest@s y asustad@s y desmoralizad@s. La gente estaba consternada por lo que se está haciendo a las mujeres ahora, y mucha gente de género distinto decía que estaban furios@s porque nadie debería poder decirles a las mujeres lo que tienen que hacer con sus cuerpos u obligarlas a ser madres. La gente también veía este ataque a las mujeres como algo muy relacionado con el ataque a los derechos LGBTQ. Y algunos hablaban de los tiroteos en masa al mismo tiempo.

Una mujer vio la camiseta y al principio se detuvo en la palabra “esclavización”, no estaba segura de si se sentía cómoda llamándolo esclavización. Después de pensarlo un momento, decidió que era lo correcto y compró dos camisetas, para ella y su pareja. Otras personas hablaron de la manera en que posteriormente sus propios matrimonios serán penalizados. Una pareja de hombres dijo que después de quitar el derecho al aborto, vendrán a balearnos en las calles. Un hombre negro que pasaba por ahí vio la camiseta y el cartel que decía “haga donativos” y dijo, metafóricamente, “¡a quemarlo todo!” y se detuvo rápidamente para escanear y dar un donativo de 25 dólares. En su donativo en línea comentó: “¡Que se jodan los republicanos!”. Una mujer trans de habla hispana no sabía lo que estaba pasando con el ataque al aborto y cuando se enteró, al principio dijo: “No me corresponde decir nada sobre este tema, no soy biológicamente una mujer”. Cuando le dijimos que toda la gente tiene que ponerse de pie por el derecho de las mujeres a decidir por sí mismas, aceptó e hizo un donativo.

El principal sentimiento de la gente que estaba realmente encabronada y molesta era un sentimiento de desesperanza. Casi todos dijeron que lo único que podemos hacer es votar. Algun@s lo decían con un sentimiento de frustración y resignación. Un@s poc@s argumentaron a favor con más convicción. Pero, en general, la gente se mostró muy receptiva a que se cuestionaran estas ideas cuando dijimos que votar no es la respuesta a esta situación y que, al contrario, necesitamos el poder disruptivo de la gente en las calles ahora mismo, para hacer que la corte y los gobernantes tengan que preocuparse por la legitimidad de sus instituciones.

En una conversación, dos hombres de Carolina del Norte hablaron de que estaban votando y tratando de votar por mejores personas en los cargos locales. Les dijimos que 1) la decisión de la Corte Suprema no es un hecho consumado y que tenemos que luchar contra ella ahora y no renunciar a nuestros derechos y pensar que podremos recuperarlos más tarde, y 2) nos basamos en el artículo del BA “A tomarse las calles” y señalamos que los demócratas han estado claudicando ante los fascistas republicanos en materia del aborto durante décadas, y que no podemos confiar en ellos, sino que tenemos que actuar nosotros mismos. Apreciaron mucho lo que decíamos sobre esto e hicieron un donativo en línea.

Una mujer, tal vez de unos 60 años de edad, después de ver la camiseta y escuchar sólo una frase nuestra al respecto, dijo detrás de sus gafas de sol oscuras: “Estoy llorando ahora mismo”. Cuando le hablamos de actuar fuera de los límites del voto y de las maneras en que l@s alumn@s de secundaria ya han empezado a hacerlo, haciendo paros en sus escuelas por todo el país, se estaba inspirando y dijo que escuchar esto le ponía la piel de gallina.

Les dijimos a todos que estamos recaudando dinero para la Gira Nacional “Organícense para una Revolución REAL”, y nos basamos en el fin del artículo de BA donde dice que tenemos que emprender esta batalla crucial ahora para impedir que la Corte Suprema nos quite el derecho al aborto y luchar para poner fin a todo el sistema que es la fuente de esto. La gente se llevó el artículo para leerlo y algunos se conectaron en el acto.