He estado pensando en el trabajo sobre la transformación de la cuestión de la recaudación de fondos y en lo que esto tiene que ver con organizar gente. Creo que hemos tenido muchas discusiones en las que hemos hablado de “vale, cambiemos eso, pidamos donativos” y hasta hemos tenido algunas experiencias muy importantes al salir en la sociedad en que estábamos muy encendidos con la recaudación de fondos y hemos fijado objetivos, y los hemos logrado. Pero creo que el problema de que esto se convierta en una buena experiencia y “pasemos a la siguiente página” hasta que llegue la próxima campaña nacional de recaudación de fondos, no es un buen modelo y creo que muestra algunos problemas de enfoque.
Quería volver a la lucha continua que hemos tenido en cuanto a la ruptura entre ser activistas del movimiento y ser comandantes estratégicos. Creo que volver al nivel de trabajar desde la toma del poder como punto de partida es algo que tenemos que seguir haciendo y evaluar constantemente la manera en que todo en torno a lo que estamos trabajando AHORA y en el futuro, está orientado a crear la base para ese momento en el que podamos maximizar todos esfuerzos en una situación futura, y tenemos que bregar constantemente con lo que es la visión de eso.
En primer lugar, pienso en lo que significa construir un movimiento de masas verdaderamente amplio para la revolución, como dice Bob Avakian, BA, en Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución sobre las redes que es necesario construir y sobre trabajar en grupo para difundir el mensaje y organizar a las personas en la revolución, lo que es necesario construir y ampliar en todas las partes del país y vincularse entre sí. El sitio web, El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!, y las transmisiones en vivo para recaudar fondos son tan importantes en las formas en que las personas se vean unas a otras y aprendan unas de otras y consigan dirección.
Algo en lo que he estado pensando y en torno a lo que he estado luchando es que en tantas ocasiones la gente que nos ve sólo ve a las mismas pocas personas en el barrio, ve a otros a su alrededor que no están con nosotros, oyen los susurros al oído — no digo que no tengamos que orientar a las personas o luchar con ellas en relación a estas cuestiones, pero si la gente no ve ese movimiento amplio y de más importancia, si no empieza a tener un sentido de este movimiento nacional amplio de masas para la revolución, pues cree que simplemente se trata de sí misma, y pienso que de manera más consciente tener la capacidad de entretejer a estas personas de modo que se vean, escuchen y lean unas a otras, de modo que la gente del barrio se reúna y conozca a los que están con esta revolución, para que vean que no todos contribuyen de la misma manera específica, sino que muchas personas de diversos orígenes y nacionalidades trabajan en la misma misión y vienen aprendiendo sobre la revolución en colectivo. No digo que esto lo sea todo, pero sí creo que es algo de lo que hay que ser consciente y en lo que hay que dirigir a la gente, tanto, sí, para que las personas no sientan que se trata únicamente de sí mismas, como también la manera en que podrán ver cómo esto necesita y puede crecer rápidamente, lo que nos proponemos hacer, trabajando en torno a esas tres a preparar (a preparar el terreno, a preparar a la gente, y a preparar a la dirección) — la gente debería hacerse una idea de la estrategia de Somos los Revcom, de modo que vea que necesitamos acumular a esos miles, líderes probados para dirigir a esos millones de personas cuando llegue el momento, que vean que la manera en que están contribuyendo tanto a ampliar como a sostener esta revolución es muy crucial en lo que estamos trabajando ahora.
Y todo esto no está desconectado, de hecho va de la mano con el trabajo ideológico que tenemos que hacer con la gente para explorar las Entrevistas con BA, profundizar su comprensión y, sí, avanzar por medio de un “OHIO”1, porque tenemos que hacer surgir líderes, no conformarnos con su papel de simplemente ser personas que apoyan desde los márgenes. Pero creo que esta misión de poner la revolución en el mapa no es algo que hagamos simplemente unos pocos de nosotros — sino que, por medio de recaudar fondos, difundir esta revolución y crear estas redes, se está incorporando y activando a las personas en trabajar en torno a todo eso de forma conjunta.
Algo en lo que he estado pensando es qué tanto todavía hay tendencias hacia algunas viejas prácticas — un ejemplo de ello es que, a veces, cuando algunos de nosotros revisamos las listas de personas a las que hay que llamar para abordar diferentes cosas, siempre acabamos dejando fuera a mucha gente. Y a veces tiene sentido dar prioridad a algunas personas para ciertas cosas, pero algunas personas quedan fuera como a las que llamamos cuando estamos recaudando fondos. Creo que esto encierra socavar en cierta medida a ese movimiento para la revolución que tenemos que dirigir, y no sólo a algunas personas a las que llamamos para recaudar fondos, sino de hecho al tipo de personas a las que se está atrayendo y activando y de hecho profundizando su comprensión a medida que la gente lleva a cabo “tareas básicas que puede hacer sin dificultad y tener la confianza para hacerlas, las que contribuyen realmente a construir la revolución, y puede aprender a asumir más responsabilidad conforme tengan más experiencia y profundice su entendimiento” (de Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución, sobre los principios y los métodos relativos a que las personas se comprometan con la revolución y se organicen en ella). Creo que se trata de un proceso distinto y de una forma distinta de dirigir a la gente y, de hecho, esto me hizo pensar en el contraste con el gradualismo, en el que nuestro trabajo resulta en activar e incorporar a la gente de uno en uno y de dos en dos y en realidad no dirigimos un movimiento más grande y más amplio con este tipo de proceso en mente, de modo que de hecho capacite a las personas de modo que se formen y avancen como líderes, a la vez que también se les hace responsables de las necesidades y los problemas de la revolución y se les dan formas concretas de trabajar en esto junto con otros.
Cuando pienso en qué tan rápidamente que esta revolución tiene que propagarse, a todos aquellos a los que va dirigido el desplegado Somos los Revcom, y en la manera en que esto ocurrirá, por medio de poner esta misión en las manos de todos, cuando nos conocemos a las personas, tenemos que decirles que son parte de capacitar a todos aquellos que necesitan saber esto, que son parte de levantar la vista de tanta gente que se siente desesperanzada, que vive con la creencia de que este mundo es el único posible, y cómo difundir el mensaje acerca de esto muy rápidamente y hacer de esto una cuestión de masas en la sociedad a medida que estamos refutando directamente a estas formas de pensar que tienen a la gente atrapada ideológicamente, donde a la vez estamos formando la dirección que se necesita para dirigir a millones de personas, y el pueblo revolucionario que cuente con millones de personas rompa su “lealtad” a este sistema, por medio de contrastar la vieja constitución de los dueños de los esclavos frente a la nueva constitución emancipadora. Puedo ver en toda su extensión la incorporación de las personas para trabajar en todo a esto juntos, explorando estas cuestiones y participando en trabajar