1º de septiembre de 2025. Todos tienen a Chicago en la mira, y Chicago en sí ha estado en un estado altamente politizado, desde hace poco más de una semana que Trump comenzara a amenazar con enviar golpeadores del ICE y soldados.

Chicago tiene casi tres millones de habitantes, aproximadamente un tercio blancos, un tercio negros y un tercio latinos y asiáticos. Durante décadas ha sido “famosa” por su racismo y por la terrible violencia de pandillas entre los propios jóvenes oprimidos. Además, es tanto económicamente próspera como un bastión del Partido Demócrata — todo lo que la convierte en un objetivo prioritario en la mira del fascismo de Trump y MAGA. Aún no se ha dicho nada definitivo sobre cuándo ni en qué forma se producirá este ataque, pero la gente en Chicago se está movilizando, con razón, para combatirlo.

Antes de hablar de esa movilización, preguntémonos por qué esto está pasando. En este sentido, es importante estudiar el reciente y muy oportuno e-mensaje de Bob Avakian, @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #130: “El racismo flagrante, el fascismo en general —no el ‘combate contra la delincuencia’— es el motivo básico por el que Trump utiliza ilegalmente a los militares para ocupar ciudades y aterrorizar a la gente”. En dicho mensaje, Bob Avakian (BA) expone los siguientes puntos cruciales:

Hablar de “combatir la delincuencia”, para “justificar” el uso de los militares para ocupar ciudades, es simplemente un mecanismo para llevar a cabo una represión aún más flagrante, desenfrenada brutalidad y asesinato a que la población negra, y otros, han estado sometidos a lo largo de la historia de Estados Unidos — y que el régimen fascista de Trump está decidido a imponer sin respetar, y al violar de manera flagrante, la Constitución y los derechos de la población que se supone que garantiza la Constitución.

Se trata también de perseguir a los “enemigos” de Trump al interior de la clase dominante. Como he enfatizado en “Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador” (que también está disponible en revcom.us): El régimen fascista de Trump “está decidido a destripar y pervertir el ‘estado de derecho’, pisotear los derechos de la gente y adoptar lo que constituye una dictadura capitalista indisimulada, que está listo a utilizar la violencia no sólo contra las masas de personas sino también contra sus rivales en la clase dominante”.

La gente se moviliza para hacer frente a los ataques

La gente ha sacado lecciones de la represión brutal e ilegal contra los inmigrantes en el sur de California. Ahora, con la ocupación de Washington, D.C. por el ICE y la Guardia Nacional, ya ha habido mucha resistencia y organización.

Al cierre de esta edición, se ha programada una marcha para el lunes 1º de septiembre, a la que acudirán numerosas fuerzas, entre ellas RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo), que se reunirá ante la estatua dedicada a los individuos que fueron injustamente perseguidos y ejecutados tras la llamada Masacre de Haymarket¹. Se han celebrado conferencias de prensa y marchas. Y hay efervescencia en el ámbito cultural: Chance el Rapero posa con una playera “Que se joda ICE”, y en Chicago, Neil Young estrenó su nueva canción “Gran Crimen” (con el verso “Hay grandes crímenes en Washington, D.C. en la Casa Blanca”).

EL CUERPO REVCOM Por La Emancipación De La Humanidad se sumó a este revuelo la semana pasada con un video del vocero nacional Noche Díaz. Noche hizo un llamado a la resistencia en Chicago así como, de manera importante, dio mucho énfasis a la participación de millones de personas el 5 de noviembre en Washington D.C., además de refutar algunas de las tonterías en la mente de la gente. El Cuerpo Revcom ha estado agitando y programó una reunión para el domingo 31 de agosto, cuyo objetivo era entrarle al citado e-mensaje de BA (#130), así como un segundo mensaje nuevo de Bob Avakian, @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #131: “La delincuencia es un problema real. Pero el fascismo no es la solución a la delincuencia — el fascismo en sí es un crimen monstruoso”.

La lucha en “la cúpula”

Pero eso no es todo. Los ataques de Trump contra sus “enemigos” en la clase dominante —analizados por BA anteriormente— también figuran en esta situación, de maneras potencialmente importantes. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, han hecho declaraciones positivas. Para comprender esto, volvamos a lo que señala BA:

El régimen fascista de Trump “está decidido a destripar y pervertir el ‘estado de derecho’, pisotear los derechos de la gente y adoptar lo que constituye una dictadura capitalista indisimulada, que está listo a utilizar la violencia no sólo contra las masas de personas sino también contra sus rivales en la clase dominante”.

En este contexto, Pritzker constantemente ha dado una verdadera voz de alarma sobre lo que está pasando, desde la primavera, cuando le dijo a Trump que no enviara fuerzas. No le ha dicho a la gente que se mantenga alejada de las calles, sino que más bien sea pacífica su protesta. Johnson —al que los fascistas atacan mucho más directamente, con un tono mucho más despiadado, acorde con su racismo— hasta ahora ha manifestado de manera contundente su oposición y ha emitido una orden ejecutiva que intenta limitar las prácticas fascistas del ICE y, de no lograrlo, al menos ponerlas al descubierto.

De cara al futuro

Si Trump sigue adelante con este plan fascista, la resistencia incipiente en Chicago tiene que alcanzar un nivel de intensidad completamente nuevo y extenderse a todas las instituciones, desde escuelas hasta hospitales, bufetes de abogados y más allá. Lo más esencial para derrotar a este fascismo es y será que millones de personas decentes resistan estas amenazas y ataques, pero que, con mayor decisión, tomen la ofensiva organizando a millones de personas para que acudan a Washington, D.C. el 5 de noviembre y paren en seco las cosas. En este contexto, estas escisiones en la cúpula y la forma en que se desarrollen, o no se desarrollen, podrían desempeñar un papel crítico a medida que la situación llegue a un punto crítico, y es importante prestarles atención durante los venideros dos meses mientras nos acercamos a ese momento.